Bolsonaro intenta contener la sangr¨ªa de militares tras la renuncia de la c¨²pula de las Fuerzas Armadas
El Gobierno asegura que los uniformados respetan la Constituci¨®n, mientras en los cuarteles se celebra el 57? aniversario del golpe militar de 1964
En el d¨ªa en que Brasil alcanz¨® un nuevo r¨¦cord diario de muertes por la covid-19, con 3.780 fallecidos, el Gobierno de Jair Bolsonaro demostr¨® una vez m¨¢s que contener la pandemia no est¨¢ entre sus prioridades. El palacio del Planalto se dedic¨® a amplificar la crisis pol¨ªtico-militar provocada por el propio presidente con ...
En el d¨ªa en que Brasil alcanz¨® un nuevo r¨¦cord diario de muertes por la covid-19, con 3.780 fallecidos, el Gobierno de Jair Bolsonaro demostr¨® una vez m¨¢s que contener la pandemia no est¨¢ entre sus prioridades. El palacio del Planalto se dedic¨® a amplificar la crisis pol¨ªtico-militar provocada por el propio presidente con la dimisi¨®n del ministro de Defensa y tres comandantes de las Fuerzas Armadas, algo in¨¦dito desde el regreso a la democracia, en 1985. Asediado por el Congreso y con la vista puesta en su base m¨¢s radical, el objetivo de Bolsonaro a lo largo del d¨ªa fue enviar el mensaje de que estaba respaldando a las fuerzas militares, y que no era objeto de protestas por parte de la c¨²pula militar.
Las especulaciones sobre un posible autogolpe, una ruptura institucional o una declaraci¨®n de estado de sitio fueron tan fuertes que el vicepresidente, el general Hamilton Mour?o, tuvo que calmar p¨²blicamente los ¨¢nimos: ¡°Las Fuerzas Armadas se guiar¨¢n siempre por la legalidad¡±, dijo al sitio digital G1, repitiendo lo que establece la Constituci¨®n sobre el rol de los militares.
Durante el resto del d¨ªa, el bolsonarismo despleg¨® una estrategia de tres puntos. Defendi¨® ante la prensa que Bolsonaro fue severo y despidi¨® a los tres comandantes militares, cuando, en realidad, fueron estos los que entregaron sus cargos por discrepar con la salida del ministro de Defensa, Fernando Azevedo; el presidente utiliz¨® a uno de sus fieles aliados en la C¨¢mara de Diputados, el comandante Vitor Hugo, para intentar someter a votaci¨®n un proyecto de ley que ampl¨ªa los poderes del presidente durante la pandemia; determin¨® que su nuevo ministro de Defensa, Walter Braga Netto, firmara una carta que se leer¨¢ en los cuarteles de todo el pa¨ªs este mi¨¦rcoles exaltando el golpe militar de 1964. El texto es siempre celebrado por las bases del presidente, un 10% de la poblaci¨®n que defiende abiertamente el regreso de un r¨¦gimen militar.
A primera hora de la ma?ana, el ministro general Braga Netto inform¨® a los comandantes de las Fuerzas Armada, el general Edson Pujol (Ej¨¦rcito), el almirante Ilques Barbosa (Marina) y el brigadier Antonio Carlos Berm¨²dez (Fuerza A¨¦rea), que hab¨ªan sido destituidos por orden del comandante en jefe, el presidente Bolsonaro. El tr¨ªo ya estaba dispuesto a entregar sus cargos en apoyo al exministro Fernando Azevedo. Aun as¨ª, el encuentro entre ellos fue tenso. Ilques Barbosa, reconocido por su serenidad, se quej¨® con vehemencia de los cambios, con el argumento de que interfer¨ªan con la imagen de las Fuerzas Armadas, y acus¨® a Bolsonaro de llevar la pol¨ªtica a los cuarteles. Braga Netto, m¨¢s impetuoso, lleg¨® a golpear la mesa y a gritar a los dem¨¢s durante la reuni¨®n.
De inmediato, el nuevo ministro mostr¨® una de sus principales caracter¨ªsticas. ¡°En el Ej¨¦rcito est¨¢n los que dirigen y los que mandan. [El exministro] Fernando Azevedo era un l¨ªder. No se puede decir lo mismo del general Braga Netto¡±, dijo Alexandre Fuccille, polit¨®logo e investigador de defensa de la Universidad Estadual Paulista.
