?Qu¨¦ impacto puede tener sobre la guerra en Ucrania la movilizaci¨®n rusa? Claves sobre la ¨²ltima escalada de Putin
Los expertos se?alan grandes dificultades log¨ªsticas, y tienden a creer que la medida puede prolongar el conflicto, pero es improbable que le d¨¦ un giro radical
Ante los claros avances de las fuerzas de Ucrania en el campo de batalla, el presidente de Rusia, Vlad¨ªmir Putin, ha decretado esta semana una ¡°movilizaci¨®n parcial¡± como medida para tratar de invertir la tendencia. ?Qu¨¦ efecto tendr¨¢? Obviamente, no es posible predecir el futuro, pero s¨ª subrayar algunas circunstancias decisivas para el ¨¦xito ¡ªo fracaso¡ª de la operaci¨®n, que ...
Ante los claros avances de las fuerzas de Ucrania en el campo de batalla, el presidente de Rusia, Vlad¨ªmir Putin, ha decretado esta semana una ¡°movilizaci¨®n parcial¡± como medida para tratar de invertir la tendencia. ?Qu¨¦ efecto tendr¨¢? Obviamente, no es posible predecir el futuro, pero s¨ª subrayar algunas circunstancias decisivas para el ¨¦xito ¡ªo fracaso¡ª de la operaci¨®n, que afronta graves obst¨¢culos en el plano pol¨ªtico y en el log¨ªstico/militar. Sin embargo, el reclutamiento lanzado por Putin s¨ª puede alargar una guerra sangrienta.
En lo pol¨ªtico, son evidentes crecientes s¨ªntomas de rechazo popular a la medida, que se est¨¢ realizando de forma indiscriminada, oscura y ca¨®tica; un factor que podr¨ªa derivar en una considerable erosi¨®n del apoyo a la ofensiva ¡ªy al r¨¦gimen que la lanz¨®¡ª. El dise?o de la movilizaci¨®n se ha llevado ya por delante al viceministro al cargo de la log¨ªstica del Ej¨¦rcito y ha desatado las cr¨ªticas incluso de aliados de Putin, como el l¨ªder checheno Ramz¨¢n Kad¨ªrov, que ha asegurado que no pescar¨¢ reclutas en su regi¨®n y que deber¨ªan ir al frente, en cambio, desde polic¨ªas hasta antidisturbios o personal de seguridad.
En el plano log¨ªstico-militar, los desaf¨ªos son may¨²sculos. Movilizar a cientos de miles de personas con anacr¨®nica preparaci¨®n militar o incluso sin ning¨²n tipo de entrenamiento requiere no solo la conscripci¨®n ¡ªa la que tantos parecen oponerse¡ª, sino tambi¨¦n alojarlas, vestirlas, armarlas, entrenarlas, encuadrarlas adecuadamente en las estructuras castrenses ya existentes. Muchos indicios apuntan a que Rusia no est¨¢ bien preparada para desenvolver eficazmente esa operaci¨®n.
El Ej¨¦rcito de Kremlin ni siquiera tiene suficiente material para suministrar a los nuevos reclutas, apunta una fuente de inteligencia de un pa¨ªs occidental. Las empresas de defensa han estado trabajando a destajo y hace unos d¨ªas, Putin dio la orden de acelerar y aumentar m¨¢s la producci¨®n, pero faltan hasta uniformes. Eso, sin ahondar en la preparaci¨®n de las tropas. El punto m¨¢s cr¨ªtico en todos los sentidos y no solo por la baja calidad de los futuros reclutas, sino por lo que supone para la ofensiva.
¡°Una cosa es movilizar a unas 300.000 personas, otra muy diferente es inyectar en el frente 300.000 militares preparados¡±, dice Anthony King, profesor de estudios b¨¦licos en la universidad brit¨¢nica de Warwick. ¡°Las fuerzas rusas son p¨¦simas en t¨¦rminos de selecci¨®n y entrenamiento. Es, en general, un sistema poco profesional, corrupto, proclive a actitudes de bullying. No est¨¢n bien preparados para incorporar bien todo esto¡±, a?ade.
No ser¨¢ una fuerza ¡°competente¡±, predice la analista militar Dara Massicot, de la consultora Rand. El Ministerio de Defensa ruso ha previsto que reciban un entrenamiento de dos semanas antes de ir al frente, algo del todo ¡°insuficiente¡±, dice la experta. Las Fuerzas Armadas de la URSS mantuvieron durante d¨¦cadas estructuras y medios de capacidad en exceso que no eran funcionalmente operativos en s¨ª mismos y estaban pensados precisamente para, en caso de necesidad de gran movilizaci¨®n, tener mecanismos de integraci¨®n r¨¢pida de los reclutas.
Las fuerzas rusas abandonaron ese costoso esfuerzo hace tiempo. Adem¨¢s de la falta de preparaci¨®n previa, es evidente que la tarea integradora tendr¨¢ que desempe?arse ahora en condiciones de profundo estr¨¦s.
En un comentario publicado por el Instituto Real de Servicios Unidos, Jack Watling, experto del centro de estudios brit¨¢nico, se?ala problemas espec¨ªficos en ese sentido, sobre todo el hecho de que el sistema de entrenamiento est¨¢ndar en las fuerzas rusas se desenvuelva dentro de las unidades, que actualmente est¨¢n desplegadas, as¨ª como los instructores de varias especialidades.
El Kremlin afronta el dilema de c¨®mo desplegar a los nuevos soldados. ¡°Hacen falta al menos tres o cuatro meses para imaginar un despliegue con un m¨ªnimo de eficacia y organizaci¨®n¡±, dice King. Pero el agobio de las derrotas podr¨ªa estimular una incorporaci¨®n m¨¢s r¨¢pida, aunque fuera de efectivos utilizados no en primera l¨ªnea, sino en tareas de segunda.
Fuentes de inteligencia se?alan que los reclutas estar¨¢n en su mayor¨ªa destinados a posiciones log¨ªsticas, y eso permitir¨¢ movilizar soldados hacia zonas m¨¢s calientes y tambi¨¦n incrementar las rotaciones. Tras 180 d¨ªas en el frente, la eficacia de los soldados decrece mucho y una buena cifra llevan movilizados m¨¢s de 200. Variables, dicen fuentes de inteligencia, que quiz¨¢ no hacen una gran diferencia frente al Ej¨¦rcito ucranio, profesional y con armas modernas enviadas por aliados occidentales, pero que s¨ª puede contribuir a alargar la batalla. ¡°Esas personas van a usarse como carne de ca?¨®n, pero en el siglo XXI hay otras muchas variables y es dif¨ªcil ganar una guerra solo a trav¨¦s de la superioridad num¨¦rica, que en este caso, adem¨¢s, puede carecer de motivaci¨®n para luchar¡±, dice el oficial de inteligencia.
En t¨¦rminos sist¨¦micos, otro dilema es cu¨¢nta parte de las nuevas fuerzas se dirigir¨¢ a rellenar unidades diezmadas, y cu¨¢nta a la constituci¨®n de nuevas, seg¨²n Watling. Lo primero es log¨ªsticamente m¨¢s f¨¢cil. Esto ¡°probablemente ayudar¨ªa a estabilizar las l¨ªneas defensivas, elevando el n¨²mero de recursos que Kiev necesitar¨ªa comprometer para lograr victorias¡±. Pero es ¡°improbable¡± que esto pudiera desencadenar cambios sustanciales en el campo de batalla, entre otras cosas, porque las unidades que se reforzar¨ªan est¨¢n viendo muy mermado su potencial por la capacidad de las fuerzas ucranias de golpear su artiller¨ªa y arsenales. Los nuevos efectivos no cambiar¨ªan esto.
La constituci¨®n de nuevas unidades es mucho m¨¢s compleja, entre otras cosas, por las dificultades de la industria rusa en cubrir un amplio abanico de necesidades. Watling se?ala que no puede descartarse ese escenario, y que podr¨ªan conformarse agrupaciones de infanter¨ªa muy b¨¢sica. La historia militar, dice, ense?a que estas pueden tener un impacto, como lo fue en el caso de las chinas en la guerra de Corea, pero en esa situaci¨®n se trataba de veteranos del Ej¨¦rcito Popular de Liberaci¨®n, con experiencia y motivados. No es lo mismo.
En cualquier caso, la movilizaci¨®n corre el riesgo de exacerbar los ya m¨¢s que evidentes s¨ªntomas de ineficiente estructura de mando y control, de cooperaci¨®n entre unidades y de ofensivas multinivel. Si hubo claros problemas con los efectivos de las primeras oleadas, supuestamente los m¨¢s profesionales, y se nota una tendencia a peor en la segunda, con el recurso a personal heterodoxo como mercenarios de Wagner, presos y milicias procedentes de rep¨²blicas perif¨¦ricas, la tercera oleada puede agravar a¨²n m¨¢s esas complicaciones.
El segundo problema potencial, al margen de las turbulencias dentro de la sociedad rusa, es la ulterior ca¨ªda de la moral en las filas de los combatientes. La diferencia de determinaci¨®n entre fuerzas de Ucrania y de Rusia en la lucha es claramente uno de los factores clave. La llegada de conscriptos arrastrados contra su voluntad tiene todo el potencial de poder empeorar la situaci¨®n.
¡°Aun as¨ª, no deber¨ªa desecharse como una operaci¨®n condenada al fracaso, irrelevante¡±, dice King. ¡°No creo que puedan ensamblar una fuerza de 300.000 efectivos capacitados, pero podr¨ªan con cierto tiempo desplegar algunas decenas de miles. Eso cambiar¨¢ de alguna manera el campo de batalla¡±.
Muchos expertos se han manifestado p¨²blicamente despu¨¦s del anuncio en un sentido parecido al de King, se?alando las enormes dificultades de la movilizaci¨®n, considerando improbable un giro profundo de la guerra por ella, pero juzgando que tiene el potencial para dar algo de renovado vigor a las fuerzas rusas, y permitirle sostener durante m¨¢s tiempo un esfuerzo b¨¦lico que, en las actuales condiciones, es dudoso que podr¨ªa haber sido mantenido mucho m¨¢s.
¡°No resolver¨¢ muchos de los desaf¨ªos militares rusos en esta guerra, pero puede alterar la din¨¢mica. No sugiero que esto puede cambiar la fortuna de Rusia en la guerra. Pero me cuidar¨ªa de ser demasiado esc¨¦ptico. La disponibilidad de recursos humanos importa¡±, escribi¨® en su cuenta de Twitter Michael Kofman, un reconocido experto en cuestiones militares rusas. La historia, con las enormes movilizaciones rusas de siglos pasados, tambi¨¦n invita a no subestimar en exceso, aunque las circunstancias de hoy sean muy diferentes.
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