Jos¨¦ Eduardo dos Santos, de la guerrilla comunista al clan de los gobernantes millonarios
El expresidente de Angola reconstruy¨® un pa¨ªs arrasado por la guerra civil m¨¢s larga de ?frica al tiempo que creaba un aparato estatal corrupto que multiplic¨® la fortuna de su familia
Jos¨¦ Eduardo dos Santos, el expresidente de Angola que ha fallecido este viernes en la cl¨ªnica Teknon de Barcelona en medio de una pelea familiar que incluye acusaciones de homicidio, fue capaz de ser primero un hombre de la guerra y despu¨¦s el hombre de la paz. Tambi¨¦n un l¨ªd...
Jos¨¦ Eduardo dos Santos, el expresidente de Angola que ha fallecido este viernes en la cl¨ªnica Teknon de Barcelona en medio de una pelea familiar que incluye acusaciones de homicidio, fue capaz de ser primero un hombre de la guerra y despu¨¦s el hombre de la paz. Tambi¨¦n un l¨ªder amigo del dinero y enemigo de la disidencia, que gobern¨® su pa¨ªs 38 a?os, el segundo mandato m¨¢s largo de ?frica, solo superado por el ecuatoguineano Teodoro Obiang.
Despu¨¦s de casi un mill¨®n de muertos y una pobreza extrema que ten¨ªa a la mitad de la poblaci¨®n durmiendo al raso tras 27 a?os de guerra civil, Dos Santos defendi¨® la reconciliaci¨®n y firm¨® en 1994 un acuerdo de paz que incluy¨® la reinserci¨®n de 50.000 guerrilleros de la Uni¨®n Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA), que hab¨ªan combatido al Gobierno de Dos Santos y su partido, el Movimiento Popular por la Liberaci¨®n de Angola (MPLA). ¡°Es el hombre que finaliz¨® la guerra y el hombre de la reconstrucci¨®n. Dicho esto, su gobernaci¨®n est¨¢ marcada por la falta de transparencia, el nepotismo y la institucionalizaci¨®n de la corrupci¨®n que su sucesor, Jo?o Louren?o, trata de combatir. El otro aspecto negativo de su gesti¨®n fue su fracaso para mejorar las condiciones de vida de la sociedad y la gran desigualdad social¡±, expone en un correo electr¨®nico la periodista francesa Estelle Maussion, que public¨® en Portugal el libro El dominio de Angola. Un retrato del poder de Jos¨¦ Eduardo dos Santos, despu¨¦s de tres a?os como corresponsal en Luanda para la agencia France Presse.
Dos Santos representa el legado de la Guerra Fr¨ªa y sus contradictorias mutaciones. Nunca rompi¨® el cord¨®n umbilical que le uni¨® a la URSS desde que se form¨® all¨ª como ingeniero petroqu¨ªmico. Prolong¨® sus buenas relaciones con Vlad¨ªmir Putin, que le condecor¨® en dos ocasiones con la Orden de la Amistad (2006) y la Orden del Honor (2012). Al igual que ocurri¨® en la URSS tras el desplome del bloque comunista, el l¨ªder angole?o transit¨® del socialismo de los a?os sesenta y setenta a un capitalismo salvaje en los noventa, que acabar¨ªa convirtiendo a algunos de sus hijos en los oligarcas del pa¨ªs. El papel m¨¢s destacado correspondi¨® a su primog¨¦nita Isabel dos Santos, convertida en la mujer m¨¢s rica de ?frica hasta que el nuevo presidente, Jo?o Louren?o, inici¨® una batalla contra la corrupci¨®n que ha puesto contra las cuerdas los negocios de la antigua familia presidencial en Angola.
Isabel dos Santos fue la ¨²nica hija del primer matrimonio de Jos¨¦ Eduardo dos Santos con Tatiana Kubanova, a la que conoci¨® en Bak¨² (actual Azerbaiy¨¢n) mientras estudiaba ingenier¨ªa y se adoctrinaba en el socialismo. En 1961 hab¨ªa comenzado en Angola una lucha contra la colonizaci¨®n portuguesa. Ese mismo a?o Jos¨¦ Eduardo dos Santos se afili¨® al Movimiento Popular por la Liberaci¨®n de Angola (MPLA), uno de los grupos que combat¨ªa a los portugueses y que hab¨ªa sido fundado en 1956 como una organizaci¨®n nacionalista y marxista.
En aquellas guerras entre un imperio que defend¨ªa un mundo ag¨®nico y unas colonias que ten¨ªan una causa (Angola, Guinea y Mozambique) naci¨® la conspiraci¨®n militar que acabar¨ªa hundiendo la dictadura de Portugal, la m¨¢s larga de la Europa occidental. La Revoluci¨®n de los Claveles se llev¨® por delante el r¨¦gimen del Estado Novo, pero tambi¨¦n facilit¨® las independencias africanas. Dos Santos se convirti¨® en 1975 en el primer ministro de Asuntos Exteriores de la Angola emancipada, un r¨¦gimen socialista presidido por Agostinho Neto. Cuanto este falleci¨® en 1979, el MPLA eligi¨® como sucesor a Dos Santos.
