Nuevos documentos revelan el racismo hist¨®rico del palacio de Buckingham
La casa real brit¨¢nica prohibi¨® la contrataci¨®n de inmigrantes o minor¨ªas ¨¦tnicas en puestos administrativos al menos hasta finales de los a?os sesenta, seg¨²n el diario ¡®The Guardian¡¯
Una regla expresa del palacio de Buckingham, impuesta al menos hasta finales de la d¨¦cada de los sesenta, prohib¨ªa la contrataci¨®n de ¡°inmigrantes de color o extranjeros¡± para puestos administrativos, seg¨²n la documentaci¨®n hist¨®rica difundida en exclusiva por el diario The Guardian. La sombra del racismo en la casa real brit¨¢nica, agitada por ...
Una regla expresa del palacio de Buckingham, impuesta al menos hasta finales de la d¨¦cada de los sesenta, prohib¨ªa la contrataci¨®n de ¡°inmigrantes de color o extranjeros¡± para puestos administrativos, seg¨²n la documentaci¨®n hist¨®rica difundida en exclusiva por el diario The Guardian. La sombra del racismo en la casa real brit¨¢nica, agitada por las recientes acusaciones de la duquesa de Sussex, Meghan Markle, en su entrevista con la presentadora estadounidense, Oprah Winfrey, provoc¨® hace unos meses una seria crisis institucional que el entorno de Isabel II intent¨® aplacar con vagas promesas de investigar lo ocurrido. Las nuevas revelaciones reabren ¨Dt¨ªmidamente¨D un debate que la sociedad del Reino Unido cerr¨® en falso.
El diario lleva meses investigando en los archivos nacionales, en busca de casos en los que Buckingham haya usado de modo abusivo el llamado Royal Consent (Consentimiento Real). Se trata de un uso parlamentario de origen remoto y consolidado en el tiempo por el que el monarca dispone de la capacidad para permitir o no que se debatan leyes que pueden afectar a sus prerrogativas o intereses personales y econ¨®micos. Por ejemplo, para proteger el car¨¢cter secreto o la fiscalidad de las participaciones accionariales de la reina en numerosas sociedades. Pero no solo para eso. De acuerdo con lo publicado por el diario brit¨¢nico, en 1968, la monarqu¨ªa brit¨¢nica hizo uso de esa prerrogativa cuando el Gobierno laborista de Harold Wilson quiso impulsar nueva legislaci¨®n que sancionara cualquier discriminaci¨®n laboral o contractual por motivos raciales o ¨¦tnicos. Para entonces, este tipo de pr¨¢ctica era ya ilegal en la Administraci¨®n, y se persegu¨ªa extender la prohibici¨®n a las empresas privadas o al alquiler de viviendas.
El entonces ministro del Interior, James Callaghan, quien ocupar¨ªa una d¨¦cada despu¨¦s el puesto de primer ministro, asumi¨® que no deb¨ªa iniciar el tr¨¢mite parlamentario de las nuevas medidas hasta que los asesores de la casa real estuvieran convencidos de que no se utilizar¨ªan en contra de Isabel II. Y no quedaron convencidos en un principio. Seg¨²n afirma uno de ellos en los documentos hechos ahora p¨²blicos, el entonces director financiero de la reina, Charles Tryon, inform¨® a los altos funcionarios que negociaban el texto de ¡°que no era, de hecho, pr¨¢ctica habitual nombrar inmigrantes de color o extranjeros¡± para puestos administrativos dentro de la casa real, aunque s¨ª se les permit¨ªa desempe?ar tareas propias del servicio dom¨¦stico.
La afirmaci¨®n procede de las minutas de la reuni¨®n redactadas por T. G. Weiler, uno de los representantes del Ministerio del Interior que particip¨® en las negociaciones. En el relato que se recoge en ellas, Weiler asegura que Lord Tryon se mostr¨® dispuesto a ceder si la nueva ley contemplaba exenciones para la casa real similares a las que ya exist¨ªan entonces para el servicio diplom¨¢tico brit¨¢nico, donde estaba prohibido, por ejemplo, contratar a personas que hubieran residido menos de cinco a?os en el Reino Unido.
¡°No deber¨ªan usarse acusaciones basadas en el recuerdo de segunda mano de conversaciones ocurridas hace 50 a?os para inferir conclusiones sobre los procedimientos actuales¡±, ha respondido el palacio de Buckingham. ¡°La casa real y la reina cumplen con las normas de la Ley de Igualdad, tanto en sus principios como en la pr¨¢ctica. As¨ª queda reflejado en la diversidad, inclusi¨®n y dignidad de su pol¨ªtica laboral. Cualquier posible queja deriva en un proceso formal que facilita la posibilidad de ser atendido y remediado¡±.
Una conmoci¨®n nacional
El palacio de Buckingham no entra a confirmar o desmentir cu¨¢l era su normativa a finales de los a?os sesenta, ni cu¨¢ndo revoc¨® tales pr¨¢cticas. Admite, adem¨¢s, que la Ley de Igualdad contempl¨® la excepcionalidad de la casa real, aunque asegura que la instituci¨®n cuenta con sus propios procedimientos para lidiar ante posibles quejas, sin detallarlos. Pero sobre todo quiere alejar cualquier sospecha de que actitudes cuestionables del pasado puedan pervivir en la actualidad.
Los duques de Sussex ¨Del pr¨ªncipe Enrique y su esposa, Meghan Markle¨D provocaron durante una semana una contenida conmoci¨®n nacional al denunciar, en su famosa entrevista, que un miembro de la familia real hab¨ªa llegado a expresar su preocupaci¨®n por el color de la piel del beb¨¦ que esperaba entonces la actriz estadounidense. Markle es hija de un matrimonio mixto. La pareja se?al¨® el racismo como un factor fundamental en su decisi¨®n de renunciar a sus tareas oficiales y mudarse a Estados Unidos. En un momento especialmente sensible, en el que las manifestaciones del movimiento Black Lives Matter fueron muy relevantes en el Reino Unido, el palacio de Buckingham se vio inmerso en un debate nacional sobre su pasado y presente supuestamente racista.
¡°Mi familia no es racista ni de lejos¡±, lleg¨® a asegurar ante las c¨¢maras, durante un acto p¨²blico, el pr¨ªncipe Guillermo, segundo en la l¨ªnea de sucesi¨®n al trono. Expresaba de ese modo su irritaci¨®n ante acusaciones que consideraba personalmente injustas, pero que algunos historiadores consideraron que merec¨ªan ser revisadas de un modo honesto y abierto. Hasta el Partido Laborista incidi¨® en el asunto para reclamar esa transparencia, aunque en esta ocasi¨®n ha decidido, junto al otro gran partido, el conservador, correr un tupido velo y no agitar m¨¢s las aguas. El reciente fallecimiento del pr¨ªncipe Felipe de Edimburgo, esposo de Isabel II, y el anuncio de los preparativos, para 2022, del Jubileo de Platino ¨D70 a?os de reinado¨D, con cuatro d¨ªas de fiesta nacional, han convencido a los dos principales partidos de la necesidad de aportar calma y estabilidad a la instituci¨®n.