La guerra de Ucrania se ceba en las econom¨ªas del norte de ?frica
La mayor¨ªa de los pa¨ªses tratan de asegurar su abastecimiento de cereales mientras la inflaci¨®n comienza a hacer mella en la regi¨®n
Los tanques que Vlad¨ªmir Putin meti¨® en Ucrania la madrugada del 24 de febrero empezaron a hacer temblar desde ese mismo instante los bolsillos de millones de personas en ?frica del norte y las arcas de los Estados de la regi¨®n. El efecto se deja notar en distintas intensidades desde la costa atl¨¢ntica marroqu¨ª hasta el estrecho de Suez. Y ha sido un producto en particular, el trigo, el que ha acaparado buena parte de la atenci¨®n y las preocupaciones. En una zona donde la subida del precio del pan es una cuesti¨®n muy sensible y est¨¢ en el origen de varias revueltas sociales, cada Gobierno intenta ahora asegurar sus suministros de cereales, de los que Rusia y Ucrania aportan casi el 30% de exportaciones mundiales, seg¨²n la empresa especializada en agricultura Gro Intelligence.
En Egipto, un pa¨ªs de m¨¢s de 100 millones de almas, alrededor de 70 millones de personas tienen derecho a acceder a pan subvencionado. Adem¨¢s, el pa¨ªs es el mayor importador de trigo del mundo, y Rusia y Ucrania aseguraban en torno al 60% de sus necesidades, seg¨²n el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, por lo que cualquier variaci¨®n se convierte en un aut¨¦ntico rompecabezas para las autoridades.
El Cairo ya ha tenido que cancelar sus dos ¨²ltimas licitaciones de trigo porque el precio era sobre un 60% m¨¢s alto de lo previsto, y el ministerio de Comercio e Industria prohibi¨® este jueves la exportaci¨®n de trigo, harina, pasta, lentejas y jud¨ªas por tres meses. Adem¨¢s, la autoridad del ministerio de Abastecimiento que se encarga de los productos b¨¢sicos ha tenido que pedir ayuda para costear sus compras, seg¨²n la prensa local, y el pan no subvencionado ha subido un 50%. El ministerio de Finanzas, por su parte, calcula que el aumento de los precios del trigo a?adir¨¢ unos 860 millones de euros extras a la factura de importaciones del pa¨ªs en el a?o fiscal en curso, que termina en junio. Y un recorte a los subsidios al pan, que tienen una gran carga pol¨ªtica, pero que a estas alturas nadie descarta, sumado a la fuerte inflaci¨®n que se prev¨¦, podr¨ªa provocar un fuerte malestar social.
Pese a esta suma de reveses, las autoridades insisten en que, por ahora, no existe riesgo de desabastecimiento. Hussein Abu Saddam, presidente del Sindicato de Agricultores, indic¨® a EL PA?S que Egipto cuenta con reservas estrat¨¦gicas de trigo para cuatro meses y que en abril empezar¨¢ la cosecha local, que dar¨¢ un respiro de otros seis. ¡°[El problema] es que import¨¢bamos el 80% del trigo de Rusia y Ucrania y necesitamos reservas para el a?o que viene, por lo que debemos acudir a mercados alternativos como Am¨¦rica, Australia o Francia, que tienen precios m¨¢s elevados¡±, apunta. Asimismo, Abu Saddam se?ala que el Gobierno tambi¨¦n est¨¢ incentivando ya ahora el cultivo de trigo local.
En Marruecos, el portavoz del Gobierno, Mustaf¨¢ Baitas, intent¨® minimizar este jueves en conferencia de prensa el efecto de la guerra sobre la econom¨ªa de su pa¨ªs. Indic¨® que Rusia y Ucrania son, despu¨¦s de Francia, el segundo y tercer proveedor de trigo blando y cebada en Marruecos. Rusia, con el 25% y Ucrania, con el 11%. Pero aclar¨® que la mayor parte de las cantidades previstas para importar ya fueron adquiridas y las que restan pueden conseguirse en otros mercados.
Sin embargo, en Marruecos el punto d¨¦bil son los combustibles, ya que las importaciones de petr¨®leo, de gas y de carb¨®n representan el 6,4% del PIB, casi el doble que en Egipto. En un a?o, el litro de di¨¦sel pas¨® de costar 8,7 d¨ªrhams (80 c¨¦ntimos de euro) a superar la barrera de los 10 d¨ªrhams en noviembre de 2021 y la de los 10,9 d¨ªrhams (un euro) en febrero de 2022. Varios sindicatos de transportistas han emprendido cinco d¨ªas de huelga para exigir al Gobierno un techo a los precios de la gasolina.
D¨ªas antes de que comenzara la guerra, el 24 de febrero, se hab¨ªan registrado en Marruecos varias protestas a causa de la inflaci¨®n. Incluso se lleg¨® a perpetrar un saqueo de hortalizas y carnes en el zoco de Alhad, en la regi¨®n de Kenitra, 50 kil¨®metros al norte de Rabat.
