Los ucranio-canadienses: entre la tristeza y la ayuda sin descanso

Angel Zitinzki atiende desde hace 36 a?os la tienda de embutidos fundada por su abuelo. El negocio, ubicado en el barrio Rosemont de Montreal, es uno sitio muy frecuentado por la comunidad ucrania de esta urbe canadiense. La familia de Zitinzki proviene de Tern¨®pil, ciudad a unos 370 kil¨®metros al oeste de Kiev, aunque ella naci¨® en Canad¨¢. ¡°Se respira mucha tristeza entre mis clientes. Hay mucha incertidumbre, desesperaci¨®n. Antes pon¨ªamos m¨²sica, hac¨ªamos bromas¡±, comenta. ¡°Tengo primos en Ucrania. No he tenido noticias de ellos¡±, agrega.

Canad¨¢ cuenta con la segunda comunidad m¨¢s numerosa de ucranios en el exterior (solo detr¨¢s de Rusia). De acuerdo con el ¨²ltimo censo, cerca de 1,4 millones de personas se identificaron como canadienses de origen ucranio. Muchos de los integrantes de esta di¨¢spora ¨Cjunto con otros canadienses- se han manifestado en contra de la guerra en ciudades como Vancouver, Winnipeg, Toronto, Montreal y Halifax. Tambi¨¦n han ocurrido protestas frente a la Embajada rusa en Ottawa.

A ra¨ªz de la invasi¨®n, Canad¨¢ impuso distintas sanciones a Mosc¨². ¡°El ataque de Rusia a Ucrania es tambi¨¦n un ataque a la democracia, al derecho internacional y a la libertad¡±, expres¨® el primer ministro, Justin Trudeau, el 24 de febrero. Ottawa inyect¨® 100 millones de d¨®lares canadienses (78 millones estadounidenses) en ayuda humanitaria al pa¨ªs agredido. Tambi¨¦n orden¨® el env¨ªo de lanzacohetes, metralletas y granadas. Este martes autoriz¨® 50 millones de d¨®lares canadienses (39 millones estadounidenses) adicionales en equipo militar. Asimismo, Trudeau ha estado en frecuente comunicaci¨®n con Volod¨ªmir Zelenski, presidente de Ucrania. El primer ministro canadiense dijo este martes en Riga (Letonia) que Vlad¨ªmir Putin ¡°cometi¨® un grave error al pensar que los ucranios eran d¨¦biles y que la OTAN estaba dividida¡±. Trudeau realiza esta semana una visita oficial a varias capitales europeas. El tema ucranio ocupa un lugar preponderante en la agenda de este viaje.

Tras varios d¨ªas de incertidumbre, el Gobierno de Trudeau anunci¨® el 3 de marzo dos programas para facilitar la llegada de refugiados ucranios a Canad¨¢. El primero est¨¢ enfocado en una estancia temporal. Las personas podr¨¢n permanecer en suelo canadiense un m¨¢ximo de dos a?os, con un permiso de trabajo o de estudios. El segundo consiste en un tr¨¢mite acelerado para reunificaciones familiares, a modo de obtener la residencia permanente. Asociaciones de ucranio-canadienses, organismos de defensa de inmigrantes y el Nuevo Partido Democr¨¢tico han pedido al Gobierno canadiense anular el visado requerido por los ucranios para ingresar al pa¨ªs. Sin embargo, Sean Fraser, ministro de Inmigraci¨®n, se?al¨® que dicha disposici¨®n resulta imposible por motivos de seguridad.

