La pol¨ªtica en Colombia sigue siendo cosa de hombres
De los 19 precandidatos a la presidencia, solo cuatro son mujeres. En el Congreso, menos del 20% de los esca?os los ocupan pol¨ªticas
Cecilia L¨®pez es a sus 78 a?os una de las mujeres que mejor conoce las entretelas del poder colombiano. Licenciada en Econom¨ªa y con dos postgrados, ha dedicado a la pol¨ªtica la mayor parte de su vida. Siempre fue una extra?a en un mundo dominado por las ¨¦lites, las castas y los hombres. Intent¨® tres veces ser la candidata a la presidencia del Partido Liberal. Y tres veces se estrell¨® contra una realidad imposible. El ¨²ltimo intento fue en 2010, despu¨¦s de convertirse en la senadora estrella por sus debates contra el expresidente ?lvaro Uribe. ¡°Ahora s¨ª estoy lista¡±, pens¨®. Volvi¨® a equivocarse. ¡°[C¨¦sar] Gaviria [el presidente del Partido Liberal] me cerr¨® las puertas en la nariz¡±, cuenta ahora. L¨®pez renunci¨® al partido y abandon¨® la pol¨ªtica.
Una d¨¦cada despu¨¦s de aquel episodio, Colombia vuelve a estar inmersa en otra carrera electoral. En el incierto panorama pol¨ªtico nacional solo hay una certeza. El pr¨®ximo presidente ser¨¢ otra vez un hombre. De los 19 pol¨ªticos con aspiraciones, solo cuatro son mujeres y tres de ellas ni siquiera tienen posibilidades de formalizar una candidatura, diluidas en coaliciones en las que los hombres lideran las encuestas. Cuando L¨®pez so?aba a comienzos de los 2000 con torcer la inercia, un reportero le pregunt¨® si a¨²n no se hab¨ªa dado cuenta de que ser senadora era su techo de cristal. Ahora s¨ª lo sabe. ¡°Y hoy es igual¡±, dice.
La ONU ha alertado en un informe reciente sobre la brecha de g¨¦nero en Colombia que cuando la participaci¨®n no depende de una decisi¨®n administrativa (ley de cuotas) sino del voto popular, las mujeres terminan notablemente infrarrepresentadas. En en plano legal, el pa¨ªs ha hecho avances notables. En el a?o 2000 se aprob¨® una ley de cuotas que obliga a que el 30% de los altos cargos p¨²blicos deben ser ejercidos por mujeres. De hecho, el actual gabinete de Iv¨¢n Duque comenz¨® siendo paritario, aunque hoy hay seis ministras de 18. El pasado mes de diciembre, el Senado aprob¨® una reforma de la ley electoral que obliga a que las listas de los partidos tengan igualdad de hombres y mujeres, pero a la espera de un pronunciamiento de la Corte Constitucional, necesario para su ratificaci¨®n, su aplicaci¨®n depende del compromiso de los partidos. Transparencia por Colombia se?al¨® en diciembre que en las listas preliminares al Congreso las mujeres apenas rebasan el 40%. Un porcentaje que, tras pasar por las urnas, se reduce dr¨¢sticamente.
Formar parte de una lista no garantiza el acceso al poder. En Colombia la mayor parte de las listas son abiertas, es decir, cada elector escoge a sus candidatos. En la legislatura que est¨¢ a punto de acabar, de los 270 cargos electos que hay en el Congreso, solo 55 son mujeres, el 19,7%, diez puntos porcentuales menos que la media de Am¨¦rica Latina y el Caribe y lejos tambi¨¦n de la media a nivel mundial, que es de 24,5%, seg¨²n datos de 2019 de ONU Mujeres. A nivel territorial, el panorama es similar. En las ¨²ltimas elecciones se eligieron 132 mujeres alcaldesas, menos del 15% de todas las alcald¨ªas del pa¨ªs.
