Gaza, la guerra que no cesa
La ¨²ltima ofensiva israel¨ª en la Franja agudiza las penurias de m¨¢s de dos millones de palestinos sometidos a bloqueo desde hace 15 a?os
Saker al Rifi se iba a casar este mismo mes. A los 29 a?os hab¨ªa logrado ahorrar unos 3.000 euros en billetes de dinares jordanos, una peque?a fortuna en la franja de Gaza, trabajando como vendedor ambulante de fruta. Y para celebrarlo, el pasado d¨ªa 5, viernes isl¨¢mico festivo, invit¨® a casa a su novia, Izraa, de 20 a?os. Se reunieron con los 17 miembros del clan Al Rifi (padres, hermanos casados con hijos y hermanos menores), con los que iban a convivir tras la boda en un piso de la s¨¦...
Saker al Rifi se iba a casar este mismo mes. A los 29 a?os hab¨ªa logrado ahorrar unos 3.000 euros en billetes de dinares jordanos, una peque?a fortuna en la franja de Gaza, trabajando como vendedor ambulante de fruta. Y para celebrarlo, el pasado d¨ªa 5, viernes isl¨¢mico festivo, invit¨® a casa a su novia, Izraa, de 20 a?os. Se reunieron con los 17 miembros del clan Al Rifi (padres, hermanos casados con hijos y hermanos menores), con los que iban a convivir tras la boda en un piso de la s¨¦ptima planta de la torre Palestina, en Rimal, barrio residencial de la capital gazat¨ª. En plena alegre sobremesa de bandejas con pastas, tazas de t¨¦ y parabienes, cuatro misiles israel¨ªes reventaron sin previo aviso la vivienda de la planta inferior, donde resid¨ªa de inc¨®gnito Taysir al Yabari, jefe militar de la Yihad Isl¨¢mica, en la zona norte del enclave costero palestino. Una ni?a de cinco a?os perdi¨® tambi¨¦n la vida. Saker y cuatro de sus familiares fueron evacuados a un hospital. Toda su casa ardi¨®, incluida la dote ahorrada para desposar a Izraa. Las llamas devoraron sus sue?os.
¡°En total, son 21 pisos arrasados, 77 que han quedado inservibles y unos 1.800 que habr¨¢ que reparar en mayor o menor medida¡±, detallaba tras el alto el fuego del domingo Mohamed al Askari, director general de Vivienda en la Administraci¨®n de Gaza, controlada por el movimiento de resistencia isl¨¢mica Ham¨¢s. Poco despu¨¦s, Saker al Rifi mostraba los restos ennegrecidos de su casa. ¡°Estaba ense?¨¢ndole a mi novia la habitaci¨®n en la que ¨ªbamos a vivir cuando todo se derrumb¨®¡±, relataba con heridas de metralla visibles en un brazo. ¡°Ahora todos los hombres de la familia estamos durmiendo al raso, y las mujeres se refugian como puede en el cuarto que les ha ofrecido mi abuelo en su piso. Hemos tenido que cancelar la boda¡±.
La ¨²ltima escalada b¨¦lica en Gaza se ha cobrado, en apenas tres d¨ªas, medio centenar de vidas; las dos terceras partes de civiles, entre ellos 19 menores, seg¨²n el Ministerio de Sanidad Palestino. Un representante local del Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja repart¨ªa a la entrada del inmueble, en la calle de los M¨¢rtires de Gaza, folletos para que los vecinos puedan identificar proyectiles sin estallar entre los escombros. ¡°Todav¨ªa tenemos pendiente la reparaci¨®n de unas 7.000 viviendas y la construcci¨®n de otras 2.300 para atender a los desalojados en conflictos anteriores, como el de mayo de 2022. Pero no tenemos fondos¡±, recapitula el ingeniero Al Askari, de 39 a?os, en su despacho oficial. Asegura que solo Qatar y Egipto siguen prestando alguna ayuda para la reconstrucci¨®n.
¡°La comunidad internacional nos ha dado la espalda tras la guerra del a?o pasado. En Gaza hay casas en zonas fronterizas que hemos tenido que reconstruir dos o tres veces, tras cada conflicto¡±, reconoce. ¡°Y para reparar los da?os pendientes en las viviendas y las infraestructuras b¨¢sicas de la Franja necesitamos unos 1.000 millones de euros. Aqu¨ª tenemos la sensaci¨®n de que el mundo se ha olvidado de nosotros y que solo preocupa lo que pasa en Ucrania o Taiw¨¢n¡±, argumenta.
