Salvador Ramos, el autor del tiroteo en Texas, un joven retra¨ªdo que sembr¨® el terror en una escuela de Uvalde

La tragedia ha llamado a las puertas de Uvalde, en el Estado de Texas. La noche del martes, el nombre de Salvador Ramos, un joven de 18 a?os, estaba en boca de todos los habitantes de esta comunidad de mayor¨ªa latina a medio camino entre la ciudad de San Antonio y la frontera de M¨¦xico. Dos vecinos hablaban de Ramos frente a la escuela primaria Robb, donde el joven asesin¨® a 19 ni?os y dos maestras antes de ser abatido por la polic¨ªa, en la peor matanza en un colegio en una d¨¦cada. ¡°Era calladito¡±, contaba a este peri¨®dico Eric (no quiere revelar su apellido), cuyo hijo mayor estudia en el mismo instituto que Ramos. Seg¨²n este vecino, era ¡°buena gente¡±, pero v¨ªctima de bullying en el instituto. ¡°Mi hijo me dice que conoce a un muchacho al que le gustaba pegarle¡±, asegura.

Eric, de 44 a?os, vestido con una camiseta y gorra de camuflaje, llevaba una pistola en la cintura. Las armas son populares en Texas, un Estado que permite llevarlas sin necesidad de un permiso especial. Y en esta localidad, en concreto, lo son las pistolas y rifles, porque hay mucho aficionado a la caza.

El gobernador de Texas, Greg Abbott, descart¨® este mi¨¦rcoles en una rueda de prensa que Ramos tuviera antecedentes criminales o alg¨²n registro de enfermedades mentales en su historial m¨¦dico. Tambi¨¦n dijo que ¡°supuestamente¡± hab¨ªa abandonado la escuela secundaria en la que estudiaba y que hab¨ªa anunciado y relatado sus planes en su cuenta de Facebook. Unos 30 minutos antes de la matanza, el atacante escribi¨® en la red social: ¡°Voy a disparar a mi abuela¡±. Instantes despu¨¦s, complet¨® otra publicaci¨®n: ¡°Ya dispar¨¦ a mi abuela¡±.

Seg¨²n Abbott, Ramos dispar¨® en la cara de la mujer, de 66 a?os, quien aun as¨ª logr¨® llamar a la polic¨ªa para avisar de que el joven se dirig¨ªa hacia la escuela. Mientras, 15 minutos antes de chocar su veh¨ªculo e irrumpir en el colegio, Ramos escrib¨ªa una ¨²ltima publicaci¨®n: ¡°Voy a disparar en una escuela primaria¡±. La red social aclar¨® despu¨¦s en un mensaje en su cuenta de Twitter que los mensajes a los que se refiri¨® el gobernador fueron ¡°privados¡± y no p¨²blicos.

El teniente Christopher Olivarez, portavoz del Departamento de Seguridad P¨²blica de Texas, ha asegurado a la prensa que Ramos entr¨® a la escuela con chaleco antibalas. Seg¨²n testigos, iba armado con un rifle autom¨¢tico y una pistola, y form¨® una barricada en un aula de cuarto grado en la que minutos antes se hab¨ªa celebrado una ceremonia de fin de curso y una entrega de diplomas. La escuela ten¨ªa matriculados 535 estudiantes en el curso escolar que termin¨® en 2021. Muchas de las v¨ªctimas mortales del tiroteo ten¨ªan 10 a?os.

Ramos viv¨ªa con sus dos abuelos maternos, Rolando Reyes y Celia Gonz¨¢lez, en una casa de una sola planta a pocos metros de la escuela, en la calle D¨ªaz. La madre, Adriana Martinez, no viv¨ªa con ellos, sino en otra parte del pueblo. ¡°Su mam¨¢ andaba en malos pasos¡±, contaba en la noche del martes uno de los vecinos de la calle, que no se quiso identificar. El padre no estaba presente en la vida del adolescente. Por ello, los abuelos se hicieron cargo de Ramos. La zona est¨¢ poblada por inmigrantes mexicanos de primera o segunda generaci¨®n, es decir, hijos de migrantes. Casi todos hablan espa?ol. De acuerdo con Roland Gutierrez, un senador local quien tuvo acceso a los partes policiales, Ramos naci¨® en Dakota del Norte.

