?Qu¨¦ est¨¢ pasando en T¨²nez? Las claves de una crisis que desaf¨ªa a la ¨²nica democracia ¨¢rabe
El presidente, Kais Said, ha asumido el grueso del poder ejecutivo, legislativo y judicial invocando de forma cuestionable un art¨ªculo de la Constituci¨®n
Cuna de la Primavera ?rabe, que comenz¨® en sus calles en 2011 cuando miles de ciudadanos derrocaron al dictador Zine el Abidine Ben Ali, T¨²nez se ha convertido en los diez a?os transcurridos desde entonces en la ¨²nica democracia del mundo ¨¢rabe, seg¨²n el ¨ªndice sobre el Estado de derecho de la unidad de inteligencia de The Economist. El domingo, tras una jornada de protestas en las ...
Cuna de la Primavera ?rabe, que comenz¨® en sus calles en 2011 cuando miles de ciudadanos derrocaron al dictador Zine el Abidine Ben Ali, T¨²nez se ha convertido en los diez a?os transcurridos desde entonces en la ¨²nica democracia del mundo ¨¢rabe, seg¨²n el ¨ªndice sobre el Estado de derecho de la unidad de inteligencia de The Economist. El domingo, tras una jornada de protestas en las que cientos de personas exigieron en varias ciudades la dimisi¨®n del Gobierno, el presidente tunecino, Kais Said, anunci¨® en un discurso televisado la destituci¨®n del primer ministro, Hichem Mechichi, la suspensi¨®n durante 30 d¨ªas de la actividad del Parlamento y la concentraci¨®n de pr¨¢cticamente todos los poderes del Estado en su persona. Mientras muchos tunecinos hastiados por la crisis econ¨®mica y sanitaria celebraban en las calles la decisi¨®n, la mayor parte de la oposici¨®n, incluido el partido islamista Ennahda, mayoritario en el Parlamento, denunciaba un ¡°golpe de Estado¡±.
?La Constituci¨®n tunecina ampara las medidas del presidente?
Said ha invocado el art¨ªculo 80 de la Constituci¨®n, que autoriza al presidente a adoptar ¡°medidas excepcionales¡± en caso de ¡°peligro inminente para las instituciones del pa¨ªs¡±. Sin embargo, la Carta Magna condiciona esa posibilidad a una consulta previa al jefe de Gobierno y al presidente del Parlamento, algo que no se ha producido, denuncia quien ocupa ese cargo, Rachid Ghannuchi, l¨ªder de Ennahda. El profesor de Derecho Constitucional Iyadh Ben Achour sostiene tambi¨¦n que asistimos a un ¡°golpe de Estado¡± pues no existe tal ¡°peligro inminente¡± y adem¨¢s no se han respetado ¡°ni la forma ni el fondo¡± del art¨ªculo 80. La ley tunecina precisa a su vez que, para poder acogerse a esa norma, todo el proceso debe estar supervisado por el tribunal constitucional que, en T¨²nez, a¨²n no ha sido creado. El 3 de abril, el presidente se neg¨® a firmar la ley que deb¨ªa abrir la puerta a su instauraci¨®n alegando que no se hab¨ªan respetado los plazos legales.
?Qu¨¦ poderes ha asumido Said?
Pr¨¢cticamente todos: el ejecutivo, el legislativo y parte del judicial. Durante su alocuci¨®n, el presidente anunci¨® que gobernar¨¢ y legislar¨¢ por decreto. Con la Asamblea de Representantes clausurada y sin tribunal constitucional, esos decretos no estar¨¢n sometidos a escrutinio alguno. Tambi¨¦n concentrar¨¢ en sus manos el poder ejecutivo: nombrar¨¢ a un nuevo jefe de Gobierno y adem¨¢s presidir¨¢ el consejo de ministros. Said se ha arrogado a su vez la jefatura de la Fiscal¨ªa del Estado, en un acto que conculca uno de los fundamentos de la democracia: la independencia del poder judicial.
?El Ej¨¦rcito apoya al presidente?
S¨ª. El lunes, el presidente del Parlamento y otros diputados trataron en vano de acceder a la sede de la Asamblea de Representantes. Varios militares les cortaron el paso. La instituci¨®n castrense adquiri¨® una gran popularidad durante la revoluci¨®n de 2011 cuando su c¨²pula se neg¨® a disparar contra los manifestantes que ped¨ªan la ca¨ªda de Ben Al¨ª, una decisi¨®n clave que contribuy¨® a precipitar la huida del dictador del pa¨ªs. El apoyo de las Fuerzas Armadas ¡ªque est¨¢n bajo la autoridad del jefe del Estado, seg¨²n la Constituci¨®n tunecina¡ª es por ello una fuente de legitimidad a ojos del pueblo.