Argelia podr¨ªa ser la gran beneficiada de este conflicto, ya que es un pa¨ªs cuya econom¨ªa gira en torno a la exportaci¨®n del petr¨®leo. Sin embargo, un analista, que solicita el anonimato, indica desde Argel que hay otros sectores que se ver¨¢n perjudicados. ¡°Nosotros importamos casi todo. Y pagaremos muy cara la factura del trigo y la carne. Tambi¨¦n importamos equipamientos para la industria. Y los precios se han encarecido¡±.
¡°La r¨¢pida subida de los precios de la energ¨ªa ha sido una bendici¨®n para un r¨¦gimen argelino desesperado por la legitimidad¡±, nota Andrew Farrand, investigador del Atlantic Council especializado en el norte de ?frica, que se?ala que ¡°la compra de la paz social vuelve a ser factible de repente¡±. ¡°Pero este alivio puede ser temporal. Argelia depende de los mercados internacionales para una gran parte de su suministro de alimentos, [y] los precios r¨¦cord de los cereales son una gran preocupaci¨®n para una naci¨®n que importa millones de toneladas de trigo al a?o¡±, advierte.
En T¨²nez, el efecto de la guerra ya se est¨¢ notando, seg¨²n el economista tunecino Radhi Meddeb, quien explica por correo electr¨®nico que los presupuestos del Estado se establecieron con una hip¨®tesis del barril a 75 d¨®lares. Ahora se encuentra a 106 d¨®lares y ha rozado los 130. En cuanto a los cereales, Meddeb resalta la dependencia de su pa¨ªs: ¡°Los precios internacionales aumentaron una media del 30% en 2020 y ahora se esperan aumentos del 50%. Con la subida del precio, T¨²nez corre el riesgo de no encontrar las cantidades de cereal que necesita¡±. El sector tur¨ªstico tunecino, ya golpeado por la pandemia, tambi¨¦n se resiente. ¡°La guerra y la ca¨ªda del rublo nos pueden dejar sin 650.000 turistas, sobre todo rusos y en menor medida ucranios, cuya llegada nos vendr¨ªa muy bien, despu¨¦s de dos a?os de pandemia¡±.
Escenario cr¨ªtico en Sud¨¢n
En Sud¨¢n, que se encuentra sumido en una profunda crisis econ¨®mica desde un golpe de Estado militar en octubre, la situaci¨®n se presenta peor que en el resto de pa¨ªses del norte de ?frica. Ya en enero, los precios de los alimentos b¨¢sicos en el pa¨ªs eran entre un 100% y un 200% m¨¢s altos que el a?o anterior, y entre tres y cuatro veces m¨¢s altos que la media del ¨²ltimo lustro, seg¨²n la Red de Sistemas de Alerta Temprana de hambruna.
El pa¨ªs solo produce una cuarta parte del trigo que consume e importa el resto, sobre todo de Rusia, que recientemente ha enviado a Sud¨¢n 20.000 toneladas de este producto para dar aire a los generales golpistas, con los que mantienen buenos v¨ªnculos. Sin embargo, el aumento de los precios de la harina y el gas, y la reciente depreciaci¨®n de la moneda local, ya ha empezado a traducirse en un aumento del precio del pan. ¡°No hay ni siquiera colas, los precios son altos y la gente busca alternativas¡±, asegura a este diario Mosab Awad, propietario de varias panader¨ªas en el Estado de Jartum.
En el caso de Libia, que depende en gran medida del trigo de Ucrania, el ministerio de Econom¨ªa ha subrayado que el pa¨ªs cuenta con reservas estrat¨¦gicas suficientes para al menos un a?o, y que no esperan que el mercado local se vea significativamente afectado por la guerra. Aun as¨ª, los meses previos a su estallido se hab¨ªan producido problemas puntuales de suministro, al menos en la capital, Tr¨ªpoli. El presidente del Comit¨¦ Superior de Seguimiento de las Panader¨ªas y del sindicato gremial en Libia, Ali Aboaza, asegura a EL PA?S que el motivo es que las reservas estrat¨¦gicas no est¨¢n en manos del Estado, sino del sector privado, que en momentos como el actual se aprovecha y manipula el precio.
La confianza de estas ¨²ltimas para cumplir con su parte parece estar puesta en aprovechar los tambi¨¦n altos precios del petr¨®leo, del que Libia es uno de los principales exportadores del mundo, para compensar el coste de importar alimentos. Su producci¨®n, sin embargo, est¨¢ demostrando ser poco predecible en el actual contexto de renovada divisi¨®n pol¨ªtica y administrativa en el pa¨ªs, sobre el que vuelve a planear la sombra de la incertidumbre.
El norte de ?frica, adem¨¢s, se adentra en este nuevo escenario despu¨¦s de que en febrero el ¨ªndice de precios de los alimentos de la Organizaci¨®n de Naciones Unidas para la Alimentaci¨®n (FAO) registrara un nuevo m¨¢ximo hist¨®rico, por encima incluso de los niveles alcanzados a inicios del convulso a?o 2011. En este delicado contexto, la guerra en Ucrania, el impacto en el transporte mar¨ªtimo, y las sanciones a Rusia solo han contribuido a agravar todav¨ªa m¨¢s la fr¨¢gil situaci¨®n.
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