El Ej¨¦rcito despliega tanques en las principales ciudades de Myanmar para reprimir las protestas
Las fuerzas de seguridad birmanas abren fuego para dispersar una concentraci¨®n contra el golpe de Estado
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Las fuerzas de seguridad de Myanmar (antigua Birmania) contin¨²an su escalada de violencia contra los cientos de miles de manifestantes que protestan contra el golpe de Estado que el pasado 1 de febrero puso fin a casi una d¨¦cada de transici¨®n democr¨¢tica. Mientras este domingo abr¨ªan fuego para dispersar a una multitud concentrada en una planta energ¨¦tica en el Estado de Kachin, tanques y veh¨ªculos militares eran desplegados en varias ciudades del pa¨ªs, entre ellas Yang¨®n. La tensi¨®n se ha incrementado en la v¨ªspera de que este lunes expire el periodo de detenci¨®n de la jefa de facto del Gobierno civil, Aung San Suu Kyi, cuya liberaci¨®n exigen los manifestantes.
En la capital de Kachin, Myitkyina, im¨¢genes transmitidas en directo a trav¨¦s de redes sociales como Facebook mostraban a las fuerzas de seguridad birmanas abriendo fuego contra los manifestantes ¡ªsin que quedase claro si se trataba de balas reales o pelotas de goma¡ª para dispersar una de las concentraciones en una planta energ¨¦tica. Grupos de soldados hab¨ªan sido desplegados en zonas industriales de Kachin¡ª¨Cfrecuente escenario de tensi¨®n entre el Ej¨¦rcito y grupos separatistas¡ª donde hab¨ªa protestas, y en algunos casos llegaron a enfrentamientos con los manifestantes, que cre¨ªan que el Ej¨¦rcito intentaba cortar la electricidad de los alrededores, seg¨²n Reuters.
La escalada de violencia empleada por la polic¨ªa y los militares aumenta cuando se cumplen casi dos semanas de la asonada, la primera desde 1988. Entre docenas de personas, el Ej¨¦rcito arrest¨® el 1 de febrero a Aung San Suu Kyi, cuyo partido, la Liga Nacional para la Democracia (LND, por sus siglas en ingl¨¦s), hab¨ªa arrasado en las elecciones del pasado noviembre, alegando un fraude electoral no respaldado por ninguno de los organismos que supervisaron los comicios.
Desde el pasado fin de semana, cientos de miles de personas han protestado d¨ªa tras d¨ªa contra el golpe en varias ciudades del pa¨ªs, entre ellas la principal, Yang¨®n. Los manifestantes exigen la liberaci¨®n de Suu Kyi y la restauraci¨®n del orden democr¨¢tico. Este domingo, a medida que ca¨ªa la tarde, tanques y veh¨ªculos armados ocupaban las calles de Yang¨®n y de ciudades como Myitkyina y Sittwe (la capital del estado occidental de Rajine, donde habita la minor¨ªa musulmana rohingya, v¨ªctima de un supuesto genocidio por parte del Ej¨¦rcito), en lo que supone el primer despliegue relevante de este tipo desde el golpe.
Ante estos ¨²ltimos acontecimientos, la Embajada de Estados Unidos en Myanmar, as¨ª como la espa?ola, urg¨ªa a sus ciudadanos a permanecer en casa y buscar cobijo, y advert¨ªa de la posibilidad de que se interrumpieran las telecomunicaciones durante la noche, entre la una y las nueve de la ma?ana, hora local, despertando el temor de que el apag¨®n se aproveche para llevar a cabo m¨¢s persecuciones. Residentes citados por Reuters y el observatorio NetBlocks confirmaron el corte de Internet desde la una de la madrugada, horal local.
La junta militar que ha quedado al mando declar¨® el pasado 8 de febrero la ley marcial en varias ciudades, impuso un toque de queda entre las ocho de la tarde y las cuatro de la ma?ana y prohibi¨® las reuniones de m¨¢s de cinco personas.
Una orden que la sociedad birmana ha desafiado en masa. A las multitudinarias protestas se suman huelgas organizadas por el cuerpo de funcionarios, como parte de un movimiento de desobediencia civil contra el golpe. Seg¨²n medios locales, trenes de varias zonas del pa¨ªs dejaron de circular durante el fin de semana ante la negativa de muchos trabajadores a ocupar sus puestos, un acto de rebeld¨ªa al que la junta respond¨ªa con amenazas de pasar a la acci¨®n.
Aunque la orden de detenci¨®n contra Suu Kyi expira el 15 de febrero, es muy improbable que sea liberada, pues est¨¢ acusada de violar la ley de importaci¨®n y exportaci¨®n tras hallarse en su vivienda unos aparatos de rastreo de ondas de radio (unos walkie talkies), por lo que podr¨ªa ser condenada hasta a tres a?os de c¨¢rcel. Antes de la transici¨®n democr¨¢tica, que arranc¨® en 2011 tras medio siglo de dictadura militar (desde 1962), Suu Kyi pas¨® 15 a?os bajo arresto domiciliario.
El miedo de que aumente la represi¨®n se increment¨® tambi¨¦n a ra¨ªz del anuncio de la junta el viernes de liberar a 23.000 prisioneros, pues en el pasado, durante las manifestaciones pro democracia de 1988 ¡ªque acabaron con miles de muertos¡ª el Ej¨¦rcito fue acusado de infiltrar criminales en los ataques contra la poblaci¨®n. Desde el golpe, m¨¢s de 384 personas han sido detenidas, seg¨²n la Asociaci¨®n para la Asistencia de Prisioneros Pol¨ªticos, sobre todo durante arrestos nocturnos.
Comunidado conjunto
En un comunicado emitido el domingo por la noche, las Embajadas de la Uni¨®n Europea, el Reino Unido, Canad¨¢ y otras 11 naciones condenan las detenciones de l¨ªderes pol¨ªticos y el acoso a periodistas tras el golpe de Estado y denuncian la interrupci¨®n de las comunicaciones por parte de los militares. ¡°Apoyamos al pueblo de Myanmar en su b¨²squeda de democracia, libertad, paz y prosperidad. El mundo est¨¢ mirando¡±, reza el comunicado recogido por Reuters.
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