El Supremo brit¨¢nico reprende a Johnson y reactiva el Parlamento
Las sesiones se reanudar¨¢n este mi¨¦rcoles, a un mes del Brexit, tras el fallo hist¨®rico del alto tribunal. ¡°Estoy en profundo desacuerdo¡±, dice el primer ministro
El d¨ªa en que un comit¨¦ real, como manda el protocolo, entr¨® en la C¨¢mara de los Lores para entregar la orden de suspensi¨®n del Parlamento decidida por Boris Johnson, fue como si hubiera entregado ¡°una hoja en blanco¡±. La decisi¨®n del primer ministro fue ¡°ilegal, nula y sin efecto¡±, sentenci¨® este martes por unanimidad el Tribunal Supremo del Reino Unido. Fue un duro golpe a Johnson, una humillaci¨®n y un obst¨¢culo en su estrategia del Brexit. La C¨¢mara de los Comunes vuelve a reunirse este mi¨¦rcoles en sesi¨®n de urgencia, y en las ¨²ltimas horas se han acumulado las peticiones para que dimita el primer ministro.
Los once magistrados del Tribunal Supremo, un ¨®rgano con apenas 14 a?os de vida y complicado encaje en la estructura pol¨ªtica brit¨¢nica, eran conscientes de que su decisi¨®n en este caso har¨ªa historia. Y actuaron acorde con lo que exigen los c¨¢nones a un tribunal de garant¨ªas constitucionales: decidieron por unanimidad, argumentaron con la solvencia jur¨ªdica requerida y fueron claros en su resoluci¨®n. ¡°El consejo del primer ministro [a la reina, para que ordenara la suspensi¨®n del Parlamento] fue ilegal y ajeno a los poderes del cargo¡±. Y, por tanto, la orden misma, ¡°basada en un consejo ilegal, fue ella misma ilegal, nula y sin efecto, y debe ser suprimida¡±. La presidenta del Supremo, Brenda Hale, se tom¨® su tiempo en desgranar los argumentos de una sentencia que deja claro que el objetivo ¨²ltimo de Johnson fue atar en corto a los diputados y frustrar sus intentos de frenar un Brexit salvaje. ¡°No se trat¨® de un cierre rutinario del periodo de sesiones¡±, dijo la sentencia. ¡°Evit¨® que el Parlamento cumpliera con su papel constitucional durante cinco de las ocho semanas que van desde el fin del receso veraniego al 31 de octubre [la fecha fijada oficialmente para el Brexit]¡±.
El Supremo reinstaur¨® la soberan¨ªa del Parlamento, propin¨® a Johnson una derrota demoledora, y afianz¨® su papel como garante de una Constituci¨®n que, aunque no est¨¦ escrita, existe y prevalece sobre los actos del Gobierno. ¡°Y los tribunales no pueden esquivar su responsabilidad simplemente porque la medida en cuesti¨®n pertenezca a la esfera pol¨ªtica¡±, dice la sentencia, en contra de lo que defend¨ªa el Gobierno.
¡°Estoy en profundo desacuerdo, pero respeto al poder judicial. Creo que la pr¨¢ctica de cerrar el periodo de sesiones es algo que se ha hecho durante siglos¡±, dijo Johnson en Nueva York, donde la noticia le sorprendi¨® de madrugada. ¡°En cualquier caso, no es algo que ayude a la estrategia negociadora del Gobierno con la UE¡±, dijo.
El speaker (presidente) de la C¨¢mara de los Comunes, John Bercow, celebr¨® de inmediato, frente a las mismas puertas de Westminster, la decisi¨®n judicial y anunci¨® que los diputados se reunir¨¢n este mismo mi¨¦rcoles en sesi¨®n de urgencia y recuperar¨¢n sus esca?os. En circunstancias normales, este d¨ªa de la semana deber¨ªa celebrarse una sesi¨®n de control al Gobierno para la que no hab¨ªa nada preparado. A cambio, Bercow prometi¨® luz verde para cualquier debate de emergencia que la oposici¨®n quiera plantear. ¡°He dado instrucciones a los servicios de la C¨¢mara, no para la reapertura de la sesi¨®n ¡ªla suspensi¨®n fue ilegal, y como tal, nula¡ª sino para la reanudaci¨®n del funcionamiento normal del Parlamento¡±, dijo.
