Bolsonaro coloca a sus aliados al frente de las dos C¨¢maras del Congreso
El presidente de Brasil pretende que los nuevos l¨ªderes parlamentarios neutralicen las peticiones de ¡®impeachment¡¯ y avancen en su agenda ultra
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, que durante tres d¨¦cadas fue un mediocre diputado, logr¨® este lunes un notable triunfo pol¨ªtico con la elecci¨®n de sendos aliados al frente de las dos C¨¢maras del Congreso. Ambos en primera vuelta. Para conseguirlo ha pagado caro. Se ha echado en brazos de la vieja pol¨ªtica que tanto denost¨® para llegar al poder y, con dinero de las arcas p¨²blicas, ha repartido 3.000 millones de reales (460 millones de euros) a casi 300 parlamentarios para que hagan...
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, que durante tres d¨¦cadas fue un mediocre diputado, logr¨® este lunes un notable triunfo pol¨ªtico con la elecci¨®n de sendos aliados al frente de las dos C¨¢maras del Congreso. Ambos en primera vuelta. Para conseguirlo ha pagado caro. Se ha echado en brazos de la vieja pol¨ªtica que tanto denost¨® para llegar al poder y, con dinero de las arcas p¨²blicas, ha repartido 3.000 millones de reales (460 millones de euros) a casi 300 parlamentarios para que hagan obras en sus distritos a cambio de los preciados votos, seg¨²n revel¨® el diario Estad?o. Adem¨¢s, promete poner a alguno de ellos al frente de ministerios. El ultraderechista aspira a cortocircuitar las peticiones de impeachment (juicio pol¨ªtico) y aprobar su agenda m¨¢s ultraconservadora.
Como presidente de la C¨¢mara de Diputados, Arthur Lira, un empresario agropecuario de 51 a?os, tendr¨¢ el poder de admitir a tr¨¢mite, o no, las peticiones de destituci¨®n que se acumulan contra Bolsonaro y decidir a qu¨¦ proyectos parlamentarios da prioridad. Se espera que est¨¦ m¨¢s en sinton¨ªa con el mandatario que su predecesor, Rodrigo Maia, que ha sido crucial junto al Tribunal Supremo para neutralizar las pulsiones autoritarias del nacionalpopulista en la primera mitad de su mandato.
Lira, que celebr¨® anoche una fiesta en su casa de Brasilia con 300 invitados, la mayor¨ªa sin mascarilla, encabezar¨¢ la C¨¢mara baja durante dos a?os tras haber derrotado con contundencia (302 frente a 145) al candidato de un frente amplio que abarcaba del centroderecha m¨¢s cl¨¢sico hasta la izquierda del Partido de los Trabajadores (PT), pero que hizo aguas antes incluso de la votaci¨®n del lunes al filo de la medianoche. El triunfo del aliado de Bolsonaro en el Senado tambi¨¦n fue claro. Rodrigo Pacheco, de 44 a?os, gan¨® por 57 a 21.
Lira es el principal dirigente de lo que en Brasil se conoce como el centr?o, el gran centro, una mir¨ªada de partidos de caciques territoriales sin ideolog¨ªa que ofrecen con escaso pudor su apoyo parlamentario al mejor postor a cambio de cargos con abultados presupuestos. Originario del Estado de Alagoas e hijo de un senador, este es el tercer mandato de Lira como diputado. Como est¨¢ investigado por corrupci¨®n en el caso Lava Jato, no puede, sin embargo, asumir la jefatura del Estado en caso de una hipot¨¦tica ausencia de Bolsonaro y su vicepresidente, el general Hamilton Mour?o.
Con 225.000 muertos y nueve millones de casos de coronavirus, Brasil es el pa¨ªs que peor gestiona la pandemia entre los 98 analizados por el Instituto de Lowy de Australia. Aunque la popularidad del presidente brasile?o se ha resentido por la covid-19 y los problemas en la vacunaci¨®n, mantiene el apoyo firme de sus seguidores m¨¢s ultras, un tercio del electorado. Sin clamor popular para someterlo a un juicio pol¨ªtico y con una oposici¨®n que no logra forjar un frente unificado, Bolsonaro avanza con la vista puesta en un segundo mandato.
Uno de los primeros asuntos sobre la mesa de los parlamentarios ser¨¢ si aprobar nuevas ayudas econ¨®micas a las familias para paliar el impacto de la pandemia sin agravar la crisis fiscal ni romper el techo de gasto. El fin de la paga del coronavirus significa que la extrema pobreza se ha disparado tras una ef¨ªmera e hist¨®rica disminuci¨®n. El 13% de los brasile?os (27 millones de personas) vuelve a vivir con menos de 1,25 euros al d¨ªa. Se espera que Bolsonaro flexibilice a¨²n m¨¢s las normas para comprar armas (un mill¨®n de brasile?os ya posee al menos una) e impulse la denominada agenda de costumbres en sinton¨ªa con su base evang¨¦lica m¨¢s conservadora. Est¨¢ previsto, adem¨¢s, que nombre a un tercer juez del Supremo. Su agenda de reformas econ¨®micas est¨¢ estancada en el Congreso desde hace meses y no ha privatizado una sola empresa, por ahora. Bolsonaro busca logros con los que buscar un segundo mandato.
El militar retirado gan¨® las elecciones presidenciales en 2018, a lomos de una profunda indignaci¨®n contra los pol¨ªticos corruptos, present¨¢ndose como un antisistema y echando pestes de la vieja pol¨ªtica. Su inicial negativa a someterse a los enraizados intercambios de favores para lograr una mayor¨ªa parlamentaria le ha complicado sacar adelante algunos de sus proyectos. Pero cambi¨® de opini¨®n el a?o pasado, con las primeras peticiones de impeachment, la apertura de una investigaci¨®n en el Supremo por injerencia en la polic¨ªa y las pesquisas por corrupci¨®n y diseminaci¨®n de noticias falsas contra dos de sus hijos. Empez¨® entonces el cortejo del centr?o, que recupera un puesto vital desde el que ya neutraliz¨® las investigaciones por corrupci¨®n contra Michel Temer, que sucedi¨® como presidente a la destituida Dilma Rousseff, del PT. Los partidos del centr?o de esos caciques sin ideolog¨ªa recuperan ahora protagonismo. Si la popularidad de Bolsonaro siguiera mermando, el precio que cobrar¨ªan por sostenerlo aumentar¨ªa y, si se desplomara a m¨ªnimos, podr¨ªan incluso dejarlo caer.
Aunque en 2019, Lira tuite¨® que ¡°el Gobierno debe dejar de lado la agenda de costumbres y las pol¨¦micas¡± para centrarse en las necesidades reales de Brasil, sus ¨²ltimos mensajes en Twitter antes de ser elegido los dedic¨® al salmo 23. Y terminaba con un ¡°que Dios nos ilumine a todos¡±.