El costoso plan ruso contra las sanciones econ¨®micas
El castigo comercial tras la anexi¨®n de Crimea llev¨® a Mosc¨² a limitar las importaciones e impulsar la industria nacional
Empujado por las sanciones, el Kremlin emprendi¨® en 2014 un ambicioso plan econ¨®mico para sustituir las importaciones por productos nacionales. El castigo de la Uni¨®n Europea y Estados Unidos contra las personas y firmas que participaron en la anexi¨®n de Crimea, en 2014, y la guerra del Donb¨¢s fue respondido por el Kremlin con un veto general a la compra de alimentos a Occidente. En los a?os sucesivos, y bajo m¨¢s acusaciones de represi¨®n e injerencia en elecciones extranjeras, la lista d...
Empujado por las sanciones, el Kremlin emprendi¨® en 2014 un ambicioso plan econ¨®mico para sustituir las importaciones por productos nacionales. El castigo de la Uni¨®n Europea y Estados Unidos contra las personas y firmas que participaron en la anexi¨®n de Crimea, en 2014, y la guerra del Donb¨¢s fue respondido por el Kremlin con un veto general a la compra de alimentos a Occidente. En los a?os sucesivos, y bajo m¨¢s acusaciones de represi¨®n e injerencia en elecciones extranjeras, la lista de sanciones creci¨® mientras que Mosc¨² redobl¨® su apuesta, con mayor o menor ¨¦xito, por el ¡°fabricado en Rusia¡±.
Las ordenes para sustituir las importaciones por productos rusos abarcan todos los sectores imaginables. El Ministerio de Industria cre¨® un portal en el que aparecen todos los planes de sustituci¨®n, desde la industria pesada a los medicamentos y el comercio minorista. Por ejemplo, la importaci¨®n de ropa para ni?os deb¨ªa ser reducida del 85% del total en 2016 al 65% en 2021; y los discos de freno de los autom¨®viles del 60% al 20%, respectivamente.
En algunos casos se han logrado avances notables. Las compa?¨ªas de gas y petr¨®leo, muy castigadas por las sanciones, habr¨ªan reducido las importaciones de su equipamiento del 60% al 43% entre 2015 y 2020, seg¨²n el Ministerio de Industria. Este sector ha sido uno de los objetivos de las medidas punitivas de Washington ¡°para ejercer una presi¨®n econ¨®mica a largo plazo sobre el pa¨ªs¡±, seg¨²n reconoci¨® el Congreso de Estados Unidos en un informe de enero del 2020.
En otros casos nada ha cambiado en el mercado. Seg¨²n un estudio de la Escuela Superior de Econom¨ªa, al terminar 2020, las importaciones del comercio minorista superaban el 75% del total, con ropa y juguetes por encima del 90%.
¡°La sustituci¨®n de ciertas importaciones no es, per se, proteccionismo. En los a?os setenta, Jap¨®n y Corea del Sur compraron licencias y medios a los extranjeros para empezar a producir ellos mismos y tuvieron ¨¦xito¡±, afirma Aleks¨¦i Portanski, profesor de la Escuela Superior de Econom¨ªa y exjefe de la Oficina para la Adhesi¨®n de Rusia a la Organizaci¨®n Mundial del Comercio (OMC), a la que se incorpor¨® Mosc¨² en 2012. ¡°Sin embargo, esto debe ser estrictamente planificado: qu¨¦ sectores concretos queremos cambiar y en qu¨¦ plazo de tiempo¡±, subraya Portanski.
Siete a?os despu¨¦s de lanzarse este plan, las empresas rusas todav¨ªa se topan con enormes problemas para equiparse con dise?os nacionales. ¡°El principal obst¨¢culo fue, y sigue siendo, la ausencia de alternativas rusas de cualquier calidad¡±, cuenta Sergu¨¦i Tsujlo, jefe del departamento de Encuestas Empresariales del Instituto de Pol¨ªtica Econ¨®mica Gaidar. Seg¨²n los sondeos del organismo, un 80% de las firmas del pa¨ªs se encontraban con ese obst¨¢culo el pasado septiembre, el porcentaje m¨¢s alto desde que se comenz¨® a realizar esa encuesta, en enero de 2015.
¡°Este factor est¨¢ muy asociado con la ampliaci¨®n de las restricciones impuestas tanto por nuestros ¡®socios occidentales¡¯ como por las autoridades rusas¡±, se?ala Tsujlo. ¡°Con los problemas log¨ªsticos globales, y a medida que crece el desgaste de los equipos, los fabricantes rusos no encuentran lo que necesitan en el mercado interior¡±, agrega. El segundo problema, seg¨²n el sondeo, es ¡°la baja calidad de los productos rusos¡± que manifiestan m¨¢s de la mitad de las empresas, frente al 25% que dec¨ªa lo mismo en 2016.
Uno de los problemas para incentivar la producci¨®n nacional es que su desarrollo exige importantes inversiones de tiempo y de dinero, especialmente si se quiere ser competitivo para exportar, porque el mercado interno del sector no es suficientemente grande para compensar el gasto. Y a ello se suma el coste de importar materiales para la producci¨®n: la moneda rusa se ha devaluado de 45 rublos por euro en enero de 2014 a 85 rublos por euro actualmente.
