Humberto de la Calle: ¡°Hemos vuelto a los tiempos m¨¢s oscuros de Colombia¡±
El negociador de los acuerdos de paz con las FARC habla sobre la frustraci¨®n que est¨¢ causando el incumplimiento de las negociaciones por parte del Gobierno de Iv¨¢n Duque
Humberto de la Calle (Manzanares, Colombia, 74 a?os) ha vuelto brevemente a Espa?a, un pa¨ªs que le resulta familiar desde sus tiempos de embajador en Madrid al que regresar¨¢ en septiembre para impartir clases en la Universidad P¨²blica de Navarra y en Zaragoza. El hombre clave de las negociaciones de paz del Gobierno de Juan Manuel Santos con la extinta guerrilla de las FARC en La Habana lo ha sido todo en la pol¨ªtica colombiana: entre...
Humberto de la Calle (Manzanares, Colombia, 74 a?os) ha vuelto brevemente a Espa?a, un pa¨ªs que le resulta familiar desde sus tiempos de embajador en Madrid al que regresar¨¢ en septiembre para impartir clases en la Universidad P¨²blica de Navarra y en Zaragoza. El hombre clave de las negociaciones de paz del Gobierno de Juan Manuel Santos con la extinta guerrilla de las FARC en La Habana lo ha sido todo en la pol¨ªtica colombiana: entre otros, ponente del Gobierno en la Asamblea Constituyente de 1991, vicepresidente del Gobierno de Ernesto Samper (1994-1996), excandidato presidencial en las elecciones de 2018 que gan¨® Iv¨¢n Duque... y a¨²n no se ha jubilado. De hecho, es miembro de la Coalici¨®n de la Esperanza, que concurrir¨¢ a los comicios legislativos y presidenciales de 2022, y acaba de publicar su autobiograf¨ªa Memorias dispersas (Ed. Debate). ¡°Estamos en el peor momento¡±, asegura este lunes, en referencia a la situaci¨®n que atraviesa su pa¨ªs, en una c¨¦ntrica terraza madrile?a.
Pregunta. El viernes pasado hubo un atentado contra el presidente Iv¨¢n Duque. ?Qui¨¦n quiere desestabilizar el pa¨ªs?
Respuesta. Tiene sentido que sean grupos de narcotraficantes porque el atentado ocurri¨® en la regi¨®n lim¨ªtrofe con Venezuela, en el Catatumbo, una zona con cultivos de coca y presencia de varios grupos delictivos. La guerrilla del Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional (ELN) siempre act¨²a para desestabilizar el sistema, pero es raro porque han negado la autor¨ªa y no suelen esconder sus actos. Uno siente que hemos regresado una o dos d¨¦cadas atr¨¢s, a los momentos m¨¢s oscuros de Colombia.
P. El atentado ocurre despu¨¦s de masivas protestas en el todo pa¨ªs, que han causado numerosos muertos. ?Qu¨¦ est¨¢ pasando?
R. Hab¨ªamos cre¨ªdo que hab¨ªa luz al final del t¨²nel. Sigo pensando que el acuerdo de paz no solo era una soluci¨®n para los aspectos militares de la confrontaci¨®n con las FARC, sino una hoja de ruta en temas muy sensibles como el tratamiento razonable y realista de los cultivos il¨ªcitos, un prop¨®sito de mejora de la pol¨ªtica y de la lucha contra la corrupci¨®n y luego la reforma rural, una aspiraci¨®n de siglo y medio de Colombia y que siempre ha sido abortada por la ceguera de la ¨¦lite. Me parece que esto fue acumulando una serie de insatisfacciones, que las marchas no son solo producto de la pandemia, que ha agravado una situaci¨®n social agobiante. Colombia es uno de los pa¨ªses de mayor inequidad del mundo. La versi¨®n simplista del Gobierno de que es un problema de pandemia y narcotr¨¢fico es miope. Creo que ha habido, pese al vandalismo y actos de violencia contra la polic¨ªa y la propiedad, una in¨¦dita movilizaci¨®n que nunca hab¨ªamos vivido por duraci¨®n, por volumen y por presencia en todo el territorio nacional. Eso no hab¨ªa ocurrido en 200 a?os de vida republicana.
P. ?Cree que el caso colombiano se inscribe en lo que est¨¢ ocurriendo en Latinoam¨¦rica como en Chile y en otros lugares?
R. Es indiscutible que est¨¢ ocurriendo en muchos otros sitios y tambi¨¦n fuera de Latinoam¨¦rica, es posible que haya alguna conexi¨®n por el efecto imitaci¨®n, pero Colombia tiene suficientes situaciones muy graves que explican lo ocurrido. Es un tema m¨¢s de fondo y muy estructural. Lamentablemente, hab¨ªa respuestas que se derivaban del acuerdo de paz y el incumplimiento del Estado ha sido notorio.
