La polic¨ªa incluye a Boris Johnson entre el medio centenar de personas que interrogar¨¢ por las fiestas en Downing Street
Scotland Yard enviar¨¢ cuestionarios por escrito. Los destinatarios est¨¢n obligados a decir la verdad y entregar la respuesta en siete d¨ªas. El primer ministro se enfrenta a multas de casi 240 euros
Scotland Yard tiene ya el listado de personas implicadas en las fiestas de Downing Street a las que desea interrogar. Y el primer ministro brit¨¢nico, Boris Johnson, que asisti¨® presuntamente a seis de los 12 eventos investigados, est¨¢ entre ellas. La Polic¨ªa Metropolitana anunci¨® a ¨²ltima hora del mi¨¦rcoles su intenci¨®n de enviar cuestionarios por escrito a todos los implicados. Tendr¨¢n la categor¨ªa legal d...
Scotland Yard tiene ya el listado de personas implicadas en las fiestas de Downing Street a las que desea interrogar. Y el primer ministro brit¨¢nico, Boris Johnson, que asisti¨® presuntamente a seis de los 12 eventos investigados, est¨¢ entre ellas. La Polic¨ªa Metropolitana anunci¨® a ¨²ltima hora del mi¨¦rcoles su intenci¨®n de enviar cuestionarios por escrito a todos los implicados. Tendr¨¢n la categor¨ªa legal de un interrogatorio formal y los destinatarios estar¨¢n obligados a decir la verdad. Dispondr¨¢n de siete d¨ªas para devolver el documento cumplimentado. En el caso de que sus respuestas no convenzan a los agentes, o de que no sean capaces de justificar su presencia en esas reuniones, se enfrentan a una multa de 200 libras (unos 237 euros, al cambio actual). La multa es una infracci¨®n menor y no se incorpora a los antecedentes penales del sancionado. Pero s¨ª queda registrado en el historial personal del Archivo Nacional de la Polic¨ªa.
Johnson no ha querido nunca dar una respuesta directa a la pregunta, pero a trav¨¦s de aliados an¨®nimos ha dejado claro en varios medios que no tiene intenci¨®n de dimitir si finalmente Scotland Yard le impone una o varias multas. A la vez, sin embargo, el primer ministro se ha comprometido p¨²blicamente a dar a conocer a la ciudadan¨ªa tanto el resultado final del informe de las fiestas que elabora la funcionaria Sue Gray (conocido solo en una peque?a parte, por la obligaci¨®n de no interferir con la investigaci¨®n policial) como cualquier sanci¨®n que reciba.
Resultar¨¢ complicado, llegado el momento, defender en el Parlamento un borr¨®n y cuenta nueva. Sobre todo porque, a pesar de los intentos de Johnson de pasar p¨¢gina en todo este esc¨¢ndalo, cada d¨ªa surge alguna foto nueva o alg¨²n dato comprometedor. Este mi¨¦rcoles, el tabloide Daily Mirror public¨® una imagen de Johnson del 15 de diciembre de 2020. Un empleado est¨¢ sentado frente a la mesa de trabajo, sobre la que hay un altavoz de los que permiten realizar llamadas de multiconferencia. Tambi¨¦n hay una botella de prosecco (vino espumoso italiano) abierta. Y una bolsa de patatas fritas. El empleado es Stuart Glassborow, vicesecretario privado de Johnson, y lleva un collar de espumill¨®n. Detr¨¢s de ¨¦l, el propio Johnson parece colocarse algo en la solapa de su chaqueta. Y un poco m¨¢s atr¨¢s, se ve a otra persona con un gorro de Pap¨¢ Noel.
Scotland Yard hab¨ªa descartado en un principio incluir ese evento, una especie de concurso virtual de preguntas y respuestas para el personal que trabaja en Downing Street, en su investigaci¨®n, por no detectar en ¨¦l relevancia penal. Pero anunci¨® a ¨²ltima hora del mi¨¦rcoles que iba a echar un nuevo vistazo a la foto y a revisar su decisi¨®n.
