La petici¨®n internacional para abrir las fronteras a las afganas recoge 120.000 firmas

Mujeres del mundo del periodismo, los derechos humanos y la cultura de varias nacionalidades han hecho un llamamiento internacional para que todos los pa¨ªses mantengan las fronteras abiertas y acojan a todas las personas que necesitan escapar de Afganist¨¢n, sobre todo a las mujeres, cuyas vidas y libertades est¨¢n especialmente amenazadas por los talibanes. Esta iniciativa, denominada ¡°Abrid las puertas a Afganist¨¢n y a las afganas¡±, ha logrado recoger en apenas 10 d¨ªas m¨¢s de 120.000 firmas que sus promotoras han entregado este martes en la oficina en Madrid del Parlamento Europeo. Entre ellas figuran reconocidas profesionales como Soledad Gallego-D¨ªaz, exdirectora de EL PA?S; Gabriela Ca?as, presidenta de la agencia de noticias EFE; y la escritora Rosa Montero. La p¨¢gina web de la iniciativa sigue abierta a la recogida de firmas.

En una rueda de prensa celebrada en el Ateneo de Madrid, las impulsoras y primeras firmantes de este llamamiento han urgido a mantener la presi¨®n sobre los gobiernos para que ¡°no se olviden¡± de las afganas: ¡°No podemos consentir que este tema se agote porque el problema va a seguir durante mucho tiempo y es necesario que quede clara la posici¨®n de la comunidad internacional¡±, ha exigido Gallego-D¨ªaz.

La primera petici¨®n que hace el documento es que se mantengan abiertas las fronteras en Afganist¨¢n para que las personas que necesiten salir puedan hacerlo en la huida masiva causada por el retorno al poder de la milicia fundamentalista, un ¡°poder fan¨¢tico impuesto por la fuerza de las armas¡±. Tambi¨¦n se reclama que se respeten ¡°los deberes elementales de solidaridad y compasi¨®n humana admitiendo en los vuelos y convoyes de repatriaci¨®n de extranjeros al mayor n¨²mero posible de afganos y especialmente afganas en peligro inminente, hayan estado o no al servicio de Estados o instituciones que los talibanes consideran enemigos¡±.

El texto hace especial menci¨®n a las mujeres afganas por su vulnerabilidad y su necesidad de protecci¨®n, ¡°sea por haber desempe?ado tareas profesionales prohibidas por los talibanes, asistido a escuelas y universidades, conducido su vida al margen de una moral fan¨¢tica o cualesquiera otros motivos¡±. ¡°La preocupaci¨®n por las mujeres de Afganist¨¢n se extiende por toda la sociedad, pero sobre todo en las mujeres. Todas estamos muy preocupadas por esta situaci¨®n¡±, ha aclarado Gallego-D¨ªaz. Las promotoras han anunciado su intenci¨®n de entregar, tambi¨¦n este martes, el manifiesto al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y al ministro de Asuntos Exteriores, Jos¨¦ Manuel Albares.

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La vida de las mujeres en Afganist¨¢n nunca ha sido sencilla. Sin embargo, los avances en los 20 a?os transcurridos desde 2001, cuando la invasi¨®n de EE UU puso fin al quinquenio de poder de los talibanes, han sido notables. Ahora, con la vuelta al poder de los insurgentes, las promotoras de esta iniciativa temen que esos progresos se reviertan y que a las afganas se las enclaustre de nuevo en sus hogares, se les imponga otra vez el burka y la obligatoriedad de ir acompa?adas de un guardi¨¢n masculino para salir a la calle, y se les proh¨ªba estudiar, trabajar, conducir y disponer de dinero propio. Sobre las mujeres afganas se ciernen riesgos como el de ser torturadas o encarceladas por mantener relaciones sexuales fuera del matrimonio o el de ser lapidadas en caso de supuesto adulterio, entre otros castigos inhumanos.

Ante este horizonte infausto, Soledad Gallego-D¨ªaz ha reclamado la necesidad de que se blinde el derecho de las mujeres a la sanidad, a la educaci¨®n y al trabajo como requisitos ¡°m¨ªnimos, necesarios y fundamentales¡±, mientras que Gabriela Ca?as ha mostrado el apoyo de las promotoras de la iniciativa a que ¡°no se reconozca al r¨¦gimen talib¨¢n en tanto en cuanto no se reconozcan estos derechos de las mujeres¡±. En el encuentro convocado por la Federaci¨®n de Asociaciones de Periodistas de Espa?a (FAPE) tambi¨¦n han estado presentes la secretaria general de la organizaci¨®n, Mar¨ªa Jes¨²s Chao, y la presidenta de la asociaci¨®n Cl¨¢sicas y Modernas, F¨¢tima Anllo.

Un ¡°genocidio contra las mujeres¡±

El drama humano de Afganist¨¢n no es ¡°solo de mujeres¡±, pero s¨ª va ¡°sobre las mujeres¡± que sufren situaciones que ¡°no se pueden admitir¡±, ha explicado Rosa Montero por videollamada. El trato que se dispensa a las cat¨¢strofes que se ciernen especialmente sobre la mitad femenina de la poblaci¨®n no suscitan, a su juicio, una reacci¨®n a la altura de las que despiertan los acontecimientos cuyas v¨ªctimas son los hombres. ¡°Cuando ha sucedido una tropel¨ªa monumental y bestial contra las mujeres en todo el mundo, ese hecho no ha tenido la consideraci¨®n de otras [tropel¨ªas]¡±, ha denunciado Montero. Las acciones del r¨¦gimen de los talibanes son, ha sostenido la escritora, un ¡°genocidio contra las mujeres¡±, por lo que Montero ha urgido a mantener la presi¨®n ante las autoridades para conseguir que la situaci¨®n de la mujer afgana sea ¡°una prioridad en la agenda internacional¡± y as¨ª evitar que el poder de los talibanes en Afganist¨¢n sea ¡°admitido con naturalidad¡±.

Las 120.000 firmas que hasta el momento se han sumado a la iniciativa han sido un logro del boca a boca, ha destacado la exdirectora de El PA?S. Gallego-D¨ªaz ha subrayado tambi¨¦n c¨®mo buena parte de las firmantes son mujeres latinoamericanas. Las promotoras del llamamiento han reflejado a su vez su voluntad de seguir trabajando en este proyecto para que no decaiga en unas semanas, aunque han insistido en que esta es una tarea de toda la sociedad. ¡°No cejemos en la presi¨®n¡±, ha declarado Gallego-D¨ªaz, antes de indicar que ¡°hacen falta meses¡± para ¡°buscar corredores que puedan sacar mujeres que se han quedado atrapadas¡±.

¡°El colapso de Afganist¨¢n representa la decadencia de Occidente, de los valores de derechos humanos en los que hemos cre¨ªdo y hemos dejado abandonados¡±, ha recalcado la periodista Pilar Requena, que puso colof¨®n a la rueda de prensa. La tambi¨¦n autora del libro Afganist¨¢n, que acudi¨® en representaci¨®n de la asociaci¨®n de periodistas especializadas en Internacional Contamos el mundo, considera que ha llegado el momento de hacer autocr¨ªtica porque ¡°hemos llegado tarde¡± a Afganist¨¢n y ni los medios de comunicaci¨®n ni la sociedad han alzado la voz antes de que los talibanes se hicieran con el poder.

La urgencia ahora es no rendirse, ha sostenido esta reportera: ¡°Si Afganist¨¢n entra ahora en el infierno, en la oscuridad, las mujeres afganas entran en el terror, en la posibilidad de ser asesinadas, de ser convertidas en esclavas sexuales y en el silencio, en el ostracismo y en la cosificaci¨®n debajo del burka¡±.