Trump arremete contra Biden, el FBI y los medios en su primer mitin tras el registro
El republicano, sobre el presidente actual: ¡°El enemigo del Estado es ¨¦l y los que lo controlan¡±
M¨¢s que un mitin, lo que Donald Trump ha hecho este s¨¢bado en Wilkes-Barre (Pensilvania) ha parecido un ajuste de cuentas. El expresidente de Estados Unidos interven¨ªa en p¨²blico por primera vez desde el registro de Mar-a-Lago, su mansi¨®n en Palm Beach (Florida), y solo d¨ªas despu¨¦s de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, le acusase en un discurso en Filadelfia de ser una amenaza para la democracia. Ante una masa entusiasta de seguidores, Trump ha arremetido contra el Departamento de Justicia, el FBI, los medios de comunicaci¨®n, el coche el¨¦ctrico, Angela Merkel y casi todo lo que se pon¨ªa por delante. Pero sobre todo ha atacado a Joe Biden: ¡°El enemigo del Estado es ¨¦l y el grupo que lo controla¡±, ha dicho.
Antes de empezar su intervenci¨®n, en las pantallas del pabell¨®n se ha proyectado un v¨ªdeo en que se ve a Biden tropezar en unas escaleras, quedarse en blanco o tartamudear en un discurso que acababa con un lema: ¡°Biden no puede ni hablar. ?C¨®mo va a liderar?¡±. El propio Trump ha puesto en duda su capacidad tras criticar el discurso del jueves, al decir: ¡°Y a la ma?ana siguiente ni se acuerda¡±. Tambi¨¦n ha dicho que la luz roja de fondo ese d¨ªa hac¨ªa parecer a Biden ¡°como el diablo¡±.
¡°Joe Biden vino a Filadelfia, Pensilvania, para dar el discurso m¨¢s vicioso, odioso y divisivo jam¨¢s pronunciado por un presidente estadounidense, vilipendiando a 75 millones de ciudadanos¡±, en referencia a sus votantes. ¡°Todos vosotros, enemigos del Estado¡ ?Quer¨¦is saber la verdad? ?l es el enemigo del Estado¡±, ha a?adido. Biden dej¨® claro que no se refer¨ªa a la mayor¨ªa de los republicanos, sino a Trump y sus seguidores m¨¢s ac¨¦rrimos, que niegan la victoria de Biden en 2020 y alientan la violencia pol¨ªtica, a los que el presidente se refiere como los republicanos MAGA, las siglas de ¡°Make America Great Again¡± (hacer grande Am¨¦rica de nuevo), que fue su eslogan de campa?a y el lema de su presidencia y que a¨²n dice que es su favorito. Algunos asistentes llevaban ayer camisetas con el lema ¡°UltraMAGA¡±.
¡°No somos nosotros los que amenazamos la democracia, sino los que queremos salvarla¡±, ha dicho. ¡°Vamos a recuperar nuestro pa¨ªs. La amenaza para el pa¨ªs es la izquierda radical, no la derecha¡±, asegur¨® mientras sus seguidores insultaban a Biden una y otra vez, bien con el lema ¡°Let¡¯s go Brandon¡± (vamos, Brandon), que acab¨® convirti¨¦ndose en un soez insulto encubierto tras un error de una reportera en televisi¨®n, o directamente, la versi¨®n original: ¡°Fuck Joe Biden¡± (que te jodan, Joe Biden). Una mujer de 49 a?os que se hab¨ªa desplazado al mitin desde la vecina Kingston no entend¨ªa la primera versi¨®n y ha preguntado. ¡°Ah, es que es mi primer mitin. Ve¨ªa todos esos carteles de ¡®Let¡¯s go Brandon¡¯, y no entend¨ªa, pensaba: ¡®?Qu¨¦ me estoy perdiendo?¡±, se justificaba.