?Ha habido otras medidas represivas?
La cadena de televisi¨®n catar¨ª Al Jazeera denunci¨® el lunes que la polic¨ªa tunecina hab¨ªa irrumpido en sus locales sin autorizaci¨®n judicial y expulsado a sus periodistas.
?Qui¨¦n es el presidente tunecino?
Kais Said es un profesor jubilado de Derecho Constitucional de 63 a?os. Sin adscripci¨®n a ning¨²n partido pol¨ªtico, gan¨® en segunda vuelta las elecciones presidenciales de octubre de 2019 con un gran respaldo popular: el 72,71% de los votos. Apodado Robocop por su hieratismo y su tono de voz monocorde, bas¨® su campa?a en denostar la corrupci¨®n de los partidos pol¨ªticos, en una ideolog¨ªa conservadora en lo moral y en promesas populistas como la de restablecer la pena de muerte. Gestos como el de rechazar la financiaci¨®n p¨²blica para su campa?a le granjearon una reputaci¨®n de rectitud que aument¨® su prestigio en su principal nicho electoral: los tunecinos desencantados con la pol¨ªtica que se abstuvieron en las elecciones legislativas pero s¨ª votaron en las presidenciales.
?Cu¨¢l es el contexto socioecon¨®mico?
La llamada revoluci¨®n de los jazmines en T¨²nez en 2011 ¡ª¡±Los jazmines los tienen los ricos en sus jardines, esta es la revoluci¨®n del pueblo¡±, dec¨ªan muchos tunecinos entonces¡ª dio paso a una transici¨®n democr¨¢tica que ha desilusionado a muchos ciudadanos que no han accedido a unas condiciones de vida dignas. Persisten los abusos de poder, el desempleo, la hogra (humillaci¨®n por parte de los poderosos) y las desigualdades econ¨®micas y regionales. Esas fueron precisamente las razones que llevaron a un vendedor de fruta ambulante, Mohamed Bouazizi, de 26 a?os, a quemarse a lo bonzo en diciembre de 2010, desencadenando las protestas que acabar¨ªan con la dictadura. Diez a?os despu¨¦s, el paro entre los j¨®venes se eleva a¨²n al 40,8%, seg¨²n datos oficiales. La econom¨ªa tunecina perdi¨® el a?o pasado el 8,8% de su PIB, principalmente a causa de la covid-19.
?C¨®mo ha influido la pandemia?
La pandemia ha agravado una de las razones de fondo del descontento de los tunecinos: la quiebra de los servicios p¨²blicos. Sobre todo del sanitario, incapaz de afrontar los m¨¢s de 573.000 casos de coronavirus en el pa¨ªs, seg¨²n la universidad John Hopkins. La mala gesti¨®n de la covid-19 ha dejado im¨¢genes como las de un polic¨ªa agonizando sin ox¨ªgeno en una acera frente a un hospital o las de estampidas del 20 de julio cuando miles de personas se precipitaron sin cita a los centros de vacunaci¨®n despu¨¦s de que el ministro de Sanidad anunciara que se inmunizar¨ªa a todos los mayores de edad con motivo de la fiesta musulmana del Eid al Adha. T¨²nez es el pa¨ªs de ?frica con m¨¢s muertos por covid-19: 18.804, en una poblaci¨®n de 11,6 millones de habitantes.
?Cu¨¢l es el contexto pol¨ªtico?
Desde 2011, T¨²nez ha tenido diez Gobiernos diferentes. Las legislativas de octubre de 2019 dieron paso al Parlamento m¨¢s fragmentado de su historia, con m¨¢s de 30 partidos en la Asamblea de Representantes, un aspecto que ha hecho imposible alcanzar acuerdos, con el consiguiente desprestigio de la clase pol¨ªtica. Tras la dimisi¨®n del primer ministro Ely¨¨s Fakhfakh en julio de 2020, acusado de conflicto de intereses, el presidente nombr¨® jefe de Gobierno a Hichem Mechichi, un tecn¨®crata que hasta entonces hab¨ªa sido ministro de Interior. Said y el nuevo primer ministro muy pronto iniciaron un pulso por el poder que culmin¨® en febrero con la negativa del jefe de Estado a sancionar una remodelaci¨®n del Gobierno a la que el partido Ennahda hab¨ªa dado su apoyo. El presidente nunca ha ocultado su insatisfacci¨®n con el limitado margen de poder que la Carta Magna tunecina concede al jefe del Estado, cuyas ¨²nicas competencias son las relaciones exteriores y la jefatura de las Fuerzas Armadas. De ah¨ª que haya abogado p¨²blicamente por cambiar la Constituci¨®n.