Supervivientes de la mayor redada contra los jud¨ªos en Francia: ¡°Esperamos que los j¨®venes recuerden la historia¡±
El presidente Emmanuel Macron advertir¨¢ este domingo contra el revisionismo hist¨®rico en el 80? aniversario de la detenci¨®n por el r¨¦gimen colaboracionista de 13.000 jud¨ªos durante la redada del Vel¨®dromo de Invierno de Par¨ªs
De peque?a, a la parisiense Arlette Testyler su padre, un jud¨ªo de origen polaco, le dec¨ªa siempre que, si ten¨ªa alg¨²n problema, buscara a un polic¨ªa. Al fin y al cabo, estaban en Francia, ¡°el pa¨ªs de Voltaire, de Zola, de los derechos humanos¡±, recuerda la mujer a sus 89 a?os. Todo cambi¨® con la ocupaci¨®n nazi en 1940 y la connivencia del r¨¦gimen de Vichy. En 1942, tuvo lugar en Par¨ªs la mayor razia antisemita en Europa occidental durante la II Guerra Mundial: casi 13.000 jud¨ªos, la mayor¨ªa mujeres y ni?os como Arlette, fueron detenidos entre el 16 y 17 de julio en...
De peque?a, a la parisiense Arlette Testyler su padre, un jud¨ªo de origen polaco, le dec¨ªa siempre que, si ten¨ªa alg¨²n problema, buscara a un polic¨ªa. Al fin y al cabo, estaban en Francia, ¡°el pa¨ªs de Voltaire, de Zola, de los derechos humanos¡±, recuerda la mujer a sus 89 a?os. Todo cambi¨® con la ocupaci¨®n nazi en 1940 y la connivencia del r¨¦gimen de Vichy. En 1942, tuvo lugar en Par¨ªs la mayor razia antisemita en Europa occidental durante la II Guerra Mundial: casi 13.000 jud¨ªos, la mayor¨ªa mujeres y ni?os como Arlette, fueron detenidos entre el 16 y 17 de julio en la denominada redada del Vel d¡¯Hiv, el Vel¨®dromo de Invierno de Par¨ªs, una operaci¨®n coordinada por las autoridades colaboracionistas francesas y ejecutada por 4.500 polic¨ªas galos. Fue una mancha que Francia tard¨® cinco d¨¦cadas en afrontar.
Hubo que esperar hasta Jacques Chirac, en 1995, para que un presidente reconociera la responsabilidad del Estado franc¨¦s en la acci¨®n antisemita. Ahora se cumplen 80 a?os de la redada y 27 del discurso de Chirac con el temor, entre supervivientes e historiadores, de que la tentaci¨®n del revisionismo hist¨®rico y el antisemitismo latente en la sociedad lleven a una peligrosa banalizaci¨®n de la historia cuando cada vez quedan menos testigos de esta tragedia.
¡°No podemos dar nada por sentado¡±, advierte a EL PA?S Olivier Lalieu, historiador del Memorial de la Shoah de Par¨ªs, el mayor centro de archivos en Europa sobre el genocidio cometido por los nazis. Y hay se?ales de alarma bien recientes, recuerda en referencia a las afirmaciones del excandidato presidencial de ultraderecha ?ric Zemmour, quien sostuvo durante la campa?a electoral que el r¨¦gimen de Vichy ¡°protegi¨® a los jud¨ªos franceses¡±, para lo cual decidi¨® entregar a los extranjeros. ¡°Las ¨²ltimas elecciones nos muestran que la falsificaci¨®n de la historia, la instrumentalizaci¨®n pol¨ªtica, siempre es posible. De ah¨ª nuestro combate permanente por la memoria, la historia, la transmisi¨®n, la educaci¨®n¡±, se?ala Lalieu.
A primera hora de la ma?ana del 16 de julio de 1942, Arlette Testyler, de nueve a?os, su hermana y su madre fueron detenidas por dos polic¨ªas franceses en su casa de Par¨ªs. Su padre ya hab¨ªa sido arrestado en 1941, en otra redada que afect¨® solo a hombres jud¨ªos: la denominada razia de los billetes verdes, en referencia al color de la circular mediante la cual se convoc¨® a los jud¨ªos extranjeros refugiados en Par¨ªs a presentarse para un control rutinario de la documentaci¨®n. Los que lo hicieron, acabaron detenidos y, a la postre, deportados. El padre de Arlette muri¨® en la c¨¢mara de gas de Auschwitz. Un a?o m¨¢s tarde, meses despu¨¦s de la conferencia de Wannsee donde el r¨¦gimen nazi organiz¨® la ¡°soluci¨®n final a la cuesti¨®n jud¨ªa¡±, es decir, su exterminaci¨®n total, en la nueva redada parisiense caer¨ªan personas de todo sexo y edad, a las que las autoridades francesas acababan de ordenar, siguiendo tambi¨¦n las consignas de los ocupantes nazis, portar la ignominiosa estrella jud¨ªa.
