La ¨²ltima batalla de Marine Le Pen
Tras fracasar en las regionales de Francia y en medio de dudas sobre su estrategia de moderaci¨®n, la l¨ªder de la extrema derecha busca en el congreso de su partido en Perpi?¨¢n un impulso para las presidenciales de 2022
Marine Le Pen, l¨ªder de la extrema derecha francesa, no desaprovech¨® los meses de confinamiento por la pandemia. Se sac¨® un diploma de cr¨ªa de gatos, su pasi¨®n. Hace unos a?os, ya lo avis¨® en el diario Le Parisien: ¡°Yo podr¨ªa dejarlo todo, hacer otra cosa, criar gatos por ejemplo¡±.
La noticia sobre su nuevo diploma abri¨® nuevos inter...
Marine Le Pen, l¨ªder de la extrema derecha francesa, no desaprovech¨® los meses de confinamiento por la pandemia. Se sac¨® un diploma de cr¨ªa de gatos, su pasi¨®n. Hace unos a?os, ya lo avis¨® en el diario Le Parisien: ¡°Yo podr¨ªa dejarlo todo, hacer otra cosa, criar gatos por ejemplo¡±.
La noticia sobre su nuevo diploma abri¨® nuevos interrogantes sobre el futuro de una mujer que ha marcado la pol¨ªtica francesa durante dos d¨¦cadas. ?Se prepara la presidenta de Reagrupamiento Nacional (RN) para una vida fuera de la pol¨ªtica? ?Se le hace cuesta arriba volver a intentar, por tercera vez, conquistar la presidencia francesa? ?Supone la reciente derrota en las elecciones regionales de su partido un rev¨¦s que hace cundir el des¨¢nimo entre sus seguidores?
La respuesta breve es ¡°no¡±. Su partido, Reagrupamiento Nacional, la confirmar¨¢ este fin de semana en Perpi?¨¢n como aspirante a la presidencia de Francia en la pr¨®xima primavera. Posiblemente sea su ¨²ltimo y definitivo intento de conquistar el palacio del El¨ªseo, quiz¨¢ el punto final a su carrera, o su consagraci¨®n.
Le Pen (Neuilly-sur-Seine, 52 a?os) se infect¨® pronto con el virus de la pol¨ªtica. Su padre es Jean-Marie Le Pen, fundador del Frente Nacional y figura hist¨®rica de una ultraderecha que nutr¨ªa sus filas de antiguos colaboracionistas con la Alemania nazi y nost¨¢lgicos de la Argelia francesa.
En casa, la pol¨ªtica se entend¨ªa como un deporte de combate. Cuando ella ten¨ªa ocho a?os, los Le Pen sufrieron un atentado en su piso en el distrito XV de Par¨ªs. Ser hija de Jean-Marie Le Pen marcaba. Marine Le Pen pasar¨ªa media vida prosperando en un partido que tiene algo de empresa familiar y la otra media intentando distanciarse de una marca que casi es un estigma.
En Perpi?¨¢n, los delegados de RN la reelegir¨¢n como presidenta del partido, aunque ella prev¨¦ renunciar pronto al cargo para lanzarse a la campa?a presidencial no como candidata de un partido, sino de todos los franceses.
Le Pen designar¨¢ a un presidente interino que la reemplazar¨¢ mientras ella se dedica a luchar por la presidencia. Hay dos aspirantes, aunque sea cual sea la decisi¨®n todo quedar¨¢ m¨¢s o menos en familia.
Uno es Jordan Bardella, ni?o prodigio de la extrema derecha. Bardella, de 25 a?os, es eurodiputado y novio de una sobrina de Le Pen. El otro candidato es Louis Aliot, experimentado dirigente de 51 a?os, alcalde de Perpi?¨¢n desde 2020 y exnovio de Le Pen.
La capital de la provincia de los Pirineos Orientales, fronteriza con Espa?a, es para RN una vitrina de sus esfuerzos por pulir su imagen de formaci¨®n extremista, atraer a votantes m¨¢s moderados y deshacer el miedo de los ciudadanos que temen la llegada al poder de un partido con una arraigada tradici¨®n autoritaria y radical.
En su despacho de la alcald¨ªa, Aliot eval¨²a las perspectivas ante las presidenciales de 2022: ¡°Todo puede ocurrir en la situaci¨®n de Francia hoy. A nosotros nos corresponde tranquilizar y convencer a una mayor¨ªa de franceses de toda condici¨®n y todo origen. No digo que est¨¦ ganado, ni que sea f¨¢cil, pero pienso que es posible¡±.
Debate sobre la retirada
Hay una respuesta m¨¢s compleja a las preguntas sobre las perspectivas electorales de Le Pen y sus ganas de continuar. Se presentar¨¢, s¨ª, pero, seg¨²n los sondeos, el resultado m¨¢s probable es una derrota ante el presidente, Emmanuel Macron, u otro candidato. Y esto plantea el debate sobre la retirada.
