Lo que le falta a Petro para llegar a la presidencia de Colombia
El candidato de izquierda no logra por ahora superar el techo del 43% pese a liderar las encuestas de primera vuelta
Ahora mismo no hay encuesta en Colombia que no d¨¦ a Gustavo Petro en primer lugar. Las realizadas en las ¨²ltimas dos semanas coinciden no solo en el orden, sino en la distancia que le saca al segundo. Est¨¢ unos diez u once puntos por delante de ¡®Fico¡¯ Guti¨¦rrez, su rival por la derecha. Pero todos los sondeos coinciden tambi¨¦n (desde antes, de hecho) en la considerable distancia que separa a Petro de la presidencia. Nadie le da m¨¢s de...
Ahora mismo no hay encuesta en Colombia que no d¨¦ a Gustavo Petro en primer lugar. Las realizadas en las ¨²ltimas dos semanas coinciden no solo en el orden, sino en la distancia que le saca al segundo. Est¨¢ unos diez u once puntos por delante de ¡®Fico¡¯ Guti¨¦rrez, su rival por la derecha. Pero todos los sondeos coinciden tambi¨¦n (desde antes, de hecho) en la considerable distancia que separa a Petro de la presidencia. Nadie le da m¨¢s de un 37%, y la media est¨¢ en un 35%. Sin ese 15% que falta hasta la mitad m¨¢s uno de los votantes, que con la participaci¨®n de la primera vuelta de 2018 equivaldr¨ªa a casi tres millones de votos extra, no habr¨ªa victoria.
La campa?a petrista ha insistido en varias ocasiones en la posibilidad de ganar en primera vuelta, algo que Colombia no ve desde los resultados arrasadores de ?lvaro Uribe a principios del milenio. Pero ese 15% extra tendr¨ªa que salir de alg¨²n lado en las siete semanas que quedan hasta el 29 de mayo. Y la tasa de crecimiento del candidato se estabiliz¨® desde inicios de marzo. Aparte del 25% que est¨¢ con Fico a d¨ªa de hoy, pr¨¢cticamente inaccesible para cualquier izquierda y m¨¢s a¨²n para la que representa Gustavo Petro, sus fuentes de crecimiento potencial son, por este orden: actuales indecisos o indefinidos (casi un 19%), votantes del centrista Sergio Fajardo (10%), del populista Rodolfo Hern¨¢ndez (otro 10%), y de candidatos menores (2-3 puntos adicionales).
Los no definidos no solo son la fuente m¨¢s abundante sino tambi¨¦n la m¨¢s evidente. Pero primero hay que restarles una cierta cantidad de posibles votos blancos, nulos o abstencionistas finales. Para ello se puede emplear la cifra media de las primeras vueltas en 2014 y 2018: 5,6% entre blancos y nulos. Si se lo restamos a ese 19%, ni siquiera aunque Petro lograse absorber el total de la indecisi¨®n alcanzar¨ªa la ansiada victoria en primera vuelta, una hip¨®tesis en cualquier caso poco probable.
Aqu¨ª es necesario hacer una aclaraci¨®n metodol¨®gica: las encuestas en Colombia se realizan entre aquellas personas que se considera probable o muy probable que voten. Pero podr¨ªa suceder que varias de ellas decidieran quedarse en casa ese d¨ªa. Esto es especialmente plausible en una elecci¨®n polarizada para quien a¨²n no ha tomado una decisi¨®n entre ambos polos. Pero a¨²n ni sustrayendo a la totalidad del electorado indeciso (manteniendo ese 5,6% de blanco y nulo) y repartiendo los votos restantes de manera proporcional llegar¨ªa Petro m¨¢s all¨¢ del 40% o 41%. Esta cifra es similar a la que resultar¨ªa de asumir que los indecisos se van a terminar repartiendo de manera proporcional a quienes ya han decidido el voto.
Petro, pues, necesita ganar voto de los otros candidatos. Parad¨®jicamente, lo que m¨¢s le puede ayudar a ello es el crecimiento de su rival directo, algo que ya se est¨¢ produciendo. Fico est¨¢ logrando concentrar todo el voto de derecha, y tambi¨¦n le apunta a absorber del centro (o al menos del centro-derecha) con decisiones como la definici¨®n de su f¨®rmula vicepresidencial. En la medida en que Guti¨¦rrez logre crecer, Petro tambi¨¦n har¨¢ m¨¢s convincente su argumento de ser la ¨²nica alternativa viable a la herencia conservadora del actual Gobierno.
?Pero cu¨¢nto puede hacer suyo de ese cuarto restante que ahora parece repartido entre Fajardo, Hern¨¢ndez y Betancourt? Esta pregunta resulta mucho m¨¢s dif¨ªcil de responder. La manera m¨¢s prosaica de aproximarlo es observando qu¨¦ tal le fue a Petro la ¨²ltima vez que se vio en la tesitura de absorber voto ajeno. Fue en la segunda vuelta de 2018. Entonces se quedar¨ªa en un 41,8% de los votos. Curiosamente, una cifra muy parecida de la derivada de los ejercicios de simulaci¨®n de reparto de la indecisi¨®n antes realizados.
Los datos a d¨ªa de hoy coinciden en se?alar un techo para Gustavo Petro de alrededor del 42% que ya obtuvo en 2018. La paradoja es que la primera vuelta en su din¨¢mica actual va camino de ser casi como un simulacro de elecci¨®n final debido al crecimiento de Guti¨¦rrez, que es el principal acicate para que votantes de centro o centro-izquierda se suban al carro de Petro. Es decir, la din¨¢mica polarizadora favorece a los dos extremos relativos del espectro pol¨ªtico actual de Colombia, pero hasta ahora cuando esto ha sucedido la balanza ha acabado decant¨¢ndose hacia la derecha. As¨ª, la oportunidad de Petro podr¨ªa ser tambi¨¦n su condena, salvo que logre romper ese techo que le retiene a siete u ocho puntos de la meta final.
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