Este movimiento en los mandos obligar¨¢ a Bolsonaro a cambiar el orden de los ascensos en el Ej¨¦rcito. Por lo general, el oficial de mayor rango es ascendido a comandante. Pero la intenci¨®n del presidente es ascender al quinto general con m¨¢s antig¨¹edad, el actual jefe de la regi¨®n Nordeste, Marco Ant?nio Freire Gomes. De este modo, cuatro generales con m¨¢s antig¨¹edad que Freire Gomes pasar¨¢n a retiro obligatoriamente. Todos ellos est¨¢n vinculados al ahora destituido general Pujol, con quien Bolsonaro ya estaba distanciado, o han ocupado cargos de relevancia en otros Gobiernos. Por lo tanto, la elecci¨®n de los nuevos comandantes estar¨¢ marcada tambi¨¦n por sus posturas pol¨ªticas pasadas, seg¨²n se?al¨® un oficial a este diario. ¡°El da?o que est¨¢ haciendo Bolsonaro con la politizaci¨®n de las Fuerzas Armadas es tremendo. Deber¨ªan dejar la pol¨ªtica fuera de los cuarteles, pero no es as¨ª¡±, evalu¨® Alexandre Fuccille.
Existe la posibilidad de que el nuevo comandante sea anunciado este mismo mi¨¦rcoles, cuando otros dos generales sean ascendidos y los cuarteles celebren el golpe militar de 1964. ¡°Las Fuerzas Armadas terminaron asumiendo la responsabilidad de pacificar el pa¨ªs, enfrentando el desgaste para reorganizarlo y garantizar las libertades democr¨¢ticas que hoy disfrutamos¡±, dice un fragmento de la carta conmemorativa firmada por el ministro Braga Netto. El texto niega que el golpe militar rompiera el orden institucional. Por ¨²ltimo, el nuevo ministro se?ala: ¡°El movimiento de 1964 forma parte de la trayectoria hist¨®rica de Brasil. As¨ª, los acontecimientos de aquel 31 de marzo deben ser comprendidos y celebrados¡±.
La intenci¨®n del Gobierno de celebrar el golpe es tan marcada que el Planalto fue a los tribunales para garantizar el derecho de los uniformados a conmemorar el inicio de la dictadura, algo inimaginable en el resto de los pa¨ªses latinoamericanos que tambi¨¦n tuvieron reg¨ªmenes militares.
El Congreso y la Polic¨ªa Militar
Mientras tanto, en el Congreso Nacional, el diputado Vitor Hugo intent¨® en vano que se sometiera a votaci¨®n un proyecto de ley para declarar el ¡°estado de movilizaci¨®n nacional¡±. La medida buscaba agitar la pol¨ªtica con la posibilidad de que presidente tuviese durante una pandemia los mismos poderes que tendr¨ªa en caso de invasi¨®n extranjera. Es una especie de versi¨®n moderada del estado de defensa, algo que precede al estado de sitio, cuando se restringen las libertades individuales y pol¨ªticas, con un a?adido estrat¨¦gico: pondr¨ªa bajo el mando del presidente a la polic¨ªa militar, un grupo cultivado por los bolsonaristas. La maniobra fue vista por los opositores y la mayor¨ªa de los dirigentes del partido como un intento de golpe de Estado por parte de Bolsonaro. El proyecto no lleg¨® a votarse.
El texto presentado por Vitor Hugo establece que, en este caso, el jefe del Ejecutivo puede tomar medidas que incluyen la intervenci¨®n en los factores de producci¨®n p¨²blicos y privados; la requisa y ocupaci¨®n de bienes y servicios; y la convocatoria de civiles y militares para las acciones que determine el Gobierno Federal. ¡°Esta ley da margen para que el presidente adelante cualquier proceso golpista¡±, dijo el l¨ªder de Ciudadanos, Alex Manente.
Adem¨¢s de prohibir este intento autoritario, tanto la C¨¢mara como el Senado votar¨¢n las solicitudes de comparecencia del nuevo ministro Braga Netto, de su antecesor, Fernando Azevedo, y de los tres mandos militares cesados el martes. Ya hay solicitudes en tr¨¢mite en ambas c¨¢maras. El martes por la noche, ya frustrada la embestida en el Congreso, Bolsonaro sigui¨® enviando mensajes a sus bases y predicando contra el aislamiento social como m¨¦todo para contener la pandemia. Dijo que ten¨ªa las manos atadas para revertir las restricciones. ¡°Juego dentro de la Constituci¨®n. Hace tiempo que algunas autoridades no juegan dentro de los l¨ªmites de la Constituci¨®n¡±, dijo Bolsonaro en su canal de YouTube.
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