La paradoja de Rusia en Naciones Unidas: cuando el invasor preside el Consejo de Seguridad

Que Rusia presida este mes el Consejo de Seguridad de la ONU puede verse como una simple coincidencia o una grave paradoja: el agresor disfrazado de ¨¢rbitro; el zorro cuidando el corral de las gallinas. Tambi¨¦n depara escenas peculiares. Mientras el ministro de Exteriores ucranio, Dmitro Kuleba, se dirig¨ªa el pasado mi¨¦rcoles a la Asamblea General, el representante permanente de Rusia ante la ONU, el embajador Vasily Nebenzya, presid¨ªa una reuni¨®n del m¨¢ximo ¨®rgano ejecutivo¡­ sobre Oriente Pr¨®ximo. Para escuchar a Kuleba ocup¨® el asiento ruso un diplom¨¢tico de menor rango. Por la noche, en la segunda reuni¨®n del Consejo en apenas 48 horas, saboteada por el anuncio del Kremlin de ¡°una acci¨®n militar especial¡± en Ucrania, el anfitri¨®n Nebenzya hubo de o¨ªr, impert¨¦rrito, toda clase de condenas, que se convirtieron en un dram¨¢tico duelo cuando tom¨® la palabra su hom¨®logo ucranio, Sergiy Kyslytsya. Victimario frente a v¨ªctima: la dramatizaci¨®n del conflicto.

Es una situaci¨®n sin precedentes. Ning¨²n embajador sovi¨¦tico o ruso ocupaba la presidencia del Consejo de Seguridad de la ONU durante crisis similares. En los cinco casos m¨¢s parecidos (la revoluci¨®n h¨²ngara en 1956; la Primavera de Praga, 1968; la invasi¨®n sovi¨¦tica de Afganist¨¢n, 1979; la guerra de Georgia, en 2008, y la invasi¨®n y anexi¨®n de Crimea en 2014), ¡°la funci¨®n principal del embajador sovi¨¦tico o ruso era vetar cualquier resoluci¨®n o declaraci¨®n que condenara las acciones de su pa¨ªs. Probablemente, esa seguir¨¢ siendo la principal tarea del embajador Nebenzya¡±, sostiene Ian Johnson, de la Universidad de Notre Dame (Indiana).

El presidente aprueba el orden del d¨ªa de las reuniones, concede la palabra y decide el orden de votaci¨®n de las enmiendas o resoluciones. ¡°En teor¨ªa, deber¨ªa recusarse si el asunto que se discute est¨¢ directamente relacionado con el Estado que representa, pero esto ha sucedido muy raramente¡±, explica Johnson.

Dado el poder de veto de Rusia, uno de los cinco miembros permanentes de los 15 que componen el Consejo, las reuniones de urgencia del lunes y el mi¨¦rcoles no arrojaron ning¨²n resultado concreto. Esgrima verbal, el habitual cruce de acusaciones y alguna intervenci¨®n rese?able quedaron en nada, como suele pasar con las convocatorias relativas al conflicto israelo-palestino por el continuo veto de EE UU. Pero quien esperara alg¨²n beneficio o baza por parte de Rusia por su especial protagonismo, lo hizo en vano. ¡°No est¨¢ claro si ocupar la presidencia presenta alguna ventaja para Rusia en esta crisis. Nebenzya intent¨® celebrar la reuni¨®n del lunes a puerta cerrada. Pero aparentemente bajo presi¨®n de EE UU, admiti¨® celebrarla p¨²blicamente¡±, a?ade el profesor de Notre Dame.

Tampoco deber¨ªa verse premeditaci¨®n en lo que es una simple coincidencia. ¡°Dado que la presidencia rotatoria se determina a finales del oto?o tras la elecci¨®n de nuevos miembros, considero que no es cre¨ªble sugerir que los rusos vieron este turno como parte de su plan para invadir Ucrania, algo que podr¨ªan explotar a su favor. Aun as¨ª, cabe notar, ahora que la invasi¨®n est¨¢ en pleno apogeo, la presidencia a partir del 1 de marzo [Emiratos ?rabes Unidos] bien puede limitar el debate y la discusi¨®n sobre el tema¡±, sostiene George A. Lopez, profesor em¨¦rito de Estudios de Paz en Notre Dame.

