Sud¨¢n se bate entre signos de debilidad del ej¨¦rcito y el recelo de los l¨ªderes de la protesta

El comandante del ej¨¦rcito y l¨ªder de Sud¨¢n desde el golpe de Estado del pasado octubre, el general Abdel Fattah Al...

El comandante del ej¨¦rcito y l¨ªder de Sud¨¢n desde el golpe de Estado del pasado octubre, el general Abdel Fattah Al Burhan, anunci¨® la noche de este lunes que los militares finalmente se retirar¨¢n de las negociaciones para formar un nuevo Gobierno y ceder¨¢n la iniciativa a fuerzas pol¨ªticas civiles, aunque avanz¨® que, a cambio, establecer¨¢n un consejo militar sin supervisi¨®n civil y con poderes todav¨ªa por determinar. Su propuesta llega despu¨¦s de que la oposici¨®n haya aumentado en los ¨²ltimos d¨ªas sus movilizaciones contra la junta golpista, incapaz de cimentar su autoridad, ampliamente rechazada por la oposici¨®n como una artima?a de los generales para preservar su poder y sus privilegios. El anuncio tambi¨¦n se produce tras el fracaso de la comunidad internacional en forjar un acuerdo entre militares y civiles por la negativa frontal de los ¨²ltimos a entablar cualquier tipo de negociaci¨®n.

En un breve mensaje en la televisi¨®n estatal, Al Burhan dijo que su oferta busca permitir que las fuerzas civiles ¡°se sienten y formen un Gobierno independiente de competencias nacionales para acometer todas las demandas del periodo de transici¨®n¡±. Tambi¨¦n asegur¨® que tras la formaci¨®n del Ejecutivo disolver¨¢ el Consejo Soberano, que actualmente asume las responsabilidades de la Jefatura de Estado y que ¨¦l mismo encabeza. Y avanz¨® que formar¨¢ un Consejo Superior de las Fuerzas Armadas, que ser¨¢ responsable de la seguridad y la defensa, as¨ª como de otras prerrogativas que se acuerden con el futuro Gabinete.

El movimiento del l¨ªder sudan¨¦s ha sido ampliamente interpretado como un signo de debilidad de la junta golpista, que desde enero ha sido incapaz de apuntalar un primer ministro y est¨¢ teniendo que hacer frente en solitario a una grave crisis econ¨®mica y a unos niveles alarmantes de violencia en la periferia del pa¨ªs. La decisi¨®n representa una marcha atr¨¢s respecto a sus promesas iniciales de nombrar un Ejecutivo tecn¨®crata para pilotar el pa¨ªs hasta unas elecciones en julio de 2023 bajo supervisi¨®n del ej¨¦rcito. Los principales grupos de la oposici¨®n ven adem¨¢s con escepticismo la formaci¨®n de un consejo militar que no rinda cuentas y la rehabilitaci¨®n en los ¨²ltimos meses de los islamistas que formaron la base de apoyo del r¨¦gimen del dictador Omar Al Bashir, depuesto en abril de 2019.

El golpe militar perpetrado por el ej¨¦rcito el pasado octubre puso punto y final a la transici¨®n democr¨¢tica iniciada en Sud¨¢n poco despu¨¦s de que Al Bashir fuese depuesto despu¨¦s de tres d¨¦cadas en el poder tras meses de manifestaciones multitudinarias. La asonada supuso un duro rev¨¦s para las aspiraciones populares de continuar desmantelando el viejo r¨¦gimen islamista, sentar las bases de un Gobierno civil y democr¨¢tico en el marco de un Estado de derecho, y de consolidar el retorno del pa¨ªs a la comunidad internacional.

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Esta inestabilidad est¨¢ detr¨¢s del incremento en el n¨²mero de personas que abandonan el pa¨ªs, muchos de ellos en direcci¨®n al norte de Marruecos desde donde tratan de cruzar a Espa?a, como mostr¨® el intento de salto de la valla hacia Melilla el pasado 24 de junio, con un balance de al menos 23 migrantes muertos. El 80% de las 133 personas que consiguieron llegar a la ciudad aut¨®noma ten¨ªan nacionalidad sudanesa. Este lunes, la comisaria europea de Interior, Ylva Johansson, consider¨® ¡°inaceptable que la gente muera de esta manera en nuestra frontera de la UE¡± y pidi¨® una investigaci¨®n de lo sucedido.

En Sud¨¢n, los militares han chocado desde entonces con la constante movilizaci¨®n que la oposici¨®n democr¨¢tica civil ha sido capaz de articular y mantener durante m¨¢s de ocho meses. La represi¨®n de las fuerzas de seguridad ha matado a m¨¢s de 100 personas. Cientos han resultado heridos o detenidos. Al frente de este pulso se encuentran los llamados comit¨¦s de resistencia, una extensa red de grupos descentralizados de revolucionarios muy arraigados en los barrios, que han demostrado una gran capacidad para esquivar las t¨¢cticas represivas y de cooptaci¨®n del r¨¦gimen.

El pasado jueves, en el tercer aniversario de la multitudinaria protesta que acab¨® forzando a los militares a pactar con fuerzas pol¨ªticas civiles la fr¨¢gil transici¨®n iniciada en 2019, se celebraron por todo Sud¨¢n grandes movilizaciones, en una nueva exhibici¨®n de fuerza de la oposici¨®n. Las protestas fueron una vez m¨¢s reprimidas por las fuerzas de seguridad, que mataron a nueve manifestantes e hirieron a m¨¢s de 600, seg¨²n el recuento del Comit¨¦ Central de Doctores Sudaneses.

Acampadas

A ra¨ªz del impulso creado por estas protestas, los comit¨¦s de resistencia de la capital, Jartum, anunciaron una ¡°escalada revolucionaria¡± para forzar la ca¨ªda de la junta militar ¡°por todos los medios pac¨ªficos¡± posibles. Desde entonces, se han levantado por primera vez desde el golpe varias acampadas, sobre todo en la regi¨®n de la capital. Al menos una de ellas fue atacada por la polic¨ªa el pasado lunes, mientras Al Burhan se dirig¨ªa a la naci¨®n, seg¨²n el citado comit¨¦ de doctores.

Los comit¨¦s de resistencia de Jartum tambi¨¦n han sido ahora los primeros en responder al anuncio del general. En un comunicado, rechazan la propuesta porque no responde a sus demandas de ceder el poder a un Gobierno civil, retirarse completamente de la pol¨ªtica y afrontar un proceso de reforma y rendici¨®n de cuentas. Tambi¨¦n por su intenci¨®n de formar un consejo militar. La coalici¨®n de fuerzas pol¨ªticas civiles que cogobern¨® con los militares la fr¨¢gil transici¨®n, las Fuerzas de la Libertad y el Cambio, ha considerado este martes el gesto de Al Burhan como una prueba de que la junta golpista est¨¢ en horas bajas, lo ha calificado de simple ¡°maniobra¡± alejada de las demandas de la calle y ha llamado a mantener la escalada.

El anuncio del general se produce poco despu¨¦s de que Estados Unidos y Arabia Saud¨ª lograran organizar por primera vez desde el golpe un encuentro entre las Fuerzas de la Libertad y el Cambio y los militares, a principios de junio, aunque el resultado fue incierto y los primeros han insistido en que no repetir¨¢n la f¨®rmula previa a la asonada de un Gobierno mixto con los militares. Un proceso pol¨ªtico impulsado en paralelo por la ONU y la Uni¨®n Africana ni siquiera lleg¨® a arrancar por el rechazo frontal de la oposici¨®n civil.

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