Polonia se rebela contra la justicia europea y coloca el pa¨ªs al borde de la ruptura legal con la UE
El Constitucional polaco declara que varios art¨ªculos de los tratados de la Uni¨®n son incompatibles con la Ley Fundamental del pa¨ªs
Polonia ha dado este jueves un paso de gigante hacia un choque frontal con el resto de socios de la Uni¨®n Europea. El Tribunal Constitucional, en un veredicto demoledor y de consecuencias impredecibles, ha dictaminado que varios art¨ªculos de los tratados de la Uni¨®n Europea son inconstitucionales en su pa¨ªs, una decisi¨®n que equivale a una declaraci¨®n de guerra jur¨ªdica contra uno de los pilares fundamentales de la UE: la primac¨ªa del derecho comunitario sobre el nacional.
La rebeli¨®n del m¨¢ximo int¨¦rprete de la Constituci¨®n polaca llega en un momento de tensi¨®n extrema entre Bruselas y Varsovia, con fuego cruzado cada vez de mayor calibre a cuenta del Estado de derecho en el socio del Este. Y guerras abiertas en distintos frentes, que van de la independencia judicial al respeto al colectivo LGTBI+. El fallo coloca a Polonia al borde de la ruptura legal con el bloque comunitario, ya que dinamita uno de los principales fundamentos en los que se apoya la arquitectura jur¨ªdica de la UE y del que dependen en gran medida desde el buen funcionamiento del mercado interior a la cooperaci¨®n judicial transfronteriza o la integridad de la normativa comunitaria en todo el territorio de los 27 Estados miembros.
La resoluci¨®n, que se hab¨ªa pospuesto hasta cuatro veces, da respuesta a una pregunta planteada en marzo pasado al Constitucional por parte del Gobierno de Mateusz Morawiecki, de la formaci¨®n ultraconservadora Ley y Justicia (PiS), quien defend¨ªa la misma tesis que al final ha sostenido el alto tribunal: que el derecho polaco tiene primac¨ªa sobre el europeo. El primer ministro polaco solicit¨® a la m¨¢xima autoridad judicial de su pa¨ªs que se pronunciara sobre la compatibilidad de varios reglamentos comunitarios con el orden constitucional polaco y la obligaci¨®n de los tribunales nacionales de acatar las sentencias del Tribunal de Justicia europeo.
Horas antes, el portavoz del Gobierno, Piotr M¨¹ller, aseguraba a trav¨¦s de redes sociales que ¡°la sentencia tiene en cuenta en gran medida la moci¨®n del primer ministro¡±. ¡°La primac¨ªa del derecho constitucional sobre otras fuentes del derecho se deriva literalmente de la Constituci¨®n de la Rep¨²blica de Polonia. Hoy (una vez m¨¢s) esto ha sido claramente confirmado por el Tribunal Constitucional¡±, afirmaba.
El tribunal, formado por 12 miembros, ha tomado la decisi¨®n por mayor¨ªa, con dos votos discrepantes. El centro de gravedad del fallo sostiene que la UE no tiene competencia para evaluar la justicia polaca ni su funcionamiento, protegiendo as¨ª las reformas del poder judicial aprobadas por el PiS y cuestionadas por Bruselas, y dando alas ¡ªy una coartada jur¨ªdica¡ª a las autoridades para no cumplir con las sentencias del Tribunal de Justicia de la UE (TJUE). El partido del Gobierno asegura que las reformas buscan la modernizaci¨®n de un poder judicial con vestigios del sistema comunista; mientras que Bruselas ve en ellas una excusa para minar la independencia de los jueces, otro de los principios b¨¢sicos del Estado de derecho.
Bruselas confiaba en obtener una resoluci¨®n ¡°salom¨®nica¡±, en una de esas piruetas jur¨ªdicas capaces de contentar a europe¨ªstas y euroesc¨¦pticos a un tiempo, y oxigenar as¨ª las tensas relaciones que han ido agrav¨¢ndose desde hace meses. Pero el fallo resulta contundente. El comisario de Justicia, Didier Reynders, que se enter¨® de la sentencia en Luxemburgo, durante un Consejo de ministros de Interior y Justicia de la UE, ha pedido tiempo para valorar en profundidad los detalles de la decisi¨®n polaca, pero ha advertido de que habr¨¢ una respuesta: ¡°Se est¨¢ poniendo en tela de juicio una serie de principios en los que se funda nuestra Uni¨®n, y esto justifica que la Comisi¨®n, como guardiana de los tratados, tome cartas en el asunto¡±, dijo en una comparecencia tras la cumbre. ¡°Llevamos tiempo actuando en este ¨¢mbito y de nuevo lo haremos¡±, a?adi¨® sobre la ¡°escalada¡± que se vive con Varsovia ¡°desde hace meses e incluso a?os¡±.