¡°La sustituci¨®n de importaciones no ha dado resultados. Dicen que ha triunfado, pero no es verdad, manipulan las cifras¡±, asevera Portanksi. ¡°Los alimentos rusos han aumentado su cuota en los mercados, s¨ª, pero mir¨¦moslo desde el punto de vista del consumidor, que es el que nos interesa. Han aparecido productos rusos, pero son m¨¢s caros y la calidad no muy buena, ?Por qu¨¦? Antes los supermercados ten¨ªan m¨¢s oferta, ahora nuestros productores son monopolistas¡±, afirma el experto.
Portanski hace referencia a un estudio de 2019 de la Escuela Rusa de Econom¨ªa que analiz¨® c¨®mo hab¨ªa funcionado la sustituci¨®n en el sector alimentario en su primer lustro. Salvo las categor¨ªas de aves, cerdo y tomates, cuyos precios reales bajaron, el resto se encarecieron para el consumidor. Seg¨²n sus c¨¢lculos, los ciudadanos rusos pagaban un sobrecoste de 5.100 millones de euros al a?o frente a los precios de 2013. Y esto antes del coronavirus. Con la pandemia y la interrupci¨®n global en los suministros, la situaci¨®n es a¨²n peor, pues seg¨²n Rosstat (la agencia rusa de estad¨ªsticas) solo el a?o pasado se encarecieron los alimentos un 10,6%.
¡°La Uni¨®n Europea es nuestro principal socio comercial, y nos interesa continuar con esta colaboraci¨®n, con sus inversiones nos llega el know-how (los conocimientos pr¨¢cticos) que nos hace falta¡±, recalca Portanski.
En pleno conflicto por las sanciones, Bruselas acusa al Kremlin de priorizar a las empresas rusas frente a las comunitarias en sus licitaciones y por ello anunci¨® en noviembre que recurrir¨¢ ante la OMC, cuyo principio b¨¢sico es que sus miembros no discriminen por procedencia. La Comisi¨®n Europea recalca que el impacto econ¨®mico para sus empresas ¡°es muy significativo¡±, puesto que las licitaciones rusas mueven miles de millones de euros cada a?o.
Bruselas denuncia en concreto tres normas del Kremlin. Primera, las corporaciones estatales rusas valoran el precio ofertado por las empresas nacionales como si tuviera una deducci¨®n de hasta el 30%. Segunda, las compa?¨ªas rusas deben pedir autorizaci¨®n cuando van a importar ciertos productos de ingenier¨ªa. Y tercera, hay cuotas que garantizan el origen ruso en las licitaciones para numerosos art¨ªculos, como veh¨ªculos, equipos m¨¦dicos y productos tecnol¨®gicos.
La portavoz del Ministerio de Exteriores ruso coment¨® las demandas de Bruselas a trav¨¦s de su canal de Telegram. ¡°Es una estupidez porque la sustituci¨®n de importaciones fue una respuesta a las sanciones de la Uni¨®n Europea contra Rusia. Bruselas dijo durante mucho tiempo que nuestro pa¨ªs hab¨ªa sido ¡®duramente castigado¡¯. Lo que es ¡®duro¡¯ es el ¡®sadomasoquismo¡±, afirm¨® Mar¨ªa Zajarova.
Un indicio de que no avanza el plan seg¨²n lo previsto es que el pasado 24 de diciembre se enmend¨® el decreto de 2014 sobre las cuotas para las compras estatales de productos rusos. De los 100 art¨ªculos listados seg¨²n la clasificaci¨®n rusa, 41 han quedado exentos por no haber a¨²n fabricantes suficientes. Entre ellos, l¨¢mparas m¨¦dicas, ordenadores port¨¢tiles, tarjetas inteligentes, circuitos integrados y otros componentes electr¨®nicos.
Por ley, los programas de los sistemas inform¨¢ticos clave del sector p¨²blico deber¨¢n ser sustituidos a partir del pr¨®ximo 1 de enero, mientras que el resto tendr¨¢ que cambiarse por software ruso al acabarse su vida ¨²til. Sin embargo, la resistencia mostrada por las empresas ha llevado al presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, a apoyar la propuesta del ministro de Industria Digital para hacer legalmente responsables a los ejecutivos que no cumplan con este objetivo. El departamento que dirige Maksut Shad¨¢yev lleg¨® incluso a vetar a la petrolera Transneft una compra a Microsoft de siete millones de euros, aunque al final cedi¨® ante la realidad: el pasado 29 de diciembre aprob¨® que la agencia nuclear Rosatom adquiera software de gesti¨®n empresarial de la alemana SAP por nueve millones.
Y en la sanidad, lo mismo. En 2015 se lanz¨® un programa a cinco a?os para que el 40% de los equipos m¨¦dicos fueran nacionales, pero apenas ha avanzado, especialmente tras estallar la pandemia, y a finales de 2020 su cuota rondaba el 29%, seg¨²n la C¨¢mara de Cuentas. Los alicientes son pocos: largos plazos para registrar los productos y la depreciaci¨®n del rublo, que encarece a¨²n m¨¢s la compra de materiales fuera, especialmente de China.
En enero de 2014, justo antes de las sanciones, el economista V¨ªktor Iv¨¢nter (fallecido en 2019) abogaba en un art¨ªculo publicado en el diario oficial Ross¨ªskaya Gazeta por invertir en la industria nacional y poner fin tambi¨¦n a la ¡°dependencia cr¨ªtica¡± en los alimentos. ¡°Tras 20 a?os reformando, hemos logrado algo a lo que no queremos renunciar: la elecci¨®n del consumidor, pero esto a¨²n depende de las importaciones¡±, dec¨ªa Iv¨¢nter. Ocho a?os despu¨¦s, la elecci¨®n es menor y m¨¢s cara en la cesta de la compra.
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