El Papa se dispone a excomulgar a los mafiosos

La primera vez fue en Calabria, hace justo siete a?os. Francisco acababa de ser nombrado papa y se plant¨® en Casano allo Jonio delante de 200.000 personas, un mes despu¨¦s de que Coc¨°, un ni?o de tres a?os, hubiera sido asesinado y carbonizado junto a su abuelo durante un ajuste de cuentas de la ¡®Ndrangheta, la mafia m¨¢s poderosa de Italia. ¡°Los mafiosos no est¨¢n en comuni¨®n con Dios. Est¨¢n excomulgados¡±, lanz¨®. Pero las cosas no son tan f¨¢ciles en el sur de Italia. Un mes despu¨¦s, unos 200 presos de la temible mafia calabresa no asistieron a misa en protesta por aquellas palabras que quedaron en eso, en una simple amenaza. El Vaticano, sin embargo, ha anunciado ahora que crear¨¢ una comisi¨®n para estudiar el m¨¦todo para sustanciar aquellas palabras pronunciadas en junio de 2014 e intentar cerrar la puerta de la Iglesia y de sus ritos a las organizaciones criminales.

Bergoglio llam¨® aquel d¨ªa a las cosas por su nombre en un lugar acostumbrado a la omert¨¤ (ley del silencio) o a los eufemismos. ¡°La ¡®Ndrangheta es la adoraci¨®n del mal, el desprecio del bien com¨²n. Tiene que ser combatida, alejada. Nos lo piden nuestros hijos, nuestros j¨®venes. Y la Iglesia tiene que ayudar¡±. El problema es que la Iglesia, durante tantos a?os, mir¨® hacia otro lado o vivi¨® en c¨®moda connivencia con la mafia para ocultar o ignorar sus cr¨ªmenes a cambio de un pu?ado de ayudas o, simplemente, para evitar problemas. El mismo fin de semana de la protesta en las c¨¢rceles, en Oppido Mamertina, un pueblo de apenas 6.000 habitantes en la regi¨®n de Calabria, los responsables de una procesi¨®n detuvieron la imagen de la Virgen Mar¨ªa frente a la casa de un viejo capo, condenado a cadena perpetua por delitos de extorsi¨®n y asesinato, pese a las protestas del capit¨¢n de los Carabinieri. La guerra estaba abierta. As¨ª que Francisco decidi¨® comenzar su lucha nombrando a Francico Oliva como nuevo obispo en Locride, zona cero de la ¡®Ndrangheta.

M¨¢s informaci¨®n

El Papa se enfrenta a la mafia

El nuevo prelado cerr¨® las puertas de la Iglesia a clanes. Prohibi¨® donaciones de procedencia dudosa y se enfrent¨® a amenazas permanentes. ¡°Es el tiempo de pasar de las palabras a los hechos. De los documentos, a una acci¨®n pastoral ordinaria concreta que no permita ninguna sospecha de connivencia con el poder mafioso. La Iglesia sabe que los gestos concretos que rechazan cualquier complicidad con la mentalidad mafiosa son imprescindibles. Esta comisi¨®n es un paso importante. Pero toda la Iglesia, con sus obispos, sacerdotes, fieles y organismos pastorales debe implicarse¡±, apunta al tel¨¦fono desde su di¨®cesis calabresa. ¡°Pero me parece que todav¨ªa no hay un claro y seguro discernimiento entre los comportamientos mafiosos para que estemos alejados de ellos. Los mafiosos pertenecen tambi¨¦n a las familias que se llaman cristianas. Desgraciadamente el camino ser¨¢ todav¨ªa largo¡±.