La polit¨®loga Sandra Borda, despu¨¦s de a?os en la universidad y ejerciendo como columnista, ha decidido ¡°ponerse en acci¨®n¡±. Es candidata al Senado por el partido reci¨¦n resucitado Nuevo Liberalismo. ¡°Estoy en una lista cerrada y paritaria que reconoce que existen esas desigualdades, de manera que no nos toca a nosotras salir a conseguir nuestros votos, la gente vota por toda la lista completa. Hay muchos partidos que hacen listas abiertas, claramente en detrimento de nuestra participaci¨®n, e incluyen mujeres que est¨¢n directamente vinculadas con pol¨ªticos hombres: t¨ªas, primas, esposas¡±.
Los partidos tradicionales son uno de los principales escollos. Organizaciones atadas a castas que llevan d¨¦cadas manejando la pol¨ªtica e incluso se legan el poder de padres a hijos, con parentescos y amistades que acaban tejiendo su red a trav¨¦s de todos los organismos del Estado. Sus posibilidades de conseguir financiamiento y control sobre millones de votos es inmenso. Las cuotas a veces se manejan en beneficio propio. ¡°Ahora ponen a las herederas de los clanes pol¨ªticos del pa¨ªs y cierran el espacio a todas las mujeres que no tienen esos votos de origen¡±, lamenta L¨®pez, que ve ah¨ª un grueso techo de cristal para mujeres preparadas para la pol¨ªtica, pero sin opciones. ¡°Hay muchas pol¨ªticas que nos hacen pasar verg¨¹enza, como la presidenta de Congreso [acusada de plagiar su tesis y centro de numerosas pol¨¦micas]. ?Qu¨¦ es lo que lleva ella? Votos¡±.
Desigualdad econ¨®mica
Es estas elecciones al Congreso, por primera vez en la historia del pa¨ªs, se presenta un grupo pol¨ªtico feminista. ¡°Vimos que en los partidos no hab¨ªa oportunidades, por eso hicimos nuestro movimiento¡±, explica Elizabeth Giraldo, cabeza de lista al Senado por Estamos Listas. La candidata denuncia, adem¨¢s de la l¨®gica de los partidos tradicionales, problemas estructurales de fondo a los que desde las esferas del poder no se ha metido mano. Desigualdades econ¨®micas: en 2018 el porcentaje de mujeres pobres era un 18% superior al de los hombres. Y desigualdad de roles: las mujeres dedicaban en 2017 algo m¨¢s de siete horas diarias de media a trabajo dom¨¦stico y de cuidados no remunerados frente a poco m¨¢s de tres horas de media de los hombres.
Giraldo sostiene que pensar solo en nombres con los que llenar las listas o en porcentajes no resuelve el problema de fondo. Ese es el debate que trata de azuzar ahora L¨®pez desde su lugar como columnista en varios medios. ¡°Mientras no se rompa esa imagen de que nacimos para cuidar, todo lo dem¨¢s que hagamos lo ven de segunda importancia. Las mujeres cada vez invaden m¨¢s los espacios acad¨¦micos y llegan al mercado y las estrangulan, se entiende que su trabajo es cuidar y subsidiar al mundo. Una cosa es el amor filial y otra es la actividad, la responsabilidad del cuidado es una responsabilidad social¡±, sostiene. Ah¨ª ve ella el ¡°meollo¡± que impide a las colombianas tener autonom¨ªa econ¨®mica para poder tener poder pol¨ªtico.
Falta menos de un mes para que se celebren las consultas en las coaliciones que definir¨¢n los candidatos presidenciales. Tres de las cuatro mujeres que actualmente siguen en la carrera presidencial, cuya primera vuelta ser¨¢ el 29 de mayo, no lograr¨¢n la candidatura, seg¨²n todos los sondeos. Quedar¨¢ Ingrid Betancourt, como aspirante sin coalici¨®n del partido Verde Ox¨ªgeno, pero apenas supera el 7% en intenci¨®n de voto. Los pol¨ªticos cada vez m¨¢s muestran su incomodidad cuando se les interpela por la ausencia de mujeres. La mayor¨ªa se defienden prometiendo que, si ganan, nombrar¨¢n una vicepresidenta. Mujeres al n¨²mero dos.
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