La rebeli¨®n polaca consagra el golpe a la independencia judicial
Algunos juristas ven en el fallo el ¨²ltimo intento del Gobierno de acaparar todo el poder
El primer juez que alz¨® la voz contra las ilegalidades que se estaban cometiendo fue Waldemar Zurek, hace unos cinco a?os. Desde que lleg¨® al poder en 2015, el ultraconservador partido Ley y Justicia (PiS), de Jaroslaw Kaczynski, emprendi¨® una reforma del poder judicial que tiene soliviantados a los jueces polacos y a Bruselas por su ataque frontal contra el Estado de derecho. Zurek se ha convertido en un s¨ªmbolo de resisten...
El primer juez que alz¨® la voz contra las ilegalidades que se estaban cometiendo fue Waldemar Zurek, hace unos cinco a?os. Desde que lleg¨® al poder en 2015, el ultraconservador partido Ley y Justicia (PiS), de Jaroslaw Kaczynski, emprendi¨® una reforma del poder judicial que tiene soliviantados a los jueces polacos y a Bruselas por su ataque frontal contra el Estado de derecho. Zurek se ha convertido en un s¨ªmbolo de resistencia entre la judicatura y el enemigo n¨²mero uno del Gobierno, pero 12 expedientes disciplinarios despu¨¦s, este s¨¢bado confesaba en el despacho de uno de sus 25 abogados en Varsovia que est¨¢ ¡°terriblemente cansado¡±. El ¨²ltimo golpe ha sido la sentencia del Tribunal Constitucional de este jueves, que considera que la ley fundamental polaca prevalece sobre la justicia europea y coloca al pa¨ªs a las puertas de lo que ya se conoce como Polexit.
Analistas y juristas ven en el radical movimiento del tribunal una ¨²ltima b¨²squeda desesperada del gobernante PiS por acaparar todo el poder y conquistar el ¨²ltimo basti¨®n: el judicial. ¡°Hay elecciones en dos a?os y el PiS ve que se est¨¢ debilitando en el ejecutivo y el legislativo. Por eso quieren tambi¨¦n el tercer poder, el judicial¡±, afirma Aleksander Smolar, analista de la fundaci¨®n Stefan Batory.
La jueza Monika Frackowiak, de la asociaci¨®n de jueces Iustitia, apunta en la misma direcci¨®n: ¡°El partido gubernamental sabe que est¨¢ perdiendo poder y que quien puede controlarle y ser su ¨²ltimo obst¨¢culo son los juzgados y los 10.000 jueces¡±, a?ade la jueza. ¡°Un sistema judicial independiente no encaja con el poder autoritario¡±, dice Dariusz Mazur, portavoz de Themis, otra organizaci¨®n de jueces.
En el trayecto para hacerse con el poder judicial, se han abierto 150 expedientes contra jueces y fiscales en el pa¨ªs. El Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos tiene a su vez varios casos contra Polonia. La ¨²ltima sentencia europea, de este mi¨¦rcoles, fall¨® contra el traslado forzoso de jueces y el sistema para nombrar a los miembros de las c¨¢maras de apelaci¨®n del Supremo, en respuesta a una consulta prejudicial del juez Zurek, al que quisieron trasladar de segunda a primera instancia. Su compa?ero Maciej Czajka, sentado junto a ¨¦l en la sede de la fundaci¨®n Tribunales Libres (Wolne Sady), a un paso del Parlamento polaco, cuenta que a ¨¦l le han cambiado de la secci¨®n penal a la civil, ¡°despu¨¦s de 20 a?os como experto en penal¡±. Lo suyo, explica, fue en represalia por negarse a compartir sala y estrado con los llamados neojueces, que calculan que son unos 1.000 en todo el pa¨ªs.
¡°Son jueces falsos; todos los jueces nominados por el nuevo Consejo Nacional Judicial son ilegales¡±, seg¨²n el juez Czajka, que cita sentencias europeas. Compartir fallos con ellos, explica, significa a?adir inseguridad jur¨ªdica a las decisiones: ¡°Es peligroso para los ciudadanos y para el Estado¡±.
Neojueces, jueces falsos o jueces ilegales son t¨¦rminos muy repetidos entre la judicatura polaca. Tambi¨¦n tildan al Constitucional de ilegal, no solo porque 10 de sus 15 jueces hayan sido nombrados por el Gobierno, sino porque adem¨¢s el presidente Andrzej Duda coloc¨® a tres para puestos que no estaban vacantes. A esos los llaman jueces dobladores.
En las conversaciones con analistas polacos es recurrente la idea de que el Constitucional es una marioneta del Gobierno del partido de Kaczynski. ¡°No es un tribunal independiente y parcial, como fue un d¨ªa. El Constitucional es una herramienta del PiS¡±, dice Mazur. ¡°Sus decisiones legitiman todo lo que el Gobierno desea pero no se atreve a plantear abiertamente en el Parlamento polaco, como hizo con el aborto¡±, a?ade la jueza Frackowiak.
