Las tres batallas de Facundo Molares, el exguerrillero argentino de las FARC
Tras 15 a?os en la selva, dej¨® las armas en medio del proceso de paz. Reapareci¨® en Bolivia y su retorno a Argentina se convirti¨® en cuesti¨®n de Estado. Ahora, enfrenta un juicio de extradici¨®n a Colombia
El 30 de octubre de 2019, mientras las protestas en contra de Evo Morales ahogaban Bolivia, se reportaron los primeros muertos de los 38 que hubo durante los 10 d¨ªas que terminaron con el exilio del expresidente en M¨¦xico. En la ciudad de Montero, a las afueras del reducto oriental de la opos...
El 30 de octubre de 2019, mientras las protestas en contra de Evo Morales ahogaban Bolivia, se reportaron los primeros muertos de los 38 que hubo durante los 10 d¨ªas que terminaron con el exilio del expresidente en M¨¦xico. En la ciudad de Montero, a las afueras del reducto oriental de la oposici¨®n en la ciudad de Santa Cruz, dos hombres que se opon¨ªan a la reelecci¨®n de Morales fallecieron por el impacto de las balas. Pas¨® ya ca¨ªda la noche. La oposici¨®n hab¨ªa bloqueado las entradas a la ciudad y ambos manifestantes fueron asesinados tras todo un d¨ªa de enfrentamientos entre afines y contrarios al expresidente. Adem¨¢s de los muertos, las revueltas en Montero dejaron 21 heridos. Uno de ellos era un antiguo miembro de la extinta guerrilla colombiana de las FARC.
Facundo Molares Schoefeld (Buenos Aires, 46 a?os) estaba internado en un hospital de la ciudad de Santa Cruz cuando el 11 de noviembre de 2019 fue reconocido por la polic¨ªa. Pas¨® al menos 25 d¨ªas en coma inducido, con ¡°lesiones compatibles con proyectiles tipo perdigones m¨²ltiples de arma de fuego¡±, seg¨²n un informe de la Organizaci¨®n de Estados Americanos. Cuando despert¨®, la Fiscal¨ªa boliviana lo encerr¨® en una prisi¨®n de m¨¢xima seguridad. Lo acusaba del asesinato de Marcelo Terrazas, de 48 a?os, y Mario Salvatierra, de 54, los dos muertos de aquella noche fat¨ªdica en Montero. Molares pas¨® casi un a?o en prisi¨®n. En ese tiempo, el Gobierno interino de Jeanine ??ez mat¨® civiles, reprimi¨® protestas y, finalmente, renunci¨® a presentarse a las elecciones en las que el partido de Evo Morales volvi¨® al poder.
La vuelta de Molares a Argentina se convirti¨® entonces en una cuesti¨®n de Estado: el 6 de diciembre de 2020, el exguerrillero vol¨® hacia Buenos Aires en un avi¨®n enviado por el Gobierno de Alberto Fern¨¢ndez. Pero la calma dur¨® menos de un a?o para Molares. El 7 de noviembre de 2021, la polic¨ªa argentina lo arrest¨® en Trevelin, un peque?o pueblo tur¨ªstico de la Patagonia, tras una alerta roja de Interpol. El pedido hab¨ªa llegado desde Colombia, pa¨ªs que quiere juzgar a Molares por el secuestro del concejal Armando Acu?a, ocurrido el 29 de mayo de 2009 en una zona que entonces estaba bajo control de las FARC. Esta semana, un juez de Buenos Aires inici¨® el proceso que decidir¨¢ si Argentina acepta o no la extradici¨®n del exguerrillero.
El Argentino, como le llamaban en las FARC, hab¨ªa llegado a la selva colombiana en 2002, seg¨²n informaci¨®n de inteligencia filtrada a la prensa de ese pa¨ªs. Luego de recibir entrenamiento militar, termin¨® en la columna Te¨®filo Forero, una de las estructuras m¨¢s cruentas de la insurgencia, responsable de atentados como el carro bomba que destruy¨® el club El Nogal, en Bogot¨¢, en el que murieron 36 personas. Facundo Molares se gan¨® la confianza de Hern¨¢n Dar¨ªo Vel¨¢squez, alias El Paisa, el sanguinario comandante del grupo. En un primer momento, El Paisa se acogi¨® al proceso de paz puesto en marcha en Colombia en 2016, pero despu¨¦s retom¨® las armas y se uni¨® a la Segunda Marquetalia, las disidencias encabezadas por Iv¨¢n M¨¢rquez. En diciembre muri¨® del otro lado de la frontera con Venezuela en una confusa emboscada.
Molares se hab¨ªa distanciado de los l¨ªderes rebeldes. Un escueto comunicado del partido pol¨ªtico surgido de las FARC en noviembre de 2019 se?ala una ¡°perturbaci¨®n de la convivencia por su fuerte temperamento y su renuencia al proceso de paz¡±, por lo que le permitieron irse ¡°a su casa¡±. ¡°Facundo sali¨® de Colombia tras pasar un a?o en uno de los campamentos donde las FARC atravesaban la desmovilizaci¨®n tras el proceso de paz¡±, afirma a EL PA?S Gustavo Farquet, uno de los abogados de la defensa de Molares en el juicio de extradici¨®n en Argentina. Fuentes del partido pol¨ªtico de la extinta guerrilla dijeron a este peri¨®dico que El Argentino estuvo hasta el final del proceso de paz, pero no lleg¨® a firmar el acuerdo. Seg¨²n la oficina del Alto Comisionado para la Paz, no qued¨® certificado como miembro de las FARC en proceso de reincorporaci¨®n. Tras su partida, la extinta guerrilla le perdi¨® el rastro.
