Fuerte movilizaci¨®n en Francia contra la impopular reforma de las pensiones
El Gobierno franc¨¦s mantiene el plan para subir la edad de jubilaci¨®n a los 64 a?os pese al rechazo mayoritario expresado en una segunda jornada de huelgas y manifestaciones
Los franceses han salido este martes masivamente a la calle por segunda vez en menos de dos semanas para protestar contra la impopular reforma de las pensiones, proyecto se?ero del segundo y ¨²ltimo mandato de Emmanuel Macron. Una mayor¨ªa de la ciudadan¨ªa se opone a aumentar la edad de jubilaci¨®n de los 62 a los 64 a?os, como pretende el presidente. El Gobierno considera que la reforma es ¡°indispensable¡± y se niega a ceder. Las manifestacio...
Los franceses han salido este martes masivamente a la calle por segunda vez en menos de dos semanas para protestar contra la impopular reforma de las pensiones, proyecto se?ero del segundo y ¨²ltimo mandato de Emmanuel Macron. Una mayor¨ªa de la ciudadan¨ªa se opone a aumentar la edad de jubilaci¨®n de los 62 a los 64 a?os, como pretende el presidente. El Gobierno considera que la reforma es ¡°indispensable¡± y se niega a ceder. Las manifestaciones y huelgas coinciden con el inicio del procedimiento parlamentario para adoptar la ley.
Es un pulso de resultado impredecible que puede definir el legado de Macron, que lleg¨® al poder en 2017 con la bandera del reformismo. Como en la primera jornada de protestas, el 19 de enero, centenares de miles de personas se han movilizado y sectores clave como los transportes y la energ¨ªa se han visto ampliamente paralizados. Aquel d¨ªa salieron a la calle en toda Francia m¨¢s de un mill¨®n de personas (1,2, seg¨²n el Gobierno; dos millones seg¨²n los organizadores), unas cifras inusualmente altas.
Las primeras cifras arrojan dos fen¨®menos paralelos. La movilizaci¨®n en la calle parece mantenerse y en algunas ciudades es mayor. En Marsella, por la ma?ana, se congregaron 205.000 personas, seg¨²n el sindicato CGT, y 40.000 seg¨²n la polic¨ªa (el 19 de enero eran 140.000, seg¨²n la CGT y 26.000, seg¨²n la polic¨ªa).
Al mismo tiempo, la huelga tiene menos seguimiento esta vez, seg¨²n los datos publicados a mediod¨ªa. En las escuelas y liceos, un 26% de los docentes sigui¨® la huelga, seg¨²n el Ministerio de la Educaci¨®n Nacional, 12 puntos menos que el 19 de enero. En la empresa p¨²blica de ferrocarriles SNCF, el seguimiento fue del 36,5%, seg¨²n los sindicatos, frente a un 46,3% en la anterior jornada de protesta. Entre los funcionarios p¨²blicos del Estado, fueron a la huelga un 19,4%, frente al 28% el 19 de enero, seg¨²n el Gobierno. En las refiner¨ªas de TotalEnergies, que en oto?o bloquearon parcialmente Francia para obtener un aumento salarial, hab¨ªa en la ma?ana del martes entre un 75% y un 100% de huelguistas, seg¨²n el sindicato CGT.
El Ministerio del Interior ha desplegado 11.000 polic¨ªas por todo el pa¨ªs. En el tramo final de la marcha en Par¨ªs hubo choques entre grupos de manifestantes y la polic¨ªa, que detuvo a 18 personas.
La novedad, respecto a a?os anteriores, es el frente sindical unido: hasta la moderada CFDT, primer sindicato de Francia y habitual apoyo del Gobierno, se ha sumado. Y un nivel de rechazo al plan ¡ªcerca de tres de cada cuatro franceses lo considera injusto¡ª que certifica el divorcio entre Macron y buena parte de la ciudadan¨ªa.
