Elecciones en Argentina: qui¨¦n es qui¨¦n en el peronismo
La coalici¨®n que gobierna en Argentina es una conjunci¨®n de diferentes escisiones del movimiento fundado por Juan Domingo Per¨®n en la d¨¦cada del cuarenta
El peronismo es m¨²ltiple. Es mucho m¨¢s un movimiento que un partido. Est¨¢s dos afirmaciones permiten al menos ordenar las ideas alrededor de un fen¨®meno pol¨ªtico huidizo, que no han logrado atrapar los cientos de libros que se han escrito al respecto. Un peronista dir¨¢ que el peronismo es un sentimiento, y asunto cerrado. Un antiperonista dir¨¢ que es un c¨¢ncer que desde hace 70 a?os tiene a Argentina sumida en un caos interminable. As¨ª las cosas, es posible trazar al menos una radiograf¨ªa actual que explique qui¨¦n es qui¨¦n dentro del movimiento; un mapa veloz que exponga las tensiones internas, los intereses cruzados y la lucha de ideas.
El Gobierno de Alberto Fern¨¢ndez es una coalici¨®n, como le gusta insistir al presidente. Pero que quede claro: no es una coalici¨®n de partidos, como puede ser la opositora Juntos por el Cambio, sino una coalici¨®n de corrientes internas del peronismo, ya sean de extrema izquierda, centro o derecha. El peronismo es tan amplio y poderoso que ha sabido ser oficialismo y oposici¨®n a un mismo tiempo. La coalici¨®n actual fue un experimento para poner fin a esta esquizofrenia pol¨ªtica. No le ha ido del todo bien, vista la derrota electoral que las urnas auguran para las elecciones de este domingo.
El experimento reuni¨® en un mismo espacio a tres fuerzas: el kirchnerismo, liderado por la expresidenta Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner; el massismo, que tiene como referente a Sergio Massa, actual presidente de la C¨¢mara de Diputados; y a Alberto Fern¨¢ndez. Como no existe algo como el ¡°albertismo¡± ni el presidente tiene intenciones de que exista, su espacio se reduce a los apoyos internos que cosecha y los ministros que considera de su entorno cercano. El mapa lo completan fuerzas sin referentes claros, pero con poder territorial, peso pol¨ªtico y acceso a recursos econ¨®micos: sindicatos tradicionales, movimientos sociales, gobernadores e intendentes y grupos de derechos humanos alineados con las pol¨ªticas progresistas del Gobierno.
Las tensiones internas han aflorado con la derrota de las elecciones primarias celebradas en septiembre, exponiendo lo que ya todos sospechaban: la vicepresidenta Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner intenta mandar y el presidente Alberto Fern¨¢ndez intenta obedecer (o desobedecer). Ambos ¡°intentan¡±, porque en el fragor de la crisis econ¨®mica y la campa?a electoral no queda claro de qu¨¦ lado est¨¢ cada uno. El texto que sigue es tambi¨¦n un intento: el de poner blanco sobre negro a este fen¨®meno pol¨ªtico tan argentino.
Alberto Fern¨¢ndez
Alberto Fern¨¢ndez es un peronista de la ciudad de Buenos Aires. Eso dice mucho. Abogado de la UBA, forj¨® su perfil pol¨ªtico en discusiones de escritorio, lejos del ¡°barro¡± que pueden exhibir como trofeo dirigentes salidos, por ejemplo, del sindicalismo de base o el trabajo de calle en el interior del pa¨ªs. En 2003, N¨¦stor Kirchner lo nombr¨® jefe de Ministros, un cargo que en Argentina se encarga de coordinar el trabajo del Gabinete. Aunque no tiene poder ejecutivo, es la persona que tiene su despacho a metros del jefe de Estado en la Casa Rosada.
Fern¨¢ndez acompa?¨® a N¨¦stor Kirchner durante todo el mandato y sigui¨® con Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner. Se fue del Gobierno cumplido el primer a?o de mandato de la presidenta, disgustado con la deriva que tomaba la nueva administraci¨®n. Pronto se convirti¨® en un cr¨ªtico feroz y lo sigui¨® siendo durante a?os, hasta que en 2019 su exjefa lo invit¨® a ser candidato a presidente. Y entonces le prometi¨® lealtad eterna. Alberto Fern¨¢ndez representa al peronismo urbano, asociado a la clase media universitaria, de ideas progresistas pero no revolucionarias.
Por decisi¨®n propia, tal vez para no elevar la tensi¨®n de la coalici¨®n, se neg¨® a forjar una l¨ªnea interna que podr¨ªamos llamar ¡°albertismo¡±. Algo as¨ª hubiese chocado de frente con su jefa pol¨ªtica, poco afecta a las competencias internas. La historia dir¨¢ si este paso al costado fue un error o un acierto. Hoy Alberto Fern¨¢ndez no tiene una base propia que lo sostenga en el cuadril¨¢tero de la pelea interna y est¨¢ desdibujado en su sitio: la administraci¨®n de la pandemia, la crisis econ¨®mica y la derrota en las primarias elevaron las tensiones con Fern¨¢ndez de Kirchner.
Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner
La expresidenta Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner es la piedra angular de la coalici¨®n que gobierna argentina. Fue ella quien convoc¨® a Alberto Fern¨¢ndez para liderar la f¨®rmula presidencial; tambi¨¦n quien acept¨® sumar en la coalici¨®n a Sergio Massa, su exjefe de Ministros devenido luego en kirchnerista d¨ªscolo. Cristina Kirchner imagin¨® una coalici¨®n con figuras que sumasen los votos desperdigados de un peronismo derrotado por Mauricio Macri en 2015. Pens¨® en Alberto Fern¨¢ndez para atraer al sector progresista disconforme con las formas m¨¢s confrontativas del kirchnerismo; y en Massa como evidencia de que la nueva alianza estaba dispuesta a recibir a los descarriados.
El kirchnerismo representa el ala m¨¢s a la izquierda de la colaci¨®n. Tiene en N¨¦stor Kirchner a su mito fundacional y a Cristina como heredera natural del movimiento. Hoy, la gesti¨®n ha erosionado el cemento que lo un¨ªa con sus hijos pr¨®digos y la tensi¨®n es m¨¢xima. La semana que sigui¨® a la cat¨¢strofe de las primarias, en septiembre, fue ca¨®tica: los ministros que responden a la expresidenta renunciaron para forzar al presidente a un cambio de gabinete, como finalmente sucedi¨®. Nadie se aventura a vaticinar qu¨¦ har¨¢ el kirchnerismo el lunes, tras una eventual derrota.
Sergio Massa
Sergio Massa lidera la tercera pata de la coalici¨®n oficialista. Nacido en el fragua del kirchnerismo, fue jefe de Ministros de Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner entre 2007 y 2008 y rompi¨® con el Gobierno para fundar en 2010 el Frente Renovador, una alianza de intendentes de la provincia de Buenos Aires que poco a poco alcanz¨® vuelo propio dentro del peronismo. Massa obtuvo con su partido una banca en Diputados y en 2015 se present¨® para la presidencia. Enarbol¨® las banderas de la lucha contra la corrupci¨®n y lleg¨® incluso a prometer que meter¨ªa presa a Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner en caso de llegar al poder. En esa elecci¨®n, que gan¨® Mauricio Macri, qued¨® tercero por detr¨¢s del kirchnerista Daniel Scioli, con el 21% de los votos.
Su regreso a las filas de la expresidenta fue un golpe electoral formidable. Dos l¨ªderes que parec¨ªan irreconciliables volv¨ªan a compartir trinchera. Massa obtuvo en 2019 una banca de diputado con el 52% de los votos, y desde entonces es el presidente de la C¨¢mara. Hoy hace de intermediario entre el Gobierno de Fern¨¢ndez y los intendentes que le responden, adem¨¢s de ordenar la tropa parlamentaria. Ante la eventual derrota, ha optado por mantenerse a salvo con un estudiado segundo plano. Massa nunca ha ocultado que su aspiraci¨®n es ser presidente.
Gobernadores
De las 23 provincias que tiene Argentina (m¨¢s la Ciudad Aut¨®noma de Buenos Aires), 13 son actualmente gobernadas por el peronismo. Con variantes ideol¨®gicas, los gobernadores representan en general una l¨ªnea conservadora y federalista del peronismo. Algunos de ellos, como el de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof; o la de Santa Cruz, Alicia Kirchner ¡ªcu?ada de la vicepresidenta¡ª, responden a Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner. Otros son m¨¢s combativos con el kirchnerismo y se decantan por una posici¨®n m¨¢s conciliadora hacia Alberto Fern¨¢ndez. El apoyo de los gobernadores es un elemento importante para el presidente a la hora de mantener la gobernabilidad. En un gesto de acercamiento hacia ese sector del peronismo, clave para controlar el interior del pa¨ªs, el mandatario reemplaz¨® a su jefe de Gabinete tras la debacle de las primarias y puso en ese lugar a Juan Luis Manzur, gobernador de Tucum¨¢n (noroeste del pa¨ªs).
Sindicatos
Los sindicatos en Argentina est¨¢n entre los m¨¢s poderosos de Am¨¦rica Latina. Tomaron forma a partir de 1945, con la presidencia de Juan Domingo Per¨®n, y actualmente agrupan al 40% de los trabajadores formales. Se consideran el ¨²ltimo baluarte del peronismo tradicional, aquel que ten¨ªa al obrero como base de una sociedad basada en el trabajo. Las recurrentes crisis econ¨®micas argentinas, con la consiguiente ca¨ªda de millones de personas en la informalidad, ha reducido su poder de negociaci¨®n.
