El acuerdo del Brexit deja pendiente el futuro de los servicios financieros
Suponen casi un 7% del PIB, dan empleo a un mill¨®n de personas y aportan m¨¢s de 80.000 millones de euros a la recaudaci¨®n fiscal
La alegr¨ªa tambi¨¦n va por mercados. El acuerdo comercial que regular¨¢ las relaciones entre el Reino Unido y la UE en la era post-Brexit, logrado en el ¨²ltimo minuto, ha permitido que muchas empresas brit¨¢nicas y continentales respiren tranquilas. Pero quedan en el aire muchas dudas e incertidumbres. Las partes decidieron dejar al margen de las conversaciones todo lo que hace referencia a los servicios financieros, que suponen casi un 7% del PIB, dan empleo a un mill¨®n de personas y aportan m¨¢s de 80.000 millones de euros a la recaudaci¨®n fiscal.
Mientras el Reino Unido ha pertenecido al club comunitario, sus entidades financieras han podido operar libremente en todo el territorio de la UE bajo el denominado ¡°pasaporte financiero¡±. Las entidades pod¨ªan solicitarlo a sus respectivas autoridades nacionales, bajo la premisa de que todos los pa¨ªses miembros hab¨ªan acordado unas normas regulatorias y de supervisi¨®n comunes de los mercados. El sistema facilitaba el establecimiento de sucursales y el libre intercambio con un escrutinio m¨ªnimo. Todo eso desaparece el 1 de enero. La alternativa que provocar¨ªa menos turbulencia ser¨ªa el denominado sistema de ¡°equivalencia¡±. Este es el modo en que opera: cada Gobierno (en el caso de la UE, la Comisi¨®n Europea) puede otorgar equivalencia a un pa¨ªs tercero si considera que sus leyes tienen el mismo esp¨ªritu, y logran el mismo resultado, que la regulaci¨®n propia. No tiene por qu¨¦ ser una r¨¦plica exacta, y la facilidad que proporciona es inferior a la de los pasaportes. Por ejemplo, no cubre lo referente a banca comercial o alg¨²n tipo de seguros. En el caso de la Comisi¨®n Europea, se reserva el derecho a retirar unilateralmente la concesi¨®n en un plazo de treinta d¨ªas si se alteran las condiciones.
El Gobierno brit¨¢nico decidi¨® unilateralmente mantener el f¨¢cil acceso a sus mercados a las firmas comunitarias, pero no ha obtenido reciprocidad por parte de la UE. ¡°En ausencia de la necesaria claridad por parte de la UE, hemos decidido actuar unilateralmente para asegurar la certidumbre necesaria a las firmas que operan aqu¨ª y en Europa¡±, anunciaba ante la C¨¢mara de los Comunes el ministro brit¨¢nico de Econom¨ªa, Rishi Sunak, el pasado 20 de noviembre. ¡°Nuestro planteamiento a este respecto es simple: otorgaremos la equivalencia cuando hacerlo favorezca a los intereses econ¨®micos del Reino Unido, desde un an¨¢lisis t¨¦cnico y basado en resultados, que priorice la estabilidad, la apertura y la transparencia¡±, aseguraba Sunak.
Detr¨¢s del pulso entre Londres y Bruselas se encuentra el deseo de arrebatar una porci¨®n del negocio a la capital brit¨¢nica como primera plaza financiera europea, algo que muchos expertos consideran poco realista a corto plazo, pero preocupante a medio y largo. ¡°La cifra de trabajadores que ha abandonado la City no es tan alta como se auguraba, aunque los n¨²meros no est¨¦n del todo claros. En cualquier caso, m¨¢s importante que la cantidad es la relevancia profesional de los que se hayan ido, sobre todo si se trata de altos directivos¡±, explica Nacho Morais, el director ejecutivo de la consultora Frank Consulting, basada en Londres.
Se calcula que, desde que comenz¨® a verse en el horizonte el futuro post-Brexit, unos 10.000 puestos han sido trasladados a otras ciudades europeas, un 4% aproximadamente de la fuerza laboral de la City, seg¨²n un estudio de EY. Aproximadamente unas 24 firmas de servicios financieros, seg¨²n ese mismo estudio, han declarado ya el traspaso de activo desde el Reino Unido al espacio de la UE, por un valor de 1.300 millones de euros. ¡°Es verdad que en los ¨²ltimos meses, las firmas han puesto en marcha medidas para mitigar el impacto. Muchas de las grandes lo que han hecho es establecer nuevas sedes en el continente, u obtener licencias. En el caso de las peque?as, han buscado alianzas con empresas europeas similares o simplemente, si el negocio all¨ª no era muy amplio, han renunciado a ¨¦l¡±, explica Morais.
Hay una mezcla de evidente realismo en las preparaciones para el cambio con cierto voluntarismo que no termina de sembrar la necesaria confianza. El gobernador del Banco de Inglaterra (BoE, en sus siglas en ingl¨¦s), Andrew Bailey, ha recogido el testigo de su predecesor, Mark Carney, y no deja de repetir que el sistema financiero brit¨¢nico ha hecho sus deberes, pero en el ¨²ltimo Informe de Estabilidad Financiera del BoE, correspondiente al mes de diciembre, advert¨ªa de posibles baches en el futuro inmediato. ¡°La estabilidad financiera no es lo mismo que la estabilidad de los mercados o que la posibilidad de alg¨²n tipo de disrupci¨®n para los usuarios de los servicios financieros. Y en ese sentido, puede esperarse algo de volatilidad y disrupci¨®n, sobre todo para los clientes basados en la UE¡±, aseguraba el informe.
De la rapidez y la urgencia con que Londres y Bruselas acometan las necesarias modificaciones legales para solucionar las dudas depender¨¢ la fortaleza futura del mercado financiero en el mundo. Frente a la pujanza asi¨¢tica, y la rivalidad estadounidense, Europa retiene apenas un 22% de este importante sector econ¨®mico. ¡°Puede acabar resultando que la suma de las partes sea inferior al total actual, en el caso de que haya divergencias entre el Reino Unido y la UE¡±, advierte Morais. ¡°Pero tambi¨¦n puede ocurrir lo contrario, si se establece alg¨²n tipo de cooperaci¨®n que posibilite, por ejemplo, que Londres sea el trampol¨ªn de acceso a otros mercados como ?frica o Latinoam¨¦rica¡±.
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