La cercan¨ªa entre mafia e Iglesia, como apunta el obispo Oliva, se extiende durante d¨¦cadas, incluso m¨¢s de un siglo, en las regiones de Sicilia (Cosa Nostra), N¨¢poles (Camorra) o Puglia (Sacra Corona Unita). Pero tambi¨¦n en todas las zonas de Italia donde las mafias se han expandido. La iconograf¨ªa religiosa en las ceremonias y el estrecho contacto con la Iglesia no ha dejado de existir nunca. La ¡®Ndrangheta, por ejemplo, adora a San Miguel Arc¨¢ngel y celebra su gran reuni¨®n anual en el santuario de la Virgen de Polsi; la Camorra control¨® durante mucho tiempo parroquias y di¨®cesis que permitieron bodas, bautizos y todo tipo de ceremonias con una elevada porosidad entre la est¨¦tica religiosa y la criminal. No es extra?o tampoco que muchas procesiones en el sur se detengan en la puerta del capo de turno para mostrar su respeto.

Francisco no fue el primero en iluminar las zonas oscuras de esta relaci¨®n. Juan Pablo II hizo un llamamiento considerado por algunos como ¡°hist¨®rico¡± para la conversi¨®n de la mafia en 1993, y Benedicto XVI la defini¨® como ¡°camino a la muerte¡± en 2010. Pero hasta finales del siglo XX hubo muestras evidentes tambi¨¦n de la promiscuidad entre estas organizaciones criminales y las finanzas del propio Vaticano, un fabuloso para¨ªso fiscal hasta hace poco para el blanqueo de capitales. Hay ejemplos claros como el de Roberto Calvi, director del banco Ambrosiano y apodado El banquero de Dios por sus v¨ªnculos con el Banco del Vaticano (alguien lo suicid¨® colg¨¢ndolo de un puente en Londres). Su relaci¨®n con el clan de los corleoneses est¨¢ m¨¢s que demostrada. Lo mismo que con Michele Sindona, miembro de la Liga P2, asesinado en la c¨¢rcel y enlace fluido entre la Santa Sede y la Cosa Nostra.

La comisi¨®n encargada por Bergoglio, creada por el Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral del Vaticano, estar¨¢ formada por juristas y expertos laicos y religiosos para estudiar la manera de excomulgar a los mafiosos y que quede claro que ¡°no es posible pertenecer a la mafia y ser parte de la Iglesia¡±. ¡°Para fortalecer la excomuni¨®n, los pronunciamientos y el magisterio del papa Francisco sobre este tema pensamos que era necesario intervenir. De ah¨ª la creaci¨®n del grupo de trabajo¡±, anunci¨® Vittorio Alberti, coordinador del equipo.

En la Doctrina Social de la Iglesia, en el Derecho Can¨®nico y en el Catecismo no se menciona la excomuni¨®n de la mafia. Ahora, explica el Vaticano, para ¡°honrar a Rosario Livatino, primer magistrado beato de la historia de la Iglesia, que ejerci¨® con valent¨ªa su profesi¨®n de misi¨®n laica, se ha creado en el Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral un grupo de trabajo sobre la excomuni¨®n de las mafias, con el objetivo de profundizar en el tema, colaborar con los obispos del mundo y promover y apoyar iniciativas¡±.

Livatino fue beatificado el domingo en Agrigento (Sicilia), al ser considerado ¡°m¨¢rtir¡± tras ser asesinado por la mafia en 1990. El grupo estar¨¢ formado por el arzobispo de Monreale (Sicilia), Michele Pennisi; el presidente del Tribunal del Estado de la Ciudad del Vaticano y experto en la lucha contra las mafias, Giuseppe Pignatone; el presidente de la Asociaci¨®n Libre, el sacerdote antimafia Luigi Ciotti; la expresidenta de la comisi¨®n parlamentaria antimafia Rosy Bindi; el inspector general de los capellanes de las c¨¢rceles italianas, Raffaele Grimaldi; Ioan Alexandru Pop, del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos, y el sacerdote Marcello Cozzi. Del trabajo resultante deber¨¢ salir la hoja de ruta para el divorcio definitivo de dos mundos que cohabitaron de forma c¨®mplice durante mucho tiempo.