Naciones Unidas ha reflejado el impacto de 15 a?os de bloqueo sobre los 2,2 millones de gazat¨ªes en el ¨²ltimo informe de la Oficina de Coordinaci¨®n de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en ingl¨¦s) en los Territorios Palestinos Ocupados. La tasa de desempleo es la m¨¢s alta del planeta. De acuerdo con los datos del Banco Mundial, se eleva hasta un 46,6% (el 62,5% para los menores de 30 a?os). Dos de cada tres habitantes de Gaza dependen de la ayuda internacional para poder comer (1,5 millones de personas est¨¢n inscritas como exiliados en la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos, la UNRWA). La ¨²nica planta el¨¦ctrica del territorio apenas cubre un 50% de la demanda, lo que causa apagones de entre 12 y 18 horas al d¨ªa. Cerca del 80% del agua dulce disponible en Gaza no es apta para el consumo humano.
El cerco no ha aflojado. A pesar de que la poblaci¨®n se ha incrementado en un 50% desde 2007, el n¨²mero de camiones con bienes que entran en la Franja es un 30% inferior al de hace 15 a?os. El estricto bloqueo impuesto por Israel (secundado por Egipto entre 2013 y 2018) es visto como un castigo colectivo por ONG internacionales humanitarias. Sin acceso garantizado al exterior, en una de las ¨¢reas m¨¢s densamente pobladas y en una estrecha franja costera de 365 kil¨®metros cuadrados, un 80% de los gazat¨ªes vive por debajo del umbral de pobreza.
Al contrario que Saker al Rifi, el beduino Akran Abu Qaida, de 22 a?os, ya se hab¨ªa casado con su novia Gada, de 19, cuando comenz¨® la ¨²ltima escalada b¨¦lica. Pero a¨²n no hab¨ªa podido celebrar el banquete nupcial con invitados y familiares, lo que simboliza la celebraci¨®n efectiva de una boda palestina. El convite estaba previsto para el s¨¢bado, d¨ªa 6, en una sala de ceremonias pr¨®xima a Beit Hanun, en el norte de la Franja, una las zonas m¨¢s castigadas por los combates guerra tras guerra. Las bombas lo impidieron.
El casamiento termin¨® en funeral. El estallido de la ofensiva arruin¨® todos los planes. Pero, a pesar de los bombardeos, su madre, Nahama, de 55 a?os, se empe?¨® en organizar un peque?o festejo en casa con la familia m¨¢s cercana. Hab¨ªa ido a buscar a la novia junto con su nieta, Hanin, de nueve a?os, ilusionada con la celebraci¨®n familiar. Un misil revent¨® el coche en el que ambas se desplazaban.
Mohamed Abu Qaida, de 60 a?os, el padre de Akran, menea la cabeza con aire de resignaci¨®n. Su hijo todav¨ªa segu¨ªa en estado de choque cuatro d¨ªas despu¨¦s de la tragedia. ¡°No he podido dormir ni un minuto¡±, musita. Su novia se ha encerrado a llorar lejos, con sus padres. El festejo de bodas del joven beduino, que mata el tiempo sin trabajo, como la mayor¨ªa de su generaci¨®n, ha quedado aplazado sin fecha.
En medio del largo duelo que dejan las guerras incesantes de Gaza, cuatro de cada cinco ni?os de la Franja sufren depresiones. Un porcentaje similar de menores mojan la cama y un 60% experimentan trastornos de comunicaci¨®n o se ven aquejados de mutismo temporal. Save the Children, organizaci¨®n que ha publicado estudios sobre la situaci¨®n de los ni?os en Gaza en 2018 y 2022, alerta de que los efectos de estos s¨ªntomas de trauma van a perdurar a largo plazo. En cuatro a?os se ha disparado del 55% al 80% el n¨²mero de menores que muestran angustia emocional en el enclave.
¡°En el caso de los enfermos de c¨¢ncer, la situaci¨®n es dram¨¢tica¡±, sostiene Beatriz Lecumberri, autora junto con la tambi¨¦n periodista espa?ola Ana Alba (fallecida a causa de un c¨¢ncer en 2020) del documental Condenadas en Gaza, sobre las tribulaciones de mujeres con tumores cuyo tratamiento no est¨¢ disponible en el enclave palestino sometido a bloqueo. ¡°Desde el pasado enero, han logrado permiso para salir de Gaza a 7.551 pacientes para acudir a hospitales de Cisjordania y Jerusal¨¦n Este¡±, explica Lecumberri, ¡°pero algunos no llegan al final del proceso burocr¨¢tico (para atravesar la frontera) y mueren antes de obtener respuesta¡±. La Organizaci¨®n Mundial de la Salud calcula que un tercio de las solicitudes son rechazadas o ignoradas. ¡°En estos d¨ªas, cuando el barullo del conflicto se reduce y las c¨¢maras de los informativos se apagan¡±, concluye la reportera, ¡°esto sigue pasando en Gaza¡±.
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