Los trumpistas radicales que han ganado las primarias republicanas con el apoyo de los dem¨®cratas
El Partido Dem¨®crata ha hecho campa?a encubierta para aupar a candidatos republicanos que creen m¨¢s f¨¢ciles de batir el 8 de noviembre
John Gibbs sosten¨ªa que el jefe de campa?a de Hillary Clinton participaba en rituales sat¨¢nicos con fluidos corporales. Doug Mastriano acudi¨® a Washington el 6 de enero de 2021, el d¨ªa del asalto al Capitolio, junto con decenas de seguidores en autobuses que ¨¦l mismo hab¨ªa fletado. Darren Bailey es ...
John Gibbs sosten¨ªa que el jefe de campa?a de Hillary Clinton participaba en rituales sat¨¢nicos con fluidos corporales. Doug Mastriano acudi¨® a Washington el 6 de enero de 2021, el d¨ªa del asalto al Capitolio, junto con decenas de seguidores en autobuses que ¨¦l mismo hab¨ªa fletado. Darren Bailey es negacionista pand¨¦mico y electoral y ha sostenido que el holocausto jud¨ªo no es nada comparado con el aborto. El general retirado Don Bolduc es un te¨®rico de la conspiraci¨®n que aboga por suprimir el FBI y la elecci¨®n de senadores por voto popular. Dan Cox compara el registro de la mansi¨®n de Trump con una actuaci¨®n de la Stasi, la polic¨ªa pol¨ªtica de la extinta RDA. Los cinco tienen algo en com¨²n: han ganado las primarias republicanas con el apoyo del Partido Dem¨®crata.
Los dem¨®cratas han llevado al l¨ªmite una estrategia que ha funcionado en algunas ocasiones anteriores. Se trata de apoyar en el partido rival a los candidatos m¨¢s extremistas en la esperanza de que ahuyenten el voto moderado e independiente cuando llegue el momento de la verdad, en las elecciones del 8 de noviembre. El Partido Dem¨®crata se ha gastado decenas de millones de d¨®lares en publicidad para interferir en las primarias republicanas. Han tenido ¨¦xito en esos cinco casos y en muchos otros m¨¢s tambi¨¦n lo han intentado.
Algunos dem¨®cratas no comparten esa t¨¢ctica electoral. Por un lado, apoyar, aunque sea de forma encubierta, a candidatos que niegan la victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales de 2020 resta algo de credibilidad a su mensaje de que los trumpistas extremos son una amenaza para la democracia, como ha sostenido el presidente reiteradamente desde que ha entrado en campa?a. Por otro lado, es jugar con fuego. Si los dem¨®cratas cometen un error de c¨¢lculo y al final sus candidatos son derrotados, los elegidos para algunos puestos clave como gobernadores, senadores o representantes ser¨¢n eso: trumpistas extremos.
Un grupo de antiguos congresistas dem¨®cratas ha criticado esa estrategia: ¡°Como miembros del Partido Dem¨®crata, estamos consternados por la reciente pr¨¢ctica de las organizaciones dem¨®cratas de intervenir en las primarias republicanas para promover candidatos que niegan el resultado de las ¨²ltimas elecciones presidenciales¡±, han se?alado en un comunicado. ¡°Es arriesgado y poco ¨¦tico promover a cualquier candidato cuya campa?a se base en erosionar la confianza en nuestras elecciones¡±, a?aden.
La forma de apoyar a los candidatos m¨¢s extremistas es algo sibilina. Los dem¨®cratas no piden el voto para ellos, lo que ser¨ªa demasiado, sino que emiten anuncios que aparentemente critican a esos candidatos, pero que en la pr¨¢ctica los refuerzan. Por ejemplo, en los anuncios sobre John Gibbs, que ha ganado las primarias a la C¨¢mara de representantes por un distrito de Michigan, lanzaban lemas que no sonaban nada mal para los votantes republicanos, aunque se presentasen como supuestas cr¨ªticas: ¡°Es demasiado conservador¡±, ¡°est¨¢ respaldado por Trump¡±, ¡°apoya la l¨ªnea dura contra la inmigraci¨®n en la frontera¡± y la ¡°educaci¨®n patri¨®tica¡±. Justo lo que muchos republicanos apoyan. Los dem¨®cratas le ve¨ªan como un candidato menos competitivo para el 8 de noviembre que Peter Meijer, uno de los pocos republicanos que apoyaron el impeachment o procesamiento pol¨ªtico de Donald Trump.
El ¨²ltimo ejemplo de un candidato que ha recibido el apoyo de los dem¨®cratas ha sido el de Don Bolduc, que ha ganado este martes las primarias para presentarse a senador por New Hampshire, un Estado donde las fuerzas est¨¢n bastante igualadas entre ambos partidos y donde el puesto de la senadora Maggie Hassan se ve¨ªa en riesgo. Don Bolduc es uno de los generales retirados que firm¨® una carta sosteniendo el bulo de que Trump gan¨® las presidenciales de 2020. Est¨¢ tan a la derecha que ha llamado ¡°comunista¡± al gobernador del Estado, un republicano tradicional.
El aparato del partido no le apoyaba porque no confiaban en sus posibilidades de lograr el esca?o en noviembre y Bolduc dispon¨ªa de poca financiaci¨®n. Los dem¨®cratas encontraron el flanco d¨¦bil con anuncios en los que destacaban los lazos de su rival en las primarias, Chuck Morse, con Mitch McConnell, l¨ªder de los republicanos en el Senado y poco popular entre los votantes trumpistas. Por un estrecho margen, pero Bolduc ha ganado esta semana sus primarias.
