El polvor¨ªn haitiano agita a la regi¨®n
Estados Unidos, Colombia y Rep¨²blica Dominicana se movilizan para resolver la muerte del presidente Mo?se ante el temor a una estallido violento
Tan arraigada en el coraz¨®n de los haitianos como la estatua de Le Marron Inconnu levantada en el centro de Puerto Pr¨ªncipe como s¨ªmbolo de la lucha contra la esclavitud, la palabra crisis se ha instalado como la ¨²nica forma de gobierno en el pa¨ªs caribe?o. Al vac¨ªo de poder existente ¡ªhasta tres dirigentes se han proclamado cabeza del Estado tras el asesinato del presidente Jovenel Mo?se¡ª se suma la hambruna que golpea con dureza a Hait¨ª, inmerso en ¡°la peor crisis humanitaria de los ¨²ltimos a?os¡±, seg¨²n Unicef.
La onda expansiva del magnicidio alcanza a toda la regi¨®n y afecta directamente a Estados Unidos, que teme una crisis migratoria ¡ªel viernes se agolpaban cientos de personas ante la embajada en buscada de un visado¡ª; a Colombia, de donde salieron la mayor¨ªa de los sicarios detenidos, y a Rep¨²blica Dominicana, que sigue con preocupaci¨®n los acontecimientos en el pa¨ªs vecino, con el que comparte frontera y una tensa relaci¨®n desde la creaci¨®n de ambas naciones y la divisi¨®n de la isla La Espa?ola en 1821.
Conscientes de c¨®mo terminan las crisis en el pa¨ªs m¨¢s pobre de Am¨¦rica y ante el temor a que un levantamiento violento barra con todo, Hait¨ª ha pedido a EE UU y a la ONU el env¨ªo de tropas para proteger puertos, aeropuertos y otros puntos estrat¨¦gicos. ¡°Pensamos que los mercenarios podr¨ªan destruir infraestructuras para crear caos en el pa¨ªs¡±, dijo el viernes el ministro de elecciones, Mathias Pierre. El Departamento de Estado y el Pent¨¢gono confirmaron la solicitud, aunque sin detallar si habr¨¢ despliegue de tropas militares, una amenaza siempre latente que abona el repudio de la poblaci¨®n a la presencia extranjera y a misiones internacionales como la de los cascos azules de la ONU despu¨¦s de los esc¨¢ndalos de abusos sexuales y de propagaci¨®n del c¨®lera entre 2004 y 2017. Un odio patente en las paredes de la sede de la misi¨®n ya cancelada de la ONU, apedreadas hasta el cansancio por la poblaci¨®n.
Mientras tanto, la investigaci¨®n sobre el magnicidio abre el abanico de posibilidades. Desde un plan orquestado por el equipo de seguridad de Mo?se a la conspiraci¨®n de un grupo de oligarcas apartados de algunos de los negocios m¨¢s jugosos. Parte de la escolta de Mo?se est¨¢ bajo investigaci¨®n y la fiscal¨ªa ha llamado a declarar el lunes a los magnates R¨¦ginald Boulos y Dimitri Vorbe. Boulos es due?o de un conglomerado de empresas y los Vorbe son due?os del monopolio el¨¦ctrico que Mo?se hab¨ªa comenzado a romper con la entrada de competidores. Ambos fueron se?alados por el mandatario durante una entrevista con EL PA?S, meses antes de morir.
Al desconcierto por lo ocurrido se suman las dudas sobre el futuro pol¨ªtico del pa¨ªs. Uno de los ¨²ltimos decretos firmados por Mo?se fue nombrar al opositor Ariel Henry como figura de acercamiento para recomponer relaciones ante las elecciones presidenciales y legislativas de oto?o. El nuevo primer ministro hab¨ªa sido nombrado, pero no lleg¨® a jurar el cargo y el saliente, Claude Joseph, respaldado por EE UU, insiste en que no dejar¨¢ el poder, lo que ha provocado tensi¨®n. Y si quedaba alguna duda de que todo puede empeorar en Hait¨ª, el viernes por la noche un grupo de senadores de la oposici¨®n acus¨® a Joseph de ¡°instigar un golpe de Estado¡± y pidi¨® a un tercero, el presidente del Senado, Joseph Lambert, que asumiera la jefatura del Estado. Quien tendr¨ªa que decidir sobre esta controversia, la Corte Suprema, est¨¢ disuelta y su presidente muri¨® el mes pasado por covid-19.
Mientras esto pasa en las alturas, polic¨ªas colombianos y estadounidenses anunciaron su llegada al pa¨ªs para ayudar a resolver el magnicidio, pero a pie de calle lo que siguen sin llegar son las vacunas. Hait¨ª es uno de los pocos pa¨ªses del mundo que no ha recibido una sola vacuna contra la covid-19 mientras la poblaci¨®n resuelve con paracetamol y vud¨² la pandemia. Medio en serio, medio en broma, el sacerdote cat¨®lico Gilles Dauroc sol¨ªa decir que a falta de datos estad¨ªsticos fiables ¡°en Hait¨ª se considera que hay un 80% de cat¨®licos, un 40% de protestantes y un 90% de practicantes del vud¨²¡±.
Lo cierto es que la pandemia ha castigado a¨²n m¨¢s la empobrecida econom¨ªa de Hait¨ª, que depende en un 75% de la cooperaci¨®n internacional y que la ONU sit¨²a en el puesto 170 de 187 en el ¨ªndice de desarrollo humano. Con estos mimbres, la inestabilidad pol¨ªtica, end¨¦mica en Hait¨ª desde la ca¨ªda de la dictadura, con 20 gobiernos en 35 a?os y con seis primeros ministros solo en el mandato del presidente asesinado, se torna en una bomba de relojer¨ªa para la regi¨®n. El terremoto del 12 de enero de 2010 no solo ocasion¨® m¨¢s de 300.000 muertos y un mill¨®n y medio de desplazados, sino que destruy¨® un Estado levantado con alfileres tras la dictadura de Papa Doc y Baby Doc Duvalier, consolidada a base de terror y machetes por sus temidos tonton macoutes.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S Am¨¦rica y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la regi¨®n
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.