Trump levanta pasiones. Ha hablado ante cerca de 8.000 personas en un pabell¨®n casi lleno y completamente entregado. Hab¨ªa p¨²blico de todas las edades, casi tantas mujeres como hombres, familias completas de abuelos, hijos y nietos. Casi todos blancos, algunos asi¨¢ticos (¡°los chinos amamos Am¨¦rica, amamos la libertad y amamos a Trump¡±, dec¨ªa una mujer en la cola) y casi ning¨²n afroamericano, aunque uno estaba estrat¨¦gicamente situado detr¨¢s de Trump en el tiro de c¨¢mara con una camiseta que pon¨ªa: ¡°Negros con Trump¡±.
El mitin de este s¨¢bado es el pistoletazo de salida no oficial de su campa?a para las elecciones legislativas del 8 de noviembre, que en buena medida se est¨¢n convirtiendo en un cuerpo a cuerpo entre Trump y Biden, reedici¨®n de las elecciones presidenciales de 2020 y posible anticipo de las de 2024, a las que el expresidente ha vuelto a insinuar que se presentar¨¢.
El perfil alto de Trump es un arma de doble filo para los republicanos. Moviliza a sus seguidores y nadie tiene tanto tir¨®n en su partido, pero tambi¨¦n incentiva a los dem¨®cratas y puede asustar a los votantes independientes. Por eso, el propio expresidente se juega mucho en Pensilvania, donde los candidatos al Senado, Mehmet Oz, y a gobernador, Doug Mastriano, ganaron las primarias gracias a ¨¦l y ahora van por detr¨¢s en las encuestas. El doctor Oz, que daba a Trump en su web m¨¢s protagonismo que a s¨ª mismo, ahora le ha eliminado para no ahuyentar a los votantes moderados. Biden, tambi¨¦n consciente de la importancia de Pensilvania, visita el Estado este lunes por tercera vez en una semana.
Trump ha dicho que las elecciones en que se renueva algo m¨¢s de un tercio del Senado y toda la C¨¢mara de Representantes deben ser un refer¨¦ndum sobre la ¡°inflaci¨®n disparada¡±, la ¡°delincuencia desbocada¡±, la inmigraci¨®n ilegal y la ¡°corrupci¨®n y el extremismo de Joe Biden y el Partido Dem¨®crata¡±. ¡°Este pa¨ªs se va al infierno¡±, ha repetido, pero ha dedicado m¨¢s tiempo a sus problemas legales actuales y pasados, con una larga perorata sobre la investigaci¨®n de la influencia de Rusia en las elecciones de 2016, que a esos asuntos. Tampoco hizo menci¨®n al aborto.
Entre sus seguidores no ha pasado factura el esc¨¢ndalo del registro y de sus documentos. ¡°Probablemente sea un montaje del Departamento de Justicia¡±, dec¨ªa uno de los asistentes, de unos 70 a?os. Trump ha denunciado el registro como una maniobra pol¨ªtica contra ¨¦l y sus seguidores. ¡°Tratan de silenciarme y lo que es peor, tratan de silenciaros, pero no nos silenciar¨¢n¡±, ha dicho.
Luego ha repetido de viva voz el argumentario que ha venido usando en las redes sociales. Ha calificado la actuaci¨®n del Departamento de Justicia y el FBI como ¡°uno de los abusos de poder m¨¢s escandalosos de cualquier Administraci¨®n en la historia de Estados Unidos¡± y ¡°una parodia de la justicia¡±, ¡°propia de un pa¨ªs del Tercer Mundo¡±, pese a todos los indicios contra ¨¦l, en particular el centenar de documentos clasificados como confidenciales, secretos o alto secreto que encontraron los agentes en el registro despu¨¦s de que los abogados de Trump asegurasen que los hab¨ªan devuelto todos.
¡°El FBI y el Departamento de Justicia se han convertido en monstruos crueles, controlados por canallas de la izquierda radical, abogados y medios de comunicaci¨®n, que les dicen lo que tienen que hacer¡±, ha a?adido. Trump ha se?alado en tono descalificatorio media docena de veces a los medios, situados en la parte posterior de la pista del pabell¨®n, a lo que el p¨²blico respond¨ªa con abucheos a los periodistas.
¡°Los dem¨®cratas est¨¢n inmersos en un intento desesperado por evitar que vuelva a la Casa Blanca, donde saben que limpiar¨¦ este desastre de nuevo. Quieren impedir que completemos nuestra misi¨®n de recuperar los valores estadounidenses¡±, ha se?alado antes de asegurar que el registro del FBI y la investigaci¨®n del Departamento de Justicia se volver¨¢ en contra de los dem¨®cratas. ¡°No solo allanaron mi casa, sino tambi¨¦n las esperanzas y sue?os de cada ciudadano por el que he luchado¡±, ha afirmado el expresidente, que ha denunciado que el FBI registr¨® las cosas de su mujer e incluso la habitaci¨®n de su hijo menor, Barron Trump, de 16 a?os.
Grandes colas
Algunos seguidores han acampado d¨ªas en la puerta para poder tener los mejores sitios. Otros han tenido que soportar hasta cuatro horas de cola kilom¨¦trica para entrar. ¡°He venido a tres m¨ªtines aqu¨ª y no me puedo creer la cantidad de gente que hay¡±, dec¨ªa una mujer de 70 a?os, vecina de Wilkes-Barre. En realidad, la cola se deb¨ªa m¨¢s a los exhaustivos controles y la mala organizaci¨®n, con un ¨²nico acceso y pocos arcos de seguridad, que a la cantidad de personas. Un pabell¨®n as¨ª puede llenarse o vaciarse en media hora con todas las entradas operativas.
El bulo de que a Trump le robaron las elecciones de 2020 tambi¨¦n ha calado entre sus seguidores. Trump gan¨® se ha convertido en un lema como Elvis vive. ¡°Todos los que conozco votaron a Trump¡±, se justificaba un hombre de unos 40 a?os con una camiseta blanca de apoyo a Doug Mastriano, el candidato a gobernador de Pensilvania, uno de los m¨¢s conspicuos negacionistas electorales.
Trump ha disparado en todas direcciones. Ha ridiculizado el coche el¨¦ctrico y la decisi¨®n de California de prohibir los de combusti¨®n, aunque sea con el horizonte de 2035 que el expresidente no ha mencionado. Tambi¨¦n ha dicho que advirti¨® a Angela Merkel de que estaba en manos de Rusia por su dependencia del gas y que ella le dec¨ªa que eso no iba a ocurrir. ¡°Los alemanes se re¨ªan en la ONU cuando le advert¨ª. Ya no se r¨ªen¡±, ha dicho.
Wilkes-Barre, ciudad de unos 45.000 habitantes, vecina de Scranton, localidad natal de Biden, es la capital del condado de Luzerne. Ning¨²n candidato presidencial republicano hab¨ªa ganado all¨ª en d¨¦cadas, pero fue clave para que Trump venciese en 2016 a Hillary Clinton en Pensilvania y, con ello, en todo el pa¨ªs. Con su mensaje populista, Trump conect¨® con los habitantes de esta ciudad de tradici¨®n minera e industrial que en menos de un siglo ha perdido casi la mitad de su poblaci¨®n, a los que el periodista Ben Bradlee Jr, en su radiograf¨ªa de lo ocurrido all¨ª en esas elecciones bautiz¨® como Los olvidados.
Tanto en la cola como en el interior, los asistentes luc¨ªan toda la parafernalia trumpista. Gorras, camisetas, fotos de Trump ataviado como Rambo, banderas con todos sus lemas, c¨¢nticos, un buen grupo de moteros con sus Harley-Davidson. En el interior, en las casi dos horas de intermedio entre los teloneros y la intervenci¨®n de Trump, un grupo de j¨®venes bailaba en la pista desaforadamente ¡ªespecialmente el YMCA de Village People¡ª, que ha sonado varias veces, como si fuese la fiesta gratis m¨¢s divertida del verano en Wilkes-Barre. Seguramente ni los Ping¨¹inos, el equipo de hockey local que juega en el recinto, ni Judas Priest, que act¨²a el mes pr¨®ximo, tengan un p¨²blico tan entregado.
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