Scholz ampl¨ªa su ventaja tras el segundo debate electoral en Alemania
El socialdem¨®crata aguant¨® flem¨¢tico los ataques de Armin Laschet, el candidato conservador que va segundo en las encuestas
Olaf Scholz est¨¢ en racha. El candidato socialdem¨®crata a las elecciones alemanas gan¨® el segundo debate entre los tres aspirantes a suceder a Angela Merkel al frente de la canciller¨ªa. As¨ª al menos lo se?alaron los telespectadores, que le dieron la mejor puntuaci¨®n en casi todos los aspectos: les pareci¨® el m¨¢s competente, el m¨¢s cre¨ªble, el que mejor present¨® sus ideas. Y ello pese a enfrentarse a un rival claramente al ataque que en los primeros minutos del debate, celebrado el domingo por la noche, parec¨ªa que le dejaba sin palabras al encadenar una acusaci¨®n tras otra. La ofensiva del conservador Armin Laschet, hundido en las encuestas, fue contundente. Sac¨® toda la artiller¨ªa que en el debate anterior ni hab¨ªa mencionado, l¨¦ase los esc¨¢ndalos financieros de Wirecard y Cum-Ex, ocurridos bajo la supervisi¨®n de Scholz como ministro de Finanzas del Gobierno de Gran Coalici¨®n de Merkel. Scholz aguant¨® el chaparr¨®n sin interrumpir y despu¨¦s se explic¨® con ese tono de voz monocorde que le caracteriza.
Los sondeos publicados el fin de semana siguen dando un buen margen, de hasta cinco puntos porcentuales, al socialdem¨®crata. Por eso Scholz sali¨® a no cometer errores y a dar la imagen de solidez, eficacia y estabilidad que tan bien le ha funcionado hasta ahora. Laschet, en cambio, estaba obligado a atacar. La moderaci¨®n del primer debate, en el que fue mucho menos incisivo, no le funcion¨®. El conservador trata de dar impulso a su candidatura en la recta final de la campa?a con distintos actos. Este lunes present¨® un ¡°programa de trabajo¡± para los primeros 100 d¨ªas de gobierno cuyas l¨ªneas maestras en realidad ya figuran en el programa electoral.
La candidata de los Verdes, Annalena Baerbock, tambi¨¦n estuvo a la ofensiva pero contra sus dos contendientes, a los que asocia con el pasado y el statu quo, frente a la renovaci¨®n que representa su partido. Se centr¨® en reprocharles a ellos su inacci¨®n tras ocho a?os de gobierno conjunto, y en subrayar los planes de los Verdes para combatir la crisis clim¨¢tica. En la ¨²ltima encuesta para el diario Bild, publicada el s¨¢bado, el clima es el tema de campa?a m¨¢s importante para los alemanes. A dos semanas de los comicios, el SPD tiene una intenci¨®n de voto del 25,9%, frente al 21,1% de la CDU-CSU y el 15,8% de los Verdes, seg¨²n la media de varios sondeos recientes.
El primer cuarto de hora fue el m¨¢s emocionante. Despu¨¦s, el encuentro perdi¨® completamente el ritmo y se asemej¨® m¨¢s a una entrevista por turnos que a un debate. Todos los asuntos desagradables se ventilaron al principio. Por momentos, Laschet parec¨ªa incluso demasiado agresivo para los est¨¢ndares de la pol¨ªtica alemana. Adem¨¢s de los esc¨¢ndalos financieros, sac¨® a relucir el registro de la Fiscal¨ªa en el Ministerio de Scholz ¨Cy en el de Justicia- de la semana pasada, dentro de una investigaci¨®n sobre el presunto desinter¨¦s de una oficina gubernamental que persigue el lavado de dinero. Pese a que est¨¢ claro que no afecta directamente al ministro, Laschet insisti¨® en su ¡°responsabilidad de vigilancia¡± y le solt¨® una frase que parec¨ªa ensayada: ¡°Si mi ministro de Finanzas [Laschet preside el Estado federado de Renania del Norte-Westfalia] trabajara como usted, tendr¨ªamos un problema¡±. Scholz, por supuesto, apenas se inmut¨®. Flem¨¢tico, se limit¨® a decirle que estaba usando ¡°premisas falsas¡± y que un pol¨ªtico responsable no debe comportarse as¨ª.
La pol¨ªtica exterior estuvo pr¨¢cticamente ausente del debate. Los moderadores y los candidatos prefirieron centrarse en lo que sucede dentro de las fronteras de Alemania. Se mencion¨® por encima a Europa y a la OTAN, pero solo cuando Laschet atac¨® de nuevo a Scholz acerca de una posible coalici¨®n entre socialdem¨®cratas, verdes y Die Linke, el partido poscomunista. Como ya hizo en el anterior debate, exigi¨® a Scholz que se pronunciara sobre si pactar¨ªa con una formaci¨®n que quiere que la OTAN desaparezca y que critica varios aspectos de la Uni¨®n Europea. Scholz evit¨® descartar una alianza con Die Linke y dijo que lo primero es que los votantes den su opini¨®n el 26 de septiembre. Los analistas aseguran que los socialdem¨®cratas quieren mantener abierta esa puerta para presionar a los liberales del FDP, el otro partido bisagra con el que Scholz podr¨ªa conseguir una mayor¨ªa para gobernar con los Verdes. A estas alturas, y salvo que las encuestas se equivoquen, est¨¢ claro que ser¨¢ necesario un tripartito. Y que conseguir un acuerdo a tres bandas podr¨ªa suponer meses de negociaciones.
