Berl¨ªn y Kiev zanjan su desencuentro tras la invitaci¨®n de Zelenski al presidente alem¨¢n para que visite Ucrania

Una llamada de 45 minutos y la crisis diplom¨¢tica entre Berl¨ªn y Kiev es pasado. El presidente ucranio, Volod¨ªmir Zelenski, invit¨® este jueves al presidente alem¨¢n, Frank-Walter Steinmeier, y al canciller, Olaf Scholz, a visitarle pr¨®ximamente en Kiev. La cita a¨²n no tiene fecha, pero el mero hecho de que exista esa invitaci¨®n ha calmado las aguas en Berl¨ªn, donde no se entend¨ªa que Scholz todav¨ªa no haya viajado a Ucrania cuando ya lo han hecho una decena de l¨ªderes mundiales, entre ellos Joe Biden, Boris Johnson, Ursula von der Leyen y Ant¨®nio Guterres.

La conversaci¨®n entre Zelenski y Steinmeier, que fuentes de ambas partes describieron como ¡°importante¡± y ¡°muy buena¡±, pretend¨ªa ¡°limar asperezas¡± despu¨¦s de tres semanas de tensiones y continuos intercambios de reproches. Las relaciones entre los pa¨ªses se resintieron a mediados de abril cuando la oficina de Zelenski le comunic¨® a Steinmeier que no era bienvenido a Kiev en una visita conjunta con sus hom¨®logos polaco y de los pa¨ªses b¨¢lticos.

El desplante sent¨® mal en Berl¨ªn, especialmente a Olaf Scholz, que desde entonces se ha negado a viajar a Kiev. En una entrevista en televisi¨®n esta semana reconoci¨® por primera vez su malestar: ¡°El hecho de que el presidente de la Rep¨²blica Federal de Alemania fuera rechazado es un obst¨¢culo [a su propia visita]¡±. El canciller argument¨® que Ucrania no puede tratar con esa displicencia al pa¨ªs que m¨¢s ayuda econ¨®mica le ha brindado incluso antes de la guerra.

A Steinmeier, miembro del SPD hasta que abandon¨® la militancia al llegar a la presidencia en 2018, se le considera uno de los facilitadores de la dependencia energ¨¦tica que Rusia lleva tejiendo en Alemania desde hace d¨¦cadas. Creci¨® pol¨ªticamente a la sombra de Gerhard Schr?der, el excanciller socialdem¨®crata convertido en un paria por mantener sus cargos en las empresas estatales rusas y defender a Vlad¨ªmir Putin. Pero su actitud ha sido la contraria: Steinmeier se ha disculpado p¨²blicamente por su tibieza hacia Rusia en el pasado y ha reconocido que se equivoc¨®.

El c¨¦nit de las tensiones entre Berl¨ªn y Kiev se vivi¨® tras la entrevista televisiva de Scholz, cuando el embajador ucranio en Alemania, Andrij Melnyk, critic¨® al canciller por su negativa a entrevistarse con Zelenski. Le llam¨® ¡°salchicha de h¨ªgado ofendida¡±, una expresi¨®n poco diplom¨¢tica, entre coloquial e insultante, que significa que se hace el ofendido sin tener motivos para ello. Incluso los adversarios pol¨ªticos de Scholz consideraron que se hab¨ªa excedido y le exigieron una disculpa.

Seg¨²n algunos medios alemanes, el jefe de la oposici¨®n, el democristiano Friedrich Merz, es quien ha ejercido de mediador en su reciente y controvertida visita a Kiev. Varios analistas han criticado que se adelantara a Scholz y han visto oportunismo pol¨ªtico en su viaje, que se produce d¨ªas antes de dos elecciones regionales en Alemania.

La reuni¨®n de Merz con Zelenski a?adi¨® presi¨®n al canciller, muy cuestionado en las ¨²ltimas semanas por su reticencia a enviar armamento pesado a Ucrania. El Gobierno de coalici¨®n de socialdem¨®cratas, verdes y liberales ha ido virando su postura desde el inicio de la invasi¨®n rusa. Primero dio un vuelco a su tradicional pol¨ªtica exterior y de defensa al anunciar un fondo de 100.000 millones para rearmar el Ej¨¦rcito alem¨¢n y autorizar el suministro de armas defensivas. Hace una semana dio un paso m¨¢s all¨¢ al permitir el env¨ªo de blindados.

¡°Es bueno que nuestro presidente federal y el presidente ucranio hayan hablado y limado asperezas¡±, escribi¨® a ¨²ltima hora en su Twitter el canciller, donde anunci¨® tambi¨¦n que el primer resultado de esa conversaci¨®n es que la ministra de Exteriores, Annalena Baerbock, viajar¨¢ a Kiev pr¨®ximamente.

Pese a los giros de 180 grados, Scholz sigue estando bajo sospecha para Ucrania, como todos los socialdem¨®cratas alemanes de su generaci¨®n: se les atribuye el haber cultivado una relaci¨®n demasiado estrecha con el Kremlin motivada por los intereses econ¨®micos. De Steinmeier, que form¨® parte de los Gobiernos de Schr?der y de Angela Merkel, el embajador Melnyk dijo que hab¨ªa ¡°creado una tela de ara?a de contactos con Rusia¡±. Dentro del Gobierno de Scholz han sido Los Verdes los que han reconocido abiertamente los errores del pasado, como la construcci¨®n del pol¨¦mico gasoducto Nord Stream 2.

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