La pol¨ªtica econ¨®mica de Erdogan empobrece a los turcos
El Gobierno exige sacrificios a la poblaci¨®n para impulsar el potencial exportador, pero los precios suben y aumenta la brecha entre ricos y pobres
Saygin se levanta temprano cada d¨ªa para hornear pan, bollos y simit. Pero cada d¨ªa lo hace con menos convencimiento. ¡°Estoy harto. Hay gente que no puede comprar pan y parte se queda sin vender. As¨ª que al d¨ªa siguiente haces menos. Y al d¨ªa siguiente menos. Si esto sigue as¨ª, tendr¨¦ que cerrar¡±. En su horno trabajaban ocho personas. Ahora ya solo quedan ¨¦l y un maestro panadero a media jornada. ¡°El a?o pasado vend¨ªa la barra a 1,5 liras. La semana pasada a 2,5. Esta semana...
Saygin se levanta temprano cada d¨ªa para hornear pan, bollos y simit. Pero cada d¨ªa lo hace con menos convencimiento. ¡°Estoy harto. Hay gente que no puede comprar pan y parte se queda sin vender. As¨ª que al d¨ªa siguiente haces menos. Y al d¨ªa siguiente menos. Si esto sigue as¨ª, tendr¨¦ que cerrar¡±. En su horno trabajaban ocho personas. Ahora ya solo quedan ¨¦l y un maestro panadero a media jornada. ¡°El a?o pasado vend¨ªa la barra a 1,5 liras. La semana pasada a 2,5. Esta semana a tres. La pr¨®xima, quiz¨¢s a cuatro. Cuando sube el d¨®lar, las f¨¢bricas suben el precio de la harina [se ha incrementado un 200% en un a?o] y yo tengo que subir el pan¡±.
Al incrementarse el precio de un producto tan esencial, tambi¨¦n se han extendido las colas de personas que cada d¨ªa esperan bajo la lluvia y el fr¨ªo a que abran los quioscos de IHE, una empresa del Ayuntamiento de Estambul que ofrece pan a precios subvencionados (1,25 liras).
Tras estas im¨¢genes de crisis hay una raz¨®n: el completo descalabro de la lira turca (pese a la asombrosa subida del martes, desde febrero ha perdido la mitad de su valor) a ra¨ªz de la pol¨ªtica monetaria del Gobierno de Recep Tayyip Erdogan, que pretende bajar los tipos de inter¨¦s a toda costa. A inicios de diciembre, el presidente turco anunci¨® su ¡°nuevo modelo econ¨®mico¡±, que equipar¨® a los emprendidos por China y otras econom¨ªas asi¨¢ticas en los a?os ochenta y noventa. Su objetivo es abaratar el cr¨¦dito para las empresas y aprovechar la devaluaci¨®n de la lira y la ca¨ªda del precio de la mano de obra para convertir a Turqu¨ªa en una potencia exportadora y hacerla, as¨ª, menos dependiente de la financiaci¨®n extranjera. Adem¨¢s, pretende que su modelo d¨¦ resultados en menos de un a?o.
¡°Ni hay modelo ni hay nada. Erdogan no puede controlar la situaci¨®n y se ha inventado esta historia del nuevo modelo econ¨®mico¡±, critica el economista Mustafa S?nmez. ¡°Claro que existen este tipo de modelos, pero no se pueden aplicar en este contexto de inestabilidad en el que nadie sabe cu¨¢les van a ser los precios o el tipo de cambio de la semana que viene, lo que provoca que nadie pueda planificar su econom¨ªa¡±, a?ade el experto.
Erdogan sabe que la econom¨ªa ser¨¢ su punto d¨¦bil y que en ello se jugar¨¢ la reelecci¨®n en 2023. En las ¨²ltimas semanas, tres youtubers que preguntaban en la calle por la situaci¨®n financiera familiar fueron detenidos y se les ha ordenado arresto domiciliario; un se?or que descolg¨® un retrato de Erdogan y lo arroj¨® al suelo ha sido encarcelado, y otro hombre, en este caso del pueblo del que procede la familia del presidente, fue detenido tras quejarse en una entrevista de la situaci¨®n econ¨®mica, luego tres vecinos le propinaron una paliza y, finalmente, el Ayuntamiento le ha cortado el agua corriente, seg¨²n inform¨® el diario Birg¨¹n. Son respuestas implacables ante simples ciudadanos que sufren la crisis en sus carnes, pero que ponen de manifiesto el temor que despiertan en el Gobierno quienes ponen en duda la narrativa victoriosa del presidente.
En un pa¨ªs que vive pegado a las pantallas de cotizaci¨®n de divisas, el presidente ha pedido a los turcos que dejen de fijarse en el tipo de cambio y ha prometido que compensar¨¢ a los ahorradores cuando caiga la divisa turca. ¡°Nuestra moneda es la lira, no el d¨®lar¡±, dice Erdogan. Pero S?nmez recuerda que la econom¨ªa turca, incluida su industria exportadora, necesita importar para producir, y esas importaciones se tienen que pagar en d¨®lares, euros u otras monedas fuertes, lo que al final redunda en una subida de precios.
Esto lo saben los economistas en las universidades, y lo saben tambi¨¦n los tenderos de las poller¨ªas: ¡°Si sube el d¨®lar, sube el precio del pollo. Los piensos que comen son importados y se pagan en d¨®lares. En un mes, el kilo de pechugas ha subido de 30 a 45 liras, as¨ª que la gente compra la mitad que antes¡±, se queja uno que prefiere no dar su nombre.