P. Cinco a?os despu¨¦s de la firma de los acuerdos de paz, ?qu¨¦ sali¨® mal y qu¨¦ sali¨® bien?
R. Siento que hay un creciente apoyo a los acuerdos. Me parece que el rev¨¦s que sufrimos en el plebiscito (en 2016) no se corresponde a la realidad de hoy. Incluso en las movilizaciones, hay un ambiente de b¨²squeda de la paz y del cumplimiento del acuerdo. Sali¨® mal que quienes ganaron las elecciones y hoy son Gobierno est¨¢n en contra de lo acordado desde la campa?a electoral y me parece que con una visi¨®n muy recortada y muy miope porque es preservar el orden, que es el ideal del expresidente ?lvaro Uribe, el jefe natural del partido gobernante, en dem¨¦rito de las libertades y de una mayor equidad. Y de hecho lo que estamos viendo es que, a¨²n frente a la represi¨®n tan dura de la polic¨ªa, sigue la insatisfacci¨®n y volver¨¢ a aparecer. Sali¨® mal que ganaron los adversarios del acuerdo y que el Gobierno despu¨¦s ha tratado de moderar su lenguaje, de presentar una cara internacional de cumplimiento del acuerdo, pero en el fondo hay fuerzas que han dificultado el cumplimiento de elementos clave. Uno, el de los cultivos il¨ªcitos, que existen y son un problema innegable, pero la propuesta del Gobierno ha sido regresar a la fumigaci¨®n a¨¦rea que no es sostenible, aparentemente es eficaz en el momento. Las cifras de la ONU dicen que solo la sustituci¨®n es sostenible. Es repetir los errores de las ¨²ltimas tres d¨¦cadas. Luego, el tema de la tierra, de campesinos que no tienen tierra o tienen de manera insuficiente y por ¨²ltimo, la apertura de una pol¨ªtica m¨¢s democr¨¢tica y m¨¢s incluyente, todo eso se obstaculiz¨®. ?lvaro Uribe dice que las movilizaciones recientes son un producto negativo del acuerdo. Y yo digo que s¨ª tienen que ver con el acuerdo, pero por la frustraci¨®n. Hay cosas que han salido muy bien, por ejemplo, la justicia transicional, la Jurisdicci¨®n Especial de Paz (JEP), que fue objeto de varias objeciones del Gobierno en la Corte Constitucional, en el Congreso, fracasadas todas, ha venido cumpliendo su tarea. Se anuncian sanciones pronto para los responsables y es innegable que las FARC cometieron cr¨ªmenes horrendos, pero no son los ¨²nicos responsables y de ah¨ª me surge la preocupaci¨®n de que estos grupos pol¨ªticos que se oponen a la implementaci¨®n plena del acuerdo quieren minimizar las otras violencias, la violencia de miembros de la fuerza p¨²blica, los llamados falsos positivos, y la violencia de los financiadores no combatientes.
P. La popularidad de Duque est¨¢ por los suelos. ?Cree que es reh¨¦n de Uribe?
R. Es correcto. El Centro Democr¨¢tico tiene una franja lun¨¢tica extremadamente radical. A veces uno quiere ver esfuerzos del presidente por tomar cierta distancia, pero no lo logra, entre otras cosas porque la base de su partido en el Congreso pertenece al liderazgo de Uribe, no al de Duque. En segundo lugar, porque se han venido incrementando acciones muy dudosas en el plano del respeto a las libertades. El ambiente se ha ido volviendo m¨¢s duro, m¨¢s fan¨¢tico y tambi¨¦n el Gobierno ha venido optando cada vez m¨¢s por el simple camino de la represi¨®n. Y Uribe desde su Twitter va generando la l¨ªnea de conducta.
P. Muchos creen que su estancia en Espa?a significar¨¢ su salida de la pol¨ªtica. ?Es cierto? ?O se plantea presentar su candidatura a la presidencia? Hay quien piensa que usted es el Biden colombiano¡
R. No he lanzado una candidatura, pero tampoco he dicho que no lo har¨¦. Me parece que hay que terminar de configurar las fuerzas que como la Coalici¨®n de la Esperanza no quieren populismo ni extremismo. Estar¨¦ en Espa?a dos meses, pero seguir¨¦ en pol¨ªtica.
