Las ¨²ltimas ascuas de la hoguera del Brexit
El Parlamento brit¨¢nico votar¨¢ previsiblemente el mi¨¦rcoles a favor del nuevo acuerdo comercial con la UE. Los euroesc¨¦pticos examinan el texto al detalle y algunos laboristas se rebelan contra su l¨ªder
Se ha evitado la tragedia, pero la farsa contin¨²a. El Brexit tuvo siempre un alto componente de puro teatro, y Westminster no bajar¨¢ el tel¨®n hasta el ¨²ltimo minuto. La Star Chamber (c¨¢mara estrellada) era un tribunal que se reuni¨® en ese palacio desde el siglo XV al XVII para juzgar los casos de calumnia y traici¨®n. As¨ª se autodenomina el grupo de expertos legales del ...
Se ha evitado la tragedia, pero la farsa contin¨²a. El Brexit tuvo siempre un alto componente de puro teatro, y Westminster no bajar¨¢ el tel¨®n hasta el ¨²ltimo minuto. La Star Chamber (c¨¢mara estrellada) era un tribunal que se reuni¨® en ese palacio desde el siglo XV al XVII para juzgar los casos de calumnia y traici¨®n. As¨ª se autodenomina el grupo de expertos legales del European Research Group (Grupo de Investigaciones Europeas, ERG en sus siglas en ingl¨¦s) que, desde el fin de semana, escudri?a al detalle el acuerdo comercial firmado con Bruselas. Los diputados conservadores euroesc¨¦pticos que torturaron hasta la dimisi¨®n a la ex primera ministra, Theresa May, se hacen de rogar hasta el final.
El Gobierno de Boris Johnson someter¨¢ el texto acordado a debate y votaci¨®n del Parlamento este mi¨¦rcoles, 24 horas antes de que concluya el periodo de transici¨®n previo a que el Brexit sea una completa realidad no solo pol¨ªtica, sino tambi¨¦n jur¨ªdica. ¡°El diablo est¨¢ en los detalles¡±, admit¨ªa Johnson en sus mensajes de WhatsApp a los conservadores m¨¢s reacios a dar su brazo a torcer, ¡°pero conf¨ªo en que el acuerdo supere el despiadado escrutinio de las ¨¢guilas legales de la c¨¢mara estrellada¡±. El primer ministro se ufan¨®, antes incluso de que se anunciara la conclusi¨®n con ¨¦xito de las negociaciones con la UE, en intentar convencer a los euroesc¨¦pticos para que le dieran su apoyo. Los plazos se han agotado de modo tan extremo que una sorpresa parlamentaria ser¨ªa irremediable. El Gobierno ha acotado a un solo d¨ªa de debate el tr¨¢mite parlamentario, y se resiste a la petici¨®n expresada por algunos diputados para que permita una primera votaci¨®n provisional, y una confirmaci¨®n posterior.
¡°Pienses lo que pienses de este acuerdo, es algo que va a afectar al resto de nuestras vidas, y que pone punto y final a una discusi¨®n que ha dominado la primera mitad de nuestras vidas¡±, expresaba con cierto dramatismo David Davis, quien fuera durante un tiempo el ministro para el Brexit, al frente del inicio de las negociaciones con la UE, y a la vez un furibundo euroesc¨¦ptico. Davis abogaba por una votaci¨®n provisional, para evitar que el Parlamento Europeo ¨Dque debatir¨¢ el texto ya en 2021¨D tenga una sospechosa ventaja sobre la C¨¢mara de los Comunes.
Sobre la decisi¨®n de los diputados euroesc¨¦pticos pesa la presi¨®n de la industria pesquera brit¨¢nica, que ha sido una de las voces m¨¢s cr¨ªticas con el acuerdo alcanzado con la UE. ¡°Al final de la partida, el primer ministro tom¨® la decisi¨®n y cedi¨® respecto a la pesca, a pesar de toda la ret¨®rica y las promesas de que no har¨ªa lo mismo que Ted Heath en 1973 [el primer ministro que impuls¨® la entrada en la CEE del Reino Unido], denunciaba Barrie Deas, el presidente de la Federaci¨®n Nacional de Organizaciones Pesqueras.
Algunos diputados reclaman m¨¢s tiempo para debatir, como si las eternas sesiones de los ¨²ltimos tres a?os les hubieran sabido a poco. Johnson, sin embargo, desea pasar p¨¢gina y consolidar su victoria cuanto antes. Por razones opuestas, el l¨ªder de la oposici¨®n laborista, Keir Starmer, tambi¨¦n desea apurar cuanto antes el amargo c¨¢liz. Despu¨¦s de anunciar la intenci¨®n de su partido de respaldar el acuerdo ¨D¡°mejor un acuerdo, aunque no nos guste, que las consecuencias de un no acuerdo¡±¨D, las voces laboristas en contra de la decisi¨®n no han dejado de aumentar. ¡°Todas las indicaciones sugieren que el nuevo acuerdo tendr¨¢ un gran impacto negativo sobre el PIB [del Reino Unido]. Muchas industrias se ver¨¢n sometidas a importantes barreras. Estos no son exactamente los mismos beneficios [respecto a la pertenencia a la UE] que se nos prometieron¡±, escrib¨ªa en su cuenta de Twitter Anneliese Dodds, la portavoz de Exteriores de la direcci¨®n laborista.
Sin desvelar cu¨¢l ser¨ªa el sentido final de su voto que, con toda probabilidad, ser¨¢ de respeto a la disciplina parlamentaria, Dodds recordaba con sus palabras el grado de exigencia que la oposici¨®n impuso a Theresa May cuando pretend¨ªa aprobar un acuerdo mucho m¨¢s beneficioso para el Reino Unido que el alcanzado por Johnson. Los diputados laboristas rebeldes, imposibles de cuantificar, advierten a Starmer de que dif¨ªcilmente podr¨¢ hacer responsable al Gobierno de las consecuencias econ¨®micas negativas del pacto si le dan su respaldo con un voto afirmativo. ¡°En un momento de tanta relevancia nacional, no resultar¨ªa cre¨ªble que el laborismo se echara a un lado¡±, ha respondido Starmer a los que le reclaman una abstenci¨®n el pr¨®ximo mi¨¦rcoles.
Londres es en estos momentos una de las zonas del Reino Unido con mayores restricciones sociales, para hacer frente a la amenaza de la nueva cepa del coronavirus. El speaker (presidente) de la C¨¢mara de los Comunes, Lindsay Hoyle, ha pedido a los diputados que eviten en la medida de lo posible cualquier desplazamiento y que ejerzan su prerrogativa de participar por v¨ªa remota en el debate y la votaci¨®n. Hasta el punto de que ya ha advertido de que no conceder¨¢ m¨¢s la palabra a los que decidan acudir a Westminster y hacer notar su presencia. Si la distancia es el olvido, Hoyle est¨¢ dispuesto a contribuir para que queden atr¨¢s cuanto antes cuatro a?os y medio de pesadilla.