En un caf¨¦ de Perpi?¨¢n, el historiador Nicolas Lebourg, especialista en la extrema derecha, observa: ¡°Es visible que ya no tiene ganas. Ha perdido el deseo y la combatividad. Y tampoco hay apetencia en la opini¨®n p¨²blica. Algo se ha roto entre ambas partes¡±.
Le Pen acusa el desgaste de d¨¦cadas en la arena. El fracaso reciente en las regionales ¨Dsu partido aspiraba a ganar una regi¨®n como m¨ªnimo y no gan¨® en ninguna¨D confirma las dificultades para recorrer los ¨²ltimos metros hacia el poder.
Por cada dos pasos que Le Pen avanza, retrocede uno, o m¨¢s. En 2017, se clasific¨® para la segunda vuelta de las presidenciales y sac¨® 10,6 millones de votos, cifra que su padre ni habr¨ªa podido so?ar. Pero Macron, despu¨¦s de un debate en el que sali¨® a relucir la mala preparaci¨®n de Le Pen, se impuso con 10 millones de votos m¨¢s gracias a una amplia coalici¨®n de votantes ¨Dde la izquierda a la derecha¨D unidos para evitar el acceso de la extrema derecha al palacio del El¨ªseo.
RN es uno de los principales partidos de Francia, pero a la vez es fr¨¢gil, sin implantaci¨®n territorial, ahogado por las deudas e investigado por el supuesto uso fraudulento de fondos europeos.
Le Pen se embarc¨®, desde que tom¨® las riendas del partido hace 10 a?os, en el llamado proceso de desdemonizaci¨®n: expuls¨® a su padre, cort¨® con su ret¨®rica antisemita y purg¨® a los elementos m¨¢s radicales. Tambi¨¦n cambi¨® el nombre de Frente Nacional a RN. Se trataba de sacar al partido del rinc¨®n de los partidos ultra que dan miedo a la mayor¨ªa de la sociedad. Pero ahora el temor de muchos franceses a RN ya no es por la amenaza a la democracia sino por sus sospechas de que ser¨ªa incompetente y ca¨®tico en la gesti¨®n del Estado.
Durante los a?os de Macron en el El¨ªseo, Le Pen renunci¨® a propuestas que asustaban al electorado como la salida de Francia de la UE y el euro. Declar¨® su fe en los principios de la laicidad, en las instituciones republicanas y en la figura del general De Gaulle, el hombre que encabez¨® la resistencia a la ocupaci¨®n nazi y el padre de la V Rep¨²blica, odiado por Jean-Marie Le Pen. Durante la pandemia practic¨® una oposici¨®n relativamente suave y evit¨® las salidas de tono. La normalizaci¨®n tuvo su apoteosis en un debate televisado del pasado febrero con G¨¦rald Darmanin, ministro del Interior de Macron, quien dijo que Marine Le Pen era ¡°blanda¡± ante el islamismo.
El partido RN fue el m¨¢s votado en Francia en las elecciones europeas de 2019 y todos los sondeos ratifican que en las presidenciales de 2022 volver¨¢ ser finalista ante Macron. Al mismo tiempo, y pese a que seg¨²n los mismos sondeos sacar¨ªa a¨²n mejor resultado que en 2017, Macron batir¨ªa de nuevo a Le Pen, y las regionales han sembrado dudas sobre si de tanto querer centrar el mensaje RN ha acabado pareciendo un partido del sistema.
¡°Tiene un problema con su imagen¡±, analiza Lebourg, ¡°un lado extremadamente brusco y agresivo¡±.
Le Pen nunca tuvo la chispa ret¨®rica ni el talento para el insulto y el esc¨¢ndalo de Donald Trump u otros l¨ªderes del nacionalismo populista, ni la capacidad de estos para conectar con las masas. Algunos, en la extrema derecha, sue?an con tener un d¨ªa como l¨ªder a alguien m¨¢s joven, m¨¢s brillante, m¨¢s derechista: Marion Mar¨¦chal Le Pen, sobrina de Marine y nieta favorita de Jean-Marie.
Quien fue la pareja de Marine Le Pen entre 2009 y 2019, el alcalde Aliot, dice: ¡°Marine es una mujer con talento, competente, en contra de lo se dice. Es abogada. Madre de familia. Ha demostrado desde hace 10 a?os que es capaz de librar batallas con coraje, lo que no es sencillo para una mujer en pol¨ªtica¡±.
Pese a que desde hace d¨¦cadas es una presencia constante en la pol¨ªtica francesa, hay algo enigm¨¢tico en torno a ella. ¡°Los franceses deben conocerla tal como es¡±, dice Aliot.