P. ?Qu¨¦ significar¨ªa una victoria del l¨ªder izquierdista Gustavo Petro [que encabeza Pacto Hist¨®rico]?
R. Han convertido a Petro en el referente ¨²nico de la pol¨ªtica en Colombia y eso es una equivocaci¨®n. Creo que hay sectores incluso interesados en crecerlo para destruirlo. En t¨¦rminos de discurso pol¨ªtico, tiene cosas bastante interesantes e inteligentes, es menos agresivo que en el pasado, pero eso es parte del ejercicio pol¨ªtico. El problema de Petro m¨¢s que todo es su enorme dificultad para transmitir confianza, un tema m¨¢s de talante que de sus ideas que son bastante socialdem¨®cratas. Hay ciertos sectores de la sociedad que sienten un cierto temor a lo cual se agrega, eso s¨ª, la capacidad de mentir del Centro Democr¨¢tico. Estos se?ores de la derecha tienen una capacidad de mentir enorme.
P.?Y el uribismo?
R. Uribe o el uribismo tienen dos caminos: tratar de reeditar un candidato m¨¢s moderado como paso con Duque, aunque luego deriv¨®, o irse al ala m¨¢s radical, lo que creo que est¨¢ condenado al fracaso, pero es pronto para hacer predicciones. Hay mucha incertidumbre sobre la vida misma y sobre el resultado electoral.
P. En su autobiograf¨ªa hace una autocritica muy fuerte. ?De qu¨¦ se arrepiente m¨¢s?
R. Hago varias confesiones. Primero, la que deber¨ªamos hacer todos e incluyo a la guerrilla. La futilidad de un conflicto de 60 a?os y ocho millones de v¨ªctimas para el que deber¨ªamos haber logrado una soluci¨®n antes. En mi caso, tard¨¦ demasiado en estar imbuido de los efectos de esa inequidad profunda en Colombia, de la Colombia invisible y profunda, hoy soy m¨¢s sensible de lo que era en el pasado y me acuso de eso, debimos haber tenido una actitud m¨¢s sagaz para comprender que lo que estaba pasando era insostenible. No quiero ser dogm¨¢tico con el acuerdo, hay muchos colombianos que no estuvieron de acuerdo con el acuerdo, pero se perdieron todas las oportunidades y la de la reforma rural, que sonar¨¢ un poco extra?a en Europa, pero es que los campesinos viven en un r¨¦gimen casi de servidumbre.
P. ?Qu¨¦ espera del informe final de la Comisi¨®n de la Verdad que se conocer¨¢ este a?o?
R. Eso es clave. Creo que tiene que haber una verdad en los hechos, que tienen que ser incontrovertibles, pero este no es un ejercicio acad¨¦mico. Ser¨ªa un triunfo que los colombianos encontr¨¢ramos que hay distintas verdades verdaderas y que podemos convivir con ellas. Es decir, que la madre que perdi¨® un hijo a manos de las FARC entienda que hay otra madre que perdi¨® un hijo a manos de las autodefensas y que seamos capaces de convivir. Ni siquiera hablo del perd¨®n, que es una cosa personal y a veces tiene caracter¨ªsticas religiosas, pero la reconciliaci¨®n, si la logramos, ser¨¢ un ¨¦xito.
P. Pero el informe saldr¨¢ en plena campa?a. ?Teme que aumente la polarizaci¨®n?
R. Voy a decir algo que puede sonar un poco sacr¨ªlego, pero creo que el informe deber¨ªa posponerse para despu¨¦s de las elecciones.. Va a ser explosivo, no solo por lo que diga, sino por la utilizaci¨®n que se haga de ello. Como el arranque de su aplicaci¨®n con el nuevo Gobierno se ralentiz¨®, me parece leg¨ªtimo reponer ese tiempo y adem¨¢s el momento electoral es el m¨¢s malo para asumir verdades que ser¨¢n dolorosas.
P. Usted ha dicho que Uribe deber¨ªa comparecer¡
R. No lo har¨¢, pero eso ser¨¢ una falla democr¨¢tica muy seria porque la comisi¨®n esta consagrada en la ley¡ No me parece muy democr¨¢tico eso. Adem¨¢s, el comparecer¨ªa para decir lo que es su verdad, no puede reemplazar eso con manifestaciones en la prensa.
P. ?Cree que Colombia necesitar¨ªa una Constituyente?
R. No, por varias razones. He visitado Chile y all¨¢ hay una Constituci¨®n de la dictadura, que es un obst¨¢culo. Lo nuestro fue al rev¨¦s, la Constituci¨®n del 91, entre otras cosas, es un arco que va desde esa fecha hasta los acuerdos de paz y ninguna norma hoy en la Constituci¨®n impide la paz, la tranquilidad o la justicia social. Hay cosas que se pueden cambiar, pero la esencia, la medula de la Constituci¨®n y su mensaje me parece que est¨¢ viva e intacta. En segundo lugar, cuando Colombia llega a la Constituyente en el 91 est¨¢bamos en el abismo o en el filo del abismo y hubo una enorme convicci¨®n en la b¨²squeda del consenso y del acuerdo, hoy ser¨ªa un campo de batalla.