Para contrarrestar la tremenda p¨¦rdida de capacidad adquisitiva que han sufrido los turcos, el Gobierno ha anunciado un incremento del 50% del salario m¨ªnimo ¡ªque cobran casi la mitad de los trabajadores turcos¡ª hasta las 4.253 liras (294 euros), aunque resta saber cu¨¢nto tardar¨¢ la galopante inflaci¨®n en devorar este aumento. Seg¨²n la oficina de estad¨ªstica de Estambul, los precios han crecido un 50% en el ¨²ltimo a?o, cifra que aumenta hasta casi el 59% seg¨²n los c¨¢lculos del grupo de acad¨¦micos ENAG.
El Banco Mundial ha alertado en un informe del ¡°incremento de la pobreza¡± en Turqu¨ªa. Tambi¨¦n las desigualdades: al mismo tiempo que crecen las ¡°colas del pan¡±, los restaurantes y bares de moda de Estambul, la ciudad m¨¢s cara del pa¨ªs, est¨¢n a rebosar. ¡°La brecha entre ricos y pobres es m¨¢s grande que nunca. Porque la inflaci¨®n afecta mucho m¨¢s a quienes viven con un salario m¨ªnimo o a quienes trabajan por un jornal diario¡±, explica Sevval Sener, de la ONG Deep Poverty Network. Solo en Estambul, se calcula que hay unos 1,3 millones de trabajadores sin contrato ni protecci¨®n social entre vendedores callejeros, recogedores de basura, obreros que trabajan en negro... que no se podr¨¢n beneficiar de la subida del salario m¨ªnimo. ¡°Durante la pandemia, muchos perdieron su trabajo. Ahora, aunque trabajen, no ganan lo suficiente para cubrir sus necesidades b¨¢sicas debido al alza de precios. As¨ª que muchos se saltan comidas o recogen alimentos de la basura¡±, apunta Sener.
Problemas de abastecimiento
El hundimiento de la lira tambi¨¦n ha llevado a problemas de suministros. En algunos supermercados se ha limitado la cantidad de productos no perecederos que pueden comprar los clientes, para evitar que agoten existencias, y en las farmacias es cada vez m¨¢s habitual que, al llegar con una receta del m¨¦dico, los farmac¨¦uticos se?alen algunas de las medicinas y digan: ¡°De esta marca no queda en el mercado¡±. El gremio de farmac¨¦uticos ha alertado de que resulta imposible hallar centenares de medicamentos. El Ministerio de Sanidad determina los precios de las medicinas que importa a un tipo de cambio fijo (el actual es tres veces inferior a la cotizaci¨®n real), y dada la p¨¦rdida de valor de la moneda turca, las grandes farmac¨¦uticas se niegan a vender a Turqu¨ªa.
¡°Todos los productores [nacionales] se est¨¢n enfocando en la exportaci¨®n porque cada vez resulta menos rentable producir para el mercado turco¡±, explica el analista Yavuz Barlas en el canal de televisi¨®n Habert¨¹rk. Esto es palpable, por ejemplo, en la construcci¨®n, donde cada vez resulta m¨¢s dif¨ªcil hallar cemento pese a ser Turqu¨ªa el sexto productor mundial. ¡°Si quieres cemento, hay; pero tienes que pagarlo a precio de exportaci¨®n¡±, explicaba en octubre el promotor de una obra. La subida de precios y la dificultad para conseguir materiales lastra uno de los sectores m¨¢s potentes de la econom¨ªa turca, que da trabajo a dos millones de personas.
Para Erdogan, los problemas de inflaci¨®n y abastecimiento son producto de los ¡°especuladores¡± y ¡°enemigos de Turqu¨ªa¡±, as¨ª que ha enviado a inspectores a multar a cadenas de supermercados, concesionarios de autom¨®viles y otras empresas a las que acusa de ¡°acaparar provisiones¡± para venderlas cuando suban los precios. ¡°Trabajar m¨¢s, producir m¨¢s y exportar m¨¢s¡±, pidi¨® el pasado jueves en un discurso en el que exigi¨® ¡°sacrificios¡± a fin de vencer lo que ha bautizado como ¡°guerra de independencia econ¨®mica¡± contra las ¡°fuerzas externas¡± que conspiran contra Turqu¨ªa.
El panadero Saygin, cuyo negocio est¨¢ situado en un barrio de trabajadores leal a Erdogan, es tambi¨¦n partidario de esta tesis, que continuamente alimentan los medios progubernamentales: ¡°La lira cae porque [el presidente de EEUU, Joe] Biden quiere derrocar a Erdogan¡±. Muchos partidarios del partido de Erdogan, el islamista AKP, o a su socio de Gobierno, el ultranacionalista MHP, comparten esta teor¨ªa, si bien cada vez m¨¢s votantes del campo oficialista atribuyen la mala situaci¨®n econ¨®mica a la gesti¨®n del Ejecutivo (el 17% de los votantes del AKP y el 27% del MHP seg¨²n una encuesta de la empresa AREA). Un sondeo de Metropoll muestra que el apoyo al AKP entre los turcos m¨¢s pobres se ha reducido en mayor medida que entre los grupos con rentas m¨¢s altas. El propio Saygin, votante de Erdogan, comienza a dudar: ¡°Yo tambi¨¦n tengo quejas sobre las pol¨ªticas de este Gobierno¡±.
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