Los seguidores de Lula da Silva se rebelan contra el des¨¢nimo en el coraz¨®n de los festejos en S?o Paulo
El expresidente apareci¨® al final de la noche para dirigirse a la multitud congregada frente a las columnas del Museo de Arte
Al caer la noche en la avenida Paulista, la hist¨®rica arteria de S?o Paulo, la algarab¨ªa regres¨® al cuerpo de los seguidores del expresidente Luiz In¨¢cio Lula da Silva, el favorito en su pulso con el presidente Jair Bolsonaro. Solo pudieron respirar tranquilos cuando el primer presidente obrero de Brasil pas¨® a liderar el lento conteo de los votos en las elecciones de este domingo, m¨¢s re?idas de lo anticipado, despu¨¦s de que el actual mandatario comenz¨® sorpresivamente por encima. Lula, como lo hab¨ªa prometido, apareci¨® al final de la noche para dirigirse a la multitud congregada frente a las columnas rojas del Museo de Arte de S?o Paulo, el emblem¨¢tico MASP. ¡°Yo nunca gan¨¦ una elecci¨®n en una primera vuelta, parece que al destino le gusta hacerme trabajar un poco m¨¢s¡±, les dijo con su voz ronca. ¡°A partir de ma?ana, ya estaremos en campa?a¡±, les areng¨® de cara a la cita decisiva.
¡°Le dimos la vuelta, le dimos la vuelta¡±, grita emocionada Monique Souza, una estudiante de derecho de 21 a?os vestida de camiseta roja, el color del Partido de los Trabajadores, mientras sigue los resultados minuto a minuto en su celular y en el fondo estallan los fuegos pirot¨¦cnicos y el rugido de cientos de personas agolpadas para celebrar un triunfo de Lula que se va a hacer esperar para la segunda vuelta de finales de mes. Los festejos han dado paso a la cautela, pero la fiesta sigui¨® en pie, con el pegajoso Lula l¨¢ como banda sonora. ¡°Estoy aqu¨ª porque defiendo la democracia¡±, afirma rotunda Monique, nordestina como Lula, al justificar su voto. ¡°El presidente que deber¨ªa asegurarse de que tuvi¨¦ramos salud y vacunas solo neg¨® la pandemia¡±, fustiga a Bolsonaro, al que califica de machista, homof¨®bico, racista y ¡°todo lo que usted quiera imaginar¡±. ¡°Va a ser una disputa muy cerrada, infelizmente¡±, concluye, aunque se mantiene esperanzada.
Es el remate de un d¨ªa en que se han visto largas filas en lugar de los temidos episodios de violencia pol¨ªtica en las elecciones m¨¢s polarizadas de los ¨²ltimos tiempos. ¡°No queremos m¨¢s odio¡±, dec¨ªa Lula despu¨¦s de votar muy temprano en S?o Paulo. En una jornada que ha transcurrido con sorprendente normalidad, despu¨¦s de los incidentes de ataques con tintes ideol¨®gicos que se hab¨ªan presentado en las ¨²ltimas semanas, las colas han marcado los comicios en diferentes ciudades de Brasil, lo que ha ralentizado el reconteo.
Los votantes deb¨ªan elegir no solo al pr¨®ximo presidente, tambi¨¦n a los diputados federales y estatales, senadores y gobernadores, lo que complicaba el proceso ya frente a las urnas electr¨®nicas en las que deben tener presentes los n¨²meros de sus candidatos, sin poder ayudarse del tel¨¦fono celular. Lula, por ejemplo, ten¨ªa el n¨²mero 13 del PT, mientras Bolsonaro el 22.
¡°Quien quiera subir por la escalera no necesita hacer fila¡±, gritaba una funcionaria del Tribunal Electoral Regional mientras daba indicaciones en medio del ajetreo del colegio ubicado en la Universidade Anhembi Morumbi, un edificio de 12 pisos que palidece frente a los dem¨¢s rascacielos que abundan en la Paulista. A mitad de la tarde, el hormigueo de personas entrando y saliendo de los ascensores era permanente. ¡°Esto est¨¢ muy lleno. Son cinco votos, por eso se demora¡±, explic¨® a este peri¨®dico, pero se reserv¨® su nombre por no estar autorizada a dar declaraciones.
La expectativa de que Lula resolviera la elecci¨®n en la primera vuelta domin¨® la recta final de la campa?a, pero esa posibilidad se fue evaporando a medida que transcurr¨ªa el recuento. Al final plant¨® en 48,4% de los votos, por 43,2 de Bolsonaro. ¡°Quisiera cerrar la elecci¨®n ahora, pero creo que va para segundo turno¡±, como se conoce la segunda vuelta presidencial, se resignaba tras depositar su voto Mar¨ªa Luisa Dantes, una estudiante de 19 a?os de cabello te?ido de rosa que por primera vez participaba en unos comicios. No tiene recuerdos de los mandatos de Lula, pero le molestan las dudas que Bolsonaro ha sembrado en un sistema electoral que considera ¡°bastante seguro¡±. El voto es obligatorio en Brasil, y opcional para los j¨®venes de 16 y 17 a?os, uno de los pocos pa¨ªses del mundo que permite votar a los adolescentes. Lula cuenta mayoritariamente con esos electores novatos, de acuerdo con las mediciones.
En la fila de los ascensores esperaba con paciencia Felipe Bolivar, un empresario de 33 a?os que acude con la camiseta de la selecci¨®n brasile?a, como ha pedido Bolsonaro. En la espalda lleva el nombre de Neymar Jr., quien esta semana grab¨® un video en Tik Tok en apoyo al mandatario de ultraderecha. ¡°Los colores definen mucho a las personas en Brasil. Es una forma de expresar nuestra voluntad, y de integrar una colectividad¡±, explica. Aunque lo deja bastante claro, prefiere no decir para qui¨¦n ser¨¢ su voto.
Las urnas electr¨®nicas que han sido blanco de ataques por parte de Bolsonaro se abrieron como de costumbre por un periodo de nueve horas, entre las 8.00 y las 17.00, pero esta fue la primera ocasi¨®n en que todo el pa¨ªs se subordinaba al horario de Brasilia, la capital federal. Es decir, que todos los votantes acudieron en simult¨¢neo, sin importar la diferencia entre las franjas horarias de un enorme territorio. Sin embargo, el Tribunal Superior Electoral ha salido a aclarar que los electores que ya se encontraban en la fila antes del cierre podr¨ªan votar con normalidad, lo que prolong¨® la jornada. Su presidente, Alexandre de Moraes, la ha calificado de ¡°tranquila y armoniosa¡±. Las grandes celebraciones en la Paulista, las de la victoria definitiva, de momento deben esperar.
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