Seg¨²n relata el abogado Farquet, Molares hab¨ªa vuelto a Argentina m¨¢s o menos a principios de 2018, tras un viaje por tierra que lo llev¨® a Ecuador, Per¨² y Bolivia. ¡°Aprendi¨® carpinter¨ªa en las FARC, constru¨ªa cunas para los beb¨¦s, pero no quer¨ªa quedarse en Colombia como carpintero. Descubri¨® que su vocaci¨®n era el periodismo¡±, afirma el abogado. M¨®nica Glomba, que se define como su compa?era de militancia ¡°desde que Facundo ten¨ªa 14 a?os¡±, cuenta que a su vuelta al pa¨ªs empez¨® a escribir para la revista Centenario, una publicaci¨®n de izquierda. ¡°Viaj¨® a Bolivia para cubrir la reelecci¨®n de Evo. Era ideal: conoc¨ªa el pa¨ªs, a la militancia y sab¨ªa manejarse. Tambi¨¦n sab¨ªa que la cosa se iba a poner complicada¡±, afirma en una conversaci¨®n telef¨®nica. ¡°Hac¨ªa notas de car¨¢cter pol¨ªtico. Las firmaba bajo el nombre de Juli¨¢n Katari¡±, cuenta.
Juli¨¢n Katari tiene apenas dos publicaciones en la p¨¢gina web de la revista. En una entrevista con el portal Russia Today, el director del medio, Leonardo Ju¨¢rez, explica que Molares no escribi¨® nada sobre Bolivia porque estuvo preso en malas condiciones. ¡°La presencia de una persona con entrenamiento militar no es casual¡±, dijo en aquel momento el jefe de la polic¨ªa local, ?scar Guti¨¦rrez. ¡°Ha venido contratada y eso vamos a investigar¡±. El Gobierno de ??ez busc¨® culpar a Molares de las muertes de Montero para defender la tesis de que Evo Morales hab¨ªa creado un grupo paramilitar para defender su presidencia.
Cuando Luis Arce, exministro de Econom¨ªa de Evo Morales, lleg¨® a la presidencia en noviembre de 2020, el Gobierno de Alberto Fern¨¢ndez le pidi¨® personalmente interceder en la repatriaci¨®n del exguerrillero. ¡°La causa en Bolivia estaba cerrada, y cuando Argentina pide la repatriaci¨®n, el Gobierno boliviano solicita informaci¨®n a Colombia, sin encontrar nada¡±, afirma M¨®nica Gomba. ¡°Facundo tuvo covid dos veces, tiene una p¨¦rdida de visibilidad casi absoluta en el ojo derecho y sufre de una pericarditis que le disminuye la capacidad de respiraci¨®n¡±, relata. ¡°Est¨¢ completamente desatendido. El pedido de extradici¨®n es casi una sentencia de muerte, pero Facundo tiene siete vidas¡±.
Varios extranjeros se han incorporado a las filas de los movimientos guerrilleros colombianos. Manuel El Cura P¨¦rez, un exsacerdote espa?ol que muri¨® de hepatitis en 1998 siendo el jefe m¨¢ximo del Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional (ELN), y la holandesa Tanja Nijmeijer, la europea de las FARC, son los casos m¨¢s conocidos. Meses despu¨¦s de la firma del acuerdo de paz, sellado a finales de 2016, un censo de la Universidad Nacional registraba al menos 84 guerrilleros extranjeros. La gran mayor¨ªa eran venezolanos (54), ecuatorianos (16) y brasile?os (8), pa¨ªses que comparten fronteras con Colombia, pero tambi¨¦n hab¨ªa holandeses (Nijmeijer), as¨ª como combatientes de Francia, Chile y, precisamente, Argentina por cuenta de Molares.
La adhesi¨®n o no de Molares al acuerdo de paz ser¨¢ determinante para saber c¨®mo se lo juzgar¨¢ en Colombia, en caso de ser extraditado. El abogado Farquet espera que el asunto sea resuelto por la Jurisdicci¨®n Especial para la Paz, que contempla la amnist¨ªa para los firmantes del tratado. Pero si no lo firm¨®, el tribunal ordinario que hoy reclama a Molares puede proceder por su cuenta. Farquet sostiene que su defendido s¨ª firm¨® el acuerdo, pero que como no tiene un documento colombiano las autoridades se niegan a tomarlo en cuenta en las listas de exguerrilleros que entregaron las armas. ¡°El comisionado dice que no tiene manera de probar si es el mismo Facundo Molares¡±, sostiene. ¡°La imputaci¨®n tiene una raz¨®n pol¨ªtica. Seg¨²n un principio de igualdad, ¨¦l deber¨ªa formar parte de la amnist¨ªa. Que lo desconozcan es un detalle, pero no desconocen que estuvo en el campamento y el comisionado le dijo a la fiscal¨ªa que s¨ª exist¨ªa una persona en el listado que se llamaba Facundo Molares. Obviamente no tiene documento porque es argentino¡±.
Tras 15 a?os en la selva colombiana, uno en prisi¨®n en Bolivia y un viaje en un vuelo privado que desemboc¨® en cinco meses en otra c¨¢rcel en Argentina, Molares prepara su ¨²ltimo ataque. Esta vez, El Argentino necesita una buena defensa.
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