Venezuela llega al fin de la hiperinflaci¨®n
El ¨ªndice de precios al consumidor registra sus cotas m¨¢s bajas en a?os, despu¨¦s de haber vivido una de las tormentas de precios m¨¢s descontroladas y agresivas de la historia moderna
La hiperinflaci¨®n ha llegado a su fin en Venezuela. El pa¨ªs ha vivido una de las tormentas de precios m¨¢s descontroladas y agresivas de la historia moderna. La tendencia se est¨¢ revirtiendo por la dolarizaci¨®n de la econom¨ªa y la apertura al mercado. El ¨ªndice inflacionario de Venezuela en el pasado mes de febrero fue de 2,9%, el promedio m¨¢s bajo registrado en la econom¨ªa local en varios a?os, y el comportamiento de los precios rondar¨¢ 36% en 2022. Este es el cuarto mes consecutivo en el cual el aumento de los precios registra promedios de un solo d¨ªgito.
El descenso se ha concretado d...
La hiperinflaci¨®n ha llegado a su fin en Venezuela. El pa¨ªs ha vivido una de las tormentas de precios m¨¢s descontroladas y agresivas de la historia moderna. La tendencia se est¨¢ revirtiendo por la dolarizaci¨®n de la econom¨ªa y la apertura al mercado. El ¨ªndice inflacionario de Venezuela en el pasado mes de febrero fue de 2,9%, el promedio m¨¢s bajo registrado en la econom¨ªa local en varios a?os, y el comportamiento de los precios rondar¨¢ 36% en 2022. Este es el cuarto mes consecutivo en el cual el aumento de los precios registra promedios de un solo d¨ªgito.
El descenso se ha concretado de un mes a otro. En los ¨²ltimos 12 meses, el ¨ªndice de precios al consumidor ha estado por debajo de 50% intermensual. Y desde septiembre, por debajo de 10. El precio del d¨®lar lleva varios meses estabilizado en torno a los 4,5 bol¨ªvares, luego de la tercera reconversi¨®n monetaria adelantada en Venezuela en poco m¨¢s de diez a?os. El a?o pasado, el ?ndice de Precios al Consumidor lleg¨® al 686%. En 2020, fue de 2.900%. En 2019, de 7.300%.
El fin de la hiperinflaci¨®n en Venezuela parece dispuesto a consolidarse. Los estragos de la tormenta econ¨®mica que fue tomando vuelo desde 2013, cuando Nicol¨¢s Maduro asumi¨® la presidencia de la Rep¨²blica, y que estall¨® con furia en 2017. Sus consecuencias han sido devastadoras en el terreno social y econ¨®mico.
Consumada la cat¨¢strofe, pulverizados los sueldos, destruido el aparato productivo, calcinado el empleo, consolidado el volumen de la di¨¢spora, muchas personas se preguntan c¨®mo ha logrado el Gobierno de Maduro detener esta endiablada tendencia, a la cual rara vez se refiere en p¨²blico.
Maduro ha decidido dejar de hacer aquello que llevaba a?os haciendo: ¡°El Gobierno finalmente ha renunciado al financiamiento del d¨¦ficit de las empresas p¨²blicas a trav¨¦s de la emisi¨®n de dinero sin respaldo¡±, afirma el economista V¨ªctor Alvarez, exministro de industria. ¡°Se ha producido un ajuste de tarifas de empresas estatales y servicios que se incrementan de forma subrepticia y paulatina; se ha reducido el nivel del gasto p¨²blico, por primera vez en todos estos a?os. El Gobierno ha adelantado una pol¨ªtica comercial de apertura de mercado interno, permitiendo toda clase de importaciones sin aranceles y sin pago de IVA. Eso abarata los costos. Hay una nueva pol¨ªtica cambiaria, se renunci¨® a la estrategia de controles. Se ha colocado un encaje legal elevado para secar la liquidez de la banca.¡±
Durante casi todo el siglo XX, Venezuela disfrut¨® de inflaciones anualizadas de un solo d¨ªgito. Esta tendencia comenz¨® a agrietarse a fines de los a?os 80, cuando trep¨® a promedios de 30 y 35% anual. Con todos los sobresaltos que vinieron m¨¢s adelante, parec¨ªa consolidada la sensaci¨®n de que el ingreso petrolero proteg¨ªa a la econom¨ªa nacional de un fen¨®meno que lleg¨® a ser com¨²n en Am¨¦rica Latina, pero que Venezuela no hab¨ªa vivido jam¨¢s.
Sin anunciarlo, el Gobierno de Maduro ha decidido cambiar las reglas del juego del chavismo en estos a?os, tendentes a regular en exceso la econom¨ªa, fiscalizar al empresariado y problematizar la propiedad privada. Los proyectos productivos colectivistas y estatales de Ch¨¢vez y Maduro fracasaron rotundamente.
Henkel Garc¨ªa, analista financiero y socio directivo de la firma Econom¨¦trica, sostiene que el crecimiento descontrolado de los precios que vivi¨® el pa¨ªs encuentra una de sus razones ¡°en el desplome de la producci¨®n nacional¡±, en crisis despu¨¦s de la ola de expropiaciones adelantada por Hugo Ch¨¢vez.
Adem¨¢s, afirma, en el desarrollo de una pol¨ªtica monetaria y fiscal equivocada, empe?ada en forzar aumentos de precios divorciados del contexto econ¨®mico y en regular el margen de ganancias de las empresas. ¡°En 2018, Maduro decide aumentar el salario en una cifra astron¨®mica, inconcebible, cercana al 18.000 %. Para pagar ese aumento hab¨ªa que emitir dinero inorg¨¢nico. La emisi¨®n monetaria de entonces fue inmensa. El Gobierno financiaba la n¨®mina de las empresas estatales, todas quebradas. El Banco Central no ten¨ªa ninguna autonom¨ªa. El venezolano le perdi¨® toda la confianza al bol¨ªvar. En el sector econ¨®mico y empresarial hab¨ªa mucho nerviosismo. Eso fue abriendo las compuertas de la dolarizaci¨®n¡±.
Desde hace varios meses, t¨¦cnicos ecuatorianos cercanos a Rafael Correa asesoran a la vicepresidencia de la Rep¨²blica para dise?ar una nueva estrategia econ¨®mica, mucho m¨¢s parecida a la que propon¨ªan los cr¨ªticos del chavismo que a la que fundamentan los postulados chavistas.
Los 37 meses que comprendi¨® la hiperinflaci¨®n venezolana conocen su fin, como apunta Francisco Rodr¨ªguez, acad¨¦mico y socio directivo de la firma Torino Capital, como consecuencia de un proceso que tiene algo de inercia. ¡°No hay hiperinflaci¨®n que dure 10 a?os. El promedio de duraci¨®n de procesos como estos es de 20 meses. No se trata de una experiencia exitosa la que adelanta Maduro. Es un ajuste que se ha retrasado.¡±
¡°La hiperinflaci¨®n se consume como los incendios, llega un momento en el cual no hay nada m¨¢s que quemarse¡± contin¨²a Rodr¨ªguez. ¡°Lo que hizo Maduro es financiar sus operaciones quitando el valor al dinero que la gente tiene en sus manos. La hiperinflaci¨®n te obliga al final a hacer el ajuste que no quer¨ªas hacer. Se concreta a trav¨¦s del deterioro del salario real del trabajador p¨²blico. El gasto p¨²blico ahora es m¨¢s bajo porque lo que est¨¢s pagando es muy poco.¡±
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