Fraser subray¨® que Canad¨¢ est¨¢ dispuesto a acoger a todos los ucranianos que sean necesarios. Gobiernos provinciales y municipales han expresado que brindar¨¢n apoyo en dicha tarea. ¡°Recibiremos a los refugiados de Ucrania con los brazos abiertos¡±, manifest¨® Heather Stefanson, primera ministra de Manitoba. El ¨ªmpetu de Stefanson no es sorpresivo: su provincia cuenta con la mayor poblaci¨®n de personas de origen ucranio en el pa¨ªs. La Cruz Roja canadiense, la Fundaci¨®n Canad¨¢-Ucrania y el Congreso ucranio-canadiense, entre otros organismos, est¨¢n solicitando donaciones de dinero. Las iglesias ortodoxas en Canad¨¢ siguen recibiendo ropa, alimentos no perecederos, productos de higiene personal y para beb¨¦s.

¡°Estamos recaudando dos tipos de apoyos. El primero es el m¨¢s urgente: lo que necesitan actualmente quienes contin¨²an en Ucrania o quienes llegaron a pa¨ªses vecinos. Lo mejor es donar dinero para adquirir y distribuir esa ayuda. El segundo consiste en lo que requieran las personas al llegar a Canad¨¢¡±, comenta Katherine Smolinec, presidenta del cap¨ªtulo montreal¨¦s de la Federaci¨®n nacional ucrania de Canad¨¢. Numerosas familias canadienses se han inscrito en listas para recibir en sus casas a ucranios. ¡°Mucha gente est¨¢ ayudando. El martes vino un se?or vietnamita a dejar un donativo. Sali¨® llorando de aqu¨ª. Muy probablemente record¨® cosas de su vida¡±, cuenta Angel Zitinzki. Canad¨¢ dio refugio a unas 60.000 personas tras la ca¨ªda de Saig¨®n. Tambi¨¦n recibi¨® a contingentes de pa¨ªses como Chile, Ir¨¢n, Hait¨ª y, m¨¢s recientemente, Siria.

Los primeros ucranios llegaron a suelo canadiense en 1891. Otras olas migratorias fueron incrementando su n¨²mero. Los padres de Katherine Smolinec arribaron en la que desencaden¨® la Segunda Guerra Mundial. El 2 de diciembre de 1991, Canad¨¢ fue el primer pa¨ªs occidental en reconocer la independencia de Ucrania.?Varios rostros conocidos forman parte de la comunidad ucranio-canadiense. Uno de ellos es Wayne Gretzki, considerado por muchos aficionados como el mejor jugador de hockey sobre hielo de todos los tiempos. Otro es el finado Alex Trebek, presentador durante d¨¦cadas del programa de la televisi¨®n estadounidense Jeopardy!

Chrystia Freeland, ministra de Finanzas, viceprimera ministra y exresponsable de la cartera de Exteriores, forma tambi¨¦n parte de este grupo. Es nieta de ucranios; su madre, nacida en un campo de refugiados en Alemania, se convirti¨® en una reconocida activista de la comunidad ucrania en Canad¨¢. Freeland se ha implicado como pocos en plantar cara a Rusia por sus agresiones a Ucrania. En 2014, Canad¨¢ impuso sanciones comerciales y prohibi¨® la entrada al pa¨ªs a ciertos ciudadanos rusos a ra¨ªz de la invasi¨®n de Crimea. Mosc¨² respondi¨® con el veto a algunos canadienses. Chrystia Freeland aparec¨ªa en la lista.?¡°Estamos con Ucrania en esta lucha¡±, escribi¨® en Twitter este mi¨¦rcoles la que no pocos perciben como la sucesora natural de Trudeau.

En d¨ªas recientes, dos iglesias ortodoxas y un centro comunitario ruso sufrieron pintadas vand¨¢licas en Canad¨¢ tras el inicio de la invasi¨®n de Vlad¨ªmir Putin. El Congreso ucranio-canadiense se pronunci¨® en contra de estos hechos, reprobando los actos de vandalismo, violencia y acoso hacia cualquier comunidad. ¡°Estamos desbordados y estresados con todo el trabajo para enviar ayuda humanitaria. No tenemos el tiempo o el deseo de crear tensiones con la comunidad rusa¡±, afirma Katherine Smolinec.

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