El fallo del Constitucional que ha zarandeado la estructura legal del edificio europeo lleg¨® solo un d¨ªa despu¨¦s de que el TJUE diese la raz¨®n al juez Zurek y afirmase adem¨¢s que la ley europea prevalece sobre la polaca. ¡°Polonia dice que el Tribunal de Justicia de la Uni¨®n Europea act¨²a fuera de su competencia en lo que se refiere al poder judicial¡±, explica Jaroslaw Sulkowski, profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de Lodz, para acto seguido aclarar que esto es falso. Como recuerda, hay ¨¢mbitos de competencias de los Estados miembros delegadas a la UE que Varsovia cedi¨® en su adhesi¨®n en 2004, tras un refer¨¦ndum.
La Constituci¨®n polaca y los tratados europeos son los mismos ahora que entonces, recuerdan otros analistas. ¡°No hay contradicci¨®n entre las leyes europeas y las polacas¡±, coincide la jueza Frackowiak, que advierte sobre el caos legal que va a introducir el fallo en un momento ya inestable en el sistema judicial polaco.
¡°Es un movimiento pol¨ªtico para congelar y paralizar a los jueces, que ahora no podemos aplicar la legislaci¨®n europea¡±, a?ade Czajka. Todav¨ªa, dos d¨ªas despu¨¦s, sigue sin dar cr¨¦dito: ¡°Es incre¨ªble. Tenemos la obligaci¨®n de respetar las leyes europeas, somos miembros de la UE, y ahora Polonia nos lo proh¨ªbe¡±.
¡®Polexit¡¯
El Gobierno niega que la sentencia sea un primer paso hacia el Polexit, o la eventual salida de la UE de Polonia, pero juega con una ret¨®rica ambigua en la que se declara un leal miembro de la UE pero a la vez defiende su soberan¨ªa. ¡°Esto es el Polexit, ni m¨¢s ni menos; es inimaginable que haya un miembro de la Uni¨®n Europea sin el principio de la primac¨ªa de la ley europea y sin su aplicaci¨®n directa¡±, dice sin ambages Frackowiak. ¡°Parece que Polonia ha decidido dejar el ¡®eurotren¡¯ en una estaci¨®n llamada autoritarismo¡±, contesta Dariusz Mazur. Para la analista de la fundaci¨®n Helsinki Malgorzata Szuleka, ¡°es mucho peor que el Polexit: es socavar la Uni¨®n desde dentro¡±, y en Polonia, a?adir m¨¢s ¡°incertidumbre y desorden legal¡±.
Plataforma C¨ªvica, el principal partido de la oposici¨®n, capitaneado por Donald Tusk, expresidente del Consejo Europeo, ha llamado a salir hoy a la calle ¡°para defender la Polonia europea¡±. El ¨²ltimo eurobar¨®metro se?ala que el 81% de los polacos es europe¨ªsta, pero hay quien tiene dudas sobre si un tema jur¨ªdico complicado, que afecta al poder judicial, lograr¨¢ movilizar a la sociedad. ¡°No es lo mismo que cuando el aborto, que estaba claro¡±, reflexiona Frackowiak. Menos abstracta es la cuesti¨®n del dinero y el riesgo en el que se encuentran los 36.000 millones de euros del plan de recuperaci¨®n para Polonia, en fase final de negociaci¨®n en Bruselas. ¡°Saben (en el PiS) que es peligroso si la gente se ve privada de ayudas econ¨®micas¡±, opina Smolar. ¡°Pero no se puede excluir que est¨¦n dispuestos a todo, incluso el suicidio pol¨ªtico¡±, dice el analista, que de lo ¨²nico que est¨¢ seguro es de que el partido ¡°no abandonar¨¢ las pol¨ªticas autoritarias¡±.
Pese al cansancio, el insomnio, el da?o sufrido por su familia, las secuelas en su salud, el acoso laboral y los expedientes disciplinarios, el juez Zurek no se toma vacaciones ni piensa parar de ejercer. ¡°De adolescente fui militante contra el comunismo en la clandestinidad. No quiero volver a ese r¨¦gimen y veo los mismos mecanismos. Si perdemos la protecci¨®n de los tribunales europeos, acabaremos siendo como Bielorrusia y a los jueces nos meter¨¢n en la c¨¢rcel¡±. ¡°No pienso rendirme¡±, a?ade. A su lado, el juez Czajka advierte de que lo que les est¨¢ pasando es un problema europeo. ¡°Si el Estado de derecho se acaba en Polonia, puede ocurrir tambi¨¦n en otros sitios¡±.
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