Term¨®metro del descontento
La jornada del martes permite tomar la temperatura del descontento social. En Par¨ªs, la manifestaci¨®n parti¨® de la plaza de Italia a las 14.00 horas en un ambiente festivo. La presencia sindical era notable, pero tambi¨¦n hab¨ªa estudiantes, jubilados y chalecos amarillos. ¡°Aumenten los salarios, no la edad de jubilaci¨®n¡±, se le¨ªa en un cartel. Otro dec¨ªa: ¡°Si nos metes 64, nosotros te repetimos un Mayo del 68¡å. Y otra: ¡°No hay alternativa: jubilaci¨®n a los 60¡å.
¡°No queremos trabajar tanto tiempo¡±, dec¨ªa Xavier, 59 a?os, empleado en los servicios inform¨¢ticos de un Ayuntamiento de una peque?a ciudad cerca de Par¨ªs. ¡°Estamos cansados¡±, a?ad¨ªa su mujer, Nathalie, de 58 a?os y empleada en una farmacia donde trabaja de pie todo el d¨ªa. ?Bastar¨¢n las protestas para hacer cambiar de opini¨®n al presidente? ¡°No¡±, zanja Xavier. ¡°Hay que bloquear el pa¨ªs durante 15 d¨ªas.¡±
Los sindicatos y la oposici¨®n conf¨ªan en que la presi¨®n de la calle fuerce al Gobierno a retirar la reforma o, al menos, sus aspectos m¨¢s pol¨¦micos. Para Macron, reelegido en mayo frente a la ultraderechista Marine Le Pen, se trata de un proyecto central para el segundo quinquenio. Si se pliega, su credibilidad como presidente reformista quedar¨¢ tocada. Si sigue adelante, se arriesga a que el resto de su mandato, hasta 2027, est¨¦ marcado por el malestar social y nuevas erupciones de c¨®lera como la de los chalecos amarillos en 2018 y 2019.
El presidente sostiene que, con el envejecimiento de la poblaci¨®n, prolongar la vida laboral es necesario para preservar un sistema de pensiones digno y justo. Los detractores de la reforma se?alan que esta penalizar¨¢ a las personas que empezaron a trabajar m¨¢s j¨®venes y en empleos que implican un desgaste f¨ªsico. Precisamente aquellos que, durante los confinamientos por la pandemia, contribuyeron a mantener en pie nuestras sociedades.
La primera ministra francesa, ?lisabeth Borne, ha tenido dificultades para persuadir a la opini¨®n p¨²blica. La oposici¨®n no ceja, aunque el Gobierno conf¨ªa en que, a la larga, la resignaci¨®n haga mella en los manifestantes y esto facilite su adopci¨®n.
Batalla en la Asamblea
La pelota est¨¢ en la Asamblea Nacional. El problema para Macron es que, desde las legislativas de junio, carece de mayor¨ªa absoluta, pese a tener el primer grupo parlamentario. Sin los votos de Los Republicanos (LR), el partido de la derecha moderada, quedar¨¢ lejos de los 289 diputados que marcan el umbral de la mayor¨ªa.
Y cada vez parece m¨¢s complicado. No todos los 62 diputados de LR quieren aprobar la reforma. Y surgen dudas entre los 250 diputados de los tres partidos del bloque macronista: Renacimiento, Modem y Horizontes.
De eso se trata tambi¨¦n en la jornada las manifestaciones y huelgas: de presionar a los diputados que cada d¨ªa pueden comprobar en sus distritos el rechazo que provoca la reforma. Si el Gobierno no encuentra una mayor¨ªa parlamentaria, tiene una alternativa: aplicar el art¨ªculo 49.3 de la Constituci¨®n, que permite poner fin a los debates y adoptar la ley. En este caso, la oposici¨®n solo puede abortarla con una moci¨®n de censura.
Macron ha sugerido que, si prosperase una moci¨®n de censura contra la primera ministra, disolver¨ªa la Asamblea Nacional y convocar¨ªa nuevas elecciones legislativas. La batalla no ha hecho m¨¢s que empezar.
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