Roma acoge una marcha masiva para condenar el fascismo

El asalto comenz¨® casi a la misma hora que empezaban los parlamentos en la plaza de San Giovanni de Roma, pero una semana antes. Ese d¨ªa, un grupo de militantes del partido neofascista Forza Nuova se descolgaron de la manifestaci¨®n contra el certificado de vacunaci¨®n obligatorio y se fueron directos a la sede de la Confederaci¨®n General Italiana del Trabajo (CGIL), el principal sindicato italiano. Decenas de ellos rompieron las ...

El asalto comenz¨® casi a la misma hora que empezaban los parlamentos en la plaza de San Giovanni de Roma, pero una semana antes. Ese d¨ªa, un grupo de militantes del partido neofascista Forza Nuova se descolgaron de la manifestaci¨®n contra el certificado de vacunaci¨®n obligatorio y se fueron directos a la sede de la Confederaci¨®n General Italiana del Trabajo (CGIL), el principal sindicato italiano. Decenas de ellos rompieron las ventanas y entraron en el edificio destrozando todo lo que encontraron a su paso. La idea era reproducir el asalto al Congreso de los Estados Unidos. Pero qued¨® en un acto vand¨¢lico liderado por ex terroristas fascistas y delincuentes. 12 personas fueron arrestadas y siguen en la c¨¢rcel. Una semana despu¨¦s, el sindicato ha respondido en la calle con toda la fuerza democr¨¢tica de su militancia.

El lema de la manifestaci¨®n, a la que acudieron unas 100.000 personas, seg¨²n los organizadores, era ¡°nunca m¨¢s fascismos¡±. Se sumaron a la concentraci¨®n, en el centro de Roma, representantes de todos los partidos y organizaciones sindicales. Estuvieron el l¨ªder del Movimiento 5 Estrellas, Giuseppe Conte, el del Partido Democr¨¢tico, Enrico Letta o el candidato socialdem¨®crata a la alcald¨ªa de Roma, Roberto Gualtieri. Todos entraban y sal¨ªan de detr¨¢s del palco y acompa?aban al l¨ªder de la CGIL, Maurizio Landini. Nadie de la derecha, sin embargo, acudi¨® a la protesta. ¡°Esta no es una manifestaci¨®n de parte, defiende los derechos de todos. Y representa a toda la Italia que quiere cambiar y cerrar la historia de la violencia pol¨ªtica. El antifascismo no es estar contra nadie, es garantizar los principios de nuestra Constituci¨®n¡±, lanz¨® en su intervenci¨®n el representante sindical.

La petici¨®n de la CGIL y del resto de sindicatos es que el Gobierno ilegalice cuanto antes a Forza Nuova y a todas las organizaciones de car¨¢cter fascista que utilicen m¨¦todos violentos para imponer ideas pol¨ªticas. ¡°De la solidaridad hay que pasar a la acci¨®n concreta¡±, dijo Landini acompa?ado en el escenario por los secretarios de la UIL, Pierpaolo Bombardieri, y la CISL, Luigi Sbarra.

La demostraci¨®n de fuerza del mundo sindical llega un momento de debilidad de este tipo de organizaciones, que han perdido parte de su conexi¨®n en los ¨²ltimos tiempos con el mundo del trabajo con la irrupci¨®n de los movimientos populistas de ultraderecha. Ah¨ª reside parte de la tensi¨®n del pasado fin de semana, cuando muchos de estos grupos les acusaban de no haber protegido los derechos de los trabajadores al apoyar el certificado de vacunaci¨®n obligatorio para poder seguir desempe?ando un empleo en Italia. ¡°No todos estemos de acuerdo con esa medida, est¨¢ claro. Pero la lucha de hoy es contra el fascismo¡±, explicaba en medio de la manifestaci¨®n Rino Spinetta, un viejo sindicalista de 67 a?os llegado desde la regi¨®n de Apulia.

La izquierda y los sindicatos intentan recuperar estos d¨ªas el terreno perdido entre el mundo obrero. Justamente, el domingo se celebra la segunda vuelta de las elecciones municipales en la mayor¨ªa de grandes ciudades de Italia. La derecha no ha querido participar en la manifestaci¨®n alegando que se trataba de una violaci¨®n del d¨ªa de reflexi¨®n. ¡°Esto no tiene ning¨²n impacto en las elecciones porque aqu¨ª nadie iba a votar a la derecha igualmente¡±, defend¨ªa Giovanni Alberto, trabajador sider¨²rgico llegado desde Taranto. La manifestaci¨®n dur¨® unas dos horas y media y se desarroll¨® sin incidentes.

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