20 fotosAfganist¨¢nLos drogadictos de las colinas de Kabul, en im¨¢genesEl fot¨®grafo Ebrahim Noroozi, de la agencia Associated Press, retrata el drama de los toxic¨®manos que viven en las laderas de la capital afgana 22 jul 2022 - 08:49CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceCientos de adictos se reun¨ªan debajo de un puente para consumir drogas, principalmente hero¨ªna y metanfetamina, en Kabul, el 15 de junio. La situaci¨®n apenas ha cambiado desde que, en agosto del a?o pasado, los talibanes se hicieron con el poder. Aunque no hay cifras oficiales, desde que en 2015 la ONU calcul¨® que el 5% de la poblaci¨®n afgana consum¨ªa drogas, la cifra no ha dejado de aumentar.Ebrahim Noroozi (AP)El cad¨¢ver de un adicto yac¨ªa cubierto por un pa?uelo debajo de un puente en Kabul, el 15 de junio. La adicci¨®n ha sido alimentada por la pobreza persistente y por d¨¦cadas de guerra que han dejado a miles de familias sin recursos. Los talibanes han detenido en redadas este verano a cientos de personas, sobre todo en una colina y bajo un puente de la capital, pero semanas despu¨¦s estos dos enclaves estaban ya siendo frecuentados por cientos de ciudadanos que consumen droga.Ebrahim Noroozi (AP)Un hombre le daba hero¨ªna a un perro en Kabul, el 7 de junio. Miles de adictos se encuentran viviendo en diferentes barrios de la capital. Los talibanes, que tomaron el poder hace casi un a?o, lanzaron una agresiva campa?a para erradicar el cultivo de la amapola. En 2015, se estimaba que el tr¨¢fico internacional de opio y hero¨ªna gener¨® en el mundo cerca de 28.000 millones de d¨®lares, m¨¢s que el producto interior bruto de Afganist¨¢n.Ebrahim Noroozi (AP)Un joven fumaba hero¨ªna en Kabul, el 9 de junio. Basta dar un paseo por la capital afgana para comprobar la existencia de miles de personas que viven en la calle y cuya vida depende de conseguir su dosis diaria.Ebrahim Noroozi (AP)Un grupo de drogadictos se reun¨ªa para fumar hero¨ªna debajo de un puente de Kabul, rodeados de perros adictos que dormitan en las escaleras, en una imagen tomada el 7 de junio. Ebrahim Noroozi (AP)Un toxic¨®mano fumaba hero¨ªna al borde de una colina en Kabul, el 7 de junio. Independientemente de quien se halle en el poder, la presencia de drogadictos en la capital es un problema que lleva d¨¦cadas sin resolverse.Ebrahim Noroozi (AP)Combatientes talibanes buscaban drogadictos escondidos entre la basura para detenerlos, el 1 de junio. En total, los talibanes detuvieron alrededor de unas 1.500 personas, seg¨²n funcionarios del r¨¦gimen de Kabul. Ebrahim Noroozi (AP)Un grupo de talibanes buscaban drogadictos escondidos entre la basura en Kabul, el 1 de junio. Los detenidos fueron trasladados al Hospital M¨¦dico de Avicena para Tratamiento de Drogas, una antigua base militar de Estados Unidos que en 2016 se convirti¨® en un centro de desintoxicaci¨®n.Ebrahim Noroozi (AP)Varios toxic¨®manos interceptados por las autoridades esperaban a ser trasladados a un campo de tratamiento de drogas en Kabul, el 2 de junio. El cultivo de opio, m¨¢s rentable y accesible que otras actividades, da de comer a miles de familias en zonas rurales del pa¨ªs.Ebrahim Noroozi (AP)Decenas de toxic¨®manos detenidos aguardaban hacinados en el interior de un cami¨®n tras una redada de los talibanes en Kabul, el 2 de julio. En 2018, el sector del opio proporcionaba empleo a cerca de 354.000 trabajadores locales e inmigrantes y los salarios llegaban a duplicar los de otras actividades agr¨ªcolas.Ebrahim Noroozi (AP)Vigilados por un talib¨¢n armado, varios detenidos caminaban en fila hacia la sala de desintoxicaci¨®n de un campo de tratamiento de adicci¨®n a las drogas en Kabul, el 31 de mayo.Ebrahim Noroozi (AP)Toxic¨®manos detenidos esperaban a que les afeiten la cabeza nada m¨¢s ingresar en el centro de reclusi¨®n, el 31 de mayo. Desde la toma del poder por parte de los talibanes, la financiaci¨®n internacional de la que depend¨ªa el Gobierno afgano se ha interrumpido, por lo que el campo apenas tiene fondos suficientes para alimentar a sus pacientes internos.Ebrahim Noroozi (AP)Un detenido, tras afeitarle la cabeza en un campo de tratamiento de drogas en Kabul, el 31 de mayo. Seg¨²n la ONU, desde antes de la llegada de los talibanes al poder, hay un v¨ªnculo directo entre la falta de control gubernamental, la inseguridad y la creciente producci¨®n de opi¨¢ceos.Ebrahim Noroozi (AP)Un detenido caminaba hacia una ducha en un campo de tratamiento de adicci¨®n a las drogas en Kabul, el 31 de mayo. La inestabilidad y violencia en torno a la plantaci¨®n y comercio de opio desalientan la inversi¨®n p¨²blica y privada en Afganist¨¢n, seg¨²n Naciones Unidas. Esto conduce a un c¨ªrculo vicioso en el que la inseguridad, a su vez, incentiva la producci¨®n de drogas, que en el caso del opio ha aumentado un 63% en el ¨²ltimo a?o, seg¨²n un informe de 2018.Ebrahim Noroozi (AP)Un detenido era afeitado en un campo de tratamiento de drogas en Kabul mientras otros arrestados esperaban su turno, el 31 de mayo.Ebrahim Noroozi (AP)Varios toxic¨®manos descansaban en sus camas en una sala de desintoxicaci¨®n en Kabul, el 29 de mayo. Los adictos son encerrados en barracas durante 45 d¨ªas. Ebrahim Noroozi (AP)Adictos tras ser detenidos por los talibanes en un campo de desintoxicaci¨®n en Kabul, el 29 de mayo. No reciben tratamiento ni medicaci¨®n mientras pasan por el periodo de abstinencia.Ebrahim Noroozi (AP)Los drogadictos recluidos en un centro de desintoxicaci¨®n en Kabul, durante una comida, el 30 de mayo.Ebrahim Noroozi (AP)Un comedor de un campo de tratamiento de drogadictos en Kabul, el 30 de mayo.Ebrahim Noroozi (AP)Varios drogadictos en la sala de desintoxicaci¨®n de un campo de tratamiento en Kabul, el 19 de junio.Ebrahim Noroozi (AP)