¡°No tengo palabras. No s¨¦ lo que estaba pensando. ?l ten¨ªa sus razones para hacer lo que hizo¡±, dijo el mi¨¦rcoles Adriana Martinez, la madre de Salvador, en una entrevista que le hizo la cadena Televisa afuera de una iglesia. ¡°Por favor, no lo juzguen... Perdonen a mi hijo¡±, a?adi¨®. La mujer, visiblemente triste, describi¨® a su hijo como ¡°calladito, bien penoso¡± y quien ¡°no hac¨ªa da?o a nadie¡±.

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El FBI investiga la casa de SALVADOR RAMOS, el atacante de la masacre de TEXAS

Seg¨²n el relato de las autoridades, Ramos discuti¨® con su abuela, de 66 a?os, antes de cometer el crimen. El joven hab¨ªa subido a las redes sociales fotograf¨ªas de las armas que hab¨ªa comprado de forma legal en una tienda de la localidad. La abuela, de acuerdo con algunos vecinos, sab¨ªa de los planes de su nieto y quiso impedir que los llevara adelante. Ramos dispar¨® contra ella. Fue trasladada a un hospital de San Antonio y se encuentra en estado cr¨ªtico. En el patio de la casa qued¨® tirada una mochila llena de munici¨®n.

¡°Nadie lo conoc¨ªa¡±

Ramos tuvo algunos trabajos en el pueblo. Uno de ellos fue en la cadena de comida r¨¢pida Wendy¡¯s, en la que trabaj¨® un a?o y que abandon¨® el mes pasado. Los periodistas que han visitado el lugar presentan el retrato de un joven t¨ªmido sin muchas amistades y con dificultades para entablar relaciones sociales. ¡°Muchos de mis empleados hablan entre ellos y son amigables. ?l no era as¨ª. Creo que nadie lo conoc¨ªa¡±, dijo el coordinador nocturno del restaurante al diario The New York Times.

El muchacho tambi¨¦n trabajaba espor¨¢dicamente junto a su abuelo Rolando, quien se dedicaba a instalar aires acondicionados y a otras labores de mantenimiento. En los ¨²ltimos meses, la familia hab¨ªa llorado varias muertes pr¨®ximas. Rolando hab¨ªa perdido a su madre y a su hermano, el t¨ªo abuelo de Salvador.

¡°Lo siento mucho por mi amigo Rolando¡±, dec¨ªa la noche del martes Adolfo Cruz, de 69 a?os, quien trabaja tambi¨¦n instalando aires acondicionados. Originario de Uvalde, dice conocer a la familia del asesino desde hace m¨¢s de 60 a?os. ¡°Es un tipo firme¡±, describe sobre el abuelo, una versi¨®n que comparten los vecinos de la calle. Una nieta de Adolfo, Elija Cruz Torres, de 10 a?os, est¨¢ entre las v¨ªctimas mortales que ha dejado la ira de Ramos en un sitio donde todos se conocen. ¡°Yo no culpo a mi amigo para nada. No le guardo rencor¡±, indicaba.

Lo que s¨ª molestaba a Cruz es el papel de la polic¨ªa. ¡°?D¨®nde estaban?¡±, se preguntaba. Seg¨²n ¨¦l, el jefe de polic¨ªa, Daniel Rodriguez, hab¨ªa prometido una vigilancia especial en el distrito escolar. En mayo de 2018, las autoridades de este pueblo detuvieron a dos estudiantes del instituto Morales, de 13 y 14 a?os, que planeaban llevar a cabo un tiroteo en su centro, en la misma localidad. La investigaci¨®n revel¨® que los menores se identificaban con Eric Harris y Dylan Klebold, los asesinos de Columbine. A?os despu¨¦s, ha tenido lugar una matanza dentro de las aulas. El nombre de Salvador Ramos se suma a una creciente lista de victimarios que sume una vez m¨¢s a toda una comunidad en el duelo.

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