Las mayores centrales obreras del pa¨ªs son la Confederaci¨®n General del Trabajo (CGT) y la Central de los Trabajadores de Argentina (CTA), que concentran el grueso de los gremios. La primera tiene una l¨ªnea ideol¨®gica cercana al peronismo m¨¢s conservador y m¨¢s duro, y se ha volcado a respaldar al presidente, Alberto Fern¨¢ndez, despu¨¦s de la derrota en las elecciones primarias y ante la crisis desatada por la renuncia de los ministros que responden a la vicepresidenta. La CTA es una escisi¨®n de la CGT que se separ¨® en los noventa para formar una corriente m¨¢s progresista, que enfrent¨® al neolibealismo del presidente peronista Carlos Menem. Ahora apoya a la coalici¨®n de gobierno, aunque es m¨¢s cercana a la rama kirchnerista.
Movimientos sociales
Los movimientos sociales se han convertido en un actor de peso en la pol¨ªtica argentina dado su gran poder de movilizaci¨®n en la calle y su creciente influencia pol¨ªtica. Durante el macrismo ejercieron una dura oposici¨®n, pero con la llegada de Alberto Fern¨¢ndez a la presidencia en 2019 se dividieron: los m¨¢s cercanos a la izquierda se mantuvieron en la oposici¨®n y aquellos afines al peronismo ¡ªcomo el Movimiento Evita, Barrios de Pie o Patria Grande, entre otros¡ª se sumaron al Frente de Todos en cargos ejecutivos y legislativos. Entre los del segundo grupo, la figura m¨¢s destacada es Emilio P¨¦rsico, hoy secretario de Econom¨ªa social en el Ministerio de Desarrollo Social.
Los movimientos sociales representan a los trabajadores que est¨¢n fuera del mercado laboral formal, lo que en Argentina se conoce como la econom¨ªa popular y que abarca a cerca de siete millones de personas. Para aumentar su poder de negociaci¨®n con el Estado, han creado un sindicato propio, la Uni¨®n de Trabajadores de la Econom¨ªa Popular, que cuenta con casi un mill¨®n de afiliados.
Organizaciones de Derechos Humanos
Los movimientos de derechos humanos son la cara visible de uno de los principales consensos de la sociedad argentina: el ¡®Nunca M¨¢s¡¯ a una dictadura. Algunas de sus organizaciones son conocidas a nivel mundial, como las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, por la valent¨ªa que mostraron sus integrantes al enfrentarse a los militares en busca de sus familiares secuestrados y desaparecidos. Una vez en democracia, referentes como Estela de Carlotto, Hebe de Bonafini y Nora Corti?as, entre otras, encabezaron los reclamos para saber qu¨¦ pas¨® con sus seres queridos y exigir justicia por los cr¨ªmenes perpetrados durante el r¨¦gimen militar.
Las organizaciones de derechos humanos m¨¢s populares de Argentina respaldan al kirchnerismo y se muestran en primera l¨ªnea en numerosos actos de Gobierno. Despu¨¦s de la oposici¨®n ejercida frente a Mauricio Macri, volvieron a acercarse al poder con Fern¨¢ndez. En el actual Gabinete, figuran dos nietos de las Abuelas de Plaza de Mayo que vieron restituida su verdadera identidad despu¨¦s de ser secuestrados y criados bajo nombres falsos por familias cercanas al r¨¦gimen militar: Wado de Pedro, ministro de Interior, y Juan Cabandi¨¦, de Ambiente.
La C¨¢mpora
La C¨¢mpora es la agrupaci¨®n de j¨®venes peronistas que apoyan al kirchnerismo. La organizaci¨®n es liderada por M¨¢ximo Kirchner, hijo del expresidente N¨¦stor Kirchner y la vicepresidenta Cristina Fern¨¢ndez. Algunos referentes del movimiento forman parte del Gobierno de coalici¨®n que lidera Alberto Fern¨¢ndez. Es el caso del ministro del Interior, Eduardo Wado de Pedro, o Juan Cabandi¨¦, ministro de Ambiente. Otros fueron electos para ocupar cargos en la funci¨®n p¨²blica, como el caso del propio M¨¢ximo Kirchner, que tiene una banca en Diputados, o el senador nacional Mariano Recalde. La organizaci¨®n, con gran peso en las calles, fue formada en 2006 y toma su nombre del expresidente H¨¦ctor C¨¢mpora (1973), icono del peronismo por haber sido la cara visible del fin de 18 a?os de proscripci¨®n del partido tras la dictadura de la Revoluci¨®n Libertadora.
Est¨¢ compuesta por militantes que responden a la vicepresidenta, algo que qued¨® evidenciado tras la crisis pol¨ªtica que sucedi¨® a las primarias legislativas de septiembre. Despu¨¦s de la aplastante derrota del Gobierno en las urnas, Fern¨¢ndez de Kirchner pidi¨® al presidente que hiciera cambios en el Gabinete. Por deso¨ªr ese pedido, el mandatario recibi¨® una catarata de renuncias de los ministros que responden a la n¨²mero dos del Poder Ejecutivo, casi todos referentes de La C¨¢mpora.
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