La diplomacia, cuando se juega en el m¨¢ximo foro de la ONU, es a veces algo m¨¢s que lengua de madera. Dos momentos, pertenecientes cada uno de ellos a las reuniones del lunes y el mi¨¦rcoles, pasar¨¢n a la historia de la organizaci¨®n: el discurso del embajador de Kenia, Martin Kimani, alertando de los peligrosos estertores de imperios ca¨ªdos (en alusi¨®n a la URSS), y la entereza de Kyslytsya el mi¨¦rcoles, minutos despu¨¦s de conocer la declaraci¨®n de guerra del Kremlin, encar¨¢ndose con su hom¨®logo ruso.

¡°Creo que se ha exagerado la importancia de la presidencia rusa del Consejo; el presidente en realidad tiene poderes bastante limitados. Los rusos no pudieron impedir el debate, y eso fue vergonzoso cuando el embajador de Kenia pronunci¨® un brillante discurso atacando el comportamiento imperialista de Mosc¨²¡±, se?alaba horas antes de la segunda cita Richard Gowan, experto en la ONU del International Crisis Group. Gowan, no obstante, concede algo de cr¨¦dito personal a Nebenzya ¡°por presidir la reuni¨®n de manera bastante profesional, especialmente cuando, parece, se est¨¢ recuperando de un caso bastante desagradable de covid¡±. Nebenzya replic¨® brevemente a su hom¨®logo ucranio el mi¨¦rcoles, no m¨¢s que dos frases lac¨®nicas sobre las intenciones de Mosc¨².

¡°Los rusos intentaron utilizar la reuni¨®n anterior del Consejo, el 17 de febrero, sobre los acuerdos de Minsk para acusar a Ucrania de incumplir sus obligaciones en el Donb¨¢s¡±, subraya Gowan. ¡°Pero unos d¨ªas despu¨¦s, Putin dinamit¨® los acuerdos de Minsk para siempre. Eso hace que parezca que el equipo ruso en Nueva York [ante la ONU] estaba siendo enga?oso o bien no estaba informado de los planes de Putin¡±. Miembros del Consejo, como Kenia y Gab¨®n, que se mostraron esc¨¦pticos en un debate sobre Ucrania en enero, han cambiado de posici¨®n desde entonces y son severamente cr¨ªticos con Rusia, subraya el experto. ¡°Creo que Mosc¨² est¨¢ perdiendo la batalla por controlar la narrativa pol¨ªtica sobre Ucrania en la ONU, pero la triste realidad es que Putin ignorar¨¢ a la ONU, y lo que importa es el verdadero equilibrio de fuerzas en Ucrania, no los buenos discursos en Nueva York¡±. Unas palabras prof¨¦ticas, confirmadas horas despu¨¦s.

¡°Hemos visto dos sesiones extraordinarias del Consejo, incluida esta noche [la del mi¨¦rcoles], con fuertes condenas del secretario general y de Estados miembros. S¨ª, el embajador ruso pronunciar¨¢ afirmaciones grandiosas sobre la legalidad y los ¡®objetivos limitados¡¯ de su acci¨®n, pero Guterres y el Consejo no se lo creen. Mosc¨² no podr¨¢ escapar a gran parte de estas cr¨ªticas, a pesar de que ¡°controla la pluma¡± [el relato]. Mosc¨² est¨¢ solo (a excepci¨®n de Bielorrusia, parece) en sus afirmaciones y acciones. Pero a Putin no parece importarle¡±, concluye Lopez.

Junto al discurso hist¨®rico del embajador de Kenia, para muchos el mejor escuchado en la ONU en a?os, y el tenso cara a cara de los diplom¨¢ticos ucranio y ruso, esta semana convulsa, tambi¨¦n diplom¨¢ticamente hablando, ha dejado otra imagen para el recuerdo: Kyslytsya, esgrimiendo el lunes un papel que enfrentaba el texto de los decretos que Vlad¨ªmir Putin firm¨® en v¨ªsperas de la invasi¨®n de Georgia en 2008 y, este lunes, para reconocer a las irredentas rep¨²blicas del este de Ucrania: como dos gotas de agua. La historia se repite. Hungr¨ªa, Praga, Afganist¨¢n, Georgia, Crimea. Y Ucrania.

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