En la tarde del 17 de julio, al t¨¦rmino oficial de la redada, el balance es de 12.884 jud¨ªos detenidos: 3.031 hombres, 5.802 mujeres y 4.051 ni?os menores de 16 a?os, la mayor¨ªa nacidos en Francia, cosa que en principio contraven¨ªa lo acordado, se?ala uno de los principales historiadores del Vel d¡¯Hiv, Laurent Joly. En los d¨ªas posteriores, la cifra ascender¨¢ a 13.152 detenidos. Solteros y parejas sin hijos son trasladados directamente al campo de Drancy, en las afueras de Par¨ªs. Las familias acaban en el Vel¨®dromo de Invierno, un popular centro deportivo junto a la torre Eiffel. Ah¨ª permanecer¨¢n varios d¨ªas en condiciones ignominiosas, recuerda Testyler, hasta que tambi¨¦n son redirigidos a diversos campos, entre ellos, el de Pithiviers, a un centenar de kil¨®metros de la capital. Ella logr¨® huir desde all¨ª. La mayor¨ªa tuvo menos suerte.
La redada del Vel d¡¯Hiv fue el primer paso hacia la muerte. Casi todos los detenidos acabaron, tarde o temprano, en el campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau. Solo desde la estaci¨®n de tren de Pithiviers, donde este domingo el presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, inaugurar¨¢ un nuevo memorial, fueron deportados 8.100 jud¨ªos. En total, entre el 17 de julio y el 30 de septiembre de 1942, 33.000 jud¨ªos ¡ª3.000 por semana¡ª fueron trasladados desde Francia al temido campo de los nazis en territorio polaco. Muy pocos regresaron.
El Estado franc¨¦s no reconoci¨® su responsabilidad hasta medio siglo despu¨¦s. ¡°S¨ª, la locura criminal del ocupante fue secundada por los franceses, por el Estado franc¨¦s. Francia, patria de las Luces, de los derechos humanos, hizo ese d¨ªa lo irreparable. Faltando a su palabra, entreg¨® a sus protegidos a los verdugos¡±, declar¨® Chirac en 1995. Muchos, demasiados, todav¨ªa cuestionan sus palabras.
De ah¨ª que Macron vaya a conmemorar este domingo el 80? aniversario de Vel d¡¯Hiv con el objetivo, seg¨²n el El¨ªseo, de rebatir con contundencia las tentaciones revisionistas y un antisemitismo a¨²n latente: este verano, la ciudad de Avi?¨®n retir¨® un mural que representaba a Macron como una marioneta vestida de Pinocho y manejada por el asesor pol¨ªtico Jacques Attali, de origen jud¨ªo, despu¨¦s de que asociaciones y pol¨ªticos denunciaran las m¨²ltiples se?ales antisemitas y conspiracionistas de la obra.
¡°El antisemitismo sigue merodeando, a veces de manera insidiosa, y eso es muy preocupante¡±, dice el El¨ªseo. A ello se une que, en los ¨²ltimos a?os, ha surgido ¡°un nuevo tipo de revisionismo hist¨®rico¡±, lo que hace que ¡°haya que volver a combatir¡± estas tendencias, considera la presidencia gala.
El problema no es solo franc¨¦s. La Unesco y Naciones Unidas presentaron esta semana un informe sobre el gran impacto de la ¡°negaci¨®n y distorsi¨®n del Holocausto¡± en redes sociales. En Telegram, llega a ser ¡°masiva¡±: casi la mitad (49%) de los contenidos p¨²blicos relacionados con el Holocausto en esta plataforma niegan o distorsionan los hechos. Un porcentaje que se eleva a m¨¢s del 80% en el caso de los mensajes en alem¨¢n y alrededor del 50% en ingl¨¦s y franc¨¦s. En otras plataformas ¡ªse estudiaron Facebook, Instagram, Telegram, TikTok y Twitter¡ª que cuentan con moderadores de contenidos, el negacionismo tambi¨¦n existe, aunque de manera m¨¢s contenida (19% en Twitter, 17% en TikTok, 8% en Facebook y 3% en Instagram).
¡°Ante el incremento del antisemitismo, del racismo, de las tentativas de falsificaci¨®n de la historia a las que hemos asistido durante la campa?a electoral, ante la explosi¨®n de teor¨ªas de la conspiraci¨®n desde hace ya a?os en el paisaje pol¨ªtico franc¨¦s e internacional, tenemos mucho trabajo por hacer¡±, afirma el director del Memorial de la Shoah, Jacques Fredj.
Como Arlette Testyler, los padres de Rachel Jedinak tambi¨¦n murieron en Auschwitz, destino del que ella se libr¨® porque logr¨® huir durante su arresto el 16 de julio de 1942. No consigue ocultar su frustraci¨®n. ¡°?Qu¨¦ m¨¢s puedo hacer?¡±, preguntaba a este diario Jedinak, de 88 a?os, durante la visita, en v¨ªsperas de su inauguraci¨®n, del memorial de Pithiviers. Ha escrito un libro, Nous n¡¯¨¦tions que des enfants (no ¨¦ramos m¨¢s que ni?os) sobre las terribles condiciones de los menores jud¨ªos en la ¨¦poca y es la impulsora de las placas que hoy recuerdan en cada colegio de Francia a los escolares que fueron deportados.
Ante el compartido temor de que triunfen los revisionistas, Jedinak y Testyler siguen dando charlas en colegios e institutos. ¡°Somos los ¨²ltimos testigos. Espero que los j¨®venes a los que hemos contado nuestra historia se acuerden y, por su parte, la transmitan¡±, dice Jedinak. ¡°Somos los dinosaurios de la Shoah. Despu¨¦s de nosotros, no quedar¨¢ nadie¡±, coincide Testyler. Pero, agrega, ¡°si solo el 10% de esos estudiantes dicen, alg¨²n d¨ªa, frente a los negacionistas, ¡®yo los he visto, habl¨¦ con ellos, existieron¡¯, habremos hecho algo ¨²til¡±.
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