La fiesta por la independencia en 1975 dur¨® poco. Angola libr¨® una guerra civil que otras potencias usaron para asestarse golpes, con el pa¨ªs convertido en un campo de batalla caliente de la Guerra Fr¨ªa, que azuz¨® el enfrentamiento entre los grupos que en el pasado hab¨ªan compartido la lucha contra los portugueses. Mientras la URSS y Cuba apoyaban al MPLA, Estados Unidos, Sud¨¢frica y China ¨Dcr¨ªtica por entonces con los sovi¨¦ticos¨D respaldaban a la alianza entre la Uni¨®n Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA) y el Frente Nacional de Liberaci¨®n de Angola (FNLA), que no reconoc¨ªa la independencia proclamada en Luanda por el MPLA. El resultado fue la guerra civil m¨¢s larga de ?frica, que marc¨® a hierro a la sociedad y convirti¨® a uno de los pa¨ªses m¨¢s ricos en recursos naturales (petr¨®leo, diamantes, pesca) en uno de los m¨¢s pobres y minados. Cuando se firmaron los acuerdos de paz en abril de 2002, hab¨ªa 100.000 mutilados y 50.000 hu¨¦rfanos.
A Jos¨¦ Eduardo dos Santos se le reconoce su empe?o en acabar con el conflicto. Su objetivo declarado entonces era lograr que todos los angole?os ¡°se sientan ciudadanos de una misma patria, en la que puedan expresar libremente sus ideas y desarrollar libremente su personalidad¡±. Tambi¨¦n anunci¨® elecciones en dos a?os y su abandono del cargo. Llevaba entonces 23 a?os en la presidencia.
Incumpli¨® la promesa de irse con tenacidad. Tanta que el rapero Luaty Beir?o le dedic¨® en 2012 una canci¨®n combativa, Kamikaze angolano, vestido con una camiseta negra donde se pod¨ªa leer ¡°32 anos ¨¦ muito¡± (32 a?os es mucho) y una letra incendiaria: ¡°El padre de la miseria en el pa¨ªs, no hay solo uno, pero el principal, no es secreto, se llama Zed¨² [mote del presidente]¡±. Tampoco cumpli¨® Dos Santos sus promesas respecto a las libertades pol¨ªticas. En 2015, Beir?o fue uno de los 15 encarcelados por compartir libros pol¨ªticos que alentaban la protesta. Les condenaron a cinco a?os y medio de prisi¨®n acusados de preparar un atentado contra el presidente. La huelga de hambre de 36 d¨ªas del m¨²sico, convertido en un s¨ªmbolo de la rebeld¨ªa de los j¨®venes de la clase media angole?a contra el r¨¦gimen, y la presi¨®n internacional facilitaron la liberaci¨®n anticipada de los disidentes.
Dos Santos todav¨ªa continu¨® en el poder hasta 2017, cuando cedi¨® la presidencia a su ministro de Defensa, Jo?o Louren?o. Al a?o siguiente le pas¨® el testigo al frente del partido, el MPLA. Pero tambi¨¦n en Angola la transici¨®n qued¨® menos amarrada de lo que desear¨ªa su familia. ¡°Su poder se ha restringido mucho ahora, especialmente en comparaci¨®n con los d¨ªas de la presidencia de Dos Santos¡±, observa la periodista Estelle Maussion. La justicia angole?a conden¨® a cinco a?os de prisi¨®n por fraude a Jos¨¦ Filomeno dos Santos, que presidi¨® el fondo soberano de Angola desde 2013 por decisi¨®n de su padre, que lleg¨® a plantearse designarle como su delf¨ªn pol¨ªtico. La Fiscal¨ªa General de Angola calcula que se perdieron durante su gesti¨®n m¨¢s de 1.000 millones de d¨®lares [unos 982 millones de euros] de fondos p¨²blicos.
Algunos cronistas afirman que Isabel dos Santos era la favorita de los diez hijos del presidente. Para su boda con Sindika Dokolo en 2002 se fletaron aviones desde Francia y B¨¦lgica con un coro y comida. Pero no fue el mayor regalo que el pol¨ªtico har¨ªa a su hija. Sucesivas decisiones presidenciales ayudaron a convertir a Isabel dos Santos en una de las mayores fortunas africanas. El ¨²ltimo de estos obsequios fue su nombramiento como directora ejecutiva de Sonangol, la todopoderosa petrolera estatal.
La estimaci¨®n a la baja de su riqueza es de 2.000 millones de d¨®lares e incluye negocios en el petr¨®leo, los diamantes, la banca, las cementeras, la joyer¨ªa o la telefon¨ªa, entre otros. Un enriquecimiento a¨²n m¨¢s llamativo en un pa¨ªs con el 54% de la poblaci¨®n [unos 32,8 millones de habitantes en total] malviviendo en pobreza. La fortuna de Isabel dos Santos est¨¢ ahora bajo investigaci¨®n judicial en Angola, donde han sido confiscados sus bienes, y en Portugal. La filtraci¨®n de documentos conocida como Luanda Leaks, del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigaci¨®n, sac¨® a la luz el entramado internacional de asesores (McKinsey, PwC o Boston Consulting) que ayudaron a Isabel dos Santos a montar una red diversificada por m¨¢s de 40 pa¨ªses para enriquecerse. Uno de ellos es Emiratos ?rabes Unidos, donde se ha refugiado (en Dub¨¢i) tras la ca¨ªda en desgracia de la familia en Angola.
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