La ultraderecha noruega ataca en redes a quien luzca un pin de la ONU

?Deber¨ªan los miembros del Gobierno llevar el pin por los objetivos de sostenibilidad de la ONU mientras el pa¨ªs sortea la crisis por el coronavirus? Esta pregunta ha encendido el debate pol¨ªtico en Noruega, tanto en los pasillos del Parlamento, el Storting, como en las redes sociales.

El icono en forma de rosquilla multicolor que representa la Agenda 2030 para alcanzar los 17 objetivos de desarrollo sostenible (ODS) promovidos por Naciones Unidas se ha convertido en objeto de confrontaci¨®n en la arena pol¨ªtica noruega. Cuando el pa¨ªs n¨®rdico celebra los 75 a?os de la liberaci¨®n de la Alemania nazi, representantes parlamentarios del Partido del Progreso (el ultraderechista Frp), formaci¨®n exsocia de gobierno, y otros grupos de extrema derecha han se?alado como ¡°traidores¡± a los mandatarios noruegos que visten el famoso broche en sus solapas y piden sustituir la insignia internacional por la bandera noruega.

Desde el pr¨ªncipe heredero, Haakon, y la primera ministra, Erna Solberg, a los ministros de Salud y de Cultura y el obispo de Oslo, Kari Veiteberg, numerosos representantes de la pol¨ªtica, la monarqu¨ªa y la iglesia noruegas portan desde hace meses en sus chaquetas el pin en el que cada color simboliza los objetivos globales adoptados por los Estados miembros de la ONU en 2015. Entre ellos se encuentran erradicar la pobreza y el hambre, garantizar la igualdad de g¨¦nero y el trabajo decente, reducir la desigualdad, detener el cambio clim¨¢tico y apostar por las ciudades y las comunidades sostenibles social y medioambientalmente. Desde 2016 la primera ministra de Noruega es una de las l¨ªderes del Grupo de ODS de la ONU, que se compromete a trabajar para crear conciencia sobre los objetivos y de una necesidad de una acci¨®n m¨¢s r¨¢pida.

Protesta "contra el globalismo"

Los representantes del Frp han criticado que los cargos electos lleven el broche de los objetivos de la ONU y abogan, en su lugar, por lucir banderas noruegas en el pecho. Como ¡°una protesta pol¨ªtica contra el globalismo¡±, voces del partido como la del exministro de Justicia, Per-Willy Amundsen, llaman la atenci¨®n sobre el uso de s¨ªmbolos internacionalistas cuando el pa¨ªs se est¨¢ enfrentando al coronavirus y recomienda a la familia real "reconsiderar la importancia de usar s¨ªmbolos nacionales y no internacionales", en un momento en el que la Uni¨®n Europea, la ONU y otras organizaciones internacionales "suprimen la importancia del estado nacional".

Con fotos posando con la bandera nacional en la solapa, el portavoz de la pol¨ªtica migratoria del FrP, Jon Helgheim, y el parlamentario Morten Wold han publicado comentarios en?Facebook en l¨ªnea con la corriente que recrimina el uso de la insignia de los objetivos de la sostenibilidad global. ¡°Nunca me ver¨¦is con ning¨²n pin de la ONU. He sido elegido por el pueblo noruego para salvaguardar los intereses de Noruega. Un pin dice algo sobre a qui¨¦n o qu¨¦ representas. En mi opini¨®n, da se?ales absolutamente equivocas que el gobierno noruego vaya con un pin de la ONU. ?No debemos olvidar a qui¨¦n representamos!¡±, criticaba Helgheim en las redes sociales, al se?alar los intereses de Noruega ¡°como la primera prioridad en la peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial¡±.

La oposici¨®n al pin multicolor surgi¨® en febrero en grupos cercanos a la extrema derecha en Facebook, llamados ¡°Nosotros, que hemos tenido suficiente con la dictadura del Parlamento¡±, ¡°Nuestro peque?o pa¨ªs¡±, ¡°NorExit¡± o ¡°Acci¨®n popular por el derecho nacional¡±, donde se tachan a los mandatarios que lucen el pin de los objetivos de la sostenibilidad como ¡°traidores¡± que no se preocupan por ¡°los intereses del pueblo noruego¡± y se les compara con Vidkun Quisling, el pol¨ªtico que colabor¨® con la ocupaci¨®n alemana del pa¨ªs en los a?os 40, dio un golpe de Estado y fue investido ministro presidente.