Laschet subray¨® que no pactar¨ªa ni con la izquierda de Die Linke ni con el partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD), lo que provoc¨® la reacci¨®n de los otros dos candidatos, que le recordaron lo ¡°peligroso¡± que es comparar a una formaci¨®n democr¨¢tica con otra que ¡°no respeta la Ley fundamental¡± alemana. AfD est¨¢ bajo vigilancia de los servicios secretos alemanes por su radicalismo y por ir en contra del orden democr¨¢tico y todos los partidos mantienen un estricto cord¨®n sanitario con esta formaci¨®n. A Laschet tambi¨¦n le recordaron durante el debate que la CDU tiene un candidato regional, Hans-Georg Maassen, al que se relaciona con la ¨®rbita ideol¨®gica de AfD.
Los moderadores preguntaron por la crisis del coronavirus y por lo que se podr¨ªa haber hecho de otra forma. Laschet dijo mientras se sacaba una mascarilla del bolsillo que la lecci¨®n m¨¢s importante es la necesidad de tener una ¡°autarqu¨ªa europea¡±, en el sentido de no depender de terceros pa¨ªses en cuestiones estrat¨¦gicas como la fabricaci¨®n de mascarillas. Sus oponentes no aprovecharon la ocasi¨®n de sacar a relucir el esc¨¢ndalo de las comisiones que presuntamente cobraron varios diputados conservadores por hacer de intermediarios en la compra de tapabocas durante la primera ola de la pandemia. Los tres candidatos animaron a los alemanes a vacunarse. Solo el 62% de la poblaci¨®n tiene la pauta completa, frente al 75% de Espa?a.
La crisis clim¨¢tica ocup¨® buena parte del debate. Baerbock insisti¨® en que los alemanes tendr¨¢n que decidir entre votar ¡°m¨¢s de lo mismo¡± o hacerlo por un partido que quiere acelerar la transici¨®n energ¨¦tica, adelantando la salida del carb¨®n, por ejemplo [prevista para 2038]. ¡°Alemania puede hacer mucho m¨¢s¡±, subray¨®. Una de las cuestiones clave es el coste de esa transici¨®n, cu¨¢nto dinero va a costar a los contribuyentes. En una de las preguntas el moderador dio por hecho que ser¨¢ ¡°como m¨ªnimo igual de cara¡± que la reunificaci¨®n alemana, algo que espanta a muchos votantes conservadores. Laschet mantiene que los impuestos bajar¨¢n con un gobierno conservador, mientras Baerbock asegura que es necesario hacer inversiones. Scholz se cur¨® en salud con esta frase: ¡°El camino moderado es el camino adecuado¡±.
Los candidatos hablaron tambi¨¦n ¨Cpor turnos, sin interrumpirse y sin apenas dialogar- de la digitalizaci¨®n, esa asignatura pendiente de Alemania. Baerbock puso de ejemplo a Espa?a: ¡°Tenemos que hacer como ellos y decir que es una tarea de Estado¡±. En la cuesti¨®n de la vivienda Scholz y Laschet coincidieron en que el principal problema es que se construye poco. Scholz no se manifest¨® claramente a favor de un tope de alquiler a nivel federal como piden distintas iniciativas ciudadanas que denuncian el alto precio de los alquileres. En la cuesti¨®n de los impuestos volvieron a verse las diferencias entre ambos. Scholz record¨® que, seg¨²n el programa electoral de los conservadores, a alguien como ¨¦l, con sueldo de ministro, le bajar¨ªan los impuestos. Laschet subray¨® que subirlos es ¡°el camino equivocado¡±.
Los candidatos todav¨ªa se ver¨¢n las caras en televisi¨®n una vez m¨¢s antes de las elecciones, el 19 de septiembre.
Laschet presenta un "programa inmediato" para los primeros 100 d¨ªas
El resto de partidos presentaron sus programas y a sus candidatos y empezaron a hacer campa?a para las elecciones alemanas como se he hecho siempre: en m¨ªtines, entrevistas en prensa, debates televisivos¡ El conservador Armin Laschet no. No se lo pod¨ªa permitir. Presionado por unos sondeos que sit¨²an su intenci¨®n de voto en la m¨¢s baja cosechada nunca por la CDU-CSU (entre el 20 y el 22%, seg¨²n la encuesta), se ha visto obligado a aparecer m¨¢s de lo habitual ante los potenciales votantes y a presentarse como un pol¨ªtico con iniciativa. Hace unos d¨ªas present¨® a su ¡°equipo para el futuro¡± compuesto por ocho personas que formar¨ªan el n¨²cleo duro de su gobierno si resulta elegido. Este lunes ha vuelto a convocar a los medios para presentar un ¡°programa inmediato¡± para los 100 primeros d¨ªas de ese hipot¨¦tico gobierno conservador.
Quiere ¡°dar m¨¢s dinero, m¨¢s tiempo y m¨¢s peso a las familias¡±, asegur¨® durante la rueda de prensa. Pese a la bajada de impuestos es uno de los ejes de su campa?a, Laschet propone aumentar las prestaciones por hijo, subir la ayuda a familias monoparentales hasta los 5.000 euros y que los gastos del cuidado de los menores puedan deducirse del impuesto de la renta hasta 6.000 euros. En su plan de seis puntos tambi¨¦n figuran los empleos, la seguridad, las pymes, el clima y la mejora tecnol¨®gica. ¡°Nuestro mensaje es claro: se puede confiar en la CDU-CSU en tiempos de incertidumbre. Defendemos el crecimiento, la prosperidad, una econom¨ªa social de mercado clim¨¢ticamente neutra y buenos empleos¡±, a?adi¨®. La mayor parte de sus propuestas ya figuraban en el programa electoral. Entre otras cosas, Laschet propone aumentar el m¨¢ximo que se puede cobrar en los minijobs, trabajos por horas que no cotizan a la Seguridad Social. Pasar¨ªa de 450 a 550 euros al mes.
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