La rotundidad de la sentencia del Supremo aviv¨® las voces que reclamaban su dimisi¨®n. ¡°Este primer ministro no elegido debe dimitir desde este mismo momento¡±, exigi¨® el l¨ªder de la oposici¨®n, Jeremy Corbyn, ante los centenares de delegados del congreso laborista que se celebra en la localidad de Brighton. ¡°Ha fracasado en su empe?o y nunca lograr¨¢ apagar la voz de la democracia y del pueblo (...) Pens¨® que pod¨ªa hacer lo que le da la gana, como ha hecho toda la vida. No tiene la talla necesaria para ser primer ministro¡±, proclam¨® Corbyn. Otras figuras de gran relevancia, como la ministra principal de Escocia, Nicole Sturgeon, o la l¨ªder del Partido Liberal Dem¨®crata, Jo Swinson, reclamaron la renuncia de Johnson.
Elecciones cuanto antes
En algo coinciden con el primer ministro. Gobierno y oposici¨®n desean la celebraci¨®n de unas elecciones generales lo antes posible. Pero por distintos motivos. Johnson ve c¨®mo se le escapa a chorros el ¨ªmpetu y la popularidad con que comenz¨® su mandato, a principios del verano. Llegar al 31 de octubre sin un acuerdo del Brexit con la UE y tener que cumplir el mandato parlamentario de pedir una nueva pr¨®rroga destrozar¨ªa su reputaci¨®n ante los votantes conservadores euroesc¨¦pticos. Corbyn quiere tambi¨¦n urnas, pero solo cuando la estrategia de Downing Street para abandonar la UE haya sido derrotada y la C¨¢mara de los Comunes controle de un modo eficaz la situaci¨®n. Por eso, el laborismo resistir¨¢ los cantos de sirena que piden ya una moci¨®n de censura, y el equipo de Johnson se prepara de nuevo a desafiar a la oposici¨®n y reclamar elecciones.
El primer ministro se vio obligado a adelantar su viaje de regreso desde Nueva York para poder estar este mi¨¦rcoles presente en el Parlamento. Y los diputados a los que pretendi¨® mantener inactivos durante cinco semanas no se cansar¨¢n de recordarle que, por primera vez en la historia democr¨¢tica reciente del Reino Unido, la m¨¢s alta instancia judicial le ha dicho claramente al primer ministro que se ha saltado la ley a conciencia. ¡°El Gobierno existe porque tiene la confianza de la C¨¢mara de los Comunes¡±, le record¨® el Supremo a Johnson en su sentencia. ¡°Esa es toda su legitimidad democr¨¢tica. Y eso quiere decir que est¨¢ obligado a responder ante esa C¨¢mara por todos sus actos¡±.
Los once magistrados devolvieron al Parlamento su soberan¨ªa cuando m¨¢s la necesita: en la recta final hacia un Brexit salvaje que pocos desean.
Un acto ilegal que la reina no pod¨ªa rechazar
Isabel II vio interrumpidas sus vacaciones de verano en Balmoral (Escocia) con una conflictiva petici¨®n/consejo de su nuevo primer ministro: ordenar, por un inusual periodo de cinco semanas, el cierre de las sesiones del Parlamento. Se trata de una de las escasas prerrogativas reales que conserva la monarca, pero la convenci¨®n pol¨ªtica brit¨¢nica la asume como un automatismo ante el que la reina no puede objetar. Por eso el consenso entre pol¨ªticos, juristas y, finalmente, el Tribunal Supremo, era que el ¨²nico acto pol¨ªtico cuya legalidad se pod¨ªa cuestionar era el propio consejo de Johnson. Y por eso los magistrados no reclamaron una orden que anulara la anterior. Simplemente, decidieron que nunca existi¨®, y ayudaron a que Isabel II respire tranquila.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.