A mediados de abril, la protesta de varios miembros de grupos de Facebook enojados con el pin de la ONU empez¨® a intensificarse. Un post publicado el 9 de abril, d¨ªa de conmemoraci¨®n de los 80 a?os de la ocupaci¨®n alemana, afirmaba que Noruega se enfrenta a ¡°una invasi¨®n comparable a la invasi¨®n nazi de 1940¡±, despreciando la participaci¨®n del pa¨ªs n¨®rdico en el Espacio Econ¨®mico Europeo (EEE) como una ¡°ocupaci¨®n que durar¨¢ cientos de a?os¡±.

¡°La percepci¨®n de que aquellos que llevan el pin multicolor son m¨¢s leales a la ONU y a otras organizaciones internacionales que a Noruega se enmarca en el contexto de las principales teor¨ªas de conspiraci¨®n, que se?alan que detr¨¢s de la Agenda 21, el plan de acci¨®n para aumentar los esfuerzos en cuestiones ambientales y de desarrollo, hay "un gobierno marxista mundial donde la ONU tiene todo el poder" y que existe "un gobierno mundial secreto que utiliza la pol¨ªtica clim¨¢tica para obtener el control y reducir la poblaci¨®n mundial¡±, explica Faktisk.no, un web noruega de verificaci¨®n de hechos que ha analizado la pol¨¦mica del pin de la ONU.

Solberg, sin preferencias

En declaraciones al diario Dagbladet, Rune Alstads?ter, secretario de Estado de la Oficina de la Primera Ministra, se?ala que Solberg no tiene ninguna preferencia sobre qu¨¦ insignias deben llevar los ministros. ¡°Todos los pa¨ªses de la ONU acordaron los objetivos de sostenibilidad en 2015 y el Gobierno noruego, formado por los partidos H?yre y Frp, as¨ª lo acordaron¡±, recalca Alstads?ter.

La pol¨¦mica ha repercutido en las cifras de venta de broches de la bandera noruega. En tiendas electr¨®nicas como Norsk Uniform han pasado de vender de 20 a 30 unidades mensuales a casi mil en el ¨²ltimo mes. Es la cara comercial de la batalla por la insignias, ¡°la guerra cultural m¨¢s idiota¡±, titulaba el diario Aftenposten.

¡°En un momento en el que el coronavirus y una crisis econ¨®mica que puede golpearnos tan fuerte como la depresi¨®n los a?os treinta, es crucial no cultivar discusiones artificiales. La bandera, que desempe?a un papel tan central en la sociedad noruega, no debe convertirse en un tema de contenci¨®n y s¨ªmbolo de identidad. En un clima pol¨ªtico que est¨¢ en peligro de volverse m¨¢s divisivo, los s¨ªmbolos significan mucho¡±, se?alaba Hanne Skartveit, periodista de pol¨ªtica del diario VG.

En la misma l¨ªnea se expresa el editor de pol¨ªtica en el diario local Drammens Tidende, Hege Breen Bakken: ¡°Esta es una muestra de la pol¨ªtica simb¨®lica en su peor momento, porque rompe y crea desconfianza. Y sucede en un momento en que el mundo se est¨¢ pidiendo m¨¢s y no menos cooperaci¨®n. Afortunadamente, la bandera noruega se mantiene fuerte en toda la poblaci¨®n, como lo demuestra el 75 aniversario de la liberaci¨®n. No debemos negarnos a llevar la bandera noruega por temor a ser puestos en el mismo saco que los nacionalistas. La pol¨¦mica muestra el peligro de convertir la bandera en un s¨ªmbolo pol¨ªtico para unos pocos. Los pol¨ªticos de este calibre deben asumir la responsabilidad del efecto de su estrategia de comunicaci¨®n, ya sea por motivos pol¨ªticos o no¡±, sostiene Bakken.