Tambi¨¦n este martes en New Hampshire ha ganado las primarias republicanas para un puesto en la C¨¢mara de Representantes Robert Burns, otro trumpista al que han apoyado de modo encubierto los dem¨®cratas, aunque en este caso de forma m¨¢s modesta.
Donde el apoyo dem¨®crata ha sido m¨¢s decisivo es en las primarias para gobernador de Illinois. All¨ª, el gobernador dem¨®crata, el multimillonario J. B. Pritzker, destin¨® m¨¢s de 30 millones de d¨®lares en interferir en las primarias republicanas y lograr que saliese elegido, con el apoyo tambi¨¦n de Trump, el ultraconservador Darren Bailey. Entre sus propuestas est¨¢ nada menos que la de dejar a Chicago, la principal ciudad del Estado, fuera de Illinois. Bailey le disputar¨¢ a Pritzker la reelecci¨®n, pero sus posibilidades son mucho menores que las que habr¨ªa tenido Richard Irvin, un republicano moderado que ten¨ªa el respaldo del multimillonario Ken Griffin, due?o del fondo de inversiones Citadel.
Otro candidato a gobernador extremista al que han apoyado los dem¨®cratas es Doug Mastriano, en Pensilvania. Es otro negacionista electoral entregado de lleno al trumpismo. Donald Trump acudi¨® a apoyarle en su primer mitin de campa?a, en Wilkes-Barre. Pensilvania es un Estado decisivo el 8 de noviembre, donde los dem¨®cratas conf¨ªan en el pol¨¦mico perfil de los candidatos republicanos. Mastriano, en particular, tiene un deje paramilitar, moviliz¨® a sus seguidores el 6 de enero para protestar ante el Capitolio, que sostiene que el cambio clim¨¢tico es un bulo y se opone no solo al aborto, sino tambi¨¦n al matrimonio homosexual y a la adopci¨®n de ni?os por parejas del mismo sexo. Militar retirado, sus fotos de joven disfrazado con el uniforme confederado ilustran su car¨¢cter.
Su rival dem¨®crata, Josh Shapiro, pag¨® anuncios en que se dec¨ªa que una victoria de Mastriano en las primarias ser¨ªa ¡°un triunfo para lo que defiende Trump¡± y se destacaban a modo de cr¨ªticas otros rasgos que en la pr¨¢ctica eran cumplidos a o¨ªdos de los republicanos. Los dem¨®cratas le ve¨ªan como un rival sin posibilidades, pero es un personaje carism¨¢tico y, aunque va por debajo en las encuestas, hay un riesgo real de que pueda acabar siendo gobernador.
Tan negacionista electoral como ¨¦l es el ganador de las primarias republicanas para ser gobernador de Maryland, Dan Cox. El d¨ªa del asalto al Capitolio, Cox tuite¨®: ¡°Pence es un traidor¡±, en referencia al vicepresidente, Mike Pence, que se dispon¨ªa a certificar en el Congreso la victoria en las urnas de Joe Biden en las presidenciales de 2020. Tras el registro de Mar-a-Lago, la mansi¨®n de Donald Trump, dijo que el FBI era como la ¡°Stasi comunista¡± y prometi¨® poner la guardia nacional y la polic¨ªa de Maryland a combatir al Gobierno de Joe Biden y su ¡°corrupci¨®n¡± si sal¨ªa elegido gobernador. Los dem¨®cratas lanzaron anuncios en que le describ¨ªan como ¡°100% provida¡± y defensor de la Segunda Enmienda, que establece el derecho a llevar armas, algo muy del gusto del votante republicano.
Los dem¨®cratas han intentado la misma estrategia en media docena m¨¢s de primarias republicanas, pero en esos casos sin ¨¦xito. En ocasiones, los candidatos eran demasiado extremistas incluso para los votantes republicanos.
El precedente que los dem¨®cratas toman como ejemplo es el de la senadora Claire McCaskill, senadora por Missouri que ve¨ªa amenazada su reelecci¨®n en Missouri. Eligi¨® como contrincante al candidato m¨¢s conservador, Todd Akin, y menos preparado dial¨¦cticamente. Cuando en plena campa?a le preguntaron si rechazaba tambi¨¦n el aborto en los casos de violaci¨®n, Akin respondi¨® que esos embarazos eran raros y que ¡°el cuerpo de la mujer tiene mecanismos para cerrarse del todo¡± si se trataba de ¡°una violaci¨®n leg¨ªtima¡±. Entonces, McCaskill supo que hab¨ªa ganado.
Bolduc rectifica y ahora reconoce que Biden gan¨®
Giro de 180 grados. Tras una campaña de las primarias que en buena parte se ha basado en cuestionar la legitimidad de la victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales de 2020, el republicano Don Bolduc rectifica. Ahora, a menos de dos meses de las elecciones del 8 de noviembre, quizá consciente de que su discurso extremista le alejaba de los votantes moderados e independientes, Bolduc dice que ha llegado a la conclusión de que a Trump no le robaron las elecciones de 2020.
Eso es lo que ya sostenía su rival republicano en las primarias y lo que probablemente le ha costado los votos decisivos de votantes trumpistas. Bolduc, ahora que ha ganado, pasa pantalla. "He investigado mucho sobre esto (...) y he llegado a la conclusión, y quiero ser definitivo en esto, de que las elecciones no fueron robadas", ha dicho en una entrevista con la Fox. "Desafortunadamente, Biden es el presidente legítimo", ha concluido.
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