La decoraci¨®n del apartamento
La intervenci¨®n de la polic¨ªa en el asunto de las fiestas durante el confinamiento supuso un salto considerable en la gravedad del esc¨¢ndalo pol¨ªtico y puso a Johnson contra las cuerdas. Lo mismo puede suceder ahora con otro asunto que persigue desde hace meses al primer ministro conservador: la costosa redecoraci¨®n del apartamento privado del que disfrutan ¨¦l y su esposa, Carrie Symonds, en el edificio de Downing Street. El equipo jur¨ªdico del Partido Laborista ha enviado ya una carta a Scotland Yard en la que se?ala que existen ¡°sospechas razonables¡± de que el primer ministro se salt¨® las leyes contra la corrupci¨®n a la hora de buscar el dinero para ese lavado de cara de la residencia oficial y que las autoridades ¡°est¨¢n obligadas a actuar de oficio¡±. La Polic¨ªa Metropolitana ha confirmado que ha recibido ya la carta y la ha sometido a consideraci¨®n.
La Comisi¨®n Electoral revel¨® en su d¨ªa un intercambio de wasaps entre Johnson y David Brownlow, el multimillonario donante del Partido Conservador que puso gran parte de los casi 150.000 euros que el matrimonio Johnson destin¨® a redise?ar su vivienda. El primer ministro ped¨ªa en sus mensajes a Brownlow m¨¢s dinero para concluir las obras. Contrataron a la dise?adora de moda entre los famosos, Lulu Lytle, quien lleg¨® a encargar papel pintado de pared a casi 1.000 euros el rollo. Lytle fue una de las 30 personas que asisti¨® a la fiesta cumplea?os sorpresa de Johnson, el 19 de junio de 2020. Los abogados de la oposici¨®n laborista relacionan los favores de Brownlow y su reuni¨®n, dos meses despu¨¦s, con el ministro de Cultura, Oliver Dowden, para que el Gobierno contribuyera en una exposici¨®n que preparaba el empresario en el Royal Albert Hall. El equipo de comunicaci¨®n de Downing Street ha negado ya oficialmente cualquier relaci¨®n entre los mensajes y la reuni¨®n posterior.
Major carga contra Johnson
Ya se ha convertido en un viejo rival de Johnson, que no oculta su desprecio a las formas pol¨ªticas del actual inquilino de Downing Street. Pero el ex primer ministro conservador John Major conserva un prestigio que dota de un peso relevante a sus cr¨ªticas. ¡°Mentir de un modo deliberado al Parlamento siempre ha sido letal para cualquier carrera pol¨ªtica y as¨ª deber¨ªa ser siempre¡±, ha dicho Major en una intervenci¨®n en el centro de pensamiento Institute for Government (Instituto para la Gobernanza). El veterano pol¨ªtico no ha puesto pa?os calientes a su acusaci¨®n p¨²blica: ¡°En Downing Street, el primer ministro y su equipo se saltaron las leyes. Se inventaron excusas descaradas y pidieron, un d¨ªa tras otro, a la ciudadan¨ªa que creyera lo incre¨ªble. Se envi¨® a los medios de comunicaci¨®n a los ministros para defender lo indefendible y quedar como ingenuos o como culpables¡±, ha dicho Major.
No es la primera vez que el ex primer ministro expresa su desagrado hacia Johnson. Ha sido un duro cr¨ªtico del Brexit y del modo en que se gestion¨®, y salt¨® al debate p¨²blico para alertar de la gravedad de la decisi¨®n que adopt¨® su rival al cerrar unilateralmente la actividad del Parlamento para poner fin al interminable debate sobre la salida de la UE. El Tribunal Supremo acab¨® revirtiendo esa decisi¨®n, en una dura sentencia contra Johnson.
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