Italia prepara una cumbre extraordinaria del G-20 sobre Afganist¨¢n
Draghi pretende centrar el encuentro en la respuesta a los refugiados y la lucha antiterrorista
Italia est¨¢ trabajando en la convocatoria de una cumbre extraordinaria del G-20 para abordar la crisis de Afganist¨¢n y alcanzar una postura internacional com¨²n. El primer ministro, Mario Draghi, y el titular de Exteriores, Luigi Di Maio, llevan dando pasos en esa direcci¨®n desde que el pa¨ªs centroasi¨¢t...
Italia est¨¢ trabajando en la convocatoria de una cumbre extraordinaria del G-20 para abordar la crisis de Afganist¨¢n y alcanzar una postura internacional com¨²n. El primer ministro, Mario Draghi, y el titular de Exteriores, Luigi Di Maio, llevan dando pasos en esa direcci¨®n desde que el pa¨ªs centroasi¨¢tico cay¨® en manos de los talibanes hace casi dos semanas tras una ofensiva mete¨®rica. La intenci¨®n es utilizar el encuentro como complemento a la reuni¨®n excepcional del G-7 convocada por Boris Johnson, que se celebr¨® este martes y que se zanj¨® con la falta de acuerdo entre los siete pa¨ªses m¨¢s ricos del mundo sobre las repatriaciones y con el fracaso en el intento de convencer al presidente estadounidense Joe Biden de que ampl¨ªe el plazo de salida de Afganist¨¢n m¨¢s all¨¢ del 31 de agosto.
Draghi siempre ha presentado el G-20, cuya presidencia ejerce este a?o Italia, como el foro m¨¢s eficaz para poder poner en marcha una colaboraci¨®n internacional que responda a los desaf¨ªos planteados por el colapso de Afganist¨¢n. La idea de la cita extraordinaria, que se celebrar¨ªa antes de la ya programada del grupo para finales de octubre en Roma, es ¡°buscar iniciativas a favor de la estabilidad¡± en Afganist¨¢n y abordar con mayor profundidad cuestiones fundamentales que quedaron inconclusas en la reuni¨®n extraordinaria del G-7 (Estados Unidos, Reino Unido, Canad¨¢, Francia, Alemania, Italia y Jap¨®n). Entre los temas que a¨²n est¨¢n sobre la mesa y que Italia quiere debatir con el mayor n¨²mero posible de interlocutores se encuentra una eventual crisis migratoria, el respeto a los derechos humanos con el nuevo Gobierno de Kabul, el posible auge de los grupos terroristas internacionales protegidos en territorio afgano y las consecuencias de la situaci¨®n en el pa¨ªs centroasi¨¢tico para la seguridad global.
Draghi ha interrumpido sus vacaciones para comenzar a tejer una red de adhesiones y ha ido tratando todos estos temas por separado con los principales l¨ªderes mundiales como Boris Johnson, Joe Biden, Angela Merkel, Vlad¨ªmir Putin o Emmanuel Macron, a los que ha llamado uno a uno, por iniciativa propia como presidente de turno del G-20.
En la reuni¨®n del G-7 Draghi ya reconoci¨® su preocupaci¨®n por la falta de una postura com¨²n entre los pa¨ªses europeos ante el nuevo flujo migratorio provocado por la crisis afgana. Y subray¨® la necesidad de mantener un canal de comunicaci¨®n con Afganist¨¢n despu¨¦s del 31 de agosto, fecha l¨ªmite para las evacuaciones internacionales de civiles y militares.
Crisis migratoria
El objetivo de fondo del encuentro extraordinario tambi¨¦n es implicar a pa¨ªses fundamentales en el plano geopol¨ªtico como Rusia, que parece abrazar la idea de que es posible amansar a los talibanes aunque siga calific¨¢ndolos como organizaci¨®n terrorista o China, con m¨²ltiples intereses en juego y que est¨¢ aprovechando la criticada retirada estadounidense para regodearse con la posici¨®n de Washington y amedrentar a sus aliados en la zona, como Taiw¨¢n, que Pek¨ªn considera parte de su territorio. Adem¨¢s, el gigante asi¨¢tico ha mantenido contactos recientes con los talibanes, con los que comparte la antipat¨ªa hacia EE UU, aunque se ha mostrado cauto a la hora de plantear acuerdos concretos con la milicia. Ambas naciones no tienen presencia en el G-7 y en cambio s¨ª est¨¢n dentro del grupo de los 20 pa¨ªses m¨¢s poderosos, que representan alrededor del 90% del PIB mundial, el 80% del comercio global y que concentran al 60% de la poblaci¨®n del planeta.
Para gestionar el cambio del tablero pol¨ªtico en Oriente Pr¨®ximo precipitado por el ascenso de los talibanes, Italia considera que es fundamental tambi¨¦n implicar a otros miembros clave del Grupo de los 20 con intereses y gran influencia en la zona, como Arabia Saud¨ª, que tiene v¨ªnculos hist¨®ricos con los talibanes y que fue uno de los tres pa¨ªses que reconocieron el antiguo Emirato Isl¨¢mico de Afganist¨¢n establecido por los fundamentalistas. O Turqu¨ªa, que aspira a mantener su contingente militar en Kabul para garantizar la seguridad del aeropuerto, como hab¨ªa pactado con EE UU y que no se cierra a una colaboraci¨®n con el nuevo r¨¦gimen talib¨¢n. O India, que compite con Pakist¨¢n por influir en Afganist¨¢n y que es uno de los principales defensores del anterior gobierno de Kabul liderado por Ashraf Ghani, huido del pa¨ªs. Para Mario Draghi todos estos Estados son actores fundamentales porque ¡°tienen la posibilidad de controlar lo que ocurre en Afganist¨¢n¡±.
Mientras prepara estos encuentros, la diplomacia italiana tambi¨¦n est¨¢ volcada en la repatriaci¨®n de los compatriotas que permanecen en Afganist¨¢n y en la evacuaci¨®n de sus colaboradores afganos. En total, ha puesto a salvo a cerca de 4.000 afganos, casi 3.000 en los ¨²ltimos d¨ªas, ya que Italia comenz¨® las evacuaciones el pasado junio, aunque las ha intensificado estos d¨ªas.
Draghi ha anunciado adem¨¢s que Italia reutilizar¨¢ los recursos que estaban destinados a mantener las tropas en Afganist¨¢n para ayudas humanitarias y ha invitado al resto de pa¨ªses del G-7 a que hagan lo mismo.
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