A trav¨¦s de un comunicado, la Comisi¨®n ha expresado su ¡°preocupaci¨®n¡± y ha reafirmado su defensa de los principios fundadores del ordenamiento jur¨ªdico de la Uni¨®n: la primac¨ªa del derecho de la UE sobre el nacional, ¡°incluidas las disposiciones constitucionales¡± y que ¡°todas las sentencias del Tribunal de Justicia europeo son vinculantes para las autoridades de todos los Estados miembros, incluidos los tribunales nacionales¡±. ¡°Analizaremos detalladamente la sentencia del Tribunal Constitucional polaco y decidiremos los pr¨®ximos pasos. La Comisi¨®n no dudar¨¢ en hacer uso de sus competencias en virtud de los tratados para salvaguardar la aplicaci¨®n uniforme y la integridad del derecho de la Uni¨®n¡±.
Los movimientos entre Bruselas y Varsovia recuerdan, de alg¨²n modo, a una guerra de trincheras en la que los soldados asoman la cabeza, disparan y luego se agachan y aguardan tumbados el fuego de respuesta desde el otro lado: a la espera de lo que haga ahora la Comisi¨®n, la decisi¨®n del Constitucional polaco llega solo un d¨ªa despu¨¦s de que el Tribunal de Justicia de la Uni¨®n Europea diera el ¨²ltimo golpe a Varsovia, al fallar que el traslado forzoso de jueces polacos para impedirles dirimir ciertos casos puede vulnerar los principios de la inamovilidad de los jueces y de la independencia judicial; el veredicto tambi¨¦n cuestionaba el sistema de nombramiento de los miembros de las c¨¢maras de apelaci¨®n del Tribunal Supremo de Polonia y llega a reconocer que los magistrados polacos pueden obviar sus decisiones acogi¨¦ndose a la primac¨ªa del derecho comunitario sobre el nacional.
Tambi¨¦n este jueves, el Tribunal de Justicia de la UE emiti¨® un auto en el que rechazaba la petici¨®n de Polonia de aplazar las medidas cautelares dictadas en julio por la corte europea, a instancias de la Comisi¨®n, para frenar la puesta en marcha de una sala disciplinaria en el Supremo polaco que, seg¨²n Bruselas, vulnera la normativa comunitaria. Varsovia defend¨ªa que las medidas cautelares solicitadas eran incompatibles con una reciente sentencia del Constitucional polaco. Pero el auto le record¨® ¡°la primac¨ªa del derecho comunitario¡± y que el art¨ªculo 19 del Tratado de la UE ¡ªel mismo que cuestiona con su fallo el Constitucional polaco¡ª permite que ¡°las disposiciones nacionales concernientes a la organizaci¨®n de la justicia en los Estados miembros puedan ser objeto de control¡±.
Millones de euros en juego
Con el apoyo de los igualmente contundentes fallos del Tribunal de Justicia de la Uni¨®n, la Comisi¨®n trata de acorralar y poner un cerco cada vez m¨¢s estrecho a Polonia. En septiembre, la Comisi¨®n solicit¨® a la justicia europea que impusiera una multa al pa¨ªs para obligarlo a acatar las medidas cautelares exigidas en julio para frenar el funcionamiento de una sala disciplinaria del Supremo; adem¨¢s, Bruselas inici¨® un procedimiento para exigir a Varsovia que cumpla otra sentencia europea que declar¨® ilegal el r¨¦gimen disciplinario de la magistratura polaca. En ambos casos, el Gobierno polaco se expone a unas sanciones que podr¨ªan alcanzar cientos de millones de euros.
Las declaraciones del comisario de Justicia indican que una de las opciones de Bruselas es instar un nuevo procedimiento contra Varsovia tras el veredicto del Constitucional. ¡°Vamos a seguir utilizando todos los instrumentos que tenemos a nuestro alcance¡±, ha dicho Reynders, que ha mencionado otro de los argumentos con los que la Comisi¨®n pretende torcer el brazo del d¨ªscolo vecino del Este: los multimillonarios fondos de recuperaci¨®n.
Polonia es, junto a Hungr¨ªa, uno de los pocos pa¨ªses cuyo plan de recuperaci¨®n a¨²n no ha recibido el visto bueno de Bruselas. Y fuentes de la capital europea aseguran que el dinero ¡ª36.000 millones de euros entre subvenciones y pr¨¦stamos¡ª no ser¨¢ bombeado hasta que no haya un compromiso firme, con hitos concretos, de reforma del sistema judicial, incluido el desmantelamiento de la controvertida sala disciplinaria del Supremo. La Comisi¨®n tambi¨¦n pretende lanzar antes de final de octubre el llamado mecanismo de condicionalidad, una herramienta creada para asegurarse de que ni un euro de los hist¨®ricos fondos de recuperaci¨®n acabe en manos de quienes incumplen el Estado de derecho.
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