La lira turca recupera su valor de inicios de mes tras el anuncio de que se compensar¨¢ a los ahorradores
Erdogan promete que el Estado pagar¨¢ a quienes mantengan sus ahorros en liras una compensaci¨®n equivalente a la p¨¦rdida de valor respecto al d¨®lar. La moneda sufre fuertes vaivenes
Si los culebrones turcos nos han acostumbrado a una monta?a rusa de emociones por cap¨ªtulo, la moneda de la nueva patria de las telenovelas ha decidido seguir un guion similar: despu¨¦s de depreciarse un 10%, hasta alcanzar nuevos m¨ªnimos hist¨®ricos durante el lunes, recuper¨® un 60% de su valor por la noche ¡ªla mayor subida de la lira en las ¨²ltimas cuatro d¨¦cadas¡ª tras el anuncio del Gobierno de medidas extraordinarias, abri¨® la jornada del martes en verde, para precipitarse un 20% hacia abajo y luego apreciarse nuevamente. El resultado es que ha recuperado el valor que ten¨ªa a finales del mes pasado (12,7 liras por d¨®lar y 14,3 por euro), si bien es todav¨ªa un 40% menor que a inicio de a?o.
En sus discursos, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, suele presumir de conocimientos econ¨®micos ¡ªtiene un t¨ªtulo universitario en gesti¨®n de empresas, aunque algunos creen que es falso¡ª, pero lo que se le da verdaderamente bien es la pol¨ªtica, el manejo de los tiempos, la ret¨®rica. Porque lo que ha hecho para recuperar el valor de la lira es un truco de prestidigitaci¨®n que ha dejado at¨®nitos a los observadores ¡ª¡°ha sacado un conejo de la chistera¡±, sostiene el analista Timothy Ash, del fondo BlueBay¡ª y que, pese a todo, ha funcionado. Al menos por el momento.
Erdogan lleva a?os inmerso en una cruzada contra los tipos de inter¨¦s y, desde septiembre, ha forzado a su Banco Central a reducirlos del 19% a 14% mientras el resto de bancos centrales del mundo toman la senda contraria en previsi¨®n de los efectos del tapering de la Reserva Federal de EE UU y de medidas similares en la Eurozona. Erdogan mantiene, contra la mayor¨ªa de economistas, que ¡°los intereses son la causa de la inflaci¨®n, no su consecuencia¡± y, dado que ¨¦l es islamista y el Cor¨¢n proh¨ªbe la usura, no hay vuelta atr¨¢s en esa pol¨ªtica de bajada de tipos. En realidad, m¨¢s que religi¨®n o ideolog¨ªa, en su pol¨ªtica hay una estrategia de recalentar la econom¨ªa al m¨¢ximo mediante una burbuja de cr¨¦dito que fomente la producci¨®n y la exportaci¨®n, y as¨ª lograr altas tasas de crecimiento del PIB y conseguir su reelecci¨®n como presidente en los comicios de 2023.
Sin embargo, la consecuencia de estas pol¨ªticas ha sido una inflaci¨®n desbocada (21% seg¨²n el instituto de estad¨ªstica oficial y m¨¢s del 50% anual seg¨²n c¨¢lculos de la oficina de estad¨ªstica del Ayuntamiento de Estambul y de acad¨¦micos independientes), lo que ha dejado los intereses bancarios reales en terreno negativo. Esto ha provocado una huida de los inversores y particulares turcos, que en el ¨²ltimo mes se han deshecho de las liras a manos llenas ¡ªel 64% del volumen de dep¨®sitos bancarios turcos es en d¨®lares u otras divisas fuertes¡ª, un p¨¢nico que en los ¨²ltimos d¨ªas hab¨ªa llevado a la lira a m¨ªnimos hist¨®ricos.
El lunes, en cambio, Erdogan anunci¨® medidas extraordinarias para mitigar los problemas que la depreciaci¨®n de la lira est¨¢ provocando en las empresas: reducci¨®n de tasas e impuestos y facilidades de acceso a las divisas para las compa?¨ªas implicadas en el comercio internacional. Y a los ahorradores ofreci¨® un nuevo m¨¦todo para mantener el valor de sus fondos: ¡°Presentamos una nueva alternativa financiera para aliviar las preocupaciones de los ciudadanos respecto al incremento en los tipos de cambio¡±. El nuevo sistema supone indexar al d¨®lar los dep¨®sitos en liras de personas f¨ªsicas, de manera que el Estado compensar¨¢ a quienes mantengan sus ahorros en liras durante un periodo determinado (al menos 3, 6, 9 o 12 meses), pagando la diferencia entre los intereses ofrecidos por los bancos y la depreciaci¨®n de la moneda turca respecto al billete verde.
¡°La parte positiva es que la Administraci¨®n Erdogan se preocupa por el tipo de cambio y ha evitado controles de capital. Aunque Erdogan no crea en los tipos de inter¨¦s, s¨ª cree en los mercados [¡] En un momento en que parec¨ªa que nos dirig¨ªamos a un p¨¢nico bancario, esta medida deber¨ªa ayudar a estabilizar la base en dep¨®sitos¡±, sostiene Ash.
El anuncio llev¨® a una venta masiva de divisas para convertirlas en liras, lo que hizo recuperar r¨¢pidamente el valor de la moneda turca. La Asociaci¨®n de Bancos Turcos explic¨® que se adquiri¨® el equivalente a 1.000 millones de d¨®lares, aunque otras fuentes elevan hasta 1.500 millones el valor de las compraventas. Seg¨²n fuentes consultadas por EL PA?S, la venta de divisas se debi¨® sobre todo a nacionales turcos, aunque algunos creen que estuvieron inducidas por movimientos en este sentido de los bancos p¨²blicos turcos, firmemente controlados por el Gobierno.
¡°Es una subida de intereses encubierta. Totalmente. Y lo pagar¨¢n los contribuyentes¡±, sostiene Wolfango Piccoli, copresidente de la consultor¨ªa financiera Teneo: ¡°Significar¨¢ que los contribuyentes terminar¨¢n financiando a los ricos para que no pierdan en el mercado de divisas. Adem¨¢s de la injusticia social del ¨²ltimo esquema de Erdogan, es importante hacer notar que pone todo el riesgo del tipo de cambio en hombros del Estado, sea en cuanto a futuros o mediante este extra?o veh¨ªculo que reemplaza los intereses¡±.
La idea tampoco es completamente original, pues ya se puso en pr¨¢ctica en la d¨¦cada de 1970, con resultado m¨¢s que cuestionable. El mayor problema que ven los economistas, con todo, es que no solo no ataja la espiral inflacionaria en que se halla el pa¨ªs euroasi¨¢tico, sino que contribuir¨¢ a aumentarla ¡ªen caso de que la lira se deprecie respecto a las divisas fuertes¡ª pues, con los costes de financiaci¨®n externa cada vez m¨¢s caros para Turqu¨ªa, el Estado deber¨¢ imprimir m¨¢s dinero para hacer frente a los pagos.
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