Mujeres de Marruecos claman contra el estigma de prostitutas que sufren en otros pa¨ªses ¨¢rabes
La llegada de hombres del golfo P¨¦rsico y la emigraci¨®n de mujeres hacia esa regi¨®n han fomentado un estereotipo injusto, seg¨²n varias activistas. Una pel¨ªcula y algunos art¨ªculos en prensa rompen el tab¨²
Mujeres marroqu¨ªes que viajan a pa¨ªses ¨¢rabes, sobre todo en el golfo P¨¦rsico, sufren a menudo vejaciones como si fueran a ejercer la prostituci¨®n. Varias activistas marroqu¨ªes consultadas por este diario lamentan que en una gran parte de los pa¨ªses ¨¢rabes a la mujer procedente del reino alau¨ª se le asocia con la prostituci¨®n y la brujer¨ªa. La cuesti¨®n sale pocas veces a la luz p¨²blica en Marruecos, pero hay al menos una decena de art¨ªculos publicados sobre este asunto en la prensa local durante los ¨²ltimos tres a?os. Y a veces el tab¨² se tambalea. En 2015, por ejemplo, el cineasta marroqu¨ª ...
Mujeres marroqu¨ªes que viajan a pa¨ªses ¨¢rabes, sobre todo en el golfo P¨¦rsico, sufren a menudo vejaciones como si fueran a ejercer la prostituci¨®n. Varias activistas marroqu¨ªes consultadas por este diario lamentan que en una gran parte de los pa¨ªses ¨¢rabes a la mujer procedente del reino alau¨ª se le asocia con la prostituci¨®n y la brujer¨ªa. La cuesti¨®n sale pocas veces a la luz p¨²blica en Marruecos, pero hay al menos una decena de art¨ªculos publicados sobre este asunto en la prensa local durante los ¨²ltimos tres a?os. Y a veces el tab¨² se tambalea. En 2015, por ejemplo, el cineasta marroqu¨ª Nabil Ayouch estren¨® en Francia ¡ªen su pa¨ªs fue prohibida¨D la pel¨ªcula Much loved, en la que sal¨ªan cuatro prostitutas en Marrakech junto a clientes saud¨ªes adinerados. Hasta ese momento, la llegada de los saud¨ªes a Marruecos en busca de sexo era una realidad de la que apenas se hablaba.
El tab¨² del estigma volvi¨® a quebrarse en Marruecos el pasado febrero, cuando el semanario Tel Quel public¨® una tribuna firmada por tres mujeres ¨DDina El Moukhtari, Houda Charhi y Lamya Ben Malek¨D titulada: ¡°Cuando mujer marroqu¨ª es sin¨®nimo de prostituta¡±. Las activistas contaban el caso de Camelia, una marroqu¨ª de 25 a?os que en diciembre de 2021 pretend¨ªa volar desde Madrid a Am¨¢n (Jordania) con la compa?¨ªa Ryanair. Camelia asegura que le prohibieron embarcar. Y la raz¨®n que la empresa aleg¨®, seg¨²n las autoras, es que ella no viajaba acompa?ada de un mahram, es decir, de un miembro masculino de su familia, una especie de tutor. Ryanair aplica esa norma, seg¨²n las tres activistas, a las mujeres marroqu¨ªes de 16 a 36 a?os, mientras que sus compatriotas masculinos de cualquier edad pueden viajar a Jordania sin ning¨²n impedimento.
Camelia Ryane, la mujer que denunci¨® la discriminaci¨®n, vive desde hace siete a?os en Madrid. Desde all¨ª explica a este diario que en 2019 su compatriota Mounia Semlali quiso desplazarse a Jordania como parte de la ONG Oxfam por motivos profesionales y le denegaron el visado por la falta de compa?¨ªa de un tutor masculino. Semlali organiz¨® una campa?a en las redes sociales bajo la etiqueta de: ¡°No somos prostitutas¡±, que tuvo un gran impacto. Ryane cre¨ªa que despu¨¦s de aquella campa?a todo se hab¨ªa arreglado. Pero el a?o pasado se top¨® ella misma con la exigencia de ir acompa?ada por un tutor.
