Dimite el ministro brit¨¢nico de Sanidad tras saltarse con su amante las reglas de distanciamiento social
Matt Hancock fue grabado por las c¨¢maras de seguridad del ministerio mientras abrazaba y besaba a su asesora
El ministro brit¨¢nico de Sanidad, un pol¨ªtico h¨¢bil y escurridizo que ha sabido sobrevivir en diferentes aguas, ha sido incapaz de resistir esta vez la presi¨®n. Matt Hancock, de 42 a?os, present¨® a ¨²ltima hora de la noche del viernes su dimisi¨®n a Boris Johnson, seg¨²n ha informado Downing Street. Horas antes, el tabloide sensacionalista The Sun hab¨ªa publicado en exclusiva im¨¢genes grabadas por las c¨¢maras de seguridad del ministerio, el pasado 6 de mayo, en las que se ve¨ªa al pol¨ªtico abrazarse y besarse con su asesora y amiga, Gina Coladangelo, de su misma edad.
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El ministro brit¨¢nico de Sanidad, un pol¨ªtico h¨¢bil y escurridizo que ha sabido sobrevivir en diferentes aguas, ha sido incapaz de resistir esta vez la presi¨®n. Matt Hancock, de 42 a?os, present¨® a ¨²ltima hora de la noche del viernes su dimisi¨®n a Boris Johnson, seg¨²n ha informado Downing Street. Horas antes, el tabloide sensacionalista The Sun hab¨ªa publicado en exclusiva im¨¢genes grabadas por las c¨¢maras de seguridad del ministerio, el pasado 6 de mayo, en las que se ve¨ªa al pol¨ªtico abrazarse y besarse con su asesora y amiga, Gina Coladangelo, de su misma edad.
Al bochorno de una secuencia en la que el ministro aferraba las posaderas de su antigua amiga de la Universidad de Oxford se sumaban derivadas mucho m¨¢s comprometidas para Hancock. En aquel momento, segu¨ªan prohibidas en todo el Reino Unido las reuniones en interiores de dos o m¨¢s personas procedentes de domicilios distintos. Y, desde hac¨ªa meses, los altos funcionarios del ministerio cuestionaban el contrato de Coladangelo. A pesar de que un principio colabor¨® con Hancock de modo gratuito, desde marzo de 2020 se le atribuy¨® un presupuesto de las arcas p¨²blicas de cerca de 20.000 euros. ¡°Debemos ser honestos con todos aquellos que han sacrificado tanto durante esta pandemia, y admitirlo si les hemos defraudado. Yo lo he hecho, al saltarme las normas de distanciamiento social¡±, ha escrito Hancock al primer ministro en su carta de dimisi¨®n.
Johnson, quien en un principio anunci¨® a trav¨¦s de sus portavoces que daba el asunto por concluido despu¨¦s de escuchar las disculpas p¨²blicas de su ministro, tampoco ha sido capaz en esta ocasi¨®n de resistir la presi¨®n procedente, no solo de las filas de la oposici¨®n, sino de un n¨²mero cada vez mayor de diputados conservadores, que consideraban intolerable la permanencia de Hancock en el Gobierno. ¡°Debes abandonar tu puesto muy orgulloso de todo lo que has logrado, no solamente durante el combate contra la pandemia, sino incluso antes de que la covid-19 arremetiera contra nosotros¡±, ha contestado Johnson a Hancock. El primer ministro ha elegido como reemplazo a Sajid Javid, quien ya fue ministro del Interior con Theresa May y ministro de Econom¨ªa durante los primeros meses de Johnson, hasta que fue reemplazado por Rishi Sunak. Javid, musulm¨¢n de origen paquistan¨ª, asume un ministerio que sigue siendo de extrema importancia. La variante delta del virus ha acelerado de nuevo el ritmo de los contagios en el pa¨ªs, la campa?a de vacunaci¨®n no ha alcanzado a¨²n su objetivo de inmunizar al 70% de la poblaci¨®n adulta, y los expertos exigen al Gobierno que se prepare a conciencia para un invierno que volver¨¢ a ser complicado.
Todo el pa¨ªs pudo conocer la opini¨®n personal de Johnson sobre la gesti¨®n de su ministro de Sanidad durante los primeros meses de la pandemia: ¡°un puto in¨²til total¡±, a totally fucking hopeless, dec¨ªa el mensaje de WhatsApp que el primer ministro envi¨® a su entonces asesor estrella, Dominic Cummings. El que fuera m¨¢ximo ide¨®logo del Brexit y hombre fuerte de Downing Street durante los primeros meses despu¨¦s de la llegada de Johnson, acab¨® enfrentado con gran parte del entorno del primer ministro y sali¨® por la puerta de atr¨¢s. Ahora se cobra su venganza con una serie de filtraciones de documentos comprometedores para el Gobierno. Y su principal objetivo, desde el primer minuto, ha sido Hancock, a quien considera un desastre de pol¨ªtico y de quien pidi¨® al propio Johnson su cese en varias ocasiones.
El hasta ahora ministro de Sanidad confiaba, gracias al ¨¦xito de la campa?a de vacunaci¨®n, que el propio personaje de Cummings acabara autodestruy¨¦ndose y ¨¦l pudiera sobrevivir. Aunque nada demuestra que detr¨¢s de la filtraci¨®n de las im¨¢genes del adulterio est¨¦ el exasesor, el momento no ha podido ser m¨¢s indicado para que muchos hayan atado cabos.
¡°Abuso de poder¡±
El Partido Laborista hab¨ªa denunciado, antes incluso de que se conociera la relaci¨®n amorosa entre Hancock y Coladangelo, el ¡°abuso de poder y conflicto de inter¨¦s¡± que supon¨ªa contratar como asesora a una amiga personal, sin justificar con claridad cu¨¢l deb¨ªa ser su funci¨®n, y retribuirla adem¨¢s con dinero del contribuyente. Pero no ha sido precisamente eso lo que ha llevado a Hancock a tirar la toalla, sino m¨¢s bien el saber que la polic¨ªa se dispon¨ªa a abrir una investigaci¨®n oficial sobre su comportamiento, para comprobar si efectivamente se hab¨ªa saltado las regla de distanciamiento social que el resto de ciudadanos estaban obligados a cumplir bajo amenaza de multa.
A medida que avanzaba el viernes y el s¨¢bado, eran menos las voces que sal¨ªan en defensa de la honorabilidad de Hancock, y m¨¢s las que le suger¨ªan a Johnson, desde las filas conservadoras, que arrojara ya el lastre del ministro. Uno de los grupos que representa a las familias de v¨ªctimas de la covid-19 hab¨ªa escrito incluso a Johnson una carta urgente en la que le exig¨ªa que echara al ministro si este no dimit¨ªa antes. ¡°Por todo el pa¨ªs, las familias de las v¨ªctimas han seguido a toda costa las reglas para evitar m¨¢s muertes. Est¨¢ claro que para Hancock las reglas solo eran para el resto de las personas, no para ¨¦l¡±, dec¨ªa el texto.