La polic¨ªa italiana detiene a una jefa de la Camorra cuando iba a viajar a Espa?a
Maria Licciardi est¨¢ acusada, entre otros delitos, de pertenencia a asociaci¨®n mafiosa y extorsi¨®n
La polic¨ªa italiana ha detenido en el aeropuerto romano de Ciampino a Maria Licciardi, una de las mujeres m¨¢s poderosas de la camorra napolitana y jefa de un importante clan, cuando estaba a punto de viajar a Espa?a. La mujer, una vieja conocida de la justicia italiana y que ya ha pasado por prisi¨®n en el pa¨ªs transalpino, estaba a punto de entregar sus maletas en el mostrador de facturaci¨®n, antes de embarcar con destino a M¨¢laga cuando fue arrestada la ma?ana del s¨¢bado, sin oponer resistencia. En la ciudad andaluza reside un...
La polic¨ªa italiana ha detenido en el aeropuerto romano de Ciampino a Maria Licciardi, una de las mujeres m¨¢s poderosas de la camorra napolitana y jefa de un importante clan, cuando estaba a punto de viajar a Espa?a. La mujer, una vieja conocida de la justicia italiana y que ya ha pasado por prisi¨®n en el pa¨ªs transalpino, estaba a punto de entregar sus maletas en el mostrador de facturaci¨®n, antes de embarcar con destino a M¨¢laga cuando fue arrestada la ma?ana del s¨¢bado, sin oponer resistencia. En la ciudad andaluza reside una hija suya y los investigadores creen adem¨¢s que se dirig¨ªa all¨ª para gestionar unos negocios posiblemente relacionados con el tr¨¢fico de drogas.
Est¨¢ acusada de pertenencia a asociaci¨®n mafiosa, extorsi¨®n, alzamiento de bienes de procedencia il¨ªcita y manipulaci¨®n de licitaciones, delitos aumentados por el agravante de la finalidad mafiosa recogido en el ordenamiento de Italia.
Los fiscales sostienen que Licciardi es la capo del potente clan que lleva su apellido y que ella misma fund¨® en los a?os ochenta junto a su hermano Gennaro, alias ¡®La scimmia¡¯ (el mono), uno de los jefes hist¨®ricos de la Camorra. Su cuartel de operaciones est¨¢ en el barrio de Secondigliano, una zona perif¨¦rica y muy degradada de N¨¢poles y epicentro del mercado de la droga. Maria, de 70 a?os, conocida con el sobrenombre de ¡®La Piccolina¡¯ por su peque?a estatura, hab¨ªa ascendido en el organigrama de la familia camorrista hasta el nivel m¨¢s alto tras la muerte en la c¨¢rcel de su hermano en 1994. Primero comparti¨® el poder con sus otros dos hermanos, Vincenzo y Pietro, hasta que fue arrestada en 2001 y cuando qued¨® en libertad en 2009 tom¨® las riendas en solitario y se hizo con el control absoluto del clan.
Tras su primera detenci¨®n, despu¨¦s de dos a?os como fugitiva, en el barrio donde hab¨ªa residido toda la vida, la polic¨ªa consider¨® que hab¨ªa asestado un golpe definitivo al clan. ¡°Puede decirse que ha sido decapitado¡±, precis¨® un comisario. Pero, en cambio, la organizaci¨®n se las ingeni¨® para seguir operando y ella consigui¨® ascender hasta la c¨²spide de la estructura criminal.
Entre sus principales tareas, seg¨²n la polic¨ªa, estaba la contabilidad del grupo y adem¨¢s se encargaba de mantener a las familias de los mafiosos que est¨¢n detenidos, asunto que convirti¨® en una de sus prioridades. El objetivo detr¨¢s de esta estrategia es contentar a sus ac¨®litos y mantener el grupo criminal compacto, sin desertores ni arrepentidos que pudieran colaborar con la justicia y destapar su planes y sus entresijos.
La Camorra controla el territorio gracias a un gran n¨²mero de centinelas que esp¨ªan los movimientos de los agentes de la ley. Este sistema permiti¨® en el pasado a Licciardi en varias ocasiones salir a toda prisa durante las incursiones de la polic¨ªa y escapar de la detenci¨®n. Ocurri¨®, por ejemplo, en junio de 2019 cuando logr¨® escabullirse de una gran redada en la que se produjeron m¨¢s de 100 arrestos.
Adem¨¢s cuenta con gran respeto entre sus pares de la criminalidad organizada. Bajo su batuta y a diferencia de otros clanes, que suelen enfrentarse en guerras sangrientas con los rivales, los Licciardi han mantenido relaciones no beligerantes con otras poderosas organizaciones criminales. Desde los Di Lauro hasta los Mallardo, desde el grupo Vanella Grassi hasta los poderosos Polverino, no se conoce ning¨²n conflicto dentro de la Camorra con los Licciardi, lo que, por otro lado, les permite operar con mayor autonom¨ªa y discreci¨®n.
La presencia de mujeres al frente de los clanes mafiosos sicilianos, napolitanos y calabreses aunque no es demasiado frecuente, ha dejado de ser una novedad.
Los investigadores italianos llevan tiempo alertando sobre el inter¨¦s de las distintas mafias del pa¨ªs en Espa?a para su expandir sus tent¨¢culos.
El director antimafia de Italia hasta 2020, el general Giuseppe Governale, ha advertido de que la influencia de la llamada ¡°malavita¡± italiana es particularmente relevante en las islas Baleares, por ejemplo, donde destaca la Camorra, por su posici¨®n estrat¨¦gica como nexo con Latinoam¨¦rica para el tr¨¢fico de estupefacientes.
El fiscal de la capital siciliana, Palermo, Francesco Lo Voi, sostiene que las mafias aprovechar¨¢n la crisis provocada por la pandemia para comprar empresas en quiebra del sector tur¨ªstico de todo el continente, en particular en el litoral espa?ol o en Francia.
Hace un par de d¨ªas, la polic¨ªa espa?ola detuvo en Madrid a uno de los m¨¢ximos jefes de la mafia calabresa, Domenico Paviglianiti, que hab¨ªa huido de la justicia italiana y se ocultaba en un piso de la capital espa?ola. All¨ª los investigadores sospechan que a¨²n conservaba contactos tras la actividad que hab¨ªa desarrollado en los a?os ochenta y noventa, antes de su primer arresto.