Ryane asegura que este tipo de conductas discriminatorias las suelen aplicar ciertos pa¨ªses ¨¢rabes sin que haya una constancia escrita que se pueda recurrir ante los tribunales: ¡°El d¨ªa del vuelo, cuando me impidieron viajar sola a Jordania por la necesidad de un tutor, todo mi af¨¢n era conseguir alg¨²n documento que me permitiese acreditar que esta pr¨¢ctica estaba teniendo lugar de forma oficial. Si esta ley exist¨ªa, quer¨ªa verla por escrito¡±.
Todo lo que consigui¨® es que la compa?¨ªa a¨¦rea Ryanair le enviase el documento de la Asociaci¨®n Internacional de Transporte A¨¦reo (IATA, por sus siglas en ingl¨¦s) relacionado con las exigencias de entrada a Jordania. Con fecha de diciembre de 2021, este documento plasma las diferencias en las exigencias hacia mujeres marroqu¨ªes. A estas se les imponen unas condiciones que no rigen para las argelinas, ni libias, ni tunecinas, ni egipcias. Tampoco para los hombres marroqu¨ªes.
¡°Me pareci¨® muy fuerte¡±, explica Ryane, ¡°que a pesar de que llevo siete a?os en Espa?a y tengo mi residencia aqu¨ª, siempre se me vaya a seguir categorizando por mi sexo, edad, estado civil y mi nacionalidad. No solo es que sea una segregaci¨®n injusta, sino que la exigencia de un tutor para m¨ª es simplemente inviable, ya que yo vivo sola y el resto de mi familia est¨¢ en Marruecos¡±.
Este diario se puso en contacto con la compa?¨ªa Ryanair para saber por qu¨¦ Camilia Ryane sufri¨® tal discriminaci¨®n. La compa?¨ªa a¨¦rea, tras conocer todos los datos sobre la reserva del vuelo, se limit¨® a contestar: ¡°Ryanair cumple con todos los requisitos de entrada de la legislaci¨®n local que aplican los pa¨ªses en los que operamos. Nosotros no tenemos ning¨²n control sobre esos requisitos de entrada¡±.
Camelia Ryane no dispon¨ªa de ning¨²n tutor que la acompa?ara a Jordania y se qued¨® sin viajar en el vuelo que ya ten¨ªa reservado para el 19 de diciembre de 2021.
Sobre el origen de la mala imagen, la mayor¨ªa de las fuentes consultadas apuntan hacia los hombres de los pa¨ªses del Golfo.
Dina El Moukhtari, una de las autoras de la tribuna de Tel Quel, sostiene que, ¡°desgraciadamente¡±, esa mala imagen forma parte de una realidad. ¡°Marruecos es conocido por el turismo sexual¡±, asume. ¡°Sin embargo, hay mujeres en los pa¨ªses del Este que tambi¨¦n se prostituyen y el estigma no se extiende a todas las mujeres del Este. El tratamiento respecto a las marroqu¨ªes es totalmente distinto¡±.
Nabil Ayouch, el cineasta que tuvo que resignarse a que su largometraje sobre el tema no se pudiese ver en las salas de su pa¨ªs natal, no sabe de d¨®nde procede un estigma tan ¡°injusto¡±. Pero conoce a bastantes amigas que intentaron viajar a pa¨ªses del Golfo y no las dejaron entrar porque no iban acompa?adas por un padre o un marido. ¡°Es escandaloso y retr¨®grado¡±, indica. ¡°Pero debe formar parte de una manera de pensar paternalista, propia de esos pa¨ªses, donde se cree que una mujer no es capaz de trabajar en cualquier sector de la misma manera que un hombre¡±.
La ge¨®grafa francesa de origen marroqu¨ª Chadia Arab ha viajado tres veces a Emiratos ?rabes Unidos para investigar sobre la prostituci¨®n. En la ¨²ltima ocasi¨®n, en 2018, public¨® un trabajo junto con la antrop¨®loga Nasima Moujoud sobre el ¡°estigma marroqu¨ª¡±. Arab constat¨® que a pesar de que esta pr¨¢ctica est¨¢ prohibida en aquel pa¨ªs, hay prostitutas de muchas nacionalidades: filipinas, indias, sirias, libanesas, tunecinas, et¨ªopes¡ Arab se?ala que el 90% de las personas que viven en Dub¨¢i son extranjeras y que las marroqu¨ªes est¨¢n presentes en el ¨¢mbito de la prostituci¨®n, pero ¡°no son mayoritarias¡±. ¡°A menudo, las otras se hacen pasar por marroqu¨ªes para no empa?ar su propia nacionalidad¡±, explica. La investigadora explica que hay muchas emigrantes marroqu¨ªes que trabajan en Dub¨¢i, en hoteles, peluquer¨ªas, salones de est¨¦ticas y en empleos muy cualificados de grandes empresas. ¡°Solo una minor¨ªa se dedica a la prostituci¨®n. Pero casi todas sufren el estigma¡±, aclara.
¡°La miseria sexual de los hombres del Golfo¡±
Latifa el Boushini, profesora en la facultad de Ciencias de la Educaci¨®n en Rabat, data el origen de la mala fama en los a?os ochenta. ¡°En ese momento se produjo una apertura en Marruecos hacia la gente del Golfo, sobre todo con los saud¨ªes, que ven¨ªan aqu¨ª para solucionar sus miserias sexuales¡±. El Boushini recuerda que era un periodo de crisis econ¨®mica, acentuada por una gran sequ¨ªa, y que muchas mujeres viv¨ªan en la pobreza.
La profesora cree que la mala reputaci¨®n fue potenci¨¢ndose con el correr del tiempo. ¡°Me consta que las mujeres saud¨ªes organizaron una vez una manifestaci¨®n gritando alto y fuerte para que se rechazara la llegada de mujeres marroqu¨ªes alegando que les robaban a sus esposos. En lugar de cargar contra sus esposos, atacaban a las marroqu¨ªes¡±. La docente cree que en vez de ¡°pegar¡± la etiqueta de prostitutas al conjunto de mujeres marroqu¨ªes, se deber¨ªa poner el dedo sobre ¡°la miseria sexual de los hombres del Golfo¡±.
A veces, el estigma cala en la propia sociedad marroqu¨ª. Osire Glacier, profesora de origen marroqu¨ª en la Universidad de Athabasca (Alberta, Canad¨¢), relata mediante correo electr¨®nico lo que le sucedi¨® a una de sus alumnas, joven y marroqu¨ª, en un avi¨®n a Dub¨¢i. ¡°Estaba sentada al lado de un marroqu¨ª. En un momento dado, el hombre se volvi¨® hacia ella y le dijo: ¡®Qu¨¦ pena, que toda esta belleza tuya vaya a ser derrochada en Dub¨¢i¡¯. Porque incluso un marroqu¨ª cree que una mujer joven y bella que viaja sola, que toma el avi¨®n y pasa por los pa¨ªses del Golfo, va a prostituirse¡±.
El Boushini explica que ella ha decidido no viajar a ning¨²n pa¨ªs del Golfo. Pero cuando ha coincidido en Par¨ªs con alg¨²n hombre de esa regi¨®n y este le ha preguntado si es marroqu¨ª, ha negado serlo. ¡°Porque no quiero formar parte de un estereotipo. Mis amigas me aconsejaron que dijese la verdad, as¨ª se podr¨ªa combatir ese estereotipo¡±, explica.
Nour Leila, periodista marroqu¨ª afincada en Par¨ªs y especialista en cuestiones de g¨¦nero, cree que el origen de esa imagen obedece ¡°a la manera en la que se pintaba el Oriente durante la colonizaci¨®n¡±, al sexismo y al capitalismo sexual. Sobre este ¨²ltimo factor, Leila ilustra: ¡°No hay m¨¢s que ver la serie saud¨ª Chir Chat. Ah¨ª se ve a hombres discutiendo sobre el precio de las mujeres en Marrakech, como un destino de turismo sexual¡±.
Leila a?ade: ¡°Detr¨¢s de todo t¨®pico hay un fondo de verdad que se oculta: Marruecos es un destino de turismo sexual para muchos hombres de Oriente Pr¨®ximo y, sobre todo, del Golfo. Adem¨¢s, hay dos problemas: a la mujer se la ve como un objeto y las trabajadoras del sexo est¨¢n desprotegidas, como en la mayor parte del mundo¡±.
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