¡°No se puede hacer pol¨ªtica con miedo¡±
Imamoglu, convertido en emblema de la oposici¨®n en Turqu¨ªa, asegura que no se dejar¨¢ amedrentar por las condenas a pol¨ªticos opositores ni por las trabas que pone el Gobierno a su gesti¨®n
El socialdem¨®crata Ekrem Imamoglu (Ak?aabat, 49 a?os) se ha convertido en la esperanza de una oposici¨®n hasta ahora inocua, tras infligir al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, una de las derrotas m¨¢s dolorosas de su carrera: arrebatar la alcald¨ªa de Estambul de manos islamistas. No una vez sino dos: el partido gobernante forz¨® una repetici¨®n electoral tras la ajustada victoria opositora en marzo y, en junio, Imamoglu arras¨® en las urnas. Sin embargo, entre sus colaboradores el ambiente no es alegre. Duele la condena a casi 10 a?os de c¨¢rcel impuesta el pasado viernes a Canan Kaftancioglu, presidenta provincial del Partido Republicano del Pueblo (CHP) y arquitecta de la estrategia que llev¨® a Imamoglu al Ayuntamiento. Saben que dirigir Estambul no va a ser f¨¢cil. El Gobierno vigila cualquier paso en falso.
El alcalde aparece acalorado, en ch¨¢ndal y deportivas, con paso decidido al frente de una legi¨®n de asesores y guardaespaldas. Viene de dar un largo paseo por el bosque de Kemerburgaz, dentro de su programa de visitas a las propiedades municipales para hacerse una idea de qu¨¦ posee el Ayuntamiento, qu¨¦ usa y qu¨¦ no. No es sencillo en una ciudad que se extiende 150 kil¨®metros de punta a punta y ha sido gobernada por el mismo partido durante el ¨²ltimo cuarto de siglo.
Pregunta. El ministro del Interior, que hace tres semanas orden¨® intervenir los tres principales Ayuntamientos kurdos, ha advertido de que un alcalde debe limitarse a proveer servicios y no hacer declaraciones pol¨ªticas fuera de su competencia.
Respuesta. Cada cual habla como le parece. Estambul tiene 16 millones de habitantes, eso es m¨¢s que muchos pa¨ªses europeos. As¨ª que a un alcalde de Estambul no se le puede decir en qu¨¦ tema entrar o no. Ninguna cuesti¨®n que preocupe a la sociedad me es ajena.
P. La prensa progubernamental critica la creciente cooperaci¨®n entre el CHP y el partido prokurdo HDP, al que se acusa de lazos con el grupo armado PKK. Ellos apoyaron su candidatura y usted se ha solidarizado con sus alcaldes destituidos.
R. Lo hice en nombre de la democracia, para dar apoyo moral a unos alcaldes que han sido destituidos injustamente. Concurrieron a las elecciones siguiendo las normas de la Rep¨²blica de Turqu¨ªa. Pero quienes est¨¢n al mando del [poder Ejecutivo del] Estado los han declarado terroristas. ?C¨®mo es as¨ª? Que yo sepa es la justicia la que declara terrorista a una persona y la env¨ªa a prisi¨®n.
P. Adem¨¢s de los alcaldes destituidos, tambi¨¦n una cercana colaboradora suya, Canan Kaftancioglu, acaba de ser condenada a prisi¨®n. ?Teme ser el siguiente?
R. No se puede hacer pol¨ªtica con miedo. Estas cosas me entristecen porque da?an la democracia en Turqu¨ªa. Pero, personalmente, no me asustan. Respecto a Kaftancioglu y los dem¨¢s casos, conf¨ªo en que se solucionar¨¢n porque quiero creer que en este pa¨ªs a¨²n hay jueces y fiscales honestos.
"Los refugiados deben regresar a Siria"
Imamoglu ha defendido la nueva pol¨ªtica del Gobierno central de expulsar de Estambul a los sirios que no est¨¦n registrados. De hecho, parte de la oposici¨®n turca ha utilizado un lenguaje bastante racista en campa?a. Pero el alcalde rechaza las cr¨ªticas: ¡°Nosotros apostamos por ayudar a los refugiados, por ocuparnos de sus necesidades sanitarias, educativas... pero, cuando llegue el d¨ªa, tienen que regresar a su pa¨ªs¡±, justifica.
¡°En Turqu¨ªa hay 4 millones de refugiados, y no han llegado a lo largo de treinta a?os, sino en un corto espacio de tiempo. ?Qu¨¦ otro pa¨ªs soportar¨ªa una carga semejante? Por eso yo pido a las superpotencias, como Rusia y Estados Unidos, que dejen de preocuparse por los recursos de Siria y se preocupen por la gente, por lograr la paz y que los refugiados regresen a su tierra¡±, alega Imamoglu.
P. Una de sus primeras medidas ha sido cortar la financiaci¨®n a una serie de fundaciones religiosas, algunas ligadas a la familia del presidente Erdogan. ?No se est¨¢ buscando enemigos poderosos?
R. Nosotros estamos aqu¨ª para servir a la sociedad. Utilizar cerca de 1.000 millones de liras [158 millones de euros] para financiar a cuatro o cinco asociaciones, que no tienen implantaci¨®n social y est¨¢n ligadas a ciertas familias, no es servir a la sociedad. Con ese dinero puedes hacer much¨ªsimas otras cosas.
P. Bas¨® su campa?a en la lucha contra la corrupci¨®n y el despilfarro. ?Qu¨¦ ha descubierto en sus casi tres meses como alcalde?
R. Todav¨ªa no podemos dar una respuesta concreta, pero tenemos serios indicios. Por ejemplo, se hizo un concurso p¨²blico para la vestimenta de nuestros empleados y un a?o cost¨® seis millones de liras y, al siguiente, por mayor cantidad del mismo producto, se pagaron tres millones. Adem¨¢s, se estima que [de los 85.000 empleados del Ayuntamiento y las empresas municipales] hay entre 4.000 y 10.000 empleados fantasma, que no acuden a trabajar pero cobran sueldo. Lo estamos investigando. Primero queremos librarnos de este despilfarro, pero luego exigiremos que los responsables rindan cuentas.
P. ?C¨®mo va a gobernar con una Asamblea en manos del partido de Erdogan [en Turqu¨ªa, alcalde y concejales se eligen en urnas diferentes]?
R. Con m¨¢s transparencia [Imamoglu ha ordenado retransmitir en directo las reuniones de la Asamblea municipal]. Sabemos que intentar¨¢n ponernos obst¨¢culos. Pero, ?van a votar los concejales siempre en contra de los intereses de sus ciudadanos? Pueden hacerlo una vez, dos veces. Si lo hacen a la tercera, no podr¨¢n caminar por la calle sin sentirse avergonzados. De todas formas, aunque algunas medidas necesitan del apoyo de la Asamblea, el Ayuntamiento tiene capacidad para adoptar otras sin aprobaci¨®n de la Asamblea.
P. ?No teme que el Gobierno central le ahogue econ¨®micamente como ha ocurrido durante a?os con Izmir, otra gran alcald¨ªa controlada por la oposici¨®n?
R. Hemos empezado a notarlo en algunas transferencias de fondos p¨²blicos y cr¨¦ditos. Lo atribuyo a la rabia de un equipo que ha perdido unas elecciones, pero creo que, con el tiempo, se les pasar¨¢. Nuestro objetivo es que, a medio y largo plazo, el Ayuntamiento de Estambul no necesite apoyo del Gobierno central para hacer inversiones. Es cierto que ahora nuestro nivel de endeudamiento es muy elevado, pero si acabamos con el despilfarro, tenemos recursos suficientes. Solo hace falta usarlos bien.
P. Uno de los problemas m¨¢s graves de la pol¨ªtica turca es la creciente polarizaci¨®n. ?Qu¨¦ pretende hacer en este tema?
R. No dejar de lado a nadie, buscar soluciones para todos los ciudadanos y gestionar la ciudad sin ser partidista. Eso har¨¢ que todos, me voten o no, se sientan parte de la misma sociedad. Muchos antiguos votantes del AKP me apoyaron y siento que muchos m¨¢s querr¨ªan hacerlo.
P. Quiz¨¢s por eso no ha revertido la prohibici¨®n de servir alcohol en instalaciones municipales que impuso Erdogan cuando fue alcalde.
R. No, no se debe a eso. Estas instalaciones municipales son utilizadas desde por la ma?ana por familias con sus ni?os, as¨ª que no es apropiado que se venda alcohol.
P. Estamos en un Estado laico, cada cual deber¨ªa ser libre de decidir qu¨¦ beber.
R. Eso es diferente. En actos y cenas municipales que son de noche serviremos alcohol al que lo quiera. Pretender que en todos los lugares se sirva alcohol, o al contrario, que en ninguno se pueda servir, no me parece correcto.
P. ?Sabe que si usted fracasa en su gesti¨®n municipal, las posibilidades de la oposici¨®n en el futuro se reducir¨¢n much¨ªsimo?
R. Soy consciente de mi responsabilidad. Pero no, no fracasaremos.
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