?Por qu¨¦ no se sabe a¨²n qui¨¦n ha ganado las elecciones de Estados Unidos?
Las leyes estatales de voto por correo, el sufragio preferencial, la segunda vuelta de Georgia y el ajustado resultado retrasan el veredicto. Los dos partidos tienen a¨²n posibilidades de ganar ambas c¨¢maras del Legislativo
Han pasado tres d¨ªas desde que los estadounidenses acudieron a las urnas y a¨²n no se sabe qui¨¦n ha ganado las elecciones legislativas de la primera potencia del mundo. No es la primera vez que pasa y, probablemente, no ser¨¢ la ¨²ltima. En las presidenciales de 2020, la victoria de Joe Biden no pudo declararse hasta el s¨¢bado (las elecciones siempre son en martes) y esta vez el resultado puede tardar a¨²n m¨¢s. Las diferentes leyes e...
Han pasado tres d¨ªas desde que los estadounidenses acudieron a las urnas y a¨²n no se sabe qui¨¦n ha ganado las elecciones legislativas de la primera potencia del mundo. No es la primera vez que pasa y, probablemente, no ser¨¢ la ¨²ltima. En las presidenciales de 2020, la victoria de Joe Biden no pudo declararse hasta el s¨¢bado (las elecciones siempre son en martes) y esta vez el resultado puede tardar a¨²n m¨¢s. Las diferentes leyes estatales, el voto por correo, los sistemas de voto preferencial, la posibilidad de una segunda vuelta y, sobre todo, lo ajustado del resultado impiden certificar a¨²n un ganador.
A estas alturas, tanto el Partido Republicano como el Dem¨®crata tienen posibilidades de ganar tanto en el Senado como en la C¨¢mara de Representantes. Es verdad que los republicanos mantienen una ventaja en la C¨¢mara que los hace favoritos, pero por un margen de tres o cuatro esca?os que no est¨¢ en absoluto garantizado. Si los dem¨®cratas ganan en los Estados en que van por delante y son favoritos y logran dar la vuelta a otros cuatro en los que la ventaja republicana es corta o el escrutinio va con mucho retraso (en Colorado, Oreg¨®n y dos en California), hay una posibilidad de que lleguen a la cifra m¨¢gica de los 218 esca?os, la mayor¨ªa en una C¨¢mara de 435 representantes. No es muy probable, no tienen margen de error, pero tampoco cabe descartarlo. A medianoche de este jueves el resultado era de 211-198 a favor de los republicanos, con 26 esca?os pendientes de adjudicar.
En cuanto al Senado, todo est¨¢ abierto. Quedan tres asientos por definir y el que gane dos tendr¨¢ el control. Arizona y Nevada siguen contando los votos. En el primero tiene una amplia ventaja el candidato dem¨®crata y en el segundo, una muy corta el republicano, pero queda escrutinio por delante y cualquier pron¨®stico es aventurado. Si cada partido ganase uno de esos dos Estados, todo quedar¨ªa pendiente de Georgia, donde ninguno de los candidatos ha superado el 50% y ser¨¢ necesaria una segunda vuelta el 6 de diciembre. En 2020 ya fue el desempate de Georgia el que decant¨® el Senado, en aquel caso del lado dem¨®crata.
Pero, ?por qu¨¦ tarda tanto el escrutinio? Lo primero que hay que entender es que estas no son unas elecciones con reglas comunes para todo el pa¨ªs. Cada Estado regula el proceso electoral a su manera. Dibuja los distritos de la C¨¢mara de Representantes (dando lugar al gerrymandering, la delimitaci¨®n partidista de circunscripciones), establece los requisitos para registrarse, fija las reglas del voto adelantado en persona y del voto por correo, tiene sus m¨¢quinas de conteo y hasta diferentes sistemas para declarar al ganador, incluidos los sistemas de doble vuelta ¡ªcomo en Georgia¡ª y de voto preferencial, como en Maine y Alaska.
Adem¨¢s, esto no son solo unas elecciones legislativas. Se vota a la C¨¢mara de Representantes en todo el pa¨ªs y el Senado en 34 Estados, pero adem¨¢s en muchos se vota al gobernador, al vicegobernador, al secretario de Estado, a comisionados, a jueces del Supremo estatal, de apelaciones y de distrito, a diversos fiscales, a los legisladores estatales, concejales, alcaldes, miembros de los consejos escolares... Las papeletas son ¨²nicas para todas las votaciones y pueden ocupar varias p¨¢ginas con decenas de casillas. Eso complica el escrutinio.
El voto por correo
Las reglas del voto por correo son una gran fuente de distorsi¨®n. En la mayor¨ªa de Estados se admiten solo las papeletas que lleguen antes de que cierren las urnas, pero hay Estados que las admiten d¨ªas despu¨¦s con tal de que est¨¦n selladas a tiempo. En el caso de Nevada, un Estado de 3,1 millones de habitantes, se env¨ªan papeletas a todos los votantes registrados y se admite que lleguen por correo hasta este s¨¢bado. Los electores votan masivamente por correo. Como no hay un proceso de verificaci¨®n suficiente antes, una vez que llegan se comprueba que la firma coincida con la que est¨¢ registrada. Si no coincide o se detecta alg¨²n error, los trabajadores electorales contactan con el votante ¡°a trav¨¦s de carta, tel¨¦fono o correo electr¨®nico¡± y el ciudadano tiene de plazo para subsanar los errores hasta el martes 15 de noviembre. Con un resultado rotundo, habr¨ªa ganador antes, pero con uno ajustado, cada voto cuenta. Obviamente, el sistema es muy mejorable.
En Arizona, y su ya c¨¦lebre condado de Maricopa, ocurre algo parecido. Para empezar, ese condado es la segunda mayor jurisdicci¨®n electoral del pa¨ªs y tiene que procesar un volumen mayor de papeletas con unos medios que se revelan inadecuados. En este caso, los votos por correo tienen que llegar antes del cierre del colegio electoral, pero se acumulan esos y los votos anticipados, sobre todo, los llamados votos ¡°anticipados tard¨ªos¡±, que llegan el mismo d¨ªa de las elecciones o la v¨ªspera. No se empiezan a procesar hasta el d¨ªa siguiente y antes de tabularlos con la m¨¢quina hay que comprobar la firma, escanearlos, someterlos a los interventores de los partidos y, finalmente, contarlos. Este a?o, adem¨¢s, se estropearon m¨¢quinas de tabulaci¨®n de los electores que acuden a votar presencialmente, lo que tambi¨¦n obliga a procesarlos. En Arizona viven 7,1 millones de personas.
La lentitud del recuento, por motivos parecidos, se repite en otros Estados del oeste, como Washington, Oreg¨®n y, sobre todo, California, donde se concentran ahora la mayor parte de los esca?os sin adjudicar en la C¨¢mara de Representantes. En las presidenciales, en el esca?o de Senado o en las elecciones a gobernador de California, eso no suele ser un problema por el amplio margen con que suelen ganar los dem¨®cratas en ese Estado. En muchos distritos con mayor¨ªa clara de un partido, tampoco. Sin embargo, la igualdad y la lentitud del recuento impiden declarar un ganador en los que quedan pendientes.
El retraso y las incidencias en el escrutinio son, por otro lado, el caldo de cultivo perfecto para lanzar bulos sobre la limpieza del escrutinio y acusaciones de fraude electoral, aunque no tengan base. El expresidente Donald Trump ya lo hizo en 2020 y en estas elecciones ha empezado a sembrar la sospecha. Este jueves escribi¨® en su red social que la mayor¨ªa republicana en el Senado depende de ¡°si las elecciones en Nevada y Arizona se ama?an o no¡±.
Los sistemas electorales
Otra parte del resultado se retrasa por los peculiares sistemas electorales de algunos Estados. El de doble vuelta es sencillo, se aplica solo en algunos Estados y casi nunca es necesario: si nadie supera el 50% de los votos se va a un desempate entre los que tienen mayor apoyo. Es justo el problema que ha entrado en juego (una vez m¨¢s) en Georgia, por el 2% de los votos que ha logrado el candidato libertario Chase Oliver. El senador dem¨®crata Raphael Warnock y el republicano Herschel Walker se citan ahora a solas en las urnas el 6 de diciembre.
Algo m¨¢s complejo es el voto preferencial. En el segundo distrito de Maine concurr¨ªan tres candidatos. Los electores los ordenan en sus papeletas seg¨²n su preferencia. Con m¨¢s del 95% escrutado, el dem¨®crata Jared Golden tiene el 48,2% de los primeros votos, frente al 44,9% de su rival republicano, pero al no superar ninguno el 50%, primero hay que completar el 100% del c¨®mputo y luego ver cu¨¢l era la segunda preferencia de los votantes de la independiente Tiffany Bond, que suma un 6,9% de los votos, para ver qui¨¦n se lleva el esca?o. Lo mismo ocurre en el ¨²nico distrito de Alaska. All¨ª, con el 80% escrutado, la dem¨®crata Mary Peltola lleva un 47,3%, seguida por Sarah Palin, republicana con el 26,6%. La ventaja parece insalvable, pero el tercer candidato es el tambi¨¦n republicano Nick Begich, con un 24,2%. Y a¨²n hay un cuarto, libertario, con un 1,7%. Es probable que Peltola se lleve los suficientes segundos votos (Begich est¨¢ enemistado con Palin), pero habr¨¢ que esperar al menos otra semana para saberlo. Son solo dos esca?os los pendientes del voto preferencial, pero con un resultado tan ajustado, cuentan.
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