La ONU condena una vez m¨¢s el embargo estadounidense contra Cuba
El resultado en el organismo multilateral fue de 184 votos a favor, dos en contra (EE UU e Israel) y tres abstenciones. La UE, en bloque, apoy¨® la resoluci¨®n por unanimidad
En lo que es ya un aut¨¦ntico ritual, la Asamblea General de la ONU conden¨® este mi¨¦rcoles el embargo de Estados Unidos contra Cuba con el apoyo de una abrumadora mayor¨ªa de pa¨ªses. La batalla por ¡°el levantamiento del bloqueo¡±, seis d¨¦cadas despu¨¦s de su instauraci¨®n por John F. Kennedy (en 1962), es desde hace tiempo uno de los ejes de la pol¨ªtica exterior cubana, y hay consenso en la comunidad internacio...
En lo que es ya un aut¨¦ntico ritual, la Asamblea General de la ONU conden¨® este mi¨¦rcoles el embargo de Estados Unidos contra Cuba con el apoyo de una abrumadora mayor¨ªa de pa¨ªses. La batalla por ¡°el levantamiento del bloqueo¡±, seis d¨¦cadas despu¨¦s de su instauraci¨®n por John F. Kennedy (en 1962), es desde hace tiempo uno de los ejes de la pol¨ªtica exterior cubana, y hay consenso en la comunidad internacional de que EE UU debe poner fin de una vez a su estrategia de presi¨®n y sanciones, m¨¢s en estos tiempos de pandemia.
Desde 1992, cada a?o Cuba lleva a la ONU a votaci¨®n el documento ¡°Necesidad de poner fin al bloqueo econ¨®mico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de Am¨¦rica contra Cuba¡±, en el que resume los da?os ocasionados a su pa¨ªs por las sanciones y recibe el apoyo casi un¨¢nime de los miembros de la organizaci¨®n. En la resoluci¨®n aprobada hoy, La Habana asegura que entre abril de 2019 a diciembre de 2020 los da?os causados por el embargo superan los 9.100 millones de d¨®lares (7.600 millones de euros), siendo el sector de la salud uno de los grandes afectados, en medio de una grave crisis agravada por la epidemia de la covid-19. En esta ocasi¨®n, el resultado en la ONU fue de 184 votos a favor, dos en contra (EE UU e Israel) y tres abstenciones. El bloque de la UE apoyo la resoluci¨®n por unanimidad.
Hist¨®ricamente, siempre Estados Unidos e Israel votaron en contra, excepto en el a?o 2016, cuando mandaba Barack Obama y decidi¨® que Washington se abstendr¨ªa. Obama acababa de restablecer relaciones diplom¨¢ticas con Cuba, rotas en 1961, y hab¨ªa puesto en pr¨¢ctica una pol¨ªtica de ¡°compromiso constructivo¡± con el prop¨®sito final de normalizar las relaciones con la isla tras aceptar que el embargo hab¨ªa fracasado en su prop¨®sito de provocar un cambio de r¨¦gimen. Aquel a?o de 2016 el Gobierno cubano recibi¨® 191 votos a favor y 2 abstenciones, (Washington y Tel Aviv), y aunque Obama intent¨® convencer al Congreso de EE UU de la necesidad de poner fin a esa pol¨ªtica, no lo logr¨®. Enseguida lleg¨® Donald Trump y la historia es conocida: enmienda a la totalidad, y 240 nuevas sanciones en cuatro a?os, entre ellas restricciones a los vuelos, viajes de los estadounidenses, remesas, incremento de la persecuci¨®n financiera y activaci¨®n de la ley Helms-Burton para desincentivar la inversi¨®n extranjera.
La llegada de Biden a la Casa Blanca abri¨® una ventana de optimismo, tanto para el Gobierno cubano como para los que dentro de EE UU defend¨ªan que hab¨ªa llegado la hora cambiar con Cuba. Recientemente, el destacado acad¨¦mico estadounidense William LeoGrande dijo: ¡°Una pol¨ªtica eficaz hacia Cuba requiere una mentalidad realista que reconozca, de una vez por todas, la incapacidad de Washington para imponer su voluntad a Cuba. Los responsables pol¨ªticos deben abandonar la ilusi¨®n de que las sanciones producir¨¢n la victoria, y ponerse a trabajar con un r¨¦gimen que puede no gustarnos, pero que no va a desaparecer pronto¡±.
Biden, que como vicepresidente de Obama apoyo el prop¨®sito de la normalizaci¨®n con Cuba, se comprometi¨® durante la campa?a electoral a desmantelar las sanciones trumpistas y revisar su pol¨ªtica hacia la isla. Pero seis meses despu¨¦s, nada. La administraci¨®n Biden no ha levantado una sola medida y ya ha dicho en dos ocasiones que Cuba ¡°no es una prioridad¡±, si bien ha asegurado que la pol¨ªtica hacia Cuba ¡°sigue en revisi¨®n¡±, lo que permite a los favorables al acercamiento ver una lucecita al final del t¨²nel.
Un diplom¨¢tico se?alaba que, para Estados Unidos, la pol¨ªtica de embargo es ¡°un lastre¡±, pues adem¨¢s que su fracaso est¨¢ m¨¢s que demostrado contribuye en cierto modo a ¡°aislarlo¡± diplom¨¢ticamente. No es solamente que todos los a?os la Asamblea General condene de forma apabullante el embargo, es que adem¨¢s el d¨ªa de la votaci¨®n el embajador estadounidense en la ONU ha de aguantar un rosario de intervenciones de pa¨ªses de todo tipo, incluidos sus aliados, dej¨¢ndolos en evidencia.
El 26 de octubre de 2016, cuando Samantha Powers, la embajadora de Obama ante la ONU, dijo ante el plenario: ¡°Estados Unidos siempre ha votado contra esta resoluci¨®n. Hoy Estados Unidos se abstendr¨¢¡±, en el recinto estall¨® en un largo aplauso. Este mi¨¦rcoles, el embajador estadounidense ante el organismo justific¨® su voto negativo y el mantenimiento de su pol¨ªtica por los d¨¦ficits democr¨¢ticos y la situaci¨®n de los derechos humanos en la isla, el argumento de siempre para mantenerla. El embajador portugu¨¦s, en nombre de la UE, expres¨® tambi¨¦n su preocupaci¨®n sobre los asuntos de los derechos civiles y libertades, aunque dijo que Bruselas condena frontalmente el embargo y cree que la presi¨®n no es la forma de resolver los problemas, pues el da?o principal lo sufre la poblaci¨®n.
En un reciente trabajo, Leogrande objeta la l¨®gica norteamericana de mantener la presi¨®n como forma de procurar avances en el tema de los derechos humanos, exponiendo que, en el pasado, cuando ha habido momentos de m¨¢s tensi¨®n con Washington, nada se ha progresado. ¡°La lecci¨®n para el Gobierno de Biden en su revisi¨®n de la pol¨ªtica hacia Cuba es doble. En primer lugar, la intensificaci¨®n de la coerci¨®n no solo no produce avances en materia de derechos humanos en Cuba, sino que empeora la situaci¨®n. En segundo lugar, una pol¨ªtica de compromiso que mejore las relaciones bilaterales en general crea una atm¨®sfera en la que los avances en materia de derechos humanos son m¨¢s probables, no garantizados, pero s¨ª m¨¢s probables¡±, se?al¨®. Para LeoGrande, una pol¨ªtica de compromiso permitir¨ªa ¡°a Washington reanudar el di¨¢logo bilateral con La Habana sobre derechos humanos que el presidente Obama inici¨® y el presidente Trump abandon¨®. Tambi¨¦n har¨¢ posible que Estados Unidos se coordine con nuestros aliados europeos, que tienen una consulta permanente con Cuba sobre estos temas¡±.
Aunque el Gobierno cubano recibi¨® la votaci¨®n como ¡°una gran victoria¡±, nada parece indicar, por el momento, que la pol¨ªtica de embargo vaya a cambiar con la Administraci¨®n Biden.
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