Scholz afianza sus posibilidades de gobernar Alemania tras el ¨²ltimo debate electoral
Los candidatos socialdem¨®crata y verde exhiben su unidad en pol¨ªtica social e impuestos frente a las cr¨ªticas de Laschet
Los vientos de cambio soplan cada vez con m¨¢s fuerza en la pol¨ªtica alemana. El tercer debate entre los dos hombres y la mujer que aspiran a liderar el pa¨ªs no ha movido este domingo ni un mil¨ªmetro las expectativas de los contendientes. Y, a solo una semana de las elecciones, todo lo que suene a inmovilismo tiene ahora mismo un ¨²nico beneficiado: el socialdem¨®crata Olaf Scholz. Nada m¨¢s terminar el programa, una encuesta ha confirmado la muy amplia distancia del fa...
Los vientos de cambio soplan cada vez con m¨¢s fuerza en la pol¨ªtica alemana. El tercer debate entre los dos hombres y la mujer que aspiran a liderar el pa¨ªs no ha movido este domingo ni un mil¨ªmetro las expectativas de los contendientes. Y, a solo una semana de las elecciones, todo lo que suene a inmovilismo tiene ahora mismo un ¨²nico beneficiado: el socialdem¨®crata Olaf Scholz. Nada m¨¢s terminar el programa, una encuesta ha confirmado la muy amplia distancia del favorito. Un 42% cree que Scholz gan¨® el debate frente al 27% que apuesta por el democristiano Armin Laschet y el 25% por la verde Annalena Baerbock.
Cuando acept¨® liderar la candidatura del Partido Socialdem¨®crata (SPD), parec¨ªa destinado a convertirse en la en¨¦sima v¨ªctima de la m¨¢quina de ganar elecciones que es ¡ªo era¡ª la Uni¨®n Cristianodem¨®crata (CDU). Un a?o m¨¢s tarde de esa decisi¨®n, Scholz tiene m¨¢s papeletas que nadie para convertirse en el noveno canciller de la Rep¨²blica Federal.
Su enfrentamiento televisivo con Laschet no ha aportado grandes novedades. Pero s¨ª ha servido para visualizar sus muchos acuerdos con Baerbock en asuntos como elevar el salario m¨ªnimo a 12 euros por hora, subir los impuestos a los que m¨¢s ganan o la protecci¨®n del medio ambiente. ¡°Cuando est¨¢ en el Gobierno defiende que los agentes sociales pacten el salario m¨ªnimo y en campa?a dice que ser¨¢ el SPD quien lo decida. Usted no es cre¨ªble¡±, le ha atacado Laschet. Scholz sonre¨ªa tranquilo. Tan tranquilo que hasta la moderadora le ha preguntado en un momento dado si no quer¨ªa intervenir. El debate del domingo a veces parec¨ªa la primera reuni¨®n de un gabinete con el canciller Scholz y la vicecanciller Baerbock.
Laschet parec¨ªa desfondado. No le funcion¨® ni el tono presidencial del primer debate ni el m¨¢s agresivo del segundo. Acumula unas semanas muy duras. La canciller Angela Merkel se vio obligada en su ¨²ltima intervenci¨®n parlamentaria a salir al rescate de un candidato que ya se intuye como un error. Markus S?der, l¨ªder del partido hermano b¨¢varo CSU, disfrutaba de unos ¨ªndices de popularidad mucho mejores. Coquete¨® con la idea de aspirar al puesto m¨¢s alto de la pol¨ªtica alemana, pero Laschet no se hizo a un lado. Finalmente se opt¨® por la tradici¨®n y triunf¨® el presidente de la CDU. Muchos en la Konrad Adenanuer Haus, la sede del partido, se tiran ahora de los pelos.
A la espera de lo que ocurra el pr¨®ximo domingo, el p¨¢nico ya cunde en la CDU. Y empiezan a volar algunos cuchillos. Wolfgang Sch?uble, actual presidente del Bundestag y una de las figuras m¨¢s destacadas de la pol¨ªtica alemana de las ¨²ltimas d¨¦cadas, ha responsabilizado a Merkel en una entrevista de los negros presagios que rodean a su partido. El hecho de que la mujer que ha regido Alemania desde 2005 renunciara hace tres a?os a la jefatura del partido pero no a la canciller¨ªa ha impedido, seg¨²n la versi¨®n de Sch?uble, que su sucesor se beneficie del plus de popularidad que le habr¨ªa dado llegar a estas elecciones como jefe de Gobierno. As¨ª, Laschet habr¨ªa llegado a estas elecciones atado de pies y manos: no puede ofrecer un gran cambio, pero tampoco tiene la experiencia necesaria para presentarse como garante de la estabilidad.
Chaparr¨®n en la CDU
El rapapolvo de Sch?uble a su antigua jefa no es el ¨²nico chaparr¨®n que cae sobre la CDU. Seg¨²n la edici¨®n dominical del Frankfurter Allgemeine Zeitung, figuras tan destacadas como la ministra de Defensa que sucedi¨® brevemente a Merkel al frente de los democristianos, Annegret Kramp-Karrenbauer, el ministro de Econom¨ªa, Peter Altmaier, o el n¨²mero dos del partido, Paul Ziemiak, temen que la debacle sea de tal magnitud que no obtengan su esca?o por mandato directo.
El sistema electoral alem¨¢n otorga a los ciudadanos dos votos: uno para la persona y otro para el partido. Si estos temores se hacen realidad, los primeros espadas de la CDU podr¨ªan entrar en el Parlamento, pero lo har¨ªan con la humillaci¨®n de no haber sido elegidos directamente por lograr el mayor n¨²mero de votos de sus circunscripciones, sino con el premio de consolaci¨®n de entrar en el Bundestag gracias a las listas del partido.
Todos los sondeos apuntan a Scholz como el favorito. Pero nada est¨¢ escrito a¨²n. ¡°El resultado est¨¢ muy abierto¡±, opina Wolfgang Merkel, profesor de Ciencias Pol¨ªticas en la Universidad Humboldt de Berl¨ªn. Este experto cree que hay dos factores que hacen muy complicado predecir qu¨¦ ocurrir¨¢ el pr¨®ximo domingo: ¡°Hay bastantes m¨¢s indecisos que en comicios anteriores y adem¨¢s se est¨¢ acelerando un fen¨®meno que llamamos desalineamiento: cada vez hay m¨¢s votantes que ya no apoyan al que hab¨ªa sido su partido¡±.
El liderazgo de Scholz depende en realidad de pocos puntos porcentuales, tres o cuatro. Podr¨ªa haber sorpresas. Los indecisos podr¨ªan esperar hasta el mismo d¨ªa de las elecciones y qui¨¦n sabe si votar¨¢n en clave conservadora, en el sentido de hacerlo por un partido tradicional del que no esperan reformas atrevidas o experimentos, asegura el profesor de Ciencias Pol¨ªticas.
La CDU, adem¨¢s, ha sido infravalorada en los sondeos en elecciones regionales recientes, como la de Sajonia-Anhalt, donde parec¨ªa que el partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) pod¨ªa salir vencedor. La batalla no est¨¢ decidida. Scholz no tiene a¨²n ganada la partida. Pero parece claro que el debate del domingo no va a convencer a los indecisos ni provocar un trasvase de votos de un partido a otro.
Clima y salarios, pero nada de pol¨ªtica exterior
Alemania se mira el ombligo. En medio de la crisis de Afganist¨¢n que ha conmocionado al mundo, la pol¨ªtica exterior ha estado pr¨¢cticamente ausente de los tres debates celebrados por los tres candidatos con posibilidades de llegar a canciller. En el encuentro de este domingo, la ¨²nica menci¨®n a lo que ocurre fuera de las fronteras del pa¨ªs ha llegado en los mensajes finales de Laschet, a favor de mantener una Europa unida, y Baerbock, que ha pedido una pol¨ªtica exterior orientada a los derechos humanos. Eso ha sido todo.
La hora y media restante de debate se ha centrado en asuntos como el salario m¨ªnimo, los impuestos, el cambio clim¨¢tico, la seguridad, el coronavirus y la digitalizaci¨®n. El paquete sobre el clima ha sido el m¨¢s largo de la noche, con m¨¢s de 10 minutos. Laschet ha criticado la herencia recibida de Merkel al decir que Alemania deber¨ªa haber abandonado el carb¨®n antes de cerrar las nucleares. Est¨¢ previsto clausurar la ¨²ltima central de carb¨®n en 2038. El cierre nuclear ser¨¢, en cambio, mucho m¨¢s r¨¢pido: el ¨²ltimo reactor nuclear dejar¨¢ de funcionar en 2022.
En un panorama electoral tan fragmentado como el alem¨¢n no pod¨ªa faltar la discusi¨®n sobre qui¨¦n pactar¨¢ con qui¨¦n a partir del domingo. Aqu¨ª, una vez m¨¢s, los candidatos del SPD y de Los Verdes han estado de acuerdo en la necesidad de que el partido de Laschet salga del Gobierno. ¡°La mayor parte de los votantes realmente quieren que despu¨¦s de tantos a?os la CDU/CSU pase a la oposici¨®n¡±, ha respondido Scholz cuando le han preguntado por la posibilidad de reeditar la gran coalici¨®n que ha regido Alemania